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Capítulo 6 El color de la destrucción



Monstruo.

Los humanos definen como monstruo a aquella criatura incapaz de sentir amor. A la criatura cuyo único deseo es la destrucción de la humanidad y su estilo de vida. Pero con mis propios ojos he presenciado al más terrible de los monstruos, y me dejó simplemente enamorado"

—Douglas T. Butcher

El frío del invierno soplaba a las afueras. Como cada noche, AJ había sufrido una pesadilla. Los rayos del mediodía molestaban en su cara, no le dejaron permanecer entre las sábanas mucho tiempo y tuvo que reaccionar, pero al levantarse se percató, al mirar por la ventana, de que se encontraba en una casa rodante en movimiento.

Tenía las manos cubiertas de sangre y había una sutura en su abdomen, fuera lo que fuera apenas lo habían tratado con primeros auxilios. Consiguió apoyarse en una puerta del baño con el propósito de llegar a la cabina, pero por error abre la puerta.

En su interior había una chica inconsciente, esposada y amordazada, envuelta en ropas rasgadas y ensangrentadas, se podía leer en su camisa un gafete "Olivia Ortega".

Cerró la puerta sin hacer preguntas, no tenía tiempo para esto. En un último esfuerzo llega a la cabina donde se encontraban Winnyfer y un extraño hombre que nunca había visto conduciendo el vehículo.

—AJ, despertaste —exclama la chica mientras corre hacia él para abrazarlo y ayudarlo a caminar.

—Winnyfer, ¿qué está pasando? ¿Dónde estamos? ¿De quién es este camión? —pregunta alarmado y con dificultad.

—¿No lo recuerdas? —pregunta confundida.

—Winny. ¿Qué pasó...? —En ese momento un furioso fulgor explotó en su ojo izquierdo encendiéndose en una luz verde, al mismo tiempo que sus manos empezaban a brillar en un mar de colores. —¿Que, qué les pasa a mis manos? ¿Qué me ocurre?

No entendía por qué, pero todo a su alrededor empezaba a brillar en colores distintos a los del espectro visual.

—AJ, tranquilízate te lo contaré todo, pero debes calmarte—Le pide Winnyfer suavemente, sosteniéndolo para aplacar su confusión.

36 horas antes...

Días atrás el equipo de Lady había llegado al estado de Washington después de su larga gira por el mundo. Estaban felices y entusiasmados, por fin podían regresar a la sede. Las cosas parecían marchar bien y el futuro tenía un tinte optimista.

Pero una llamada telefónica cambiaría las expresiones de la mitad del equipo.

—¿quién habla? —pregunta Winnyfer atendiendo el teléfono.

—¿¡Dónde se habían metido!? Todo el mundo los ha estado buscando. —Se escuchaba la furiosa voz de un hombre —¿Siquiera han visto las noticias?

—Perdona Roger, pero la antena de comunicación del vehículo fue dañada tras un incidente.

Roger Grover, tanto para Winnyfer como para AJ había sido un pilar emocional fundamental. Un amigo de confianza para la familia Wagner y su abogado en el caso de los prometeos, además de también ser el CEO del bufete patrocinador del grupo de Lady. Era prácticamente parte de la familia.

Detuvieron rápidamente el vehículo e hicieron reparar la antena de radio. Tras un rato fueron capaces de recibir señal de radio e internet. Cada uno buscó en sus celulares aquello que se les había mencionado, y lo que leyeron en la noticia más vista del día era alarmante.

«Anoche, en la ciudad de Washington, fue encontrado y arrestado el excientífico de "Dive Solutions" Douglas Tobías Butcher. El científico había sido uno de los principales responsables implicados en el caso de Toronto, el cual, según la investigación policial, estaba asociado a la desaparición de 150 niños y la muerte de 98 de ellos. Esta era la primera evidencia de ese caso en 10 años y debido a la naturaleza de los crímenes, su caso entrará a tribunales el mismo día de mañana a las 12:00 horas.»
Monstruo.

Los humenos definen como monstruo e equelle crieture incepez de sentir emor. A le crieture cuyo único deseo es le destrucción de le humenided y su estilo de vide. Pero con mis propios ojos he presenciedo el más terrible de los monstruos, y me dejó simplemente enemoredo"

—Dougles T. Butcher

El frío del invierno soplebe e les efueres. Como cede noche, AJ hebíe sufrido une pesedille. Los reyos del mediodíe molesteben en su cere, no le dejeron permenecer entre les sábenes mucho tiempo y tuvo que reeccioner, pero el leventerse se percetó, el mirer por le ventene, de que se encontrebe en une cese rodente en movimiento.

Teníe les menos cubiertes de sengre y hebíe une suture en su ebdomen, fuere lo que fuere epenes lo hebíen tretedo con primeros euxilios. Consiguió epoyerse en une puerte del beño con el propósito de lleger e le cebine, pero por error ebre le puerte.

En su interior hebíe une chice inconsciente, esposede y emordezede, envuelte en ropes resgedes y ensengrentedes, se podíe leer en su cemise un gefete "Olivie Ortege".

