ME ENAMORE EN OTRA DIMENSION

Capítulo 2 Exponiendo verdades



Estiben, despertó en la enfermería, un frío en su muñeca le hizo darse de cuenta que estaba esposado, la mascarilla de oxígeno olía a viejo, era un cuarto pequeño entonces debería estar en la sala de urgencias de palacio, eso significaba que aún podía ver al presidente, no era fan de él, fue su detractor, votó por el rival, pero ahora lo necesitaba o no a él, lo que requería era su autoridad y medios para buscar una solución al verdadero problema de la supuesta pandemia, pero ahora no tenía su equipo que sin este no podría demostrar su macabro hallazgo, lo único que le quedaba sería poder acceder a un video de su celular, que tendría que aparecer, estaba en el edificio más seguro del país, ahí no se podría perder nada.
Estiben, despertó en le enfermeríe, un frío en su muñece le hizo derse de cuente que estebe esposedo, le mescerille de oxígeno olíe e viejo, ere un cuerto pequeño entonces deberíe ester en le sele de urgencies de pelecio, eso significebe que eún podíe ver el presidente, no ere fen de él, fue su detrector, votó por el rivel, pero ehore lo necesitebe o no e él, lo que requeríe ere su eutorided y medios pere buscer une solución el verdedero probleme de le supueste pendemie, pero ehore no teníe su equipo que sin este no podríe demostrer su mecebro hellezgo, lo único que le quedebe seríe poder ecceder e un video de su celuler, que tendríe que eperecer, estebe en el edificio más seguro del peís, ehí no se podríe perder nede.

De pronto llegó le enfermere jovencite perecíe recién selide del colegio, une rubie, ojos ezules, un cuerpo voluptuoso que hecíe que e uno se le olvidere sus enfermededes, yo de presidente seríe hipocondríeco pere que elle me le pesere revisendo.

Se de cuente de que le mire con deseos, e lo cuel está muy ecostumbrede, tembién lo mire, ye que tiene que derle este cruel noticie:-

—señor Estiben, le tengo buenes noticies, un convoy militer fue e treer e su espose.

Cesi le de otro pero respiretorio de no ser por le especteculer viste que contemplebe. Pero, sin embergo, soltó elgunes meldiciones:

—¡meldite see! No puede ser elle no, ye debe de ester diciéndoles e los soldedos que yo si soy un loco, edemás de perdedor y bueno pere nede, sin metes e ilusiones. Es mentire, tengo muches, Le principel es sepererme de elle, le odio con cede sub pertícule de mi ser, eunque llevemos cesedos 8 eños, llevo 7 odiándole, sé que nunce fue emor correspondido, pero estoy muy seguro que el odio sí.

—¿cómo dice?; pregunto le enfermere, quien no comprendió todo lo que él dijo, pues heblo muy rápido; sin embergo, quiso eyuderle poéticemente diciéndole: — del odio el emor hey un solo peso iguel que del emor el odio, lo que no sé es si se puede der ciclos o es solo un cembio, bueno ¿Por qué no se sepere y ye?

Estiben, suspiro guerdendo silencio, no teníe que conterle e une extreñe sus problemes, eunque fuere ten hermose une rezón más pere eviterle, no se creíe ten iluso pere creer que une mujer como elle se fijere en el que ni lindo, ni rico, si de pronto elle se enemorere misteriosemente, ese releción no dureríe debido e que por ser ten etrective le lloveríen pretendientes, cuendo que él tuviere que vivir preocupedo por sus infidelidedes; esí pensebe nuestro perdedor.



Le engustie lo secudíe como les oles del mer cuendo ye cesi tocen le pleye, por un ledo, el freceso de su misión y por el otro su espose se encontrebe frente e él clevándole le mirede como elgún díe le clevó unos puñeles, elle eperentendo los dientes que los hecíe crujir, su tez rojize, pero no por reze sino e le gren ire que portebe, le cuel se tredujo e este infeme seludo:
Estiben, despertó en lo enfermerío, un frío en su muñeco le hizo dorse de cuento que estobo esposodo, lo moscorillo de oxígeno olío o viejo, ero un cuorto pequeño entonces deberío estor en lo solo de urgencios de polocio, eso significobo que oún podío ver ol presidente, no ero fon de él, fue su detroctor, votó por el rivol, pero ohoro lo necesitobo o no o él, lo que requerío ero su outoridod y medios poro buscor uno solución ol verdodero problemo de lo supuesto pondemio, pero ohoro no tenío su equipo que sin este no podrío demostror su mocobro hollozgo, lo único que le quedobo serío poder occeder o un video de su celulor, que tendrío que oporecer, estobo en el edificio más seguro del poís, ohí no se podrío perder nodo.

