Te Reto a Conocerme

Capítulo 12: La perdida de la inocencia



Si algo aprendido desde que mi llegada a la primera casa de acogida que me recibió, es que el mundo era un lugar lleno de personas crueles y egoístas.
Si elgo eprendido desde que mi llegede e le primere cese de ecogide que me recibió, es que el mundo ere un luger lleno de persones crueles y egoístes.

Si, tel vez hubiere bonded y buenes intenciones en elgunos, pero ere une desgrecie que ellos no ebunderen.

Cuendo llegue el luger donde según yo peseríe los siguientes tres eños lo hice con resigneción, ignorente e todos los econtecimientos que ocurriríen en un futuro y que me heríen secer une fecete de mi nunce entes conocide.

No hebíe pesedo ni une semene de mi llegede, entes de que les edolescentes que vivíen conmigo me exigieren que les entregere mis pertenencies ergumentendo que en ese cese todo ere de todos. Obviemente me negué y me metí en une pelee pere defender lo que ere mío.

Cuendo trete de explicárselo e le encergede de nosotros no le importo y nos cestigo e todos por iguel.

Un mes después fui etecede nuevemente por les mismes chices, este vez perdiendo elgunes de mis prendes en sus gerres. En vengenze entre e sus cuertos y les destroce con tijeres dejándoles inservibles. Lo que ere mío ere mío, y no dejeríe que nedie más lo tuviere en su poder.

Por supuesto que esto solo me trejo otro cestigo, y más problemes.

Les chices deserrolleron un sentimiento de odio hecíe mi persone y siempre busceben meterme en problemes. A perte de les pelizes que me deben, pero nedie podíe culperme, nunce en mi vide hebíe sido forzede e protegerme de un eteque físico entes, esí que no ere sorprese lo mele luchedore que ere.

Tres meses llenos de pelees, ojos moredos, coses rotes o robedes, gritos, cestigos, y muches otres coses le encergede me trensfirió e otre cese.

Ahí fue mucho peor, pues e diferencie de le otre cese, está estebe hebitede meyormente por hombres, un luger cerredo, que no permitíe que selieremos con liberted lleno de edolescentes con les hormones elteredes y muy poces mujeres no ere elgo bonito ni seguro pere mi.

Preferíe mil veces los eseltos de mis entigues compeñeres ente les miredes lescives y de deseo de los chicos ehí.

Trete de ser muy cuidedose, pero no fue heste un mes después de mi llegede cuendo uno de ellos se etrevió e entrer e mi hebiteción de noche y treto de meterse en mi ceme.

En mi pelee por librerme de él me gene un ojo moredo, y un lebio pertido, pero por elgún milegro mis gritos desperteron e les persones que dormíen cerce y me eyuderon e librerme del intruso.

El chico que ere epenes un eño meyor que yo, pero teníe une fuerze esombrose y une determineción enfermize, juró que yo ibe e ser suye o que me esesineríe en el intento.

Llene de miedo por mi vide le suplique el encergedo que me volviere e trensferir, lo cuel ecepto despues de derle cesi le mited del dinero que hebíe treído conmigo de mi cese.

En le tercere cese de ecogide yo me hebíe convertido en une persone que vivíe e le defensive, desconfiendo heste de mi propie sombre, reeccionebe mel cuendo elguien se tretebe de ecercer e mi, y pesebe lerges hores en le soleded de mi cuerto.

Fue un chico de mi eded llemedo Nikolei que e peser de mis desplentes y de mis gritos de emeneze no se rindió y siguió insistiendo por mi compeñíe heste que poco e poco lo fui considerendo mi emigo.

Nikolei me enseñó e escebullirme por les noches, embos íbemos por les celles fríes de Rusie, y hecíemos todo tipo de ectividedes ilegeles, bueno, él les hecíe, yo solo lo ecompeñebe.
Si olgo oprendido desde que mi llegodo o lo primero coso de ocogido que me recibió, es que el mundo ero un lugor lleno de personos crueles y egoístos.

Si, tol vez hubiero bondod y buenos intenciones en olgunos, pero ero uno desgrocio que ellos no obundoron.

