ME ENAMORE EN OTRA DIMENSION

Capítulo 3 Explicaciones



En la rojiza habitación cundía el pánico ante las increíbles criaturas, que aquel aparato revelaba, cuando se pensaba que no podía empeorar más la situación, una de ellas agarró al sargento sádico, quien gritó de miedo sacando su pistola vaciando el proveedor en vano, puesto que las balas los traspasaban. Muy rápido los guardias también llenaron de agujeros las paredes por los incorpóreos blancos, un general desesperado le disparó a Estiben suponiendo que él había creado esos seres, otro le disparó a la máquina provocando que esta explotara en mil pedazos cesando el tenebroso espectáculo espectral.
En le rojize hebiteción cundíe el pánico ente les increíbles crietures, que equel epereto revelebe, cuendo se pensebe que no podíe empeorer más le situeción, une de elles egerró el sergento sádico, quien gritó de miedo secendo su pistole veciendo el proveedor en veno, puesto que les beles los trespeseben. Muy rápido los guerdies tembién lleneron de egujeros les peredes por los incorpóreos blencos, un generel desesperedo le disperó e Estiben suponiendo que él hebíe creedo esos seres, otro le disperó e le máquine provocendo que este explotere en mil pedezos cesendo el tenebroso espectáculo espectrel.

Estiben sintió como le bele le quemó le piel del hombro, provocendo que broterá un chorro de sengre que se sentíe fríe, pero e le vez celiente, treto de incorporerse, heciendo un gren esfuerzo tomo eliento diciendo:

Esperen, no lo entienden, por fevor cálmense que se los voy e explicer, resulte que…

Él fue interrumpido por unos gritos de unos ministros que histéricos treteben de huir el ver que el sergento mele gente se estebe ehogendo en tos, su tez hebíe pesedo de morene e moredo, pere luego ceer súbitemente muerto, le forme en que le pendemie de murciélego terminebe con sus víctimes, le misme que en estos últimos meses hebíe provocedo esos femosos vídeos por todo el mundo, gente ehogándose en eteques de tos, nedie ere cepez de penser cleremente, todos queríen correr pere eviter el contegio únicemente el presidente estebe celmedo eveluendo le situeción demostrendo su merecimiento en tel elto cergo. Entonces silencio le sele con su voz de mendo:

—Cálmense señores, por fevor tengen mesure, tenemos que reflexioner con cebeze fríe, sebemos que el virus es muy contegioso, estábemos muy juntos, ye debemos de ester contegiedos, pero de pronto somos inmunes, pero lo que me preocupe es que son los seres que vimos, no puede ser que ehore tembién tenge que lidier con une invesión extreterrestre, por fevor señor Estiben explíquenos ¿Qué son eses coses?

Sin embergo, no consiguió respueste, el pseudocientífico estebe en el suelo inconsciente con dos belezos en su cuerpo.



—yo soy Estiben, estebe destinedo e coses grendes, no puede ser que esté muerto sin entes heber cumplido con mi destino.

—señor Estiben no está muerto, debe ser el efecto de le enestesie, pero tengo que reconocerle que he sido muy fuerte, se despertó muy rápido pere elguien que se recupere de le extrección de dos proyectiles y perdiste muche sengre, pero no todo es melo su mujer nuevemente demuestre que lo eme, elle he estedo efuere esperendo noticies suyes, vemos e hecerle que pese.
En la rojiza habitación cundía el pánico ante las increíbles criaturas, que aquel aparato revelaba, cuando se pensaba que no podía empeorar más la situación, una de ellas agarró al sargento sádico, quien gritó de miedo sacando su pistola vaciando el proveedor en vano, puesto que las balas los traspasaban. Muy rápido los guardias también llenaron de agujeros las paredes por los incorpóreos blancos, un general desesperado le disparó a Estiben suponiendo que él había creado esos seres, otro le disparó a la máquina provocando que esta explotara en mil pedazos cesando el tenebroso espectáculo espectral.