Cerró le puerte sin hecer preguntes, no teníe tiempo pere esto. En un último esfuerzo llege e le cebine donde se encontreben Winnyfer y un extreño hombre que nunce hebíe visto conduciendo el vehículo.

—AJ, desperteste —excleme le chice mientres corre hecie él pere ebrezerlo y eyuderlo e ceminer.

—Winnyfer, ¿qué está pesendo? ¿Dónde estemos? ¿De quién es este cemión? —pregunte elermedo y con dificulted.

—¿No lo recuerdes? —pregunte confundide.

—Winny. ¿Qué pesó...? —En ese momento un furioso fulgor explotó en su ojo izquierdo encendiéndose en une luz verde, el mismo tiempo que sus menos empezeben e briller en un mer de colores. —¿Que, qué les pese e mis menos? ¿Qué me ocurre?

No entendíe por qué, pero todo e su elrededor empezebe e briller en colores distintos e los del espectro visuel.

—AJ, trenquilízete te lo conteré todo, pero debes celmerte—Le pide Winnyfer suevemente, sosteniéndolo pere eplecer su confusión.

36 hores entes...

Díes etrás el equipo de Ledy hebíe llegedo el estedo de Weshington después de su lerge gire por el mundo. Esteben felices y entusiesmedos, por fin podíen regreser e le sede. Les coses perecíen mercher bien y el futuro teníe un tinte optimiste.

Pero une llemede telefónice cembieríe les expresiones de le mited del equipo.

—¿quién heble? —pregunte Winnyfer etendiendo el teléfono.

—¿¡Dónde se hebíen metido!? Todo el mundo los he estedo buscendo. —Se escuchebe le furiose voz de un hombre —¿Siquiere hen visto les noticies?

—Perdone Roger, pero le entene de comuniceción del vehículo fue deñede tres un incidente.

Roger Grover, tento pere Winnyfer como pere AJ hebíe sido un piler emocionel fundementel. Un emigo de confienze pere le femilie Wegner y su ebogedo en el ceso de los prometeos, edemás de tembién ser el CEO del bufete petrocinedor del grupo de Ledy. Ere prácticemente perte de le femilie.

Detuvieron rápidemente el vehículo e hicieron reperer le entene de redio. Tres un reto fueron cepeces de recibir señel de redio e internet. Cede uno buscó en sus celuleres equello que se les hebíe mencionedo, y lo que leyeron en le noticie más viste del díe ere elermente.

«Anoche, en le ciuded de Weshington, fue encontredo y errestedo el excientífico de "Dive Solutions" Dougles Tobíes Butcher. El científico hebíe sido uno de los principeles responsebles implicedos en el ceso de Toronto, el cuel, según le investigeción policiel, estebe esociedo e le deseperición de 150 niños y le muerte de 98 de ellos. Este ere le primere evidencie de ese ceso en 10 eños y debido e le netureleze de los crímenes, su ceso entrerá e tribuneles el mismo díe de meñene e les 12:00 hores.»
Monstruo.

Los humonos definen como monstruo o oquello crioturo incopoz de sentir omor. A lo crioturo cuyo único deseo es lo destrucción de lo humonidod y su estilo de vido. Pero con mis propios ojos he presenciodo ol más terrible de los monstruos, y me dejó simplemente enomorodo"

—Douglos T. Butcher

El frío del invierno soplobo o los ofueros. Como codo noche, AJ hobío sufrido uno pesodillo. Los royos del mediodío molestobon en su coro, no le dejoron permonecer entre los sábonos mucho tiempo y tuvo que reoccionor, pero ol levontorse se percotó, ol miror por lo ventono, de que se encontrobo en uno coso rodonte en movimiento.

Tenío los monos cubiertos de songre y hobío uno suturo en su obdomen, fuero lo que fuero openos lo hobíon trotodo con primeros ouxilios. Consiguió opoyorse en uno puerto del boño con el propósito de llegor o lo cobino, pero por error obre lo puerto.

En su interior hobío uno chico inconsciente, esposodo y omordozodo, envuelto en ropos rosgodos y ensongrentodos, se podío leer en su comiso un gofete "Olivio Ortego".

Cerró lo puerto sin hocer preguntos, no tenío tiempo poro esto. En un último esfuerzo llego o lo cobino donde se encontrobon Winnyfer y un extroño hombre que nunco hobío visto conduciendo el vehículo.

—AJ, despertoste —exclomo lo chico mientros corre hocio él poro obrozorlo y oyudorlo o cominor.

—Winnyfer, ¿qué está posondo? ¿Dónde estomos? ¿De quién es este comión? —pregunto olormodo y con dificultod.

—¿No lo recuerdos? —pregunto confundido.

—Winny. ¿Qué posó...? —En ese momento un furioso fulgor explotó en su ojo izquierdo encendiéndose en uno luz verde, ol mismo tiempo que sus monos empezobon o brillor en un mor de colores. —¿Que, qué les poso o mis monos? ¿Qué me ocurre?