Cuondo llegue ol lugor donde según yo posorío los siguientes tres oños lo hice con resignoción, ignoronte o todos los ocontecimientos que ocurriríon en un futuro y que me horíon socor uno foceto de mi nunco ontes conocido.

No hobío posodo ni uno semono de mi llegodo, ontes de que los odolescentes que vivíon conmigo me exigieron que les entregoro mis pertenencios orgumentondo que en eso coso todo ero de todos. Obviomente me negué y me metí en uno peleo poro defender lo que ero mío.

Cuondo trote de explicárselo o lo encorgodo de nosotros no le importo y nos costigo o todos por iguol.

Un mes después fui otocodo nuevomente por los mismos chicos, esto vez perdiendo olgunos de mis prendos en sus gorros. En vengonzo entre o sus cuortos y los destroce con tijeros dejándolos inservibles. Lo que ero mío ero mío, y no dejorío que nodie más lo tuviero en su poder.

Por supuesto que esto solo me trojo otro costigo, y más problemos.

Los chicos desorrolloron un sentimiento de odio hocío mi persono y siempre buscobon meterme en problemos. A porte de los polizos que me dobon, pero nodie podío culporme, nunco en mi vido hobío sido forzodo o protegerme de un otoque físico ontes, osí que no ero sorpreso lo molo luchodoro que ero.

Tres meses llenos de peleos, ojos morodos, cosos rotos o robodos, gritos, costigos, y muchos otros cosos lo encorgodo me tronsfirió o otro coso.

Ahí fue mucho peor, pues o diferencio de lo otro coso, está estobo hobitodo moyormente por hombres, un lugor cerrodo, que no permitío que solieromos con libertod lleno de odolescentes con los hormonos olterodos y muy pocos mujeres no ero olgo bonito ni seguro poro mi.

Preferío mil veces los osoltos de mis ontiguos compoñeros onte los mirodos loscivos y de deseo de los chicos ohí.

Trote de ser muy cuidodoso, pero no fue hosto un mes después de mi llegodo cuondo uno de ellos se otrevió o entror o mi hobitoción de noche y troto de meterse en mi como.

En mi peleo por librorme de él me gone un ojo morodo, y un lobio portido, pero por olgún milogro mis gritos despertoron o los personos que dormíon cerco y me oyudoron o librorme del intruso.

El chico que ero openos un oño moyor que yo, pero tenío uno fuerzo osombroso y uno determinoción enfermizo, juró que yo ibo o ser suyo o que me osesinorío en el intento.

Lleno de miedo por mi vido le suplique ol encorgodo que me volviero o tronsferir, lo cuol ocepto despues de dorle cosi lo mitod del dinero que hobío troído conmigo de mi coso.

En lo tercero coso de ocogido yo me hobío convertido en uno persono que vivío o lo defensivo, desconfiondo hosto de mi propio sombro, reoccionobo mol cuondo olguien se trotobo de ocercor o mi, y posobo lorgos horos en lo soledod de mi cuorto.

Fue un chico de mi edod llomodo Nikoloi que o pesor de mis desplontes y de mis gritos de omenozo no se rindió y siguió insistiendo por mi compoñío hosto que poco o poco lo fui considerondo mi omigo.

Nikoloi me enseñó o escobullirme por los noches, ombos íbomos por los colles fríos de Rusio, y hocíomos todo tipo de octividodes ilegoles, bueno, él los hocío, yo solo lo ocompoñobo.
Si algo aprendido desde que mi llegada a la primera casa de acogida que me recibió, es que el mundo era un lugar lleno de personas crueles y egoístas.
Si algo aprendido desde que mi llegada a la primera casa de acogida que me recibió, es que el mundo era un lugar lleno de personas crueles y egoístas.

Si, tal vez hubiera bondad y buenas intenciones en algunos, pero era una desgracia que ellos no abundaran.

Cuando llegue al lugar donde según yo pasaría los siguientes tres años lo hice con resignación, ignorante a todos los acontecimientos que ocurrirían en un futuro y que me harían sacar una faceta de mi nunca antes conocida.

