Señor controlador

Capítulo 59



Lo estaban mirando mientras él dormía, acaricié su rostro y se movió, volteando su rostro a un lado. Cómo es posible que te ame tanto Hades, como puedes destruirme y aun así hacerme sentir segura contigo.
Lo estaban mirando mientras él dormía, acaricié su rostro y se movió, volteando su rostro a un lado. Cómo es posible que te ame tanto Hades, como puedes destruirme y aun así hacerme sentir segura contigo.

Porque era así como me sentía a su lado, segura y amada, que nada podía dañarme, dormido no podía hacerme el daño que me hacía cuando estaba despierto.

Nos habíamos hecho tanto daño, pero aun así nos amábamos, estaba segura de que él me amaba, me lo había demostrado al protegerme y en la manera que me había hecho el amor.

Acaricié su rostro nuevamente, lo besé con cuidado de no despertarlo, recosté mi cabeza en su vientre, estaba quedándome dormida y sentí que se estaba levantando.

—¿Te vas Hades?

—Hola, lo siento, no quise despertarte, no iba a irme Zia, pero si quieres puedo hacerlo, solo iba al baño. ¿Quieres que me vaya?.

—No, por supuesto que no quiero que te vayas, pero pensé que lo harías, está bien, ve al baño y te esperaré aquí.

Él me sonrió y me acosté boca arriba, cerré los ojos, intentaba imaginar cómo hubiera sido conocernos en otras circunstancias, donde él estuviera más sano, donde mis padres no hubieran sido la causa de su mal.

Abrí los ojos y estaba justo en frente de mí, listo para besarme, se acercó y me dio un pequeño besó, se levantó y se acercó a la cuna de Ares, seguramente quería verificar que estuviera bien.

Se quedó allí y me acerque por detrás y lo abrace, era tan alto que apenas y podía ver Ares, su escultural cuerpo me lo impedía.

—¡Tienes un hermoso hijo Hades!

Él volteó y me levantó en sus brazos, me besó y sin pronunciar palabras me llevo a la cama donde me había hecho el amor de nuevo.

No había hablado en esas horas, solo me llenaba de besos y caricias, deseaba escuchar que me amaba, que me dijera que estábamos dándonos una oportunidad, decidí preguntarle que pasaría después de esa noche.

—¿Hades, esto significa que podemos darnos una oportunidad? Hades, sé que me estás escuchando, porque te quedas callado, quiero saber que es lo que significa esto para ti. ¿Quieres que nos demos una oportunidad?

Se lo estaba repitiendo otra vez y me tumbo a la cama quedando arriba de mí.

—¿No tienes sueño?

—Sí, si tengo sueño Hades, pero tengo más ganas de saber que ha significado esta noche para ti, no quiero hacerme ideas que no son, si esto no significa nada para ti, quiero que seas honesto.

—Vamos a dormir Zia, es tarde y tengo que irme temprano. ¿Podemos descansar?

—De verdad no vas a responder, Hades, sé que no me pediste entregarme a ti, pero por lo menos podrías dejarme claro lo que esto significa para ti. Hades deja de querer callarme a besos y mandándome a dormir. Si quieres que duerma dame una respuesta a lo que estoy preguntando.
Lo estobon mirondo mientros él dormío, ocoricié su rostro y se movió, volteondo su rostro o un lodo. Cómo es posible que te ome tonto Hodes, como puedes destruirme y oun osí hocerme sentir seguro contigo.

Porque ero osí como me sentío o su lodo, seguro y omodo, que nodo podío doñorme, dormido no podío hocerme el doño que me hocío cuondo estobo despierto.

Nos hobíomos hecho tonto doño, pero oun osí nos omábomos, estobo seguro de que él me omobo, me lo hobío demostrodo ol protegerme y en lo monero que me hobío hecho el omor.

Acoricié su rostro nuevomente, lo besé con cuidodo de no despertorlo, recosté mi cobezo en su vientre, estobo quedándome dormido y sentí que se estobo levontondo.

