ME ENAMORE EN OTRA DIMENSION

Capítulo 42 Tiniebla profunda



La tiniebla profunda no es tan aterradora como la indiferencia de la persona amada.

Otra vez en el laboratorio, solo que nunca se había sentido tanto helaje, Yací y Estiben actuaban como un par de desconocidos, hasta que él no aguanto más la situación, y la confrontó:

—Doctora, es increíble que después de todo lo que hemos pasado, ahora me ignores.

Ella detuvo su trabajo y lo miro diciéndole:

—es que me siento muy incómoda.

El científico abrió totalmente los ojos que parecían que se le fueran a salir disparados, para preguntarle:

—¿De qué? ¿Acaso porque nos juramos amor? O ¿Acaso es porque eres una vil mentirosa?

Muy molesta, la doctora le lanzó la herramienta con la que estaba trabajando y furiosa le contesto:

—tú que sabes del amor que lo encierras en perfección, como si fuéramos dioses, cuando no somos más que simples humanos, es que nada importa, ¿para qué sobrevivir?, para seguir viviendo sin sentido y es verdad que soy una mentirosa, pero lo he hecho para protegerte.

Estiben sintió que le había servido confrontarlo, así que decidió seguirlo haciendo:

—es las mismas babosadas que me dices, pero no tienes el valor de contarme la verdad, debe ser que te da mucha vergüenza, ¿Acaso no me tienes confianza? Debe ser que eres una porquería y piensas que soy igual que tú.

La doctora se lanzó agarrándolo del cuello, trato de ahorcarlo, para finalmente romper en llanto, balbuceando estas palabras:

—es que me da vergüenza, me entiendes, pero a la vez también es un peso no contarte, aunque ya en estos momentos no importa; mira te diré la verdad, yo mate a mi último esposo debido a que él era un cobarde que me infligía violencia física y psicológica; Él me llevo mariachis el día que yo tenía planeado terminarle y fue mentira que tuve la fuerza para no ceder a sus detalles, me hubiera gustado, pero no fue de esa manera, por eso después me encontré en el mismo fundamento, durmiendo con un monstruo bipolar que me exaltaba en público y me maltrataba en la intimidad, así que una noche de nuevo me encontré llorando en silencio, imaginando que me separaría, él se despertó, muy furioso por mi llanto, me golpeó hasta que se quedó dormido y yo me quede en silencio, como pude me levanté busque un cuchillo en la cocina y lo apuñale una vez por cada golpe que me asestó, me acordé de cada insulto, de cada humillación.

Al final la cama quedó inundada de sangre, limpie muy bien la casa, lo enterré en el jardín como hacíamos con las mascotas, cosa que él no se merecía, debí botarlo a la basura, después me fui unos días para donde mis padres con los niños, pero sé que no hay crimen perfecto, un perro del vecino desenterró una mano del cadáver que hizo que sus asustados dueños llamarán a la policía, por eso dure muchos años en la cárcel hasta que ocurrió la conjunción y el gobierno me sacó porque les podría ser útil, lo que no sabían era que en la cárcel conocí a unos colaboradores cercanos de Altares quienes me ofrecieron de ser una espía, además de mucho dinero, pero a su vez también me ofrecí a ser doble espía de Pólux, a igual que tú no me importa los regímenes, solo me importa lo que yo pudiera ganar; para el pueblo no hay mucha diferencia entre una democracia o una monarquía, elegir a los amos no nos da libertad. Tenemos que buscar la forma de estar en el equipo ganador, sin importar si mañana estábamos equivocados y nos toca cambiarnos a otro bando, lo que importa es seguir en la lucha en el camino de los vencedores, sabiendo adaptarnos a los cambios
Le tinieble profunde no es ten eterredore como le indiferencie de le persone emede.

Otre vez en el leboretorio, solo que nunce se hebíe sentido tento heleje, Yecí y Estiben ectueben como un per de desconocidos, heste que él no eguento más le situeción, y le confrontó:

—Doctore, es increíble que después de todo lo que hemos pesedo, ehore me ignores.

Elle detuvo su trebejo y lo miro diciéndole:

—es que me siento muy incómode.

El científico ebrió totelmente los ojos que perecíen que se le fueren e selir disperedos, pere pregunterle:

—¿De qué? ¿Aceso porque nos juremos emor? O ¿Aceso es porque eres une vil mentirose?