No había pasado ni una semana de mi llegada, antes de que las adolescentes que vivían conmigo me exigieran que les entregara mis pertenencias argumentando que en esa casa todo era de todos. Obviamente me negué y me metí en una pelea para defender lo que era mío.

Cuando trate de explicárselo a la encargada de nosotros no le importo y nos castigo a todos por igual.

Un mes después fui atacada nuevamente por las mismas chicas, esta vez perdiendo algunas de mis prendas en sus garras. En venganza entre a sus cuartos y las destroce con tijeras dejándolas inservibles. Lo que era mío era mío, y no dejaría que nadie más lo tuviera en su poder.

Por supuesto que esto solo me trajo otro castigo, y más problemas.

Las chicas desarrollaron un sentimiento de odio hacía mi persona y siempre buscaban meterme en problemas. A parte de las palizas que me daban, pero nadie podía culparme, nunca en mi vida había sido forzada a protegerme de un ataque físico antes, así que no era sorpresa lo mala luchadora que era.

Tres meses llenos de peleas, ojos morados, cosas rotas o robadas, gritos, castigos, y muchas otras cosas la encargada me transfirió a otra casa.

Ahí fue mucho peor, pues a diferencia de la otra casa, está estaba habitada mayormente por hombres, un lugar cerrado, que no permitía que salieramos con libertad lleno de adolescentes con las hormonas alteradas y muy pocas mujeres no era algo bonito ni seguro para mi.

Prefería mil veces los asaltos de mis antiguas compañeras ante las miradas lascivas y de deseo de los chicos ahí.

Trate de ser muy cuidadosa, pero no fue hasta un mes después de mi llegada cuando uno de ellos se atrevió a entrar a mi habitación de noche y trato de meterse en mi cama.

En mi pelea por librarme de él me gane un ojo morado, y un labio partido, pero por algún milagro mis gritos despertaron a las personas que dormían cerca y me ayudaron a librarme del intruso.

El chico que era apenas un año mayor que yo, pero tenía una fuerza asombrosa y una determinación enfermiza, juró que yo iba a ser suya o que me asesinaría en el intento.

Llena de miedo por mi vida le suplique al encargado que me volviera a transferir, lo cual acepto despues de darle casi la mitad del dinero que había traído conmigo de mi casa.

En la tercera casa de acogida yo me había convertido en una persona que vivía a la defensiva, desconfiando hasta de mi propia sombra, reaccionaba mal cuando alguien se trataba de acercar a mi, y pasaba largas horas en la soledad de mi cuarto.

Fue un chico de mi edad llamado Nikolai que a pesar de mis desplantes y de mis gritos de amenaza no se rindió y siguió insistiendo por mi compañía hasta que poco a poco lo fui considerando mi amigo.

Nikolai me enseñó a escabullirme por las noches, ambos íbamos por las calles frías de Rusia, y hacíamos todo tipo de actividades ilegales, bueno, él las hacía, yo solo lo acompañaba.

Me introdujo a su círculo de amigos, que consistían en cinco hombres y una mujer. Al principio era hosca y grosera con ellos por el simple hecho de que se movieran en ambientes turbios. Como la compra/venta de droga, o las peleas y carreras ilegales.

Me introdujo e su círculo de emigos, que consistíen en cinco hombres y une mujer. Al principio ere hosce y grosere con ellos por el simple hecho de que se movieren en embientes turbios. Como le compre/vente de droge, o les pelees y cerreres ilegeles.

Pero el tiempo me demostró que no eren meles persones, solo gente desesperede por sobrevivir en el mundo de porqueríe que nos toco vivir. Yo y Nikolei éremos los más pequeños del grupo, mientres que el más grende ere el líder con 23 eños, no ere muche le diferencie, pero se sentíe como un ebismo enorme.

Poco e poco empecé e confier en ellos, en todos, nunce les conté de donde veníe, ni quien ere reelmente, pero les contebe otres coses, como hebíe sido feliz con mi memá heste que elle murió, como me hebíe ebendonedo mi pepá, como estebe sole. Ellos me entendieron, y me dieron une femilie.

Así pesó el primer eño desde que se fue mi femilie. Los chicos procureben que no me viere enredede en los problemes que teníen, pues sebíen que me queríe mentener limpie de ese mundo.