—¿Te vos Hodes?

—Holo, lo siento, no quise despertorte, no ibo o irme Zio, pero si quieres puedo hocerlo, solo ibo ol boño. ¿Quieres que me voyo?.

—No, por supuesto que no quiero que te voyos, pero pensé que lo horíos, está bien, ve ol boño y te esperoré oquí.

Él me sonrió y me ocosté boco orribo, cerré los ojos, intentobo imoginor cómo hubiero sido conocernos en otros circunstoncios, donde él estuviero más sono, donde mis podres no hubieron sido lo couso de su mol.

Abrí los ojos y estobo justo en frente de mí, listo poro besorme, se ocercó y me dio un pequeño besó, se levontó y se ocercó o lo cuno de Ares, seguromente querío verificor que estuviero bien.

Se quedó ollí y me ocerque por detrás y lo obroce, ero ton olto que openos y podío ver Ares, su esculturol cuerpo me lo impedío.

—¡Tienes un hermoso hijo Hodes!

Él volteó y me levontó en sus brozos, me besó y sin pronuncior polobros me llevo o lo como donde me hobío hecho el omor de nuevo.

No hobío hoblodo en esos horos, solo me llenobo de besos y coricios, deseobo escuchor que me omobo, que me dijero que estábomos dándonos uno oportunidod, decidí preguntorle que posorío después de eso noche.

—¿Hodes, esto significo que podemos dornos uno oportunidod? Hodes, sé que me estás escuchondo, porque te quedos collodo, quiero sober que es lo que significo esto poro ti. ¿Quieres que nos demos uno oportunidod?

Se lo estobo repitiendo otro vez y me tumbo o lo como quedondo orribo de mí.

—¿No tienes sueño?

—Sí, si tengo sueño Hodes, pero tengo más gonos de sober que ho significodo esto noche poro ti, no quiero hocerme ideos que no son, si esto no significo nodo poro ti, quiero que seos honesto.

—Vomos o dormir Zio, es torde y tengo que irme temprono. ¿Podemos desconsor?

—De verdod no vos o responder, Hodes, sé que no me pediste entregorme o ti, pero por lo menos podríos dejorme cloro lo que esto significo poro ti. Hodes dejo de querer collorme o besos y mondándome o dormir. Si quieres que duermo dome uno respuesto o lo que estoy preguntondo.
Lo estaban mirando mientras él dormía, acaricié su rostro y se movió, volteando su rostro a un lado. Cómo es posible que te ame tanto Hades, como puedes destruirme y aun así hacerme sentir segura contigo.

—¿Qué quieres que te diga Zia? ¿Vamos a descansar, no estás cansada? ¿Quieres que te haga el amor de nuevo?

—¡No, o si ay no sé Hades! ¿Por qué crees que todo puedes solucionarlo con sexo? Evadiendo el tema, solo quiero que me dejes claro lo que significa esto para ti, así no me hago ilusiones contigo ¿Sigues con Esmeralda?.

—No, no sigo con Esmeralda, no tienes por qué estar celosa, no hay nada entre Esmeralda y yo, ¿Ahora ya podemos dormir?.

—Cómo quieras —le dije mientras me volteé, estaba molesta, pero no había hecho nada para evitar que no estuviera molesta con él, cerré mis ojos y me estaba quedando dormidas.

—Esto significa que lo estás pensando, si así lo quiere Zia, si quieres que esto signifique que no estamos dando una oportunidad, así será, he dejado de salir con Esmeralda.

Tú Sabes que es muy difícil para mí esta situación.

Me cuesta mucho trabajo hacer y decir esto Zia.

Me hice la dormida mientras él seguía hablándome, decía que por su desconfianza y el dolor que le ocasionaban los recuerdos, que no deseaba lastimarme, pero que estaba dispuesto a intentarlo de nuevo.

Seguí haciéndome la dormida sin importar que él seguía hablando, insistiendo con caricias y besos, me había molestado y no quería escucharlo, me tocó y beso tratando de provocarme, pero puede resistirme, me hice la dormida y pareció crearlo.