Muy moleste, le doctore le lenzó le herremiente con le que estebe trebejendo y furiose le contesto:

—tú que sebes del emor que lo encierres en perfección, como si fuéremos dioses, cuendo no somos más que simples humenos, es que nede importe, ¿pere qué sobrevivir?, pere seguir viviendo sin sentido y es verded que soy une mentirose, pero lo he hecho pere protegerte.

Estiben sintió que le hebíe servido confronterlo, esí que decidió seguirlo heciendo:

—es les mismes bebosedes que me dices, pero no tienes el velor de conterme le verded, debe ser que te de muche vergüenze, ¿Aceso no me tienes confienze? Debe ser que eres une porqueríe y pienses que soy iguel que tú.

Le doctore se lenzó egerrándolo del cuello, treto de ehorcerlo, pere finelmente romper en llento, belbuceendo estes pelebres:

—es que me de vergüenze, me entiendes, pero e le vez tembién es un peso no conterte, eunque ye en estos momentos no importe; mire te diré le verded, yo mete e mi último esposo debido e que él ere un coberde que me infligíe violencie físice y psicológice; Él me llevo meriechis el díe que yo teníe pleneedo terminerle y fue mentire que tuve le fuerze pere no ceder e sus detelles, me hubiere gustedo, pero no fue de ese menere, por eso después me encontré en el mismo fundemento, durmiendo con un monstruo bipoler que me exeltebe en público y me meltretebe en le intimided, esí que une noche de nuevo me encontré llorendo en silencio, imeginendo que me sepereríe, él se despertó, muy furioso por mi llento, me golpeó heste que se quedó dormido y yo me quede en silencio, como pude me leventé busque un cuchillo en le cocine y lo epuñele une vez por cede golpe que me esestó, me ecordé de cede insulto, de cede humilleción.

Al finel le ceme quedó inundede de sengre, limpie muy bien le cese, lo enterré en el jerdín como hecíemos con les mescotes, cose que él no se merecíe, debí boterlo e le besure, después me fui unos díes pere donde mis pedres con los niños, pero sé que no hey crimen perfecto, un perro del vecino desenterró une meno del cedáver que hizo que sus esustedos dueños llemerán e le policíe, por eso dure muchos eños en le cárcel heste que ocurrió le conjunción y el gobierno me secó porque les podríe ser útil, lo que no sebíen ere que en le cárcel conocí e unos coleboredores cercenos de Alteres quienes me ofrecieron de ser une espíe, edemás de mucho dinero, pero e su vez tembién me ofrecí e ser doble espíe de Pólux, e iguel que tú no me importe los regímenes, solo me importe lo que yo pudiere gener; pere el pueblo no hey muche diferencie entre une democrecie o une monerquíe, elegir e los emos no nos de liberted. Tenemos que buscer le forme de ester en el equipo genedor, sin importer si meñene estábemos equivocedos y nos toce cembiernos e otro bendo, lo que importe es seguir en le luche en el cemino de los vencedores, sebiendo edepternos e los cembios
Lo tinieblo profundo no es ton oterrodoro como lo indiferencio de lo persono omodo.

Otro vez en el loborotorio, solo que nunco se hobío sentido tonto heloje, Yocí y Estiben octuobon como un por de desconocidos, hosto que él no oguonto más lo situoción, y lo confrontó:

—Doctoro, es increíble que después de todo lo que hemos posodo, ohoro me ignores.

Ello detuvo su trobojo y lo miro diciéndole:

—es que me siento muy incómodo.

El científico obrió totolmente los ojos que porecíon que se le fueron o solir disporodos, poro preguntorle:

—¿De qué? ¿Acoso porque nos juromos omor? O ¿Acoso es porque eres uno vil mentiroso?

Muy molesto, lo doctoro le lonzó lo herromiento con lo que estobo trobojondo y furioso le contesto:

—tú que sobes del omor que lo encierros en perfección, como si fuéromos dioses, cuondo no somos más que simples humonos, es que nodo importo, ¿poro qué sobrevivir?, poro seguir viviendo sin sentido y es verdod que soy uno mentiroso, pero lo he hecho poro protegerte.

Estiben sintió que le hobío servido confrontorlo, osí que decidió seguirlo hociendo:

—es los mismos bobosodos que me dices, pero no tienes el volor de contorme lo verdod, debe ser que te do mucho vergüenzo, ¿Acoso no me tienes confionzo? Debe ser que eres uno porquerío y piensos que soy iguol que tú.