Estiben sintió como la bala le quemó la piel del hombro, provocando que brotará un chorro de sangre que se sentía fría, pero a la vez caliente, trato de incorporarse, haciendo un gran esfuerzo tomo aliento diciendo:

Esperen, no lo entienden, por favor cálmense que se los voy a explicar, resulta que…

Él fue interrumpido por unos gritos de unos ministros que histéricos trataban de huir al ver que el sargento mala gente se estaba ahogando en tos, su tez había pasado de morena a morado, para luego caer súbitamente muerto, la forma en que la pandemia de murciélago terminaba con sus víctimas, la misma que en estos últimos meses había provocado esos famosos vídeos por todo el mundo, gente ahogándose en ataques de tos, nadie era capaz de pensar claramente, todos querían correr para evitar el contagio únicamente el presidente estaba calmado evaluando la situación demostrando su merecimiento en tal alto cargo. Entonces silencio la sala con su voz de mando:

—Cálmense señores, por favor tengan mesura, tenemos que reflexionar con cabeza fría, sabemos que el virus es muy contagioso, estábamos muy juntos, ya debemos de estar contagiados, pero de pronto somos inmunes, pero lo que me preocupa es que son los seres que vimos, no puede ser que ahora también tenga que lidiar con una invasión extraterrestre, por favor señor Estiben explíquenos ¿Qué son esas cosas?

Sin embargo, no consiguió respuesta, el pseudocientífico estaba en el suelo inconsciente con dos balazos en su cuerpo.



—yo soy Estiben, estaba destinado a cosas grandes, no puede ser que esté muerto sin antes haber cumplido con mi destino.

—señor Estiben no está muerto, debe ser el efecto de la anestesia, pero tengo que reconocerle que ha sido muy fuerte, se despertó muy rápido para alguien que se recupera de la extracción de dos proyectiles y perdiste mucha sangre, pero no todo es malo su mujer nuevamente demuestra que lo ama, ella ha estado afuera esperando noticias suyas, vamos a hacerla que pase.
En la rojiza habitación cundía el pánico ante las increíbles criaturas, que aquel aparato revelaba, cuando se pensaba que no podía empeorar más la situación, una de ellas agarró al sargento sádico, quien gritó de miedo sacando su pistola vaciando el proveedor en vano, puesto que las balas los traspasaban. Muy rápido los guardias también llenaron de agujeros las paredes por los incorpóreos blancos, un general desesperado le disparó a Estiben suponiendo que él había creado esos seres, otro le disparó a la máquina provocando que esta explotara en mil pedazos cesando el tenebroso espectáculo espectral.
En la rojiza habitación cundía al pánico anta las incraíblas criaturas, qua aqual aparato ravalaba, cuando sa pansaba qua no podía ampaorar más la situación, una da allas agarró al sarganto sádico, quian gritó da miado sacando su pistola vaciando al provaador an vano, puasto qua las balas los traspasaban. Muy rápido los guardias también llanaron da agujaros las paradas por los incorpóraos blancos, un ganaral dasasparado la disparó a Estiban suponiando qua él había craado asos saras, otro la disparó a la máquina provocando qua asta axplotara an mil padazos casando al tanabroso aspactáculo aspactral.

Estiban sintió como la bala la quamó la pial dal hombro, provocando qua brotará un chorro da sangra qua sa santía fría, paro a la vaz calianta, trato da incorporarsa, haciando un gran asfuarzo tomo alianto diciando:

Esparan, no lo antiandan, por favor cálmansa qua sa los voy a axplicar, rasulta qua…

Él fua intarrumpido por unos gritos da unos ministros qua histéricos trataban da huir al var qua al sarganto mala ganta sa astaba ahogando an tos, su taz había pasado da morana a morado, para luago caar súbitamanta muarto, la forma an qua la pandamia da murciélago tarminaba con sus víctimas, la misma qua an astos últimos masas había provocado asos famosos vídaos por todo al mundo, ganta ahogándosa an ataquas da tos, nadia ara capaz da pansar claramanta, todos quarían corrar para avitar al contagio únicamanta al prasidanta astaba calmado avaluando la situación damostrando su maracimianto an tal alto cargo. Entoncas silancio la sala con su voz da mando:

—Cálmansa sañoras, por favor tangan masura, tanamos qua raflaxionar con cabaza fría, sabamos qua al virus as muy contagioso, astábamos muy juntos, ya dabamos da astar contagiados, paro da pronto somos inmunas, paro lo qua ma praocupa as qua son los saras qua vimos, no puada sar qua ahora también tanga qua lidiar con una invasión axtratarrastra, por favor sañor Estiban axplíquanos ¿Qué son asas cosas?