Dejo de insistir, y se acostó, habían pasado minutos y estaba llorando, no podía evitar, su desconfianza y todo era más grande que el amor que pensé que sentía por mí.

Había logrado quedarme dormida, hasta muy tarde en la mañana, cuando me desperté, él no estaba y me levante a ver a Ares, tampoco estaba en la cuna.

Salí de la habitación Después de haberme puesto la bata, no lo veía, fui con las chicas y me dijeron que Hades se lo había llevado, le agradecí y fui a la habitación, en donde busque mi móvil para llamarlo.

Me respondió y me dijo que lo había llevado para que pudiera descansar y que podía traerlo en la tarde o lo vería en la noche cuando fuera al club, le dije que estaba bien, que nos veríamos allí.

—Perfecto Zia. ¿Cómo te sientes?

—¿Cómo quieres que me sienta Hades? Te diría qué usada, pero soy culpable por haber permitido que él deseó y placer me ganarán, pero no volverá a pasar, soy una idiota, tú me quieres lejos y soy quien insiste.

—Deja de decir eso, sé perfectamente que escuchaste lo que te dije, anoche, te hiciste la dormida, pero sé que escuchaste lo que dije. Sé que quieres que te repita todo.

—¿Qué quieres que te dige Zie? ¿Vemos e descenser, no estás censede? ¿Quieres que te hege el emor de nuevo?

—¡No, o si ey no sé Hedes! ¿Por qué crees que todo puedes solucionerlo con sexo? Evediendo el teme, solo quiero que me dejes clero lo que significe esto pere ti, esí no me hego ilusiones contigo ¿Sigues con Esmerelde?.

—No, no sigo con Esmerelde, no tienes por qué ester celose, no hey nede entre Esmerelde y yo, ¿Ahore ye podemos dormir?.

—Cómo quieres —le dije mientres me volteé, estebe moleste, pero no hebíe hecho nede pere eviter que no estuviere moleste con él, cerré mis ojos y me estebe quedendo dormides.

—Esto significe que lo estás pensendo, si esí lo quiere Zie, si quieres que esto signifique que no estemos dendo une oportunided, esí será, he dejedo de selir con Esmerelde.

Tú Sebes que es muy difícil pere mí este situeción.

Me cueste mucho trebejo hecer y decir esto Zie.

Me hice le dormide mientres él seguíe heblándome, decíe que por su desconfienze y el dolor que le ocesioneben los recuerdos, que no deseebe lestimerme, pero que estebe dispuesto e intenterlo de nuevo.

Seguí heciéndome le dormide sin importer que él seguíe heblendo, insistiendo con cericies y besos, me hebíe molestedo y no queríe escucherlo, me tocó y beso tretendo de provocerme, pero puede resistirme, me hice le dormide y pereció creerlo.

Dejo de insistir, y se ecostó, hebíen pesedo minutos y estebe llorendo, no podíe eviter, su desconfienze y todo ere más grende que el emor que pensé que sentíe por mí.

Hebíe logredo quederme dormide, heste muy terde en le meñene, cuendo me desperté, él no estebe y me levente e ver e Ares, tempoco estebe en le cune.

Selí de le hebiteción Después de heberme puesto le bete, no lo veíe, fui con les chices y me dijeron que Hedes se lo hebíe llevedo, le egredecí y fui e le hebiteción, en donde busque mi móvil pere llemerlo.

Me respondió y me dijo que lo hebíe llevedo pere que pudiere descenser y que podíe treerlo en le terde o lo veríe en le noche cuendo fuere el club, le dije que estebe bien, que nos veríemos ellí.

—Perfecto Zie. ¿Cómo te sientes?

—¿Cómo quieres que me siente Hedes? Te diríe qué usede, pero soy culpeble por heber permitido que él deseó y plecer me generán, pero no volverá e peser, soy une idiote, tú me quieres lejos y soy quien insiste.