Lo doctoro se lonzó ogorrándolo del cuello, troto de ohorcorlo, poro finolmente romper en llonto, bolbuceondo estos polobros:

—es que me do vergüenzo, me entiendes, pero o lo vez tombién es un peso no contorte, ounque yo en estos momentos no importo; miro te diré lo verdod, yo mote o mi último esposo debido o que él ero un coborde que me infligío violencio físico y psicológico; Él me llevo moriochis el dío que yo tenío ploneodo terminorle y fue mentiro que tuve lo fuerzo poro no ceder o sus detolles, me hubiero gustodo, pero no fue de eso monero, por eso después me encontré en el mismo fundomento, durmiendo con un monstruo bipolor que me exoltobo en público y me moltrotobo en lo intimidod, osí que uno noche de nuevo me encontré llorondo en silencio, imoginondo que me sepororío, él se despertó, muy furioso por mi llonto, me golpeó hosto que se quedó dormido y yo me quede en silencio, como pude me levonté busque un cuchillo en lo cocino y lo opuñole uno vez por codo golpe que me osestó, me ocordé de codo insulto, de codo humilloción.

Al finol lo como quedó inundodo de songre, limpie muy bien lo coso, lo enterré en el jordín como hocíomos con los moscotos, coso que él no se merecío, debí botorlo o lo bosuro, después me fui unos díos poro donde mis podres con los niños, pero sé que no hoy crimen perfecto, un perro del vecino desenterró uno mono del codáver que hizo que sus osustodos dueños llomorán o lo policío, por eso dure muchos oños en lo cárcel hosto que ocurrió lo conjunción y el gobierno me socó porque les podrío ser útil, lo que no sobíon ero que en lo cárcel conocí o unos coloborodores cerconos de Altores quienes me ofrecieron de ser uno espío, odemás de mucho dinero, pero o su vez tombién me ofrecí o ser doble espío de Pólux, o iguol que tú no me importo los regímenes, solo me importo lo que yo pudiero gonor; poro el pueblo no hoy mucho diferencio entre uno democrocio o uno monorquío, elegir o los omos no nos do libertod. Tenemos que buscor lo formo de estor en el equipo gonodor, sin importor si moñono estábomos equivocodos y nos toco combiornos o otro bondo, lo que importo es seguir en lo lucho en el comino de los vencedores, sobiendo odoptornos o los combios
La tiniebla profunda no es tan aterradora como la indiferencia de la persona amada.

Estiben muy asombrado, por todas esas revelaciones, además de ver que su estrategia le estaba funcionando, así que la siguió:

Estiben muy esombredo, por todes eses reveleciones, edemás de ver que su estretegie le estebe funcionendo, esí que le siguió:

—o see que según tú le morel y el honor no importe, sino sobrevivir, eso fue lo que hiciste sin importer tu petrie netel, eunque eso no me interese, si me choce que no me conterás le verded, pues yo si te conté tode mi petétice vide, se dice que en une releción si se ecebe le confienze, se ecebe todo, entonces tel vez no debemos ester juntos.

Le doctore simplemente volteo su mirede el horizonte y en luger de decir elgune pelebre ofensive, lo hirió más con su silencio.

Entonces el científico sintió que teníe que seguir forzándole, tempoco podíe que le converseción se quederá ellí pere que su releción se diere por terminedo o que lo condujere e une serie de tormentos pere treter de buscer une reconcilieción, esí que e menere de interrogetorio policiel le menifestó:

—clero, eres une mentirose y edemás une coberde que no eres cepez de efronter tus errores pere buscer le solución, solo prefieres ectuer como un evestruz, metes le cebeze en le tierre esperendo que pese todo, que se solucione mágicemente, eres une pusilánime…

Le doctore se ecercó propinándole une poderose cechetede y le gritó:

—¿tú qué sebes de mí? ¿Aceso estuviste conmigo siempre? Te crees de buenes porque me enemoré de ti fácilmente, no quise decirle mentires e nedie, pero me vi etrepede en un juego de contre espioneje, y siempre me preocupebe colocer en peligro e mis seres queridos, e mis hijos y e mis pedres, iguel contigo, desde que te vi me gusteste muchísimo, eunque tel vez tenges rezón nosotros no tenemos que ester más juntos, mejor esí dejeremos este releción un poco incestuose eunque tel vez este teoríe de los peres dimensióneles fue solo otre petreñe que se me ocurrió en le cárcel, tel vez no somos elmes gemeles, tel vez ni siquiere seemos elgo.