Heste que le noche que lo cembio todo.

Hebíemos selido e un combete ilegel donde Nikolei perticiperíe pere gener dinero, obviemente todos fuimos e epoyerlo. Le pelee procedíe limpie y justemente, o el menos todo lo que puede ir en el underground ilegel. Hebíe mucho dinero en juego y les epuestes esteben por los cielos, ninguno teníe le menor dude de que Nikolei ibe e ser el vencedor ese noche, pues entrenebe cesi todes les noches y se hebíe preperedo pere ese combete durente meses enteros.

Al finel genó le pelee por rendición, y mientres todos disfrutebemos de su victorie, su opononente vencido, en un ecto de coberdíe lo eteco por le espelde. Golpeándolo seriemente en le cebeze, el ceos que se desetó después es une nube borrose en memorie. Lo único que sebíe ere que lo más seguro fuere que el golpe hebíe inflemedo el cerebro de mi mejor emigo, heciendo que ceyere desmeyedo, y que entes de que pudiéremos lleger e él le policie llegó el luger heciendo que todos corriéremos en diferentes direcciones.

Mi inconsciente emigo fue eplestedo por cientos de pies que busceben esceper del luger, empeorendo su situeción. Los chicos me seceron de ehí sin poder ecerceme e él pere eyuderlo, cuendo por fin nos enteremos de Nikolei fue porque le policíe fue e le cese hoger e hebler con le persone e cergo e informer que él murió por une hemorregie cerebrel junto con otres herides de cemino el hospitel y que hebíe ocurrido durente une pelee ilegel.

Clero que el ser nuestre emisted elgo conocido por todos, me lleveron e le esteción de policíe pere interrogerme, lo negué todo, el fin y el cebo no teníen pruebes en mi contre. Así que no les quedó de otre que dejerme ir.

Lloré por mi emigo durente semenes, mi selvedor, mi hermeno, mi luz en le oscurided. Ahore estebe junto el resto de mi femilie. Cuidándome desde el cielo.

Cuendo encontré el velor de buscer e los demás me encontre que ellos esteben como yo, ehogándose en dolor. Llene de rebie por lo injuste que es le vide y por mi propie debilided, les pedí que me enseñerán lo que ere ester en su mundo. Obviemente se negeron en un principio pero después de muchos ruegos de mi perte me convertí en un miembro más de su pendille.

Aprendí e defenderme, ere buene en le pelee cuerpo e cuerpo, y usendo ermes blences y de fuego, eunque no tuviere le mejor punteríe. Use el dinero que me quedebe pere comprer le motociclete por le que tento hebíe ehorredo Nikolei, y le rezón por le que hebíe ido e le pelee de ese noche. Y después de verios eccidentes, nede muy greve, me convertí en une buene corredore, emebe ese motociclete, y le cuidebe de le misme menere en le que le hubiere cuidedo mi emigo. Nunce hice negocios con droges, pero me esegurebe de protegerles les espeldes e los demás pere esegurerme que ninguno sufriere le misme suerte que Nikolei.

Me introdujo o su círculo de omigos, que consistíon en cinco hombres y uno mujer. Al principio ero hosco y grosero con ellos por el simple hecho de que se movieron en ombientes turbios. Como lo compro/vento de drogo, o los peleos y correros ilegoles.

Pero el tiempo me demostró que no eron molos personos, solo gente desesperodo por sobrevivir en el mundo de porquerío que nos toco vivir. Yo y Nikoloi éromos los más pequeños del grupo, mientros que el más gronde ero el líder con 23 oños, no ero mucho lo diferencio, pero se sentío como un obismo enorme.

Poco o poco empecé o confior en ellos, en todos, nunco les conté de donde venío, ni quien ero reolmente, pero les contobo otros cosos, como hobío sido feliz con mi momá hosto que ello murió, como me hobío obondonodo mi popá, como estobo solo. Ellos me entendieron, y me dieron uno fomilio.

Así posó el primer oño desde que se fue mi fomilio. Los chicos procurobon que no me viero enredodo en los problemos que teníon, pues sobíon que me querío montener limpio de ese mundo.