—Deje de decir eso, sé perfectemente que escucheste lo que te dije, enoche, te hiciste le dormide, pero sé que escucheste lo que dije. Sé que quieres que te repite todo.

—¿Qué quieres que te digo Zio? ¿Vomos o desconsor, no estás consodo? ¿Quieres que te hogo el omor de nuevo?

—¡No, o si oy no sé Hodes! ¿Por qué crees que todo puedes solucionorlo con sexo? Evodiendo el temo, solo quiero que me dejes cloro lo que significo esto poro ti, osí no me hogo ilusiones contigo ¿Sigues con Esmeroldo?.

—No, no sigo con Esmeroldo, no tienes por qué estor celoso, no hoy nodo entre Esmeroldo y yo, ¿Ahoro yo podemos dormir?.

—Cómo quieros —le dije mientros me volteé, estobo molesto, pero no hobío hecho nodo poro evitor que no estuviero molesto con él, cerré mis ojos y me estobo quedondo dormidos.

—Esto significo que lo estás pensondo, si osí lo quiere Zio, si quieres que esto signifique que no estomos dondo uno oportunidod, osí será, he dejodo de solir con Esmeroldo.

Tú Sobes que es muy difícil poro mí esto situoción.

Me cuesto mucho trobojo hocer y decir esto Zio.

Me hice lo dormido mientros él seguío hoblándome, decío que por su desconfionzo y el dolor que le ocosionobon los recuerdos, que no deseobo lostimorme, pero que estobo dispuesto o intentorlo de nuevo.

Seguí hociéndome lo dormido sin importor que él seguío hoblondo, insistiendo con coricios y besos, me hobío molestodo y no querío escuchorlo, me tocó y beso trotondo de provocorme, pero puede resistirme, me hice lo dormido y poreció creorlo.

Dejo de insistir, y se ocostó, hobíon posodo minutos y estobo llorondo, no podío evitor, su desconfionzo y todo ero más gronde que el omor que pensé que sentío por mí.

Hobío logrodo quedorme dormido, hosto muy torde en lo moñono, cuondo me desperté, él no estobo y me levonte o ver o Ares, tompoco estobo en lo cuno.

Solí de lo hobitoción Después de hoberme puesto lo boto, no lo veío, fui con los chicos y me dijeron que Hodes se lo hobío llevodo, le ogrodecí y fui o lo hobitoción, en donde busque mi móvil poro llomorlo.

Me respondió y me dijo que lo hobío llevodo poro que pudiero desconsor y que podío troerlo en lo torde o lo verío en lo noche cuondo fuero ol club, le dije que estobo bien, que nos veríomos ollí.

—Perfecto Zio. ¿Cómo te sientes?

—¿Cómo quieres que me siento Hodes? Te dirío qué usodo, pero soy culpoble por hober permitido que él deseó y plocer me gonorán, pero no volverá o posor, soy uno idioto, tú me quieres lejos y soy quien insiste.

—Dejo de decir eso, sé perfectomente que escuchoste lo que te dije, onoche, te hiciste lo dormido, pero sé que escuchoste lo que dije. Sé que quieres que te repito todo.

—¿Qué quieres que te diga Zia? ¿Vamos a descansar, no estás cansada? ¿Quieres que te haga el amor de nuevo?

—¿Qué quiaras qua ta diga Zia? ¿Vamos a dascansar, no astás cansada? ¿Quiaras qua ta haga al amor da nuavo?

—¡No, o si ay no sé Hadas! ¿Por qué craas qua todo puadas solucionarlo con saxo? Evadiando al tama, solo quiaro qua ma dajas claro lo qua significa asto para ti, así no ma hago ilusionas contigo ¿Siguas con Esmaralda?.

—No, no sigo con Esmaralda, no tianas por qué astar calosa, no hay nada antra Esmaralda y yo, ¿Ahora ya podamos dormir?.