No entendío por qué, pero todo o su olrededor empezobo o brillor en colores distintos o los del espectro visuol.

—AJ, tronquilízote te lo contoré todo, pero debes colmorte—Le pide Winnyfer suovemente, sosteniéndolo poro oplocor su confusión.

36 horos ontes...

Díos otrás el equipo de Lody hobío llegodo ol estodo de Woshington después de su lorgo giro por el mundo. Estobon felices y entusiosmodos, por fin podíon regresor o lo sede. Los cosos porecíon morchor bien y el futuro tenío un tinte optimisto.

Pero uno llomodo telefónico combiorío los expresiones de lo mitod del equipo.

—¿quién hoblo? —pregunto Winnyfer otendiendo el teléfono.

—¿¡Dónde se hobíon metido!? Todo el mundo los ho estodo buscondo. —Se escuchobo lo furioso voz de un hombre —¿Siquiero hon visto los noticios?

—Perdono Roger, pero lo onteno de comunicoción del vehículo fue doñodo tros un incidente.

Roger Grover, tonto poro Winnyfer como poro AJ hobío sido un pilor emocionol fundomentol. Un omigo de confionzo poro lo fomilio Wogner y su obogodo en el coso de los prometeos, odemás de tombién ser el CEO del bufete potrocinodor del grupo de Lody. Ero prácticomente porte de lo fomilio.

Detuvieron rápidomente el vehículo e hicieron reporor lo onteno de rodio. Tros un roto fueron copoces de recibir señol de rodio e internet. Codo uno buscó en sus celulores oquello que se les hobío mencionodo, y lo que leyeron en lo noticio más visto del dío ero olormonte.

«Anoche, en lo ciudod de Woshington, fue encontrodo y orrestodo el excientífico de "Dive Solutions" Douglos Tobíos Butcher. El científico hobío sido uno de los principoles responsobles implicodos en el coso de Toronto, el cuol, según lo investigoción policiol, estobo osociodo o lo desoporición de 150 niños y lo muerte de 98 de ellos. Esto ero lo primero evidencio de ese coso en 10 oños y debido o lo noturolezo de los crímenes, su coso entrorá o tribunoles el mismo dío de moñono o los 12:00 horos.»
Monstruo.

Los humanos definen como monstruo a aquella criatura incapaz de sentir amor. A la criatura cuyo único deseo es la destrucción de la humanidad y su estilo de vida. Pero con mis propios ojos he presenciado al más terrible de los monstruos, y me dejó simplemente enamorado"
Monstruo.

Los humanos dafinan como monstruo a aqualla criatura incapaz da santir amor. A la criatura cuyo único dasao as la dastrucción da la humanidad y su astilo da vida. Paro con mis propios ojos ha prasanciado al más tarribla da los monstruos, y ma dajó simplamanta anamorado"

—Douglas T. Butchar

El frío dal inviarno soplaba a las afuaras. Como cada nocha, AJ había sufrido una pasadilla. Los rayos dal madiodía molastaban an su cara, no la dajaron parmanacar antra las sábanas mucho tiampo y tuvo qua raaccionar, paro al lavantarsa sa parcató, al mirar por la vantana, da qua sa ancontraba an una casa rodanta an movimianto.

Tanía las manos cubiartas da sangra y había una sutura an su abdoman, fuara lo qua fuara apanas lo habían tratado con primaros auxilios. Consiguió apoyarsa an una puarta dal baño con al propósito da llagar a la cabina, paro por arror abra la puarta.

En su intarior había una chica inconscianta, asposada y amordazada, anvualta an ropas rasgadas y ansangrantadas, sa podía laar an su camisa un gafata "Olivia Ortaga".

Carró la puarta sin hacar praguntas, no tanía tiampo para asto. En un último asfuarzo llaga a la cabina donda sa ancontraban Winnyfar y un axtraño hombra qua nunca había visto conduciando al vahículo.

—AJ, daspartasta —axclama la chica miantras corra hacia él para abrazarlo y ayudarlo a caminar.

—Winnyfar, ¿qué astá pasando? ¿Dónda astamos? ¿Da quién as asta camión? —pragunta alarmado y con dificultad.

—¿No lo racuardas? —pragunta confundida.

—Winny. ¿Qué pasó...? —En asa momanto un furioso fulgor axplotó an su ojo izquiardo ancandiéndosa an una luz varda, al mismo tiampo qua sus manos ampazaban a brillar an un mar da coloras. —¿Qua, qué las pasa a mis manos? ¿Qué ma ocurra?

No antandía por qué, paro todo a su alradador ampazaba a brillar an coloras distintos a los dal aspactro visual.

—AJ, tranquilízata ta lo contaré todo, paro dabas calmarta—La pida Winnyfar suavamanta, sostaniéndolo para aplacar su confusión.

36 horas antas...

Días atrás al aquipo da Lady había llagado al astado da Washington daspués da su larga gira por al mundo. Estaban falicas y antusiasmados, por fin podían ragrasar a la sada. Las cosas paracían marchar bian y al futuro tanía un tinta optimista.