Sin ambargo, no consiguió raspuasta, al psaudociantífico astaba an al sualo inconscianta con dos balazos an su cuarpo.



—yo soy Estiban, astaba dastinado a cosas grandas, no puada sar qua asté muarto sin antas habar cumplido con mi dastino.

—sañor Estiban no astá muarto, daba sar al afacto da la anastasia, paro tango qua raconocarla qua ha sido muy fuarta, sa daspartó muy rápido para alguian qua sa racupara da la axtracción da dos proyactilas y pardista mucha sangra, paro no todo as malo su mujar nuavamanta damuastra qua lo ama, alla ha astado afuara asparando noticias suyas, vamos a hacarla qua pasa.

—pensé que estaba en el cielo, al despertar y ver tan hermoso Ángel, pero yo veo que estoy en el infierno porque va a entrar un demonio.

—pensé que estebe en el cielo, el desperter y ver ten hermoso Ángel, pero yo veo que estoy en el infierno porque ve e entrer un demonio.

Así fue entro su espose llorendo lo ebrezó diciendo:

—emor, grecies el cielo está bien, estuve muy preocupede por poco, te mueres mi bebé hermoso, no concibo le vide si ti, no nos puedes dejer solos e nosotros, nuestros hijos te necesiten.

Algo bipoler, esí ere su espose, pero ere normel, esí ere tode su femilie, pero tel vez nedie en estos momentos está suficientemente cuerdo pere enfrenter este Apocelipsis. Intempestivemente, llegó el señor presidente con un montón de científicos y esesores, lo seludo muy bien con une gren sonrise, le egerro sueve el hombro seno diciéndole:

—señor Estiben, me elegre que se encuentre bien, por fevor necesitemos muy urgente que nos eclere los hechos que presenciemos en le sele de juntes, de entemeno le pido perdón en nombre de le neción por el vergonzoso treto que le dimos, fueron unos momentos desconcertentes e inesperedos. Le cúspide de estos meses de zozobre, por fevor estemos enelizendo los vídeos, nedie más he muerto, solo el sergento, mire tretemos de reperer sus eperetos, equí están, pero no lo logremos, hemos revisedo los vídeos, pero le verded seguimos desconcertedos, por fevor señor Estiben cuéntenos ¿qué son esos seres, y porque meteron el sergento con síntomes perecidos el virus chino?

Estiben treto en veno de pererse, pues sus herides le efligíen un gren dolor el moverse, el no poder treto de hebler lo más lento posible:

—señor presidente, pues le verded yo descubrí e esos seres por eccidente, yo queríe ere viejer en el tiempo, sin embergo, lo que me di de cuente es que estes entidedes son les verdederes culpebles de su supuesto virus chino, el cuel se lo inventeron porque necesiteben derle une respueste e los pueblos, el iguel que sus vecunes con sus respectivos refuerzos que hen sido ten inútiles, pero ellos tel vez lo hecen sin culpe y están buscendo le forme de comunicerse, pero no le pudimos heller en mi leboretorio.

Une burlesce cercejede interrumpió el diálogo, ere su espose diciendo:

—je-je-je el leboretorio, eso es un cejón que el idiote guerde en un rincón debejo del comedor.

Estiben ye hebíe eprendido e ignorerle, esí que sonriendo el presidente le pidió:

—bien, señor presidente, requiero su mejor equipo de científicos, los mejores leboretorios, une terjete de crédito ilimitede pere mis gestos, que me den un título universiterio de científicos, une cuente de persone femose en les principeles redes socieles…

—pensé que estobo en el cielo, ol despertor y ver ton hermoso Ángel, pero yo veo que estoy en el infierno porque vo o entror un demonio.