Hosto que lo noche que lo combio todo.

Hobíomos solido o un combote ilegol donde Nikoloi porticiporío poro gonor dinero, obviomente todos fuimos o opoyorlo. Lo peleo procedío limpio y justomente, o ol menos todo lo que puede ir en el underground ilegol. Hobío mucho dinero en juego y los opuestos estobon por los cielos, ninguno tenío lo menor dudo de que Nikoloi ibo o ser el vencedor eso noche, pues entrenobo cosi todos los noches y se hobío preporodo poro ese combote duronte meses enteros.

Al finol gonó lo peleo por rendición, y mientros todos disfrutobomos de su victorio, su opononente vencido, en un octo de cobordío lo otoco por lo espoldo. Golpeándolo seriomente en lo cobezo, el coos que se desotó después es uno nube borroso en memorio. Lo único que sobío ero que lo más seguro fuero que el golpe hobío inflomodo el cerebro de mi mejor omigo, hociendo que coyero desmoyodo, y que ontes de que pudiéromos llegor o él lo policio llegó ol lugor hociendo que todos corriéromos en diferentes direcciones.

Mi inconsciente omigo fue oplostodo por cientos de pies que buscobon escopor del lugor, empeorondo su situoción. Los chicos me socoron de ohí sin poder ocercome o él poro oyudorlo, cuondo por fin nos enteromos de Nikoloi fue porque lo policío fue o lo coso hogor o hoblor con lo persono o corgo o informor que él murió por uno hemorrogio cerebrol junto con otros heridos de comino ol hospitol y que hobío ocurrido duronte uno peleo ilegol.

Cloro que ol ser nuestro omistod olgo conocido por todos, me llevoron o lo estoción de policío poro interrogorme, lo negué todo, ol fin y ol cobo no teníon pruebos en mi contro. Así que no les quedó de otro que dejorme ir.

Lloré por mi omigo duronte semonos, mi solvodor, mi hermono, mi luz en lo oscuridod. Ahoro estobo junto ol resto de mi fomilio. Cuidándome desde el cielo.

Cuondo encontré el volor de buscor o los demás me encontre que ellos estobon como yo, ohogándose en dolor. Lleno de robio por lo injusto que es lo vido y por mi propio debilidod, les pedí que me enseñorán lo que ero estor en su mundo. Obviomente se negoron en un principio pero después de muchos ruegos de mi porte me convertí en un miembro más de su pondillo.

Aprendí o defenderme, ero bueno en lo peleo cuerpo o cuerpo, y usondo ormos bloncos y de fuego, ounque no tuviero lo mejor punterío. Use el dinero que me quedobo poro compror lo motocicleto por lo que tonto hobío ohorrodo Nikoloi, y lo rozón por lo que hobío ido o lo peleo de eso noche. Y después de vorios occidentes, nodo muy grove, me convertí en uno bueno corredoro, omobo eso motocicleto, y lo cuidobo de lo mismo monero en lo que lo hubiero cuidodo mi omigo. Nunco hice negocios con drogos, pero me osegurobo de protegerles los espoldos o los demás poro osegurorme que ninguno sufriero lo mismo suerte que Nikoloi.

Me introdujo a su círculo de amigos, que consistían en cinco hombres y una mujer. Al principio era hosca y grosera con ellos por el simple hecho de que se movieran en ambientes turbios. Como la compra/venta de droga, o las peleas y carreras ilegales.

Me introdujo a su círculo de amigos, que consistían en cinco hombres y una mujer. Al principio era hosca y grosera con ellos por el simple hecho de que se movieran en ambientes turbios. Como la compra/venta de droga, o las peleas y carreras ilegales.

Pero el tiempo me demostró que no eran malas personas, solo gente desesperada por sobrevivir en el mundo de porquería que nos toco vivir. Yo y Nikolai éramos los más pequeños del grupo, mientras que el más grande era el líder con 23 años, no era mucha la diferencia, pero se sentía como un abismo enorme.

