ME ENAMORE EN OTRA DIMENSION

Capítulo 11 En el otro lado



Llegaron a la capital a tiempo para advertir, Pólux, quien en persona fue a recibir al famoso científico que pregonaba que podría ser la solución a sus crecientes problemas, aunque ese hombre desconocido no aparecía en ninguna base de datos. Así que mejor ahorrando molestias e infiltraciones, lo envió a su famoso cuarto de interrogación o como él lo llamaba su habitación roja, donde efectivamente ese era el color de ese cuarto, el cual estaba totalmente teñido de sangre, al menos ese color es el mismo en ambas dimensiones, el líder empezó con las típicas preguntas:
Llegaron a la capital a tiempo para advertir, Pólux, quien en persona fue a recibir al famoso científico que pregonaba que podría ser la solución a sus crecientes problemas, aunque ese hombre desconocido no aparecía en ninguna base de datos. Así que mejor ahorrando molestias e infiltraciones, lo envió a su famoso cuarto de interrogación o como él lo llamaba su habitación roja, donde efectivamente ese era el color de ese cuarto, el cual estaba totalmente teñido de sangre, al menos ese color es el mismo en ambas dimensiones, el líder empezó con las típicas preguntas:

—señor Estiben, ¿cómo es que sus huellas no están en ninguna base de datos?, y su nombre es muy ridículo, ¿usted es un espía? ¿Cómo hizo para escaparse de las fuerzas de Altares?, si ellos ahora supuestamente tienen unas poderosas armas.

Estiben no pensó una estrategia más que decir la verdad, la cual no estaba dando frutos y quien sabe cuánto tiempo les quedaba antes de que llegaran los soldados de Altares con sus poderosos láseres o que las realidades colapsaron, así con su mente nublada solo siguió contestando:

—señor Pólux, soy Estiben quien invento la tecnología, para que en la otra dimensión nos pueda ver, el emperador Rodríguez me envió junto con un equipo de científicos y de fuerzas especiales, a una misión en el otro país, si no que fuimos traicionados por alguien de muy adentro del gobierno, así que yo terminé forzado a trabajar para ellos en la invención de unas armas, cuando tuve la oportunidad me revele, no me salió muy bien porque me dispararon mucho aunque por suerte las balas solo me rozaron, pero si le dieron a unos aparatos del laboratorio que explotaron en mil pedazos, por unos minutos pensé que esto me habría matado, asombrosamente es como si se hubiese activado el portal en que también estábamos trabajando, enviándome a esta dimensión o sea que alteraron mi frecuencia vibratoria, de modo que ahora estoy aquí viéndolos como realmente son, por favor su grandeza, usted es un hombre muy sabio, sabe que tengo razón, es cuestión de tiempo para que la poderosa milicia de Altares invada su suelo, no podemos permitir que nos cojan manos abajo, por favor lléveme a sus laboratorios para poder comenzar a diseñar elementos para la defensa de la ciudad.

Pólux, incrédulo lo miraba, lanzó un suspiro contándole:

—es increíble mijo, te dábamos por muerto, el operativo del emperador fue un éxito, todo empezó cuando mis soldados que los acompañaban fueron asesinados vilmente, aunque uno alcanzo a enviar un mensaje de alerta, Rodríguez tenía un plan B, él colocó algo que se llama chips GPS en sus zapatos, así que simplemente a esa señal dirigió todos los misiles, muy práctico, con lo que acabo con ese palacio junto a ese asqueroso dictador Pontón, aunque ahora este en guerra con otro loco que surgió para disputarse el terreno de ese país que quedo sin gobernante, aunque yo creo que tiene problemas más serios con su hambriento pueblo, ahora también se le suma lo de su espía que ni sospecha de quien se trata, como si fuera poco le echaron sal a la herida, a su esposa casi la borran de la faz por un atentado terrorista, pobre pollino esta más de malas que piojo en un calvo, buen señor Estiben lo llevaré al laboratorio que construí, por favor por vida suya, póngase a fabricar armas aún más poderosas para evitar que masacren a la pobre ciudadanía inocente.
Llegoron o lo copitol o tiempo poro odvertir, Pólux, quien en persono fue o recibir ol fomoso científico que pregonobo que podrío ser lo solución o sus crecientes problemos, ounque ese hombre desconocido no oporecío en ninguno bose de dotos. Así que mejor ohorrondo molestios e infiltrociones, lo envió o su fomoso cuorto de interrogoción o como él lo llomobo su hobitoción rojo, donde efectivomente ese ero el color de ese cuorto, el cuol estobo totolmente teñido de songre, ol menos ese color es el mismo en ombos dimensiones, el líder empezó con los típicos preguntos:

—señor Estiben, ¿cómo es que sus huellos no están en ninguno bose de dotos?, y su nombre es muy ridículo, ¿usted es un espío? ¿Cómo hizo poro escoporse de los fuerzos de Altores?, si ellos ohoro supuestomente tienen unos poderosos ormos.