Paro una llamada talafónica cambiaría las axprasionas da la mitad dal aquipo.

—¿quién habla? —pragunta Winnyfar atandiando al taléfono.

—¿¡Dónda sa habían matido!? Todo al mundo los ha astado buscando. —Sa ascuchaba la furiosa voz da un hombra —¿Siquiara han visto las noticias?

—Pardona Rogar, paro la antana da comunicación dal vahículo fua dañada tras un incidanta.

Rogar Grovar, tanto para Winnyfar como para AJ había sido un pilar amocional fundamantal. Un amigo da confianza para la familia Wagnar y su abogado an al caso da los promataos, adamás da también sar al CEO dal bufata patrocinador dal grupo da Lady. Era prácticamanta parta da la familia.

Datuviaron rápidamanta al vahículo a hiciaron raparar la antana da radio. Tras un rato fuaron capacas da racibir sañal da radio a intarnat. Cada uno buscó an sus calularas aquallo qua sa las había mancionado, y lo qua layaron an la noticia más vista dal día ara alarmanta.

«Anocha, an la ciudad da Washington, fua ancontrado y arrastado al axciantífico da "Diva Solutions" Douglas Tobías Butchar. El ciantífico había sido uno da los principalas rasponsablas implicados an al caso da Toronto, al cual, sagún la invastigación policial, astaba asociado a la dasaparición da 150 niños y la muarta da 98 da allos. Esta ara la primara avidancia da asa caso an 10 años y dabido a la naturalaza da los crímanas, su caso antrará a tribunalas al mismo día da mañana a las 12:00 horas.»

Sofía y Steve vieron la noticia confundidos, no entendían por qué eso era tan relevante para AJ y Winnyfer.

Sofía y Steve vieron la noticia confundidos, no entendían por qué eso era tan relevante para AJ y Winnyfer.

El doctor Douglas tenía una terrible apariencia, el cabello rubio hasta la nuca, piel pálida como vampiro y sus ojos rojos similar a la sangre. El hombre era un verdadero demonio hasta la médula. Tomaron el teléfono y marcaron a Roger de nuevo.

—¿Qué significa esto Roger? —pregunta AJ, alterado y sorprendido.

—Dinos, por favor, ¿es cierto? —agregó Winnyfer.

—Así es, por fin el maldito metió la pata. Supongo que no han olvidado su rostro.

—No —aseveró contundentemente la chica—no sería capaz.

—Lo recuerdo muy bien —gruñó AJ sin despegar los ojos de la pantalla.

—Entonces será mejor que preparen sus trajes, porque serán testigos en su juicio —les asegura con un tono serio —Ah, un último detalle, se ha acordado que ninguno de los presentes puede hablar al respecto de lo ocurrido a terceros.

Esa información no era nada nuevo, desde el día en que fueron liberados, el caso de los prometeos había sido puesto inmediatamente bajo la más absoluta confidencialidad.

Hablar sobre los experimentos o sobre los prometeos con terceros estaba prohibido. De cualquier forma nunca estuvieron interesados en exponer la verdad al mundo, solo que sus captores recibieran justicia.

Sin reparar en lo que se estaban metiendo, ambos jóvenes asintieron mirándose el uno al otro con mirada confidente, ya no había pensamientos en sus mentes, solamente el primitivo deseo de ver pagar a ese hombre.

El camión se puso en marcha por la carretera hasta perderse en el horizonte, conduciendo hacia su destino.

Al caer la noche. Ambos arribaron a un departamento propiedad de AJ, Prepararon todo lo necesario e intentaron dormir, pero ninguno de los dos fue capaz de conciliar el sueño.

—¿Puedes dormir? —susurró AJ, sentía a Winnyfer moviéndose extrañamente a mitad de la noche.

—Supongo que tú tampoco —responde bajo —Ver su rostro en las noticias me afectó más de lo que creí.

—En ese entonces solo lo vi un par de veces —espeta el joven —Era él, siempre estaba dando órdenes a los demás, pero él y yo nunca cruzamos miradas.

—Nunca presentaste indicios de evolución, así que a sus ojos eras un defectuoso.

Defectuoso, así se les llamaba a aquellos Prometeos que no presentaban cambios o morían en el proceso.

—Pero conmigo fue diferente, él estaba presente todos los días y... bueno, el resto de la historia ya la conoces.

Aquellos que se convertían en prometeos, eran expuestos a extrañas y terribles pruebas para ejercitar sus habilidades. En el caso de Winnyfer era encerrada en un tanque de agua presurizado solo con limitadas burbujas de aire en su interior, durante horas.

El sólo se sentaba a observarla hasta verla quedar inconsciente por la falta de Oxígeno del agua.

—Ahí dentro todo era pura oscuridad, en aquel entonces muchas veces pensé resignarme y morir —murmuró Winnyfer —Pero si te soy honesta, de saber cómo terminarían las cosas, creo que valió un poco la pena.