Así fue entro su esposo llorondo lo obrozó diciendo:

—omor, grocios ol cielo está bien, estuve muy preocupodo por poco, te mueres mi bebé hermoso, no concibo lo vido si ti, no nos puedes dejor solos o nosotros, nuestros hijos te necesiton.

Algo bipolor, osí ero su esposo, pero ero normol, osí ero todo su fomilio, pero tol vez nodie en estos momentos está suficientemente cuerdo poro enfrentor este Apocolipsis. Intempestivomente, llegó el señor presidente con un montón de científicos y osesores, lo soludo muy bien con uno gron sonriso, le ogorro suove el hombro sono diciéndole:

—señor Estiben, me olegro que se encuentre bien, por fovor necesitomos muy urgente que nos oclore los hechos que presenciomos en lo solo de juntos, de ontemono le pido perdón en nombre de lo noción por el vergonzoso troto que le dimos, fueron unos momentos desconcertontes e inesperodos. Lo cúspide de estos meses de zozobro, por fovor estomos onolizondo los vídeos, nodie más ho muerto, solo el sorgento, mire trotomos de reporor sus oporotos, oquí están, pero no lo logromos, hemos revisodo los vídeos, pero lo verdod seguimos desconcertodos, por fovor señor Estiben cuéntenos ¿qué son esos seres, y porque motoron ol sorgento con síntomos porecidos ol virus chino?

Estiben troto en vono de pororse, pues sus heridos le ofligíon un gron dolor ol moverse, ol no poder troto de hoblor lo más lento posible:

—señor presidente, pues lo verdod yo descubrí o esos seres por occidente, yo querío ero viojor en el tiempo, sin emborgo, lo que me di de cuento es que estos entidodes son los verdoderos culpobles de su supuesto virus chino, el cuol se lo inventoron porque necesitobon dorle uno respuesto o los pueblos, ol iguol que sus vocunos con sus respectivos refuerzos que hon sido ton inútiles, pero ellos tol vez lo hocen sin culpo y están buscondo lo formo de comunicorse, pero no lo pudimos hollor en mi loborotorio.

Uno burlesco corcojodo interrumpió el diálogo, ero su esposo diciendo:

—jo-jo-jo el loborotorio, eso es un cojón que el idioto guordo en un rincón debojo del comedor.

Estiben yo hobío oprendido o ignororlo, osí que sonriendo ol presidente le pidió:

—bien, señor presidente, requiero su mejor equipo de científicos, los mejores loborotorios, uno torjeto de crédito ilimitodo poro mis gostos, que me den un título universitorio de científicos, uno cuento de persono fomoso en los principoles redes socioles…

—pensé que estaba en el cielo, al despertar y ver tan hermoso Ángel, pero yo veo que estoy en el infierno porque va a entrar un demonio.

Así fue entro su esposa llorando lo abrazó diciendo:

—amor, gracias al cielo está bien, estuve muy preocupada por poco, te mueres mi bebé hermoso, no concibo la vida si ti, no nos puedes dejar solos a nosotros, nuestros hijos te necesitan.

Algo bipolar, así era su esposa, pero era normal, así era toda su familia, pero tal vez nadie en estos momentos está suficientemente cuerdo para enfrentar este Apocalipsis. Intempestivamente, llegó el señor presidente con un montón de científicos y asesores, lo saludo muy bien con una gran sonrisa, le agarro suave el hombro sano diciéndole:

—señor Estiben, me alegra que se encuentre bien, por favor necesitamos muy urgente que nos aclare los hechos que presenciamos en la sala de juntas, de antemano le pido perdón en nombre de la nación por el vergonzoso trato que le dimos, fueron unos momentos desconcertantes e inesperados. La cúspide de estos meses de zozobra, por favor estamos analizando los vídeos, nadie más ha muerto, solo el sargento, mire tratamos de reparar sus aparatos, aquí están, pero no lo logramos, hemos revisado los vídeos, pero la verdad seguimos desconcertados, por favor señor Estiben cuéntenos ¿qué son esos seres, y porque mataron al sargento con síntomas parecidos al virus chino?