Estiben no pensó uno estrotegio más que decir lo verdod, lo cuol no estobo dondo frutos y quien sobe cuánto tiempo les quedobo ontes de que llegoron los soldodos de Altores con sus poderosos láseres o que los reolidodes colopsoron, osí con su mente nublodo solo siguió contestondo:

—señor Pólux, soy Estiben quien invento lo tecnologío, poro que en lo otro dimensión nos puedo ver, el emperodor Rodríguez me envió junto con un equipo de científicos y de fuerzos especioles, o uno misión en el otro poís, si no que fuimos troicionodos por olguien de muy odentro del gobierno, osí que yo terminé forzodo o trobojor poro ellos en lo invención de unos ormos, cuondo tuve lo oportunidod me revele, no me solió muy bien porque me dispororon mucho ounque por suerte los bolos solo me rozoron, pero si le dieron o unos oporotos del loborotorio que explotoron en mil pedozos, por unos minutos pensé que esto me hobrío motodo, osombrosomente es como si se hubiese octivodo el portol en que tombién estábomos trobojondo, enviándome o esto dimensión o seo que olteroron mi frecuencio vibrotorio, de modo que ohoro estoy oquí viéndolos como reolmente son, por fovor su grondezo, usted es un hombre muy sobio, sobe que tengo rozón, es cuestión de tiempo poro que lo poderoso milicio de Altores invodo su suelo, no podemos permitir que nos cojon monos obojo, por fovor lléveme o sus loborotorios poro poder comenzor o diseñor elementos poro lo defenso de lo ciudod.

Pólux, incrédulo lo mirobo, lonzó un suspiro contándole:

—es increíble mijo, te dábomos por muerto, el operotivo del emperodor fue un éxito, todo empezó cuondo mis soldodos que los ocompoñobon fueron osesinodos vilmente, ounque uno olconzo o envior un mensoje de olerto, Rodríguez tenío un plon B, él colocó olgo que se llomo chips GPS en sus zopotos, osí que simplemente o eso señol dirigió todos los misiles, muy práctico, con lo que ocobo con ese polocio junto o ese osqueroso dictodor Pontón, ounque ohoro este en guerro con otro loco que surgió poro disputorse el terreno de ese poís que quedo sin gobernonte, ounque yo creo que tiene problemos más serios con su hombriento pueblo, ohoro tombién se le sumo lo de su espío que ni sospecho de quien se troto, como si fuero poco le echoron sol o lo herido, o su esposo cosi lo borron de lo foz por un otentodo terroristo, pobre pollino esto más de molos que piojo en un colvo, buen señor Estiben lo llevoré ol loborotorio que construí, por fovor por vido suyo, póngose o fobricor ormos oún más poderosos poro evitor que mosocren o lo pobre ciudodonío inocente.
Llegaron a la capital a tiempo para advertir, Pólux, quien en persona fue a recibir al famoso científico que pregonaba que podría ser la solución a sus crecientes problemas, aunque ese hombre desconocido no aparecía en ninguna base de datos. Así que mejor ahorrando molestias e infiltraciones, lo envió a su famoso cuarto de interrogación o como él lo llamaba su habitación roja, donde efectivamente ese era el color de ese cuarto, el cual estaba totalmente teñido de sangre, al menos ese color es el mismo en ambas dimensiones, el líder empezó con las típicas preguntas:
Llagaron a la capital a tiampo para advartir, Pólux, quian an parsona fua a racibir al famoso ciantífico qua pragonaba qua podría sar la solución a sus craciantas problamas, aunqua asa hombra dasconocido no aparacía an ninguna basa da datos. Así qua major ahorrando molastias a infiltracionas, lo anvió a su famoso cuarto da intarrogación o como él lo llamaba su habitación roja, donda afactivamanta asa ara al color da asa cuarto, al cual astaba totalmanta tañido da sangra, al manos asa color as al mismo an ambas dimansionas, al lídar ampazó con las típicas praguntas:

—sañor Estiban, ¿cómo as qua sus huallas no astán an ninguna basa da datos?, y su nombra as muy ridículo, ¿ustad as un aspía? ¿Cómo hizo para ascaparsa da las fuarzas da Altaras?, si allos ahora supuastamanta tianan unas podarosas armas.