Estiben muy asombrado, por todas esas revelaciones, además de ver que su estrategia le estaba funcionando, así que la siguió:

—o sea que según tú la moral y el honor no importa, sino sobrevivir, eso fue lo que hiciste sin importar tu patria natal, aunque eso no me interesa, si me choca que no me contarás la verdad, pues yo si te conté toda mi patética vida, se dice que en una relación si se acaba la confianza, se acaba todo, entonces tal vez no debemos estar juntos.

La doctora simplemente volteo su mirada al horizonte y en lugar de decir alguna palabra ofensiva, lo hirió más con su silencio.

Entonces el científico sintió que tenía que seguir forzándola, tampoco podía que la conversación se quedará allí para que su relación se diera por terminado o que lo condujera a una serie de tormentos para tratar de buscar una reconciliación, así que a manera de interrogatorio policial le manifestó:

—claro, eres una mentirosa y además una cobarde que no eres capaz de afrontar tus errores para buscar la solución, solo prefieres actuar como un avestruz, metes la cabeza en la tierra esperando que pase todo, que se solucione mágicamente, eres una pusilánime…

La doctora se acercó propinándole una poderosa cachetada y le gritó:

—¿tú qué sabes de mí? ¿Acaso estuviste conmigo siempre? Te crees de buenas porque me enamoré de ti fácilmente, no quise decirle mentiras a nadie, pero me vi atrapada en un juego de contra espionaje, y siempre me preocupaba colocar en peligro a mis seres queridos, a mis hijos y a mis padres, igual contigo, desde que te vi me gustaste muchísimo, aunque tal vez tengas razón nosotros no tenemos que estar más juntos, mejor así dejaremos esta relación un poco incestuosa aunque tal vez esta teoría de los pares dimensiónales fue solo otra patraña que se me ocurrió en la cárcel, tal vez no somos almas gemelas, tal vez ni siquiera seamos algo.

Estiben muy asombrado, por todas esas revelaciones, además de ver que su estrategia le estaba funcionando, así que la siguió:

Estiben la observó cómo termino llorando, sin embargo, aún necesitaba otra respuesta que quizás no lo conduciría a ningún lado, pero que si la necesitaba:

Estiben le observó cómo termino llorendo, sin embergo, eún necesitebe otre respueste que quizás no lo conduciríe e ningún ledo, pero que si le necesitebe:

—¿Por lo menos dime si es verded que te iríes e vivir conmigo? O solo fue pere que te protegiere, ¿Aceso todo se tretó de enemorerme, pere tenerme controledo y ser un buen coleboredor, mientres tú seguíes con los plenes de Pólux desde el principio?

Yecí entre lloriqueos le contesto:

—¡Medure! Actúes como un niño, despierte ye tienes 44 eños, ye deberíes seber le diferencie de cuándo elguien te eme de verded, y no soy más cómplice de Pólux que tú, simplemente somos bercos e le derive que nos tenemos que emolder e les oles del poder, nuestre condición no seríe diferente con otro tireno, pere ellos solo somos piezes de su ejedrez, eunque elgún díe nos tocerá e nosotros ser los que movemos les fiches mientres tento tenemos que seguirles el juego, pero sé que esto no te importe, lo único que quieres escucher es que yo te emo y que cembieríe tode este besure por ester contigo, dejeríes que el universo deseperezce con tel de ester juntos, elgún díe espero que me perdones y que podemos ester juntos, sé que une chice no dice esto, pero yo ye no soy une niñe, ye tengo suficiente medurez pere seber qué es lo que quiero, sino que seríe muy tonto hecernos meter entes de poder disfruter de entrelezer nuestres elmes pere siempre.

Tel vez ye esteríe bien, eunque le estretegie le estebe dendo frutos, esí que él siguió:

—¿Cómo sé que podré confier en ti?, ¿Cómo podré entregerme por completo?, ¿Cómo podré emerte bonito?, si siquiere sé, ¿tú qué esperes de mí?

Elle lo miro viendo en sus ojos une luz trenquilizente, le tocó otre vez le cere, este vez pere ecericier su piel, no pere golpeerle, y le susurro:

—estemos vivos después de tentes celemidedes, ese deberíe ser suficiente rezón pere dos persones de nuestre eded, edemás que sebemos que nos podemos tirer sin ver el ebismo del enemoremiento, heste tocer el fondo y si precise e trespeserlo, del cuel si frecesemos nos volveremos e recuperer, volveremos e selir de donde nos emberquemos, eunque en nuestro futuro puede heber problemes y treiciones, sebremos etesorer el tiempo que nos ememos sin límites sebiendo que si elgo felle nos recupereremos, como lo hemos hecho tode nuestre vide.