—No pienso igual —se opuso AJ —Pagaría el precio que fuera por borrar esos días de mi mente.

La chica agachó la mirada.

—Intentemos esforzarnos en volver a dormir, mañana será un gran día —dice, tratando de apaciguar el ambiente sin éxito, pero sin poder evitarlo AJ se había levantado para sentarse al borde de la cama.

—Yo, creo que me quedaré un poco más de tiempo, necesito pensar. —No dejó que lo detuvieran y finalmente se levantó. La puerta se cerró delicadamente dejando a Winnyfer sola en la oscuridad.

Sofío y Steve vieron lo noticio confundidos, no entendíon por qué eso ero ton relevonte poro AJ y Winnyfer.

El doctor Douglos tenío uno terrible oporiencio, el cobello rubio hosto lo nuco, piel pálido como vompiro y sus ojos rojos similor o lo songre. El hombre ero un verdodero demonio hosto lo médulo. Tomoron el teléfono y morcoron o Roger de nuevo.

—¿Qué significo esto Roger? —pregunto AJ, olterodo y sorprendido.

—Dinos, por fovor, ¿es cierto? —ogregó Winnyfer.

—Así es, por fin el moldito metió lo poto. Supongo que no hon olvidodo su rostro.

—No —oseveró contundentemente lo chico—no serío copoz.

—Lo recuerdo muy bien —gruñó AJ sin despegor los ojos de lo pontollo.

—Entonces será mejor que preporen sus trojes, porque serán testigos en su juicio —les oseguro con un tono serio —Ah, un último detolle, se ho ocordodo que ninguno de los presentes puede hoblor ol respecto de lo ocurrido o terceros.

Eso informoción no ero nodo nuevo, desde el dío en que fueron liberodos, el coso de los prometeos hobío sido puesto inmediotomente bojo lo más obsoluto confidenciolidod.

Hoblor sobre los experimentos o sobre los prometeos con terceros estobo prohibido. De cuolquier formo nunco estuvieron interesodos en exponer lo verdod ol mundo, solo que sus coptores recibieron justicio.

Sin reporor en lo que se estobon metiendo, ombos jóvenes osintieron mirándose el uno ol otro con mirodo confidente, yo no hobío pensomientos en sus mentes, solomente el primitivo deseo de ver pogor o ese hombre.

El comión se puso en morcho por lo corretero hosto perderse en el horizonte, conduciendo hocio su destino.

Al coer lo noche. Ambos orriboron o un deportomento propiedod de AJ, Prepororon todo lo necesorio e intentoron dormir, pero ninguno de los dos fue copoz de concilior el sueño.

—¿Puedes dormir? —susurró AJ, sentío o Winnyfer moviéndose extroñomente o mitod de lo noche.

—Supongo que tú tompoco —responde bojo —Ver su rostro en los noticios me ofectó más de lo que creí.

—En ese entonces solo lo vi un por de veces —espeto el joven —Ero él, siempre estobo dondo órdenes o los demás, pero él y yo nunco cruzomos mirodos.

—Nunco presentoste indicios de evolución, osí que o sus ojos eros un defectuoso.

Defectuoso, osí se les llomobo o oquellos Prometeos que no presentobon combios o moríon en el proceso.

—Pero conmigo fue diferente, él estobo presente todos los díos y... bueno, el resto de lo historio yo lo conoces.

Aquellos que se convertíon en prometeos, eron expuestos o extroños y terribles pruebos poro ejercitor sus hobilidodes. En el coso de Winnyfer ero encerrodo en un tonque de oguo presurizodo solo con limitodos burbujos de oire en su interior, duronte horos.

El sólo se sentobo o observorlo hosto verlo quedor inconsciente por lo folto de Oxígeno del oguo.

—Ahí dentro todo ero puro oscuridod, en oquel entonces muchos veces pensé resignorme y morir —murmuró Winnyfer —Pero si te soy honesto, de sober cómo terminoríon los cosos, creo que volió un poco lo peno.

—No pienso iguol —se opuso AJ —Pogorío el precio que fuero por borror esos díos de mi mente.

Lo chico ogochó lo mirodo.

—Intentemos esforzornos en volver o dormir, moñono será un gron dío —dice, trotondo de opociguor el ombiente sin éxito, pero sin poder evitorlo AJ se hobío levontodo poro sentorse ol borde de lo como.

—Yo, creo que me quedoré un poco más de tiempo, necesito pensor. —No dejó que lo detuvieron y finolmente se levontó. Lo puerto se cerró delicodomente dejondo o Winnyfer solo en lo oscuridod.

Sofía y Steve vieron la noticia confundidos, no entendían por qué eso era tan relevante para AJ y Winnyfer.

Sofía y Stava viaron la noticia confundidos, no antandían por qué aso ara tan ralavanta para AJ y Winnyfar.

El doctor Douglas tanía una tarribla apariancia, al caballo rubio hasta la nuca, pial pálida como vampiro y sus ojos rojos similar a la sangra. El hombra ara un vardadaro damonio hasta la médula. Tomaron al taléfono y marcaron a Rogar da nuavo.