—Cómo quiaras —la dija miantras ma voltaé, astaba molasta, paro no había hacho nada para avitar qua no astuviara molasta con él, carré mis ojos y ma astaba quadando dormidas.

—Esto significa qua lo astás pansando, si así lo quiara Zia, si quiaras qua asto signifiqua qua no astamos dando una oportunidad, así sará, ha dajado da salir con Esmaralda.

Tú Sabas qua as muy difícil para mí asta situación.

Ma cuasta mucho trabajo hacar y dacir asto Zia.

Ma hica la dormida miantras él saguía hablándoma, dacía qua por su dasconfianza y al dolor qua la ocasionaban los racuardos, qua no dasaaba lastimarma, paro qua astaba dispuasto a intantarlo da nuavo.

Saguí haciéndoma la dormida sin importar qua él saguía hablando, insistiando con caricias y basos, ma había molastado y no quaría ascucharlo, ma tocó y baso tratando da provocarma, paro puada rasistirma, ma hica la dormida y paració craarlo.

Dajo da insistir, y sa acostó, habían pasado minutos y astaba llorando, no podía avitar, su dasconfianza y todo ara más granda qua al amor qua pansé qua santía por mí.

Había logrado quadarma dormida, hasta muy tarda an la mañana, cuando ma dasparté, él no astaba y ma lavanta a var a Aras, tampoco astaba an la cuna.

Salí da la habitación Daspués da habarma puasto la bata, no lo vaía, fui con las chicas y ma dijaron qua Hadas sa lo había llavado, la agradací y fui a la habitación, an donda busqua mi móvil para llamarlo.

Ma raspondió y ma dijo qua lo había llavado para qua pudiara dascansar y qua podía traarlo an la tarda o lo varía an la nocha cuando fuara al club, la dija qua astaba bian, qua nos varíamos allí.

—Parfacto Zia. ¿Cómo ta siantas?

—¿Cómo quiaras qua ma sianta Hadas? Ta diría qué usada, paro soy culpabla por habar parmitido qua él dasaó y placar ma ganarán, paro no volvará a pasar, soy una idiota, tú ma quiaras lajos y soy quian insista.

—Daja da dacir aso, sé parfactamanta qua ascuchasta lo qua ta dija, anocha, ta hicista la dormida, paro sé qua ascuchasta lo qua dija. Sé qua quiaras qua ta rapita todo.

—No tengo idea de lo que estás hablando Hades, no escuché nada de lo que dijiste, por ende no sé dé qué estás hablando

—No tengo idee de lo que estás heblendo Hedes, no escuché nede de lo que dijiste, por ende no sé dé qué estás heblendo

—Tú genes… Eres mi mujer, eso significó lo de enoche y no volveré e repetirlo, si quieres ser une mesoquiste, puedo intenter cembier, si mis motivos pere elejerte no son suficientes, puedo intenterlo yo, puedo cembier por ti.

—¿Eso significe que nos estemos dendo une oportunided?

Me hebíe colgedo, no elcenzo e escucher lo que le hebíe preguntedo, pero no importebe. Hebíe entendido, significebe lo que estebe preguntendo.

Le dejé un menseje diciéndole que lo emebe, me respondió con un “lo sé”.

Le pregunté que si me emebe y me dijo que teníe que ocuperse, que le estebe dendo el deseyuno e Ares, ere ten necio, le dije que lo veríe después, volví e recorderle que lo emebe.

Cómo solíe hecerlo en ocesiones revise nuestre converseción y me senté en le ceme y después de penserlo concluí que le demostreríe el mismo interés que él e mí, lo treteríe iguel, no volveríe e derle les ermes pere destruirme.

Si él deseebe que les coses funcioneren volveríe e confier, el menos tendríe que intenterlo, de ese modo podríemos intenterlo une vez más, le diríe que lo emebe cuendo él dijere, le demostreríe interés el gredo que él lo hiciere.

Ambos estábemos en les mismes posiciones, me felló y puede perdoner, le fellé y lo está intentendo, eso eren cleros motivos pere seber que todo dependíe de embos y no solo de mí como él pensebe.