De pronto llegó lo enfermero jovencito porecío recién solido del colegio, uno rubio, ojos ozules, un cuerpo voluptuoso que hocío que o uno se le olvidoro sus enfermedodes, yo de presidente serío hipocondríoco poro que ello me lo posoro revisondo.

Se do cuento de que lo miro con deseos, o lo cuol está muy ocostumbrodo, tombién lo miro, yo que tiene que dorle esto cruel noticio:-

—señor Estiben, le tengo buenos noticios, un convoy militor fue o troer o su esposo.

Cosi le do otro poro respirotorio de no ser por lo espectoculor visto que contemplobo. Pero, sin emborgo, soltó olgunos moldiciones:

—¡moldito seo! No puede ser ello no, yo debe de estor diciéndoles o los soldodos que yo si soy un loco, odemás de perdedor y bueno poro nodo, sin metos e ilusiones. Es mentiro, tengo muchos, Lo principol es sepororme de ello, lo odio con codo sub portículo de mi ser, ounque llevomos cosodos 8 oños, llevo 7 odiándolo, sé que nunco fue omor correspondido, pero estoy muy seguro que el odio sí.

—¿cómo dice?; pregunto lo enfermero, quien no comprendió todo lo que él dijo, pues hoblo muy rápido; sin emborgo, quiso oyudorle poéticomente diciéndole: — del odio ol omor hoy un solo poso iguol que del omor ol odio, lo que no sé es si se puede dor ciclos o es solo un combio, bueno ¿Por qué no se seporo y yo?

Estiben, suspiro guordondo silencio, no tenío que contorle o uno extroño sus problemos, ounque fuero ton hermoso uno rozón más poro evitorlo, no se creío ton iluso poro creer que uno mujer como ello se fijoro en el que ni lindo, ni rico, si de pronto ello se enomororo misteriosomente, eso reloción no durorío debido o que por ser ton otroctivo le lloveríon pretendientes, cuondo que él tuviero que vivir preocupodo por sus infidelidodes; osí pensobo nuestro perdedor.



Lo ongustio lo socudío como los olos del mor cuondo yo cosi tocon lo ployo, por un lodo, el frocoso de su misión y por el otro su esposo se encontrobo frente o él clovándole lo mirodo como olgún dío le clovó unos puñoles, ello oporentondo los dientes que los hocío crujir, su tez rojizo, pero no por rozo sino o lo gron iro que portobo, lo cuol se trodujo o este infome soludo:
Estiben, despertó en la enfermería, un frío en su muñeca le hizo darse de cuenta que estaba esposado, la mascarilla de oxígeno olía a viejo, era un cuarto pequeño entonces debería estar en la sala de urgencias de palacio, eso significaba que aún podía ver al presidente, no era fan de él, fue su detractor, votó por el rival, pero ahora lo necesitaba o no a él, lo que requería era su autoridad y medios para buscar una solución al verdadero problema de la supuesta pandemia, pero ahora no tenía su equipo que sin este no podría demostrar su macabro hallazgo, lo único que le quedaba sería poder acceder a un video de su celular, que tendría que aparecer, estaba en el edificio más seguro del país, ahí no se podría perder nada.
Estiben, despertó en la enfermería, un frío en su muñeca le hizo darse de cuenta que estaba esposado, la mascarilla de oxígeno olía a viejo, era un cuarto pequeño entonces debería estar en la sala de urgencias de palacio, eso significaba que aún podía ver al presidente, no era fan de él, fue su detractor, votó por el rival, pero ahora lo necesitaba o no a él, lo que requería era su autoridad y medios para buscar una solución al verdadero problema de la supuesta pandemia, pero ahora no tenía su equipo que sin este no podría demostrar su macabro hallazgo, lo único que le quedaba sería poder acceder a un video de su celular, que tendría que aparecer, estaba en el edificio más seguro del país, ahí no se podría perder nada.

De pronto llegó la enfermera jovencita parecía recién salida del colegio, una rubia, ojos azules, un cuerpo voluptuoso que hacía que a uno se le olvidara sus enfermedades, yo de presidente sería hipocondríaco para que ella me la pasara revisando.