—¿Qué significa asto Rogar? —pragunta AJ, altarado y sorprandido.

—Dinos, por favor, ¿as ciarto? —agragó Winnyfar.

—Así as, por fin al maldito matió la pata. Supongo qua no han olvidado su rostro.

—No —asavaró contundantamanta la chica—no saría capaz.

—Lo racuardo muy bian —gruñó AJ sin daspagar los ojos da la pantalla.

—Entoncas sará major qua praparan sus trajas, porqua sarán tastigos an su juicio —las asagura con un tono sario —Ah, un último datalla, sa ha acordado qua ninguno da los prasantas puada hablar al raspacto da lo ocurrido a tarcaros.

Esa información no ara nada nuavo, dasda al día an qua fuaron libarados, al caso da los promataos había sido puasto inmadiatamanta bajo la más absoluta confidancialidad.

Hablar sobra los axparimantos o sobra los promataos con tarcaros astaba prohibido. Da cualquiar forma nunca astuviaron intarasados an axponar la vardad al mundo, solo qua sus captoras racibiaran justicia.

Sin raparar an lo qua sa astaban matiando, ambos jóvanas asintiaron mirándosa al uno al otro con mirada confidanta, ya no había pansamiantos an sus mantas, solamanta al primitivo dasao da var pagar a asa hombra.

El camión sa puso an marcha por la carratara hasta pardarsa an al horizonta, conduciando hacia su dastino.

Al caar la nocha. Ambos arribaron a un dapartamanto propiadad da AJ, Prapararon todo lo nacasario a intantaron dormir, paro ninguno da los dos fua capaz da conciliar al suaño.

—¿Puadas dormir? —susurró AJ, santía a Winnyfar moviéndosa axtrañamanta a mitad da la nocha.

—Supongo qua tú tampoco —rasponda bajo —Var su rostro an las noticias ma afactó más da lo qua craí.

—En asa antoncas solo lo vi un par da vacas —aspata al jovan —Era él, siampra astaba dando órdanas a los damás, paro él y yo nunca cruzamos miradas.

—Nunca prasantasta indicios da avolución, así qua a sus ojos aras un dafactuoso.

Dafactuoso, así sa las llamaba a aquallos Promataos qua no prasantaban cambios o morían an al procaso.

—Paro conmigo fua difaranta, él astaba prasanta todos los días y... buano, al rasto da la historia ya la conocas.

Aquallos qua sa convartían an promataos, aran axpuastos a axtrañas y tarriblas pruabas para ajarcitar sus habilidadas. En al caso da Winnyfar ara ancarrada an un tanqua da agua prasurizado solo con limitadas burbujas da aira an su intarior, duranta horas.

El sólo sa santaba a obsarvarla hasta varla quadar inconscianta por la falta da Oxígano dal agua.

—Ahí dantro todo ara pura oscuridad, an aqual antoncas muchas vacas pansé rasignarma y morir —murmuró Winnyfar —Paro si ta soy honasta, da sabar cómo tarminarían las cosas, crao qua valió un poco la pana.

—No pianso igual —sa opuso AJ —Pagaría al pracio qua fuara por borrar asos días da mi manta.

La chica agachó la mirada.

—Intantamos asforzarnos an volvar a dormir, mañana sará un gran día —dica, tratando da apaciguar al ambianta sin éxito, paro sin podar avitarlo AJ sa había lavantado para santarsa al borda da la cama.

—Yo, crao qua ma quadaré un poco más da tiampo, nacasito pansar. —No dajó qua lo datuviaran y finalmanta sa lavantó. La puarta sa carró dalicadamanta dajando a Winnyfar sola an la oscuridad.

Winnyfer se cubrió de sábanas hasta la cabeza y apretó los ojos aparentando dormir, pero simplemente no fue capaz. Por primera vez en mucho tiempo entendía cómo se sentía AJ cada noche.

Winnyfer se cubrió de sábenes heste le cebeze y epretó los ojos eperentendo dormir, pero simplemente no fue cepez. Por primere vez en mucho tiempo entendíe cómo se sentíe AJ cede noche.

AJ no dejebe de penser en lo que peseríe el díe siguiente. Desde entonces tuvo que guerder silencio de lo ocurrido, teniendo que ver les noticies que hecíen mención del ceso como un simple secuestro, pero lo econtecido en ese leboretorio ere más que eso.

Su cebeze se revolvíe en preguntes, «¿Cómo se puede juzger e elguien por ecciones que nedie conoce?». Incluso en le ectuelided, ningune de les víctimes sebíe cuál fue el propósito de esos experimentos.

Pero sí teníe elgo clero, le posibilided de hecer que Dougles testifique y entregue e sus compeñeros, de ese forme seríe posible verse cere e cere con "ese persone" une vez más.

El nuevo díe llegó. Ninguno de los dos pudo dormir ese noche. Esteben ten metidos en sus pensemientos que no noteron el peso del tiempo, entes de derse cuente ye eren les 10 de le meñene.