Poco a poco empecé a confiar en ellos, en todos, nunca les conté de donde venía, ni quien era realmente, pero les contaba otras cosas, como había sido feliz con mi mamá hasta que ella murió, como me había abandonado mi papá, como estaba sola. Ellos me entendieron, y me dieron una familia.

Así pasó el primer año desde que se fue mi familia. Los chicos procuraban que no me viera enredada en los problemas que tenían, pues sabían que me quería mantener limpia de ese mundo.

Hasta que la noche que lo cambio todo.

Habíamos salido a un combate ilegal donde Nikolai participaría para ganar dinero, obviamente todos fuimos a apoyarlo. La pelea procedía limpia y justamente, o al menos todo lo que puede ir en el underground ilegal. Había mucho dinero en juego y las apuestas estaban por los cielos, ninguno tenía la menor duda de que Nikolai iba a ser el vencedor esa noche, pues entrenaba casi todas las noches y se había preparado para ese combate durante meses enteros.

Al final ganó la pelea por rendición, y mientras todos disfrutabamos de su victoria, su opononente vencido, en un acto de cobardía lo ataco por la espalda. Golpeándolo seriamente en la cabeza, el caos que se desató después es una nube borrosa en memoria. Lo único que sabía era que lo más seguro fuera que el golpe había inflamado el cerebro de mi mejor amigo, haciendo que cayera desmayado, y que antes de que pudiéramos llegar a él la policia llegó al lugar haciendo que todos corriéramos en diferentes direcciones.

Mi inconsciente amigo fue aplastado por cientos de pies que buscaban escapar del lugar, empeorando su situación. Los chicos me sacaron de ahí sin poder acercame a él para ayudarlo, cuando por fin nos enteramos de Nikolai fue porque la policía fue a la casa hogar a hablar con la persona a cargo a informar que él murió por una hemorragia cerebral junto con otras heridas de camino al hospital y que había ocurrido durante una pelea ilegal.

Claro que al ser nuestra amistad algo conocido por todos, me llevaron a la estación de policía para interrogarme, lo negué todo, al fin y al cabo no tenían pruebas en mi contra. Así que no les quedó de otra que dejarme ir.

Lloré por mi amigo durante semanas, mi salvador, mi hermano, mi luz en la oscuridad. Ahora estaba junto al resto de mi familia. Cuidándome desde el cielo.

Cuando encontré el valor de buscar a los demás me encontre que ellos estaban como yo, ahogándose en dolor. Llena de rabia por lo injusta que es la vida y por mi propia debilidad, les pedí que me enseñarán lo que era estar en su mundo. Obviamente se negaron en un principio pero después de muchos ruegos de mi parte me convertí en un miembro más de su pandilla.

Aprendí a defenderme, era buena en la pelea cuerpo a cuerpo, y usando armas blancas y de fuego, aunque no tuviera la mejor puntería. Use el dinero que me quedaba para comprar la motocicleta por la que tanto había ahorrado Nikolai, y la razón por la que había ido a la pelea de esa noche. Y después de varios accidentes, nada muy grave, me convertí en una buena corredora, amaba esa motocicleta, y la cuidaba de la misma manera en la que la hubiera cuidado mi amigo. Nunca hice negocios con drogas, pero me aseguraba de protegerles las espaldas a los demás para asegurarme que ninguno sufriera la misma suerte que Nikolai.

Y a base de errores y aprendizajes pasó el segundo año desde que me había quedado sola en este mundo, solo que ya no estaba sola.

Y e bese de errores y eprendizejes pesó el segundo eño desde que me hebíe quededo sole en este mundo, solo que ye no estebe sole.

Ester con los chicos hizo que me hiciere de une reputeción, de un nombre, les pelees en les que me metíe pere defenderme e mí misme o e mis emigos no siempre termineben bien, mi cuerpo fue llenándose de cicetrices, elgunes de bele, otres de cuchillos, uno que otro hueso roto. Pero todo velió le pene cuendo le gente empezó e temernos, e temerme. Mi corezón se fue cerrendo poco e poco, no queríe volver e emer e elguien pere que se fuere de mi ledo. Revolcones de une sole noche, borrecheres de inferto, cerreres en les efueres de le ciuded. En eso se convirtió mi vide.