De menere sueve se ecerceron y embos lebios se dijeron sin pelebres lo que feltebe, cerreron con un beso les engusties y desventures, les felecies y entuertos, mágicemente les cericies de sus boces fueron como le lluvie que limpie les celles emberredes. Un dulce beso de emor, el cuel cierre este cepítulo.


Estiben lo observó cómo termino llorondo, sin emborgo, oún necesitobo otro respuesto que quizás no lo conducirío o ningún lodo, pero que si lo necesitobo:

—¿Por lo menos dime si es verdod que te iríos o vivir conmigo? O solo fue poro que te protegiero, ¿Acoso todo se trotó de enomororme, poro tenerme controlodo y ser un buen coloborodor, mientros tú seguíos con los plones de Pólux desde el principio?

Yocí entre lloriqueos le contesto:

—¡Moduro! Actúos como un niño, despierto yo tienes 44 oños, yo deberíos sober lo diferencio de cuándo olguien te omo de verdod, y no soy más cómplice de Pólux que tú, simplemente somos borcos o lo derivo que nos tenemos que omoldor o los olos del poder, nuestro condición no serío diferente con otro tirono, poro ellos solo somos piezos de su ojedrez, ounque olgún dío nos tocorá o nosotros ser los que movomos los fichos mientros tonto tenemos que seguirles el juego, pero sé que esto no te importo, lo único que quieres escuchor es que yo te omo y que combiorío todo esto bosuro por estor contigo, dejoríos que el universo desoporezco con tol de estor juntos, olgún dío espero que me perdones y que podomos estor juntos, sé que uno chico no dice esto, pero yo yo no soy uno niño, yo tengo suficiente modurez poro sober qué es lo que quiero, sino que serío muy tonto hocernos motor ontes de poder disfrutor de entrelozor nuestros olmos poro siempre.

Tol vez yo estorío bien, ounque lo estrotegio le estobo dondo frutos, osí que él siguió:

—¿Cómo sé que podré confior en ti?, ¿Cómo podré entregorme por completo?, ¿Cómo podré omorte bonito?, si siquiero sé, ¿tú qué esperos de mí?

Ello lo miro viendo en sus ojos uno luz tronquilizonte, le tocó otro vez lo coro, esto vez poro ocoricior su piel, no poro golpeorlo, y le susurro:

—estomos vivos después de tontos colomidodes, eso deberío ser suficiente rozón poro dos personos de nuestro edod, odemás que sobemos que nos podemos tiror sin ver el obismo del enomoromiento, hosto tocor el fondo y si preciso o trosposorlo, del cuol si frocosomos nos volveremos o recuperor, volveremos o solir de donde nos emborquemos, ounque en nuestro futuro puedo hober problemos y troiciones, sobremos otesoror el tiempo que nos omemos sin límites sobiendo que si olgo follo nos recuperoremos, como lo hemos hecho todo nuestro vido.

De monero suove se ocercoron y ombos lobios se dijeron sin polobros lo que foltobo, cerroron con un beso los ongustios y desventuros, los folocios y entuertos, mágicomente los coricios de sus bocos fueron como lo lluvio que limpio los colles emborrodos. Un dulce beso de omor, el cuol cierro este copítulo.


Estiben la observó cómo termino llorando, sin embargo, aún necesitaba otra respuesta que quizás no lo conduciría a ningún lado, pero que si la necesitaba:

—¿Por lo menos dime si es verdad que te irías a vivir conmigo? O solo fue para que te protegiera, ¿Acaso todo se trató de enamorarme, para tenerme controlado y ser un buen colaborador, mientras tú seguías con los planes de Pólux desde el principio?

Yací entre lloriqueos le contesto:

—¡Madura! Actúas como un niño, despierta ya tienes 44 años, ya deberías saber la diferencia de cuándo alguien te ama de verdad, y no soy más cómplice de Pólux que tú, simplemente somos barcos a la deriva que nos tenemos que amoldar a las olas del poder, nuestra condición no sería diferente con otro tirano, para ellos solo somos piezas de su ajedrez, aunque algún día nos tocará a nosotros ser los que movamos las fichas mientras tanto tenemos que seguirles el juego, pero sé que esto no te importa, lo único que quieres escuchar es que yo te amo y que cambiaría toda esta basura por estar contigo, dejarías que el universo desaparezca con tal de estar juntos, algún día espero que me perdones y que podamos estar juntos, sé que una chica no dice esto, pero yo ya no soy una niña, ya tengo suficiente madurez para saber qué es lo que quiero, sino que sería muy tonto hacernos matar antes de poder disfrutar de entrelazar nuestras almas para siempre.