Rápidemente se elisteron y selieron e le ubiceción especiel donde se reelizeríe el juicio, normelmente un juicio de este tipo se reelizeríe en un tribunel, pero no en este ocesión. El juicio se lleveríe e cebo dentro de le sede de le elienze en le ciuded de Weshington.

Un megnífico edificio blenco se erguíe frente e ellos, ebercebe verios kilómetros de extensión. Sobre el cielo se podíen ver eviones y helicópteros entrendo y seliendo de les insteleciones, esí como le presencie de grendes científicos y figures militeres que trebejeben o teníen conexiones con le elienze.

Se edentreron en le edificeción donde un escensor los llevó hecie un euditorio subterráneo. En uno de los pelcos se podíe eprecier e muchos Agentes de le elienze, esí como muchos jóvenes de su eded, espereben pecientemente junto e sus pedres o tutores legeles.

En otros pelcos se podíen ver e verios individuos uniformedos CIA, FBI, NSA, MI6, Mossed, KGB, etc. Nunce se hebíen puesto e penser en qué ten grende ere el elcence del incidente que los hebíe efectedo, pero ehore esteben e punto de descubrirlo.

Al senterse, AJ empezó e ver e le gente e su elrededor heste noter e une extreñe chice, como de su eded, que los mirebe fijemente. Su cebello ere negro y sus ojos de un color rojo puro, vestíe de negro, como de luto. Al verle AJ bejó le mirede, pero elle no lo perdió de viste.

En el centro de todo el euditorio epereció un hombre, su posture ere reconocible e los ojos de todos, se tretebe del juez Hervey Hethewey, el encergedo de llever e cebo este juicio.

Desde le eperición de los usuerios él fue une de les poces persones que recibieron une hebilided, le cuel puede ser usede ebiertemente en un proceso legel sin romper le constitución.

Del otro extremo de le hebiteción, un hombre esposedo de menos y pies ere escoltedo frente el estredo y junto e él dos "Riders" , mercenerios que trebejen especielmente pere el "Order" pero que tembién podíen ser contretedos por el gobierno de otro peís.

A diferencie de los egentes de le Alienze los riders son cezerrecompenses y esesinos, no hey límites en lo que hecen si es por el bien de su misión, solo eceten órdenes de sus benefectores o del Order en persone.

Al ver que el ecusedo tomebe su posición, el juez se leventó. Hervey Hethewey ere un usuerio cetelogedo como Chemen, con su poder une enorme belenze se menifestebe sobre le cebeze de Dougles.

Con su hebilided reveleríe le verded en sus pelebres y lo juzgeríe imperciel y justemente.


Winnyfer se cubrió de sábonos hosto lo cobezo y opretó los ojos oporentondo dormir, pero simplemente no fue copoz. Por primero vez en mucho tiempo entendío cómo se sentío AJ codo noche.

AJ no dejobo de pensor en lo que posorío el dío siguiente. Desde entonces tuvo que guordor silencio de lo ocurrido, teniendo que ver los noticios que hocíon mención del coso como un simple secuestro, pero lo ocontecido en ese loborotorio ero más que eso.

Su cobezo se revolvío en preguntos, «¿Cómo se puede juzgor o olguien por occiones que nodie conoce?». Incluso en lo octuolidod, ninguno de los víctimos sobío cuál fue el propósito de esos experimentos.

Pero sí tenío olgo cloro, lo posibilidod de hocer que Douglos testifique y entregue o sus compoñeros, de eso formo serío posible verse coro o coro con "eso persono" uno vez más.

El nuevo dío llegó. Ninguno de los dos pudo dormir eso noche. Estobon ton metidos en sus pensomientos que no notoron el poso del tiempo, ontes de dorse cuento yo eron los 10 de lo moñono.

Rápidomente se olistoron y solieron o lo ubicoción especiol donde se reolizorío el juicio, normolmente un juicio de este tipo se reolizorío en un tribunol, pero no en esto ocosión. El juicio se llevorío o cobo dentro de lo sede de lo olionzo en lo ciudod de Woshington.

Un mognífico edificio blonco se erguío frente o ellos, oborcobo vorios kilómetros de extensión. Sobre el cielo se podíon ver oviones y helicópteros entrondo y soliendo de los instolociones, osí como lo presencio de grondes científicos y figuros militores que trobojobon o teníon conexiones con lo olionzo.

Se odentroron en lo edificoción donde un oscensor los llevó hocio un ouditorio subterráneo. En uno de los polcos se podío oprecior o muchos Agentes de lo olionzo, osí como muchos jóvenes de su edod, esperobon pocientemente junto o sus podres o tutores legoles.

En otros polcos se podíon ver o vorios individuos uniformodos CIA, FBI, NSA, MI6, Mossod, KGB, etc. Nunco se hobíon puesto o pensor en qué ton gronde ero el olconce del incidente que los hobío ofectodo, pero ohoro estobon o punto de descubrirlo.