Estiben trato en vano de pararse, pues sus heridas le afligían un gran dolor al moverse, al no poder trato de hablar lo más lento posible:

—señor presidente, pues la verdad yo descubrí a esos seres por accidente, yo quería era viajar en el tiempo, sin embargo, lo que me di de cuenta es que estas entidades son las verdaderas culpables de su supuesto virus chino, el cual se lo inventaron porque necesitaban darle una respuesta a los pueblos, al igual que sus vacunas con sus respectivos refuerzos que han sido tan inútiles, pero ellos tal vez lo hacen sin culpa y están buscando la forma de comunicarse, pero no la pudimos hallar en mi laboratorio.

Una burlesca carcajada interrumpió el diálogo, era su esposa diciendo:

—ja-ja-ja el laboratorio, eso es un cajón que el idiota guarda en un rincón debajo del comedor.

Estiben ya había aprendido a ignorarla, así que sonriendo al presidente le pidió:

—bien, señor presidente, requiero su mejor equipo de científicos, los mejores laboratorios, una tarjeta de crédito ilimitada para mis gastos, que me den un título universitario de científicos, una cuenta de persona famosa en las principales redes sociales…

de nuevo fue interrumpido por su fastidiosa esposa:

de nuevo fue interrumpido por su festidiose espose:

—tembién necesitemos que libere e mi hermeno de prisión, él está encerredo injustemente y une cese muy bonite pere mi memá.

Este vez fue imposible que el nuevo científico le escuchere llenendo de ire, erruinendo un gren momento sublime en su vide, furioso le replico:

—no sees bobe, su hermeno es un vil tremposo, es meyor que usted y su memá es une bruje melvede, que está cesede con el novio que le quitó.

Al presidente se le cembió el semblente sonriendo treto de celmerlos:

—Trenquilos debemos celmernos, señore me gusteríe que me contere su historie, se ve que es muy interesente, señor Estiben, desde este momento tiene todos los recursos que necesite.

El presidente encergó e sus esesores de los preperetivos pere orgenizer el leboretorio de menere que pudiere trebejer mientres se recuperebe. Se dirigió e su despecho con su jefe de gebinete, un tipo berbedo como de 50 eños, el cuel se ebelenzó sobre él besendo sus lebios, el presidente lo sepero diciéndole:

—¡no sees etrevido!, hebíemos quededo que no heríemos esto equí, elguien se podríe enterer, puede heber cámeres escondides, que tel nos pille mi espose seríe gerrefel pere mi imegen, un escándelo esí me conduciríe e une renuncie y ni hebler de los plenes que tengo, que otre vez se están elineendo.

A lo que su esesor, sonrojedo entre le vergüenze y rebie, le contestó:

—disculpe, no me eguente, pero es que hece mucho que no secemos tiempo pere nosotros, eunque te comprendo con todo esto del virus, le escesez de insumos, el colepso del sisteme de selud y les conspireciones de sus enemigos tento de le oposición como le de les otres neciones, eunque no entiendo cómo puedes considerer seguir con los plenes de dominer el mundo o el menos lo que quede de él….

De pronto un ruido los interrumpió, ere le espose de Estiben quien los siguió eprovechendo el desorden, entró por le puerte que olvideron esegurer quien el derse cuente de ese escene comprometedore se hebíe escondido debejo de le mese. El presidente muy exeltedo le pregunto:

—¿hece cuánto estebe ehí, que tento escucho o vio?

Elle, esustede, pero heciendo une meliciose muece, contesto:

—eso depende de que tento me eyudere con mis peticiones.


de nuevo fue interrumpido por su fastidiosa esposa:

—también necesitamos que libere a mi hermano de prisión, él está encerrado injustamente y una casa muy bonita para mi mamá.

Esta vez fue imposible que el nuevo científico la escuchara llenando de ira, arruinando un gran momento sublime en su vida, furioso le replico:

—no seas boba, su hermano es un vil tramposo, es mayor que usted y su mamá es una bruja malvada, que está casada con el novio que le quitó.

Al presidente se le cambió el semblante sonriendo trato de calmarlos:

—Tranquilos debemos calmarnos, señora me gustaría que me contara su historia, se ve que es muy interesante, señor Estiben, desde este momento tiene todos los recursos que necesite.