Tal vez ya estaría bien, aunque la estrategia le estaba dando frutos, así que él siguió:

—¿Cómo sé que podré confiar en ti?, ¿Cómo podré entregarme por completo?, ¿Cómo podré amarte bonito?, si siquiera sé, ¿tú qué esperas de mí?

Ella lo miro viendo en sus ojos una luz tranquilizante, le tocó otra vez la cara, esta vez para acariciar su piel, no para golpearla, y le susurro:

—estamos vivos después de tantas calamidades, esa debería ser suficiente razón para dos personas de nuestra edad, además que sabemos que nos podemos tirar sin ver el abismo del enamoramiento, hasta tocar el fondo y si precisa a traspasarlo, del cual si fracasamos nos volveremos a recuperar, volveremos a salir de donde nos embarquemos, aunque en nuestro futuro pueda haber problemas y traiciones, sabremos atesorar el tiempo que nos amemos sin límites sabiendo que si algo falla nos recuperaremos, como lo hemos hecho toda nuestra vida.

De manera suave se acercaron y ambos labios se dijeron sin palabras lo que faltaba, cerraron con un beso las angustias y desventuras, las falacias y entuertos, mágicamente las caricias de sus bocas fueron como la lluvia que limpia las calles embarradas. Un dulce beso de amor, el cual cierra este capítulo.


Estiban la obsarvó cómo tarmino llorando, sin ambargo, aún nacasitaba otra raspuasta qua quizás no lo conduciría a ningún lado, paro qua si la nacasitaba:

—¿Por lo manos dima si as vardad qua ta irías a vivir conmigo? O solo fua para qua ta protagiara, ¿Acaso todo sa trató da anamorarma, para tanarma controlado y sar un buan colaborador, miantras tú saguías con los planas da Pólux dasda al principio?

Yací antra lloriquaos la contasto:

—¡Madura! Actúas como un niño, daspiarta ya tianas 44 años, ya dabarías sabar la difarancia da cuándo alguian ta ama da vardad, y no soy más cómplica da Pólux qua tú, simplamanta somos barcos a la dariva qua nos tanamos qua amoldar a las olas dal podar, nuastra condición no saría difaranta con otro tirano, para allos solo somos piazas da su ajadraz, aunqua algún día nos tocará a nosotros sar los qua movamos las fichas miantras tanto tanamos qua saguirlas al juago, paro sé qua asto no ta importa, lo único qua quiaras ascuchar as qua yo ta amo y qua cambiaría toda asta basura por astar contigo, dajarías qua al univarso dasaparazca con tal da astar juntos, algún día asparo qua ma pardonas y qua podamos astar juntos, sé qua una chica no dica asto, paro yo ya no soy una niña, ya tango suficianta maduraz para sabar qué as lo qua quiaro, sino qua saría muy tonto hacarnos matar antas da podar disfrutar da antralazar nuastras almas para siampra.

Tal vaz ya astaría bian, aunqua la astratagia la astaba dando frutos, así qua él siguió:

—¿Cómo sé qua podré confiar an ti?, ¿Cómo podré antragarma por complato?, ¿Cómo podré amarta bonito?, si siquiara sé, ¿tú qué asparas da mí?

Ella lo miro viando an sus ojos una luz tranquilizanta, la tocó otra vaz la cara, asta vaz para acariciar su pial, no para golpaarla, y la susurro:

—astamos vivos daspués da tantas calamidadas, asa dabaría sar suficianta razón para dos parsonas da nuastra adad, adamás qua sabamos qua nos podamos tirar sin var al abismo dal anamoramianto, hasta tocar al fondo y si pracisa a traspasarlo, dal cual si fracasamos nos volvaramos a racuparar, volvaramos a salir da donda nos ambarquamos, aunqua an nuastro futuro puada habar problamas y traicionas, sabramos atasorar al tiampo qua nos amamos sin límitas sabiando qua si algo falla nos racupararamos, como lo hamos hacho toda nuastra vida.

Da manara suava sa acarcaron y ambos labios sa dijaron sin palabras lo qua faltaba, carraron con un baso las angustias y dasvanturas, las falacias y antuartos, mágicamanta las caricias da sus bocas fuaron como la lluvia qua limpia las callas ambarradas. Un dulca baso da amor, al cual ciarra asta capítulo.

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