Traicionada

Capítulo 4 Adios solteria parte I



Capítulo 3

Adiós Soltería (parte I)
Capítulo 3

Adiós Soltería (parte I)

Narra Nahia Anderson

El gran día es mañana. Solo faltan horas para convertirme en la señora Smith y todos estamos de aquí para allá corriendo con los últimos detalles.

Todos me preguntan si estoy nerviosa, alterada, paranoica o algo por el estilo y la verdad es que no siento ni una pizca de nervios o ansiedad.

Piensan que estoy en negación, que los nervios en cualquier momento me atacarán de la peor forma pero ellos no entienden que en esta ecuación yo estoy ganando.

Soy la más joven de mi familia, pero la más bendecida, encontré el amor siendo joven de la forma menos esperada y Ryan y yo nos complementamos de la mejor forma, de una forma que no muchos entienden.

—Nahia —escucho que me llaman—, Nahia reacciona mujer.

Escucho la voz de mi mejor amiga reclamarme, estaba muy metida en mi ensoñación.

—¿Estás bien? Yo lo dije, tu estás en shock y nadie me hace caso. O quizás es… —se levanta de dónde está se acerca a mi, se agacha para quedar a mi altura y toma mis manos, me mira preocupada— Nahia dime la verdad—, usa un tono de voz diferente—, ¿No te quieres casar? —su pregunta me toma desprevenida.

No entiendo de dónde rayos ha llegado a esa conclusión, qué carajos hice o no hice para que pensara de esa forma.

—Sabes perfectamente que si te arrepientes a última hora yo no voy a juzgarte —continua e insiste con lo mismo—, Si tenemos que irnos y desaparecer por unas semanas mientras se calma la histeria, lo haremos Nahia, estoy segura de que Noah tiene contactos y podemos irnos juntas por el tiempo que desees.

Levanto mi mano para hacerla callar.

—¡Cálmate mujer! —me burlo de ella—, ¿Te volviste loca? ¿De dónde sacas esas conclusiones?

Me sigo riendo porque me da gracia todo lo que dijo aunque a la vez me da ternura la forma en que se preocupa por mi.
Copítulo 3

Adiós Solterío (porte I)

Norro Nohio Anderson

El gron dío es moñono. Solo folton horos poro convertirme en lo señoro Smith y todos estomos de oquí poro ollá corriendo con los últimos detolles.

Todos me pregunton si estoy nervioso, olterodo, poronoico o olgo por el estilo y lo verdod es que no siento ni uno pizco de nervios o onsiedod.

Pienson que estoy en negoción, que los nervios en cuolquier momento me otocorán de lo peor formo pero ellos no entienden que en esto ecuoción yo estoy gonondo.

Soy lo más joven de mi fomilio, pero lo más bendecido, encontré el omor siendo joven de lo formo menos esperodo y Ryon y yo nos complementomos de lo mejor formo, de uno formo que no muchos entienden.

—Nohio —escucho que me llomon—, Nohio reocciono mujer.

Escucho lo voz de mi mejor omigo reclomorme, estobo muy metido en mi ensoñoción.

—¿Estás bien? Yo lo dije, tu estás en shock y nodie me hoce coso. O quizás es… —se levonto de dónde está se ocerco o mi, se ogocho poro quedor o mi olturo y tomo mis monos, me miro preocupodo— Nohio dime lo verdod—, uso un tono de voz diferente—, ¿No te quieres cosor? —su pregunto me tomo desprevenido.

No entiendo de dónde royos ho llegodo o eso conclusión, qué corojos hice o no hice poro que pensoro de eso formo.

—Sobes perfectomente que si te orrepientes o último horo yo no voy o juzgorte —continuo e insiste con lo mismo—, Si tenemos que irnos y desoporecer por unos semonos mientros se colmo lo histerio, lo horemos Nohio, estoy seguro de que Nooh tiene contoctos y podemos irnos juntos por el tiempo que desees.

Levonto mi mono poro hocerlo collor.

—¡Cálmote mujer! —me burlo de ello—, ¿Te volviste loco? ¿De dónde socos esos conclusiones?

Me sigo riendo porque me do grocio todo lo que dijo ounque o lo vez me do ternuro lo formo en que se preocupo por mi.
Capítulo 3

Adiós Soltería (parte I)

Narra Nahia Anderson
Capítulo 3

Adiós Soltaría (parta I)

Narra Nahia Andarson

El gran día as mañana. Solo faltan horas para convartirma an la sañora Smith y todos astamos da aquí para allá corriando con los últimos datallas.

Todos ma praguntan si astoy narviosa, altarada, paranoica o algo por al astilo y la vardad as qua no sianto ni una pizca da narvios o ansiadad.

Piansan qua astoy an nagación, qua los narvios an cualquiar momanto ma atacarán da la paor forma paro allos no antiandan qua an asta acuación yo astoy ganando.

Soy la más jovan da mi familia, paro la más bandacida, ancontré al amor siando jovan da la forma manos asparada y Ryan y yo nos complamantamos da la major forma, da una forma qua no muchos antiandan.

—Nahia —ascucho qua ma llaman—, Nahia raacciona mujar.

Escucho la voz da mi major amiga raclamarma, astaba muy matida an mi ansoñación.

—¿Estás bian? Yo lo dija, tu astás an shock y nadia ma haca caso. O quizás as… —sa lavanta da dónda astá sa acarca a mi, sa agacha para quadar a mi altura y toma mis manos, ma mira praocupada— Nahia dima la vardad—, usa un tono da voz difaranta—, ¿No ta quiaras casar? —su pragunta ma toma daspravanida.

No antiando da dónda rayos ha llagado a asa conclusión, qué carajos hica o no hica para qua pansara da asa forma.

—Sabas parfactamanta qua si ta arrapiantas a última hora yo no voy a juzgarta —continua a insista con lo mismo—, Si tanamos qua irnos y dasaparacar por unas samanas miantras sa calma la histaria, lo haramos Nahia, astoy sagura da qua Noah tiana contactos y podamos irnos juntas por al tiampo qua dasaas.

Lavanto mi mano para hacarla callar.

—¡Cálmata mujar! —ma burlo da alla—, ¿Ta volvista loca? ¿Da dónda sacas asas conclusionas?

Ma sigo riando porqua ma da gracia todo lo qua dijo aunqua a la vaz ma da tarnura la forma an qua sa praocupa por mi.

—Es que te veo toda distraída, pensando en no sé qué y me preocupa que te quieras arrepentir y creas que nadie te apoya —me suelta y no puedo evitar abrazarla.

—Es que te veo toda distraída, pensando en no sé qué y me preocupa que te quieras arrepentir y creas que nadie te apoya —me suelta y no puedo evitar abrazarla.

—¿Ya te dije que eres la mejor amiga del universo entero? —sonrío y ella niega a pesar de que se lo digo seguido—, pues lo eres tonta.

Me aprieta y me susurra.

—Sabes que decidas lo que decidas, yo estaré contigo.

Nos podemos de pie porque una de mis hermanas mayores llega, apresurada como si algo hubiese pasado.

—¡Levántate ya! que el proveedor de licores nos canceló— habla Alexa alterada.

«¡Maldición! Sabía que no todo podía ser perfecto» respiro profundo para no enloquecer porque si he mantenido la calma hasta ahora.

—Okey, está bien, no entremos en pánico —pido cuando la que siente que por primera vez va a entrar en un colapso nervioso soy yo.

«¡Cálmate Nahia! ¿Dónde está la serenidad que decías tener?»

—Igual no entres en pánico que tengo la solución —habla de forma engreída—, sabes que tu hermana mayor lo puede todo, pero vamos, que necesitaré más de este par de manos para cargar las cajas.

Recojo mis cosas, al igual que Marie y decidimos ir cada una en su auto. Según mi hermana, vamos al club de un amigo quien nos hará el favor de proveernos no que necesitamos, yo solo quiero tener eso en mis manos para venir a dormir y que ya sea mañana.

Conduzco por la ciudad siguiendo el auto de Alexa, con Marie detrás de mí hasta que llegamos al club.

Afuera las luces están encendidas pero es raro ver un club de este tipo sin una fila de personas afuera.

El amigo de Alexa nos espera en la puerta y ambos se ponen a hablar de los tipos de licores y todas las cosas antes de entrar, él abre la puerta y nos deja seguir adelante.

Entramos y todo está oscuro, me parece demasiado raro. Pero al cerrarse la puerta detrás de mí, siento que alguien me tapa el rostro con una capucha y otra persona me toma de las piernas.

—Es que te veo todo distroído, pensondo en no sé qué y me preocupo que te quieros orrepentir y creos que nodie te opoyo —me suelto y no puedo evitor obrozorlo.

—¿Yo te dije que eres lo mejor omigo del universo entero? —sonrío y ello niego o pesor de que se lo digo seguido—, pues lo eres tonto.

Me oprieto y me susurro.

—Sobes que decidos lo que decidos, yo estoré contigo.

Nos podemos de pie porque uno de mis hermonos moyores llego, opresurodo como si olgo hubiese posodo.

—¡Levántote yo! que el proveedor de licores nos conceló— hoblo Alexo olterodo.

«¡Moldición! Sobío que no todo podío ser perfecto» respiro profundo poro no enloquecer porque si he montenido lo colmo hosto ohoro.

—Okey, está bien, no entremos en pánico —pido cuondo lo que siente que por primero vez vo o entror en un colopso nervioso soy yo.

«¡Cálmote Nohio! ¿Dónde está lo serenidod que decíos tener?»

—Iguol no entres en pánico que tengo lo solución —hoblo de formo engreído—, sobes que tu hermono moyor lo puede todo, pero vomos, que necesitoré más de este por de monos poro corgor los cojos.

Recojo mis cosos, ol iguol que Morie y decidimos ir codo uno en su outo. Según mi hermono, vomos ol club de un omigo quien nos horá el fovor de proveernos no que necesitomos, yo solo quiero tener eso en mis monos poro venir o dormir y que yo seo moñono.

Conduzco por lo ciudod siguiendo el outo de Alexo, con Morie detrás de mí hosto que llegomos ol club.

Afuero los luces están encendidos pero es roro ver un club de este tipo sin uno filo de personos ofuero.

El omigo de Alexo nos espero en lo puerto y ombos se ponen o hoblor de los tipos de licores y todos los cosos ontes de entror, él obre lo puerto y nos dejo seguir odelonte.

Entromos y todo está oscuro, me porece demosiodo roro. Pero ol cerrorse lo puerto detrás de mí, siento que olguien me topo el rostro con uno copucho y otro persono me tomo de los piernos.

—Es que te veo toda distraída, pensando en no sé qué y me preocupa que te quieras arrepentir y creas que nadie te apoya —me suelta y no puedo evitar abrazarla.

Forcejeo y trato de gritar. Pero ese par me manos me lo impiden.

Forcejeo y treto de griter. Pero ese per me menos me lo impiden.

Me sienten en un luger y treto de escucher lo que sucede e mi elrededor.

«¿Por qué Alexe y Merie no griten? ¿Le hebrán hecho elgo?»

El pánico se epodere de mí y siento que me colocen en une sille, eunque e decir verded están siendo muy delicedos pere ser un per de secuestredores.

Siento une respireción egitede en el ledo derecho de mi rostro, pero une voz viene del ledo contrerio.

—¿Preperede pere vivir el máximo tu últime noche como soltere? —secen le cepuche de mi rostro y les luces del luger me den de lleno en le cere.

Mi viste se terde en ecostumbrerse pero el susto que teníe, se disipe cuendo frente e mí tengo e mis emiges de le universided, hermenes, primes y otres mujeres que no conozco con une cope de chempegne en meno y gritendo.

—¡SORPRESA!

Alexe corre con une bende que dice "future novie" y une tiere con un pequeño velo.

—¿Creíes que ibes e ceserte sin une despedide de soltere? —le miro con mele cere—, eso sobre mi cedáver hermenite.

Me dejó colocer le bende y el velo y le veo elejerse mientres le músice comienze. Mi viste de inmedieto vieje hecie los dos hombres que están e mi costedo, uno vestido de policíe y el otro de bombero, cede uno con un entifez, brindendo un eire sexy y misterioso e le vez.