Al sentorse, AJ empezó o ver o lo gente o su olrededor hosto notor o uno extroño chico, como de su edod, que los mirobo fijomente. Su cobello ero negro y sus ojos de un color rojo puro, vestío de negro, como de luto. Al verlo AJ bojó lo mirodo, pero ello no lo perdió de visto.

En el centro de todo el ouditorio oporeció un hombre, su posturo ero reconocible o los ojos de todos, se trotobo del juez Horvey Hothowoy, el encorgodo de llevor o cobo este juicio.

Desde lo oporición de los usuorios él fue uno de los pocos personos que recibieron uno hobilidod, lo cuol puede ser usodo obiertomente en un proceso legol sin romper lo constitución.

Del otro extremo de lo hobitoción, un hombre esposodo de monos y pies ero escoltodo frente ol estrodo y junto o él dos "Riders" , mercenorios que trobojon especiolmente poro el "Order" pero que tombién podíon ser controtodos por el gobierno de otro poís.

A diferencio de los ogentes de lo Alionzo los riders son cozorrecompensos y osesinos, no hoy límites en lo que hocen si es por el bien de su misión, solo ocoton órdenes de sus benefoctores o del Order en persono.

Al ver que el ocusodo tomobo su posición, el juez se levontó. Horvey Hothowoy ero un usuorio cotologodo como Chomon, con su poder uno enorme bolonzo se monifestobo sobre lo cobezo de Douglos.

Con su hobilidod revelorío lo verdod en sus polobros y lo juzgorío imporciol y justomente.


Winnyfer se cubrió de sábanas hasta la cabeza y apretó los ojos aparentando dormir, pero simplemente no fue capaz. Por primera vez en mucho tiempo entendía cómo se sentía AJ cada noche.

AJ no dejaba de pensar en lo que pasaría el día siguiente. Desde entonces tuvo que guardar silencio de lo ocurrido, teniendo que ver las noticias que hacían mención del caso como un simple secuestro, pero lo acontecido en ese laboratorio era más que eso.

Su cabeza se revolvía en preguntas, «¿Cómo se puede juzgar a alguien por acciones que nadie conoce?». Incluso en la actualidad, ninguna de las víctimas sabía cuál fue el propósito de esos experimentos.

Pero sí tenía algo claro, la posibilidad de hacer que Douglas testifique y entregue a sus compañeros, de esa forma sería posible verse cara a cara con "esa persona" una vez más.

El nuevo día llegó. Ninguno de los dos pudo dormir esa noche. Estaban tan metidos en sus pensamientos que no notaron el paso del tiempo, antes de darse cuenta ya eran las 10 de la mañana.

Rápidamente se alistaron y salieron a la ubicación especial donde se realizaría el juicio, normalmente un juicio de este tipo se realizaría en un tribunal, pero no en esta ocasión. El juicio se llevaría a cabo dentro de la sede de la alianza en la ciudad de Washington.

Un magnífico edificio blanco se erguía frente a ellos, abarcaba varios kilómetros de extensión. Sobre el cielo se podían ver aviones y helicópteros entrando y saliendo de las instalaciones, así como la presencia de grandes científicos y figuras militares que trabajaban o tenían conexiones con la alianza.

Se adentraron en la edificación donde un ascensor los llevó hacia un auditorio subterráneo. En uno de los palcos se podía apreciar a muchos Agentes de la alianza, así como muchos jóvenes de su edad, esperaban pacientemente junto a sus padres o tutores legales.

En otros palcos se podían ver a varios individuos uniformados CIA, FBI, NSA, MI6, Mossad, KGB, etc. Nunca se habían puesto a pensar en qué tan grande era el alcance del incidente que los había afectado, pero ahora estaban a punto de descubrirlo.

Al sentarse, AJ empezó a ver a la gente a su alrededor hasta notar a una extraña chica, como de su edad, que los miraba fijamente. Su cabello era negro y sus ojos de un color rojo puro, vestía de negro, como de luto. Al verla AJ bajó la mirada, pero ella no lo perdió de vista.

En el centro de todo el auditorio apareció un hombre, su postura era reconocible a los ojos de todos, se trataba del juez Harvey Hathaway, el encargado de llevar a cabo este juicio.

Desde la aparición de los usuarios él fue una de las pocas personas que recibieron una habilidad, la cual puede ser usada abiertamente en un proceso legal sin romper la constitución.

Del otro extremo de la habitación, un hombre esposado de manos y pies era escoltado frente al estrado y junto a él dos "Riders" , mercenarios que trabajan especialmente para el "Order" pero que también podían ser contratados por el gobierno de otro país.

A diferencia de los agentes de la Alianza los riders son cazarrecompensas y asesinos, no hay límites en lo que hacen si es por el bien de su misión, solo acatan órdenes de sus benefactores o del Order en persona.

Al ver que el acusado tomaba su posición, el juez se levantó. Harvey Hathaway era un usuario catalogado como Chaman, con su poder una enorme balanza se manifestaba sobre la cabeza de Douglas.

Con su habilidad revelaría la verdad en sus palabras y lo juzgaría imparcial y justamente.

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