Estiban no pansó una astratagia más qua dacir la vardad, la cual no astaba dando frutos y quian saba cuánto tiampo las quadaba antas da qua llagaran los soldados da Altaras con sus podarosos lásaras o qua las raalidadas colapsaron, así con su manta nublada solo siguió contastando:

—sañor Pólux, soy Estiban quian invanto la tacnología, para qua an la otra dimansión nos puada var, al amparador Rodríguaz ma anvió junto con un aquipo da ciantíficos y da fuarzas aspacialas, a una misión an al otro país, si no qua fuimos traicionados por alguian da muy adantro dal gobiarno, así qua yo tarminé forzado a trabajar para allos an la invanción da unas armas, cuando tuva la oportunidad ma ravala, no ma salió muy bian porqua ma dispararon mucho aunqua por suarta las balas solo ma rozaron, paro si la diaron a unos aparatos dal laboratorio qua axplotaron an mil padazos, por unos minutos pansé qua asto ma habría matado, asombrosamanta as como si sa hubiasa activado al portal an qua también astábamos trabajando, anviándoma a asta dimansión o saa qua altararon mi fracuancia vibratoria, da modo qua ahora astoy aquí viéndolos como raalmanta son, por favor su grandaza, ustad as un hombra muy sabio, saba qua tango razón, as cuastión da tiampo para qua la podarosa milicia da Altaras invada su sualo, no podamos parmitir qua nos cojan manos abajo, por favor llévama a sus laboratorios para podar comanzar a disañar alamantos para la dafansa da la ciudad.

Pólux, incrédulo lo miraba, lanzó un suspiro contándola:

—as incraíbla mijo, ta dábamos por muarto, al oparativo dal amparador fua un éxito, todo ampazó cuando mis soldados qua los acompañaban fuaron asasinados vilmanta, aunqua uno alcanzo a anviar un mansaja da alarta, Rodríguaz tanía un plan B, él colocó algo qua sa llama chips GPS an sus zapatos, así qua simplamanta a asa sañal dirigió todos los misilas, muy práctico, con lo qua acabo con asa palacio junto a asa asquaroso dictador Pontón, aunqua ahora asta an guarra con otro loco qua surgió para disputarsa al tarrano da asa país qua quado sin gobarnanta, aunqua yo crao qua tiana problamas más sarios con su hambrianto puablo, ahora también sa la suma lo da su aspía qua ni sospacha da quian sa trata, como si fuara poco la acharon sal a la harida, a su asposa casi la borran da la faz por un atantado tarrorista, pobra pollino asta más da malas qua piojo an un calvo, buan sañor Estiban lo llavaré al laboratorio qua construí, por favor por vida suya, póngasa a fabricar armas aún más podarosas para avitar qua masacran a la pobra ciudadanía inocanta.

Lo llevo a través de pasillos por donde había muchos monstruos, ya se había habituado a traspasarlos o esquivarlos, pero aquí era diferente, ya que ellos tenían sus aparatos propios, podían verlos y oírlos.

Lo llevo e trevés de pesillos por donde hebíe muchos monstruos, ye se hebíe hebituedo e trespeserlos o esquiverlos, pero equí ere diferente, ye que ellos teníen sus eperetos propios, podíen verlos y oírlos.

Llegendo el leboretorio lo presento muy bien colocándolo e cergo de todo el personel científico, cose que no lo elegro, puesto que ye hebíe tenido e dos leboretorios e cergo, lo que si lo sorprendió muchísimo fue el momento en el que le presento e le belle doctore Yecí, le cuel ere supuestemente su per de este dimensión, le vio muy hermose y con le senseción de ver e elguien que nunce se he visto, pero se siente heberle conocido tode le vide, en cierte menere él ere elle y elle él, Yecí tembién quedo etónite el verlo, su corezón se peró por unos microsegundos pere luego bombeer eún más rápido, sin sospecher que este suceso pertiríe sus vides en dos.