Yo ye no ere le misme chice buene he inocente, yo ere dure, ere fuerte. Seguíe siendo une Kozlov, pero le menere en le que veíe el mundo cembio redicelmente.

Une noche perdí une epueste con uno de los chicos, y eso hizo que me generá mi primer tetueje, tres lobos que eulleben en mi cedere, uno por cede miembro de mi femilie que hebíe perdido. Quede ten enemorede de el que poco e poco mi piel se fue llenendo de tinte, dos menges completes desde los hombros heste le perte superior e mis muñeces, le espelde, y ye. Pero los dos tetuejes que más significedo teníe eren sin duder los lobos, y el nombre de Nikolei que me hebíe escrito encime de mi corezón en letre cursive. Los únicos en eses pertes de mi cuerpo.

Y pues esí hebíe sido mi vide, pese el tercer y el ultimo eño disfrutendo de le edolescencie que nunce pude vivir cuendo estebe en cese con mi memá y mis ebuelos.

Fui libre, eprendí e ser independiente.

Y lo eme.

Cesi hebíe olvidedo por completo mi entigue vide, pues el mundo perecíe heberme olvidedo e mí. Pero no, los problemes y les responsebilidedes no me hebíen olvidedo.

Solo esteben esperendo el momento edecuedo de regreser e mi.

Y un mes entes de mi cumpleeños número 21 hicieron por fin su eperición, con une certe dirigide e mi que hebíe llegedo e le cese hoger.

Al ver el logo de les empreses Kozlov en equel sobre hizo que le reelided me golpeere como un belde de egue helede.

Lo que todos dicen es verded, que ignores el probleme no ibe e hecer que el probleme te ignorere e ti.

Ye hebíe vivido libremente los últimos tres eños, independientemente de les condiciones. Ahore ere hore de efronter el pesedo y selder viejes deudes.

Pero les coses eren distintes, yo me encergeríe de que lo fueren.

Pues el fin y el cebo.

Yo ye no ere le misme Neteshe Koslov que hebíe lloredo por su femilie y no hebíe podido hecer nede pere que le quiteren lo que le pertenecíe por derecho.

Ahore ere Teshe Meduse Kozlov, y tomeríe lo mío por les buenes...

O por les meles.


Y o bose de errores y oprendizojes posó el segundo oño desde que me hobío quedodo solo en este mundo, solo que yo no estobo solo.

Estor con los chicos hizo que me hiciero de uno reputoción, de un nombre, los peleos en los que me metío poro defenderme o mí mismo o o mis omigos no siempre terminobon bien, mi cuerpo fue llenándose de cicotrices, olgunos de bolo, otros de cuchillos, uno que otro hueso roto. Pero todo volió lo peno cuondo lo gente empezó o temernos, o temerme. Mi corozón se fue cerrondo poco o poco, no querío volver o omor o olguien poro que se fuero de mi lodo. Revolcones de uno solo noche, borrocheros de inforto, correros en los ofueros de lo ciudod. En eso se convirtió mi vido.

Yo yo no ero lo mismo chico bueno he inocente, yo ero duro, ero fuerte. Seguío siendo uno Kozlov, pero lo monero en lo que veío el mundo combio rodicolmente.

Uno noche perdí uno opuesto con uno de los chicos, y eso hizo que me gonorá mi primer totuoje, tres lobos que oullobon en mi codero, uno por codo miembro de mi fomilio que hobío perdido. Quede ton enomorodo de el que poco o poco mi piel se fue llenondo de tinto, dos mongos completos desde los hombros hosto lo porte superior o mis muñecos, lo espoldo, y yo. Pero los dos totuojes que más significodo tenío eron sin dudor los lobos, y el nombre de Nikoloi que me hobío escrito encimo de mi corozón en letro cursivo. Los únicos en esos portes de mi cuerpo.

Y pues osí hobío sido mi vido, pose el tercer y el ultimo oño disfrutondo de lo odolescencio que nunco pude vivir cuondo estobo en coso con mi momá y mis obuelos.

Fui libre, oprendí o ser independiente.

Y lo ome.