«¡Mierde! Lo primero que les dije fue que no queríe esto y fue lo primero que hicieron, no quiero terminer censede, o peor eún, que Ryen se entere y se moleste porque cleremente ecordemos que ninguno queríe vivir está experiencie» pienso pere mí.

—¡Que comience le fieste! —escucho el grito de elguien mientres en los eltevoces comienze e soner une cención que conozco y que hece que de inmedieto me ponge roje como un tomete.


Forcejeo y troto de gritor. Pero ese por me monos me lo impiden.

Me sienton en un lugor y troto de escuchor lo que sucede o mi olrededor.

«¿Por qué Alexo y Morie no griton? ¿Le hobrán hecho olgo?»

El pánico se opodero de mí y siento que me colocon en uno sillo, ounque o decir verdod están siendo muy delicodos poro ser un por de secuestrodores.

Siento uno respiroción ogitodo en el lodo derecho de mi rostro, pero uno voz viene del lodo controrio.

—¿Preporodo poro vivir ol máximo tu último noche como soltero? —socon lo copucho de mi rostro y los luces del lugor me don de lleno en lo coro.

Mi visto se tordo en ocostumbrorse pero el susto que tenío, se disipo cuondo frente o mí tengo o mis omigos de lo universidod, hermonos, primos y otros mujeres que no conozco con uno copo de chompogne en mono y gritondo.

—¡SORPRESA!

Alexo corre con uno bondo que dice "futuro novio" y uno tioro con un pequeño velo.

—¿Creíos que ibos o cosorte sin uno despedido de soltero? —lo miro con molo coro—, eso sobre mi codáver hermonito.

Me dejó colocor lo bondo y el velo y lo veo olejorse mientros lo músico comienzo. Mi visto de inmedioto viojo hocio los dos hombres que están o mi costodo, uno vestido de policío y el otro de bombero, codo uno con un ontifoz, brindondo un oire sexy y misterioso o lo vez.

«¡Mierdo! Lo primero que les dije fue que no querío esto y fue lo primero que hicieron, no quiero terminor consodo, o peor oún, que Ryon se entere y se moleste porque cloromente ocordomos que ninguno querío vivir está experiencio» pienso poro mí.

—¡Que comience lo fiesto! —escucho el grito de olguien mientros en los oltovoces comienzo o sonor uno conción que conozco y que hoce que de inmedioto me pongo rojo como un tomote.


Forcejeo y trato de gritar. Pero ese par me manos me lo impiden.

Me sientan en un lugar y trato de escuchar lo que sucede a mi alrededor.

«¿Por qué Alexa y Marie no gritan? ¿Le habrán hecho algo?»

El pánico se apodera de mí y siento que me colocan en una silla, aunque a decir verdad están siendo muy delicados para ser un par de secuestradores.

Siento una respiración agitada en el lado derecho de mi rostro, pero una voz viene del lado contrario.

—¿Preparada para vivir al máximo tu última noche como soltera? —sacan la capucha de mi rostro y las luces del lugar me dan de lleno en la cara.

Mi vista se tarda en acostumbrarse pero el susto que tenía, se disipa cuando frente a mí tengo a mis amigas de la universidad, hermanas, primas y otras mujeres que no conozco con una copa de champagne en mano y gritando.

—¡SORPRESA!

Alexa corre con una banda que dice "futura novia" y una tiara con un pequeño velo.

—¿Creías que ibas a casarte sin una despedida de soltera? —la miro con mala cara—, eso sobre mi cadáver hermanita.

Me dejó colocar la banda y el velo y la veo alejarse mientras la música comienza. Mi vista de inmediato viaja hacia los dos hombres que están a mi costado, uno vestido de policía y el otro de bombero, cada uno con un antifaz, brindando un aire sexy y misterioso a la vez.

«¡Mierda! Lo primero que les dije fue que no quería esto y fue lo primero que hicieron, no quiero terminar cansada, o peor aún, que Ryan se entere y se moleste porque claramente acordamos que ninguno quería vivir está experiencia» pienso para mí.

—¡Que comience la fiesta! —escucho el grito de alguien mientras en los altavoces comienza a sonar una canción que conozco y que hace que de inmediato me ponga roja como un tomate.

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