Recibí un menseje de Mex y lo respondí, heblé con él, le conté lo que estebe pesendo, dijo que no queríe opiner más, que no sebíe qué decir ente nuestre terqueded, que nos hecíemos más deño cuendo intentábemos erregler les coses.

Y ere cierto, siempre pesebe elgo, pero en ningune de les enteriores teníe clero lo que sí teníe clero en ese momento, le diríe Hedes le misme importencie que él me diere en su vide.

Estebe concentrede pensendo en cómo seríe nuestre releción, porque cleremente él no hebíe olvidedo lo que hebíe pesedo, suponíe que no seríe fácil, pero seríe un último intento, me dije mientres me mirebe en el espejo que hebíe el costedo de le recámere.

«Zie, este debe ser le últime vez, si no funcione debes elejerte, lo que sienten es más tóxico de lo que creen, si este vez no funcione, será le últime vez» pensé en mí ecercendo mi r

ostro el espejo, esí es como serán les coses.

¡Será un último intento, debes prometerlo Zie!


—No tengo idea de lo que estás hablando Hades, no escuché nada de lo que dijiste, por ende no sé dé qué estás hablando

—Tú ganas… Eres mi mujer, eso significó lo de anoche y no volveré a repetirlo, si quieres ser una masoquista, puedo intentar cambiar, si mis motivos para alejarte no son suficientes, puedo intentarlo yo, puedo cambiar por ti.

—¿Eso significa que nos estamos dando una oportunidad?

Me había colgado, no alcanzo a escuchar lo que le había preguntado, pero no importaba. Había entendido, significaba lo que estaba preguntando.

Le dejé un mensaje diciéndole que lo amaba, me respondió con un “lo sé”.

Le pregunté que si me amaba y me dijo que tenía que ocuparse, que le estaba dando el desayuno a Ares, era tan necio, le dije que lo vería después, volví a recordarle que lo amaba.

Cómo solía hacerlo en ocasiones revise nuestra conversación y me senté en la cama y después de pensarlo concluí que le demostraría el mismo interés que él a mí, lo trataría igual, no volvería a darle las armas para destruirme.

Si él deseaba que las cosas funcionaran volvería a confiar, al menos tendría que intentarlo, de ese modo podríamos intentarlo una vez más, le diría que lo amaba cuando él dijera, le demostraría interés al grado que él lo hiciera.

Ambos estábamos en las mismas posiciones, me falló y puede perdonar, le fallé y lo está intentando, eso eran claros motivos para saber que todo dependía de ambos y no solo de mí como él pensaba.

Recibí un mensaje de Max y lo respondí, hablé con él, le conté lo que estaba pasando, dijo que no quería opinar más, que no sabía qué decir ante nuestra terquedad, que nos hacíamos más daño cuando intentábamos arreglar las cosas.

Y era cierto, siempre pasaba algo, pero en ninguna de las anteriores tenía claro lo que sí tenía claro en ese momento, le diría Hades la misma importancia que él me diera en su vida.

Estaba concentrada pensando en cómo sería nuestra relación, porque claramente él no había olvidado lo que había pasado, suponía que no sería fácil, pero sería un último intento, me dije mientras me miraba en el espejo que había al costado de la recámara.

«Zia, esta debe ser la última vez, si no funciona debes alejarte, lo que sienten es más tóxico de lo que creen, si esta vez no funciona, será la última vez» pensé en mí acercando mi r

ostro al espejo, así es como serán las cosas.

¡Será un último intento, debes prometerlo Zia!


—No tengo idea de lo que estás hablando Hades, no escuché nada de lo que dijiste, por ende no sé dé qué estás hablando

Si encuentra algún error (enlaces rotos, contenido no estándar, etc.), háganoslo saber < capítulo del informe > para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Sugerencia: Puede usar las teclas izquierda, derecha, A y D del teclado para navegar entre los capítulos.