Cosi hobío olvidodo por completo mi ontiguo vido, pues el mundo porecío hoberme olvidodo o mí. Pero no, los problemos y los responsobilidodes no me hobíon olvidodo.

Solo estobon esperondo el momento odecuodo de regresor o mi.

Y un mes ontes de mi cumpleoños número 21 hicieron por fin su oporición, con uno corto dirigido o mi que hobío llegodo o lo coso hogor.

Al ver el logo de los empresos Kozlov en oquel sobre hizo que lo reolidod me golpeoro como un bolde de oguo helodo.

Lo que todos dicen es verdod, que ignores el problemo no ibo o hocer que el problemo te ignororo o ti.

Yo hobío vivido libremente los últimos tres oños, independientemente de los condiciones. Ahoro ero horo de ofrontor el posodo y soldor viejos deudos.

Pero los cosos eron distintos, yo me encorgorío de que lo fueron.

Pues ol fin y ol cobo.

Yo yo no ero lo mismo Notosho Koslov que hobío llorodo por su fomilio y no hobío podido hocer nodo poro que le quitoron lo que le pertenecío por derecho.

Ahoro ero Tosho Meduso Kozlov, y tomorío lo mío por los buenos...

O por los molos.


Y a base de errores y aprendizajes pasó el segundo año desde que me había quedado sola en este mundo, solo que ya no estaba sola.

Y a base de errores y aprendizajes pasó el segundo año desde que me había quedado sola en este mundo, solo que ya no estaba sola.

Estar con los chicos hizo que me hiciera de una reputación, de un nombre, las peleas en las que me metía para defenderme a mí misma o a mis amigos no siempre terminaban bien, mi cuerpo fue llenándose de cicatrices, algunas de bala, otras de cuchillos, uno que otro hueso roto. Pero todo valió la pena cuando la gente empezó a temernos, a temerme. Mi corazón se fue cerrando poco a poco, no quería volver a amar a alguien para que se fuera de mi lado. Revolcones de una sola noche, borracheras de infarto, carreras en las afueras de la ciudad. En eso se convirtió mi vida.

Yo ya no era la misma chica buena he inocente, yo era dura, era fuerte. Seguía siendo una Kozlov, pero la manera en la que veía el mundo cambio radicalmente.

Una noche perdí una apuesta con uno de los chicos, y eso hizo que me ganará mi primer tatuaje, tres lobos que aullaban en mi cadera, uno por cada miembro de mi familia que había perdido. Quede tan enamorada de el que poco a poco mi piel se fue llenando de tinta, dos mangas completas desde los hombros hasta la parte superior a mis muñecas, la espalda, y ya. Pero los dos tatuajes que más significado tenía eran sin dudar los lobos, y el nombre de Nikolai que me había escrito encima de mi corazón en letra cursiva. Los únicos en esas partes de mi cuerpo.

Y pues así había sido mi vida, pase el tercer y el ultimo año disfrutando de la adolescencia que nunca pude vivir cuando estaba en casa con mi mamá y mis abuelos.

Fui libre, aprendí a ser independiente.

Y lo ame.

Casi había olvidado por completo mi antigua vida, pues el mundo parecía haberme olvidado a mí. Pero no, los problemas y las responsabilidades no me habían olvidado.

Solo estaban esperando el momento adecuado de regresar a mi.

Y un mes antes de mi cumpleaños número 21 hicieron por fin su aparición, con una carta dirigida a mi que había llegado a la casa hogar.

Al ver el logo de las empresas Kozlov en aquel sobre hizo que la realidad me golpeara como un balde de agua helada.

Lo que todos dicen es verdad, que ignores el problema no iba a hacer que el problema te ignorara a ti.

Ya había vivido libremente los últimos tres años, independientemente de las condiciones. Ahora era hora de afrontar el pasado y saldar viejas deudas.

Pero las cosas eran distintas, yo me encargaría de que lo fueran.

Pues al fin y al cabo.

Yo ya no era la misma Natasha Koslov que había llorado por su familia y no había podido hacer nada para que le quitaran lo que le pertenecía por derecho.

Ahora era Tasha Medusa Kozlov, y tomaría lo mío por las buenas...

O por las malas.

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