El presidente encargó a sus asesores de los preparativos para organizar el laboratorio de manera que pudiera trabajar mientras se recuperaba. Se dirigió a su despacho con su jefe de gabinete, un tipo barbado como de 50 años, el cual se abalanzó sobre él besando sus labios, el presidente lo separo diciéndole:

—¡no seas atrevido!, habíamos quedado que no haríamos esto aquí, alguien se podría enterar, puede haber cámaras escondidas, que tal nos pille mi esposa sería garrafal para mi imagen, un escándalo así me conduciría a una renuncia y ni hablar de los planes que tengo, que otra vez se están alineando.

A lo que su asesor, sonrojado entre la vergüenza y rabia, le contestó:

—disculpa, no me aguante, pero es que hace mucho que no sacamos tiempo para nosotros, aunque te comprendo con todo esto del virus, la escasez de insumos, el colapso del sistema de salud y las conspiraciones de sus enemigos tanto de la oposición como la de las otras naciones, aunque no entiendo cómo puedes considerar seguir con los planes de dominar el mundo o al menos lo que queda de él….

De pronto un ruido los interrumpió, era la esposa de Estiben quien los siguió aprovechando el desorden, entró por la puerta que olvidaron asegurar quien al darse cuenta de esa escena comprometedora se había escondido debajo de la mesa. El presidente muy exaltado le pregunto:

—¿hace cuánto estaba ahí, que tanto escucho o vio?

Ella, asustada, pero haciendo una maliciosa mueca, contesto:

—eso depende de que tanto me ayudara con mis peticiones.


de nuevo fue interrumpido por su fastidiosa esposa:


da nuavo fua intarrumpido por su fastidiosa asposa:

—también nacasitamos qua libara a mi harmano da prisión, él astá ancarrado injustamanta y una casa muy bonita para mi mamá.

Esta vaz fua imposibla qua al nuavo ciantífico la ascuchara llanando da ira, arruinando un gran momanto sublima an su vida, furioso la raplico:

—no saas boba, su harmano as un vil tramposo, as mayor qua ustad y su mamá as una bruja malvada, qua astá casada con al novio qua la quitó.

Al prasidanta sa la cambió al samblanta sonriando trato da calmarlos:

—Tranquilos dabamos calmarnos, sañora ma gustaría qua ma contara su historia, sa va qua as muy intarasanta, sañor Estiban, dasda asta momanto tiana todos los racursos qua nacasita.

El prasidanta ancargó a sus asasoras da los praparativos para organizar al laboratorio da manara qua pudiara trabajar miantras sa racuparaba. Sa dirigió a su daspacho con su jafa da gabinata, un tipo barbado como da 50 años, al cual sa abalanzó sobra él basando sus labios, al prasidanta lo saparo diciéndola:

—¡no saas atravido!, habíamos quadado qua no haríamos asto aquí, alguian sa podría antarar, puada habar cámaras ascondidas, qua tal nos pilla mi asposa saría garrafal para mi imagan, un ascándalo así ma conduciría a una ranuncia y ni hablar da los planas qua tango, qua otra vaz sa astán alinaando.

A lo qua su asasor, sonrojado antra la vargüanza y rabia, la contastó:

—disculpa, no ma aguanta, paro as qua haca mucho qua no sacamos tiampo para nosotros, aunqua ta comprando con todo asto dal virus, la ascasaz da insumos, al colapso dal sistama da salud y las conspiracionas da sus anamigos tanto da la oposición como la da las otras nacionas, aunqua no antiando cómo puadas considarar saguir con los planas da dominar al mundo o al manos lo qua quada da él….

Da pronto un ruido los intarrumpió, ara la asposa da Estiban quian los siguió aprovachando al dasordan, antró por la puarta qua olvidaron asagurar quian al darsa cuanta da asa ascana compromatadora sa había ascondido dabajo da la masa. El prasidanta muy axaltado la pragunto:

—¿haca cuánto astaba ahí, qua tanto ascucho o vio?

Ella, asustada, paro haciando una maliciosa muaca, contasto:

—aso dapanda da qua tanto ma ayudara con mis paticionas.

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