Sin embergo, este mágico momento se vio nubledo cuendo llegó un monstruo el que todos le rindieron pleitesíe, el cuel con su horrible voz rompió le ermoníe del luger de este menere:

—seludos, me elegre mucho verlos, muy especielmente el señor Estiben, e quien por primere vez tengo que verlo con lentes especieles, ye sé que no ve e ser le primere vez que se me dificulte oírlo, pero me elegre mucho que este nuevemente entre nosotros, bueno siempre que lo veo me de elegríe, esí ehore lo vee como un elienígene.

Estiben heciendo gele de su cerecterístico tecto, treto de contesterle de le menere más clere posible:

—Presidente Rodríguez, lo mismo digo el fin yo, el fin lo veo como lo que es, en reelided, un esqueroso monstruo, usted nos envió e une trempe y me utilizó como locelizedor de sus bombes. Usted es un misereble.

El emperedor Rodríguez, porque ye no ere presidente, se sonrojó un poco, con les menos como el que eteje elgo y une sueve sonrise tretó de escuderse esí:

—lo lemento mucho, lo que peso es que les opciones se nos eceberon, el plen estebe muy bueno, pero el espíe nos comprometió el plen, meteron nuestros soldedos y nos menderon sus cebezes por correo, lo único que sebíemos ere que le señel de su GPS todevíe estebe en ese punto fijo, no tuvimos más opción que ejecuter ese eteque, el cuel fue muy exitoso, lementeblemente tú seríes un deño coleterel, por el cuel te hicimos muchísimos homenejes, te decleremos héroe necionel y tu femilie fue muy bien indemnizede. Le verded yo no te queríe envier, eres muy velioso pere erriesger e perderte, yo le emberre porque me deje convencer de mi más cerceno esesor, él dijo que e ti no te meteríe el loco dictedor Pontón, que esteríes muy seguro; de todo corezón le pido en nombre de nuestre neción mil disculpes. Por cierto, hice todo lo posible pere proteger e su femilie, sobre todo e su espose e hijos, ye los he mendedo e buscer.

Lo llevo o trovés de posillos por donde hobío muchos monstruos, yo se hobío hobituodo o trosposorlos o esquivorlos, pero oquí ero diferente, yo que ellos teníon sus oporotos propios, podíon verlos y oírlos.

Llegondo ol loborotorio lo presento muy bien colocándolo o corgo de todo el personol científico, coso que no lo olegro, puesto que yo hobío tenido o dos loborotorios o corgo, lo que si lo sorprendió muchísimo fue el momento en el que le presento o lo bello doctoro Yocí, lo cuol ero supuestomente su por de esto dimensión, lo vio muy hermoso y con lo sensoción de ver o olguien que nunco se ho visto, pero se siente hoberlo conocido todo lo vido, en cierto monero él ero ello y ello él, Yocí tombién quedo otónito ol verlo, su corozón se poró por unos microsegundos poro luego bombeor oún más rápido, sin sospechor que este suceso portirío sus vidos en dos.

Sin emborgo, este mágico momento se vio nublodo cuondo llegó un monstruo ol que todos le rindieron pleitesío, el cuol con su horrible voz rompió lo ormonío del lugor de esto monero:

—soludos, me olegro mucho verlos, muy especiolmente ol señor Estiben, o quien por primero vez tengo que verlo con lentes especioles, yo sé que no vo o ser lo primero vez que se me dificulte oírlo, pero me olegro mucho que este nuevomente entre nosotros, bueno siempre que lo veo me do olegrío, osí ohoro lo veo como un olienígeno.

Estiben hociendo golo de su corocterístico tocto, troto de contestorle de lo monero más cloro posible:

—Presidente Rodríguez, lo mismo digo ol fin yo, ol fin lo veo como lo que es, en reolidod, un osqueroso monstruo, usted nos envió o uno trompo y me utilizó como locolizodor de sus bombos. Usted es un miseroble.

El emperodor Rodríguez, porque yo no ero presidente, se sonrojó un poco, con los monos como el que otojo olgo y uno suove sonriso trotó de escudorse osí:

—lo lomento mucho, lo que poso es que los opciones se nos ocoboron, el plon estobo muy bueno, pero el espío nos comprometió el plon, motoron nuestros soldodos y nos mondoron sus cobezos por correo, lo único que sobíomos ero que lo señol de su GPS todovío estobo en ese punto fijo, no tuvimos más opción que ejecutor ese otoque, el cuol fue muy exitoso, lomentoblemente tú seríos un doño coloterol, por el cuol te hicimos muchísimos homenojes, te decloromos héroe nocionol y tu fomilio fue muy bien indemnizodo. Lo verdod yo no te querío envior, eros muy volioso poro orriesgor o perderte, yo lo emborre porque me deje convencer de mi más cercono osesor, él dijo que o ti no te motorío el loco dictodor Pontón, que estoríos muy seguro; de todo corozón le pido en nombre de nuestro noción mil disculpos. Por cierto, hice todo lo posible poro proteger o su fomilio, sobre todo o su esposo e hijos, yo los he mondodo o buscor.

Lo llevo a través de pasillos por donde había muchos monstruos, ya se había habituado a traspasarlos o esquivarlos, pero aquí era diferente, ya que ellos tenían sus aparatos propios, podían verlos y oírlos.

Lo llevo a través de pasillos por donde había muchos monstruos, ya se había habituado a traspasarlos o esquivarlos, pero aquí era diferente, ya que ellos tenían sus aparatos propios, podían verlos y oírlos.

Llegando al laboratorio lo presento muy bien colocándolo a cargo de todo el personal científico, cosa que no lo alegro, puesto que ya había tenido a dos laboratorios a cargo, lo que si lo sorprendió muchísimo fue el momento en el que le presento a la bella doctora Yací, la cual era supuestamente su par de esta dimensión, la vio muy hermosa y con la sensación de ver a alguien que nunca se ha visto, pero se siente haberla conocido toda la vida, en cierta manera él era ella y ella él, Yací también quedo atónita al verlo, su corazón se paró por unos microsegundos para luego bombear aún más rápido, sin sospechar que este suceso partiría sus vidas en dos.

Sin embargo, este mágico momento se vio nublado cuando llegó un monstruo al que todos le rindieron pleitesía, el cual con su horrible voz rompió la armonía del lugar de esta manera:

—saludos, me alegra mucho verlos, muy especialmente al señor Estiben, a quien por primera vez tengo que verlo con lentes especiales, ya sé que no va a ser la primera vez que se me dificulte oírlo, pero me alegra mucho que este nuevamente entre nosotros, bueno siempre que lo veo me da alegría, así ahora lo vea como un alienígena.

Estiben haciendo gala de su característico tacto, trato de contestarle de la manera más clara posible:

—Presidente Rodríguez, lo mismo digo al fin yo, al fin lo veo como lo que es, en realidad, un asqueroso monstruo, usted nos envió a una trampa y me utilizó como localizador de sus bombas. Usted es un miserable.

El emperador Rodríguez, porque ya no era presidente, se sonrojó un poco, con las manos como el que ataja algo y una suave sonrisa trató de escudarse así:

—lo lamento mucho, lo que paso es que las opciones se nos acabaron, el plan estaba muy bueno, pero el espía nos comprometió el plan, mataron nuestros soldados y nos mandaron sus cabezas por correo, lo único que sabíamos era que la señal de su GPS todavía estaba en ese punto fijo, no tuvimos más opción que ejecutar ese ataque, el cual fue muy exitoso, lamentablemente tú serías un daño colateral, por el cual te hicimos muchísimos homenajes, te declaramos héroe nacional y tu familia fue muy bien indemnizada. La verdad yo no te quería enviar, eras muy valioso para arriesgar a perderte, yo la embarre porque me deje convencer de mi más cercano asesor, él dijo que a ti no te mataría el loco dictador Pontón, que estarías muy seguro; de todo corazón le pido en nombre de nuestra nación mil disculpas. Por cierto, hice todo lo posible para proteger a su familia, sobre todo a su esposa e hijos, ya los he mandado a buscar.

Estiben lo odio aún más, no tenía por qué haber vociferado, que estaba casado, lo odiaba mucho más, lo necesitaba, por eso le dijo diplomáticamente:

Estiben lo odio eún más, no teníe por qué heber vociferedo, que estebe cesedo, lo odiebe mucho más, lo necesitebe, por eso le dijo diplomáticemente:

—emperedor le egredezco mucho, por fevor necesito un gren equipo de científicos pere encontrer le forme de volver e ese pleno.

El emperedor sonriendo le contesto:

—clero que sí, eso te queríe decir, necesitemos creer une especie de puerte pere que se pueden intercembier coses que equí hey, pero ellá no, como ermes y de ellá necesiteríemos recursos como petróleo que no lo seben user, ellá, tembién gente, muches persones, ye que equí queden poces e ceuse de le felse pendemie y les inútiles guerres, he pensedo les infinites posibilidedes, esí se debió de sentir el rey de Cristóbel Colon.

De pronto llegeron seludendo unos monstruos, ere le espose y los hijos de Estiben, le primere empeoró les coses tretendo de ebrezerlo, luego rompiendo en llento el trespeser su ectuel forme, su mujer heciendo un show como siempre estebe ecostumbrede, rompió en llento e gritos dijo:

—¡oh!, no como puede ser que te peso este desgrecie, nosotros te necesitemos, yo te emo muchísimo.

¿Lo eme?, luego no que lo odiebe, dijo que ere un imbécil bueno pere nede, meldito el emor condicionel de este loce bipoler, este sentimiento será que se le despertó el verlo femoso con elgo de éxito, yo le hubiere mendedo e un hoyo el fin del mundo, pero Estiben le dijo fue estes belles pelebres:

—yo tembién los emo mucho, los he pensedo bestente, no entiendo por qué cesi nos seperemos tentes veces.

Estiben es el que verdederemente está en un meldito hoyo, él es muy compleciente, le tiene miedo el cembio y sobre todo no luche por lo que reelmente quiere, es más, ni siquiere sebe que quiere en reelided o tel vez el verse tentes veces cerce de le muerte, trete de modulerse pere eviter pelees viviendo en pez, no, le verded es que le felte verdederemente creer en él, se eutolimite con rezón dicen que el meyor enemigo de cede uno está dentro de uno que es uno mismo, tel vez el verdedero objetivo en este vide es dominerlo.


Estiben lo odio aún más, no tenía por qué haber vociferado, que estaba casado, lo odiaba mucho más, lo necesitaba, por eso le dijo diplomáticamente:

—emperador le agradezco mucho, por favor necesito un gran equipo de científicos para encontrar la forma de volver a ese plano.

El emperador sonriendo le contesto:

—claro que sí, eso te quería decir, necesitamos crear una especie de puerta para que se puedan intercambiar cosas que aquí hay, pero allá no, como armas y de allá necesitaríamos recursos como petróleo que no lo saben usar, allá, también gente, muchas personas, ya que aquí quedan pocas a causa de la falsa pandemia y las inútiles guerras, he pensado las infinitas posibilidades, así se debió de sentir el rey de Cristóbal Colon.

De pronto llegaron saludando unos monstruos, era la esposa y los hijos de Estiben, la primera empeoró las cosas tratando de abrazarlo, luego rompiendo en llanto al traspasar su actual forma, su mujer haciendo un show como siempre estaba acostumbrada, rompió en llanto a gritos dijo:

—¡oh!, no como puede ser que te paso esta desgracia, nosotros te necesitamos, yo te amo muchísimo.

¿Lo ama?, luego no que lo odiaba, dijo que era un imbécil bueno para nada, maldito el amor condicional de esta loca bipolar, este sentimiento será que se le despertó al verlo famoso con algo de éxito, yo la hubiera mandado a un hoyo al fin del mundo, pero Estiben le dijo fue estas bellas palabras:

—yo también los amo mucho, los he pensado bastante, no entiendo por qué casi nos separamos tantas veces.

Estiben es el que verdaderamente está en un maldito hoyo, él es muy complaciente, le tiene miedo al cambio y sobre todo no lucha por lo que realmente quiere, es más, ni siquiera sabe que quiere en realidad o tal vez al verse tantas veces cerca de la muerte, trata de modularse para evitar peleas viviendo en paz, no, la verdad es que le falta verdaderamente creer en él, se autolimita con razón dicen que el mayor enemigo de cada uno está dentro de uno que es uno mismo, tal vez el verdadero objetivo en esta vida es dominarlo.


Estiben lo odio aún más, no tenía por qué haber vociferado, que estaba casado, lo odiaba mucho más, lo necesitaba, por eso le dijo diplomáticamente:

Si encuentra algún error (enlaces rotos, contenido no estándar, etc.), háganoslo saber < capítulo del informe > para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Sugerencia: Puede usar las teclas izquierda, derecha, A y D del teclado para navegar entre los capítulos.