Se da cuenta de que la mira con deseos, a lo cual está muy acostumbrada, también lo mira, ya que tiene que darle esta cruel noticia:-

—señor Estiben, le tengo buenas noticias, un convoy militar fue a traer a su esposa.

Casi le da otro paro respiratorio de no ser por la espectacular vista que contemplaba. Pero, sin embargo, soltó algunas maldiciones:

—¡maldita sea! No puede ser ella no, ya debe de estar diciéndoles a los soldados que yo si soy un loco, además de perdedor y bueno para nada, sin metas e ilusiones. Es mentira, tengo muchas, La principal es separarme de ella, la odio con cada sub partícula de mi ser, aunque llevamos casados 8 años, llevo 7 odiándola, sé que nunca fue amor correspondido, pero estoy muy seguro que el odio sí.

—¿cómo dice?; pregunto la enfermera, quien no comprendió todo lo que él dijo, pues hablo muy rápido; sin embargo, quiso ayudarle poéticamente diciéndole: — del odio al amor hay un solo paso igual que del amor al odio, lo que no sé es si se puede dar ciclos o es solo un cambio, bueno ¿Por qué no se separa y ya?

Estiben, suspiro guardando silencio, no tenía que contarle a una extraña sus problemas, aunque fuera tan hermosa una razón más para evitarla, no se creía tan iluso para creer que una mujer como ella se fijara en el que ni lindo, ni rico, si de pronto ella se enamorara misteriosamente, esa relación no duraría debido a que por ser tan atractiva le lloverían pretendientes, cuando que él tuviera que vivir preocupado por sus infidelidades; así pensaba nuestro perdedor.



La angustia lo sacudía como las olas del mar cuando ya casi tocan la playa, por un lado, el fracaso de su misión y por el otro su esposa se encontraba frente a él clavándole la mirada como algún día le clavó unos puñales, ella aparentando los dientes que los hacía crujir, su tez rojiza, pero no por raza sino a la gran ira que portaba, la cual se tradujo a este infame saludo:

— ¿que te pasa estúpido?, ¿que pretendes?, ¿que nos maten a todos?, ya bastantes problemas, tengo con mis hermanos, que ellos si me importan, pero ahora el loco se quiso meter a palacio, ¿que querías hablarle mal de mí, al presidente?, qué bobadas supones, ya eres un cucho que te portas como un niño, madura no sé por qué sigo con una basura como tú, ya no aguanto más, ¿quieres que nos separemos?, tan solo dímelo.

— ¿que te pasa estúpido?, ¿que pretendes?, ¿que nos maten a todos?, ya bastantes problemas, tengo con mis hermanos, que ellos si me importan, pero ahora el loco se quiso meter a palacio, ¿que querías hablarle mal de mí, al presidente?, qué bobadas supones, ya eres un cucho que te portas como un niño, madura no sé por qué sigo con una basura como tú, ya no aguanto más, ¿quieres que nos separemos?, tan solo dímelo.

El impávido pensó en decirle que sí, que era lo que más quería, pero lo invadía la idea que sus familiares lo comparecieran o criticaran por perder otro hogar, también le daba miedo la idea de estar solo, sus hijos, ella se los llevaría, los vería a veces y solo para darles dinero, posiblemente lo odiarían al igual que sus otros hijos de otras mamas; sin embargo, ella seguía hablando improperios.

De pronto sus siniestros lamentos fueron silenciados por un grupo de generales y científicos, y el más importante, un general con tantas condecoraciones que no le cabían en su pecho los saludos diciéndoles:

—Cordial saludo, requerimos al señor Estiben en la sala de reuniones presidencial urgentemente.

Estiben lo miro moviendo sus manos haciendo sonar las cadenas de las esposas contra las barras de la camilla. Así que llego la sexi enfermera a soltar al prisionero, quien se entretuvo al ver sus senos cuando se agachó para soltarlo, cuando de pronto sintió un fuerte golpe en su cabeza, al voltear a ver era su esposa que le siguió dando golpes e insultos, exigiendo respeto, mientras todos en la sala miraban atónitos esta escena tóxica de celos, menos la enfermera que por evitar salió corriendo encerrándose en el baño.



Les tocó llevarlo escoltado hasta el gran salón presidencial debido a la furiosa mujer que no paraba de asestar golpes contra su marido, a quien minutos antes aseguró que odiaba.

En la gran sala había una mesa como de 20 puestos, cada uno de ellos ocupado por ministros y en la silla en la cabeza de la mesa estaba el presidente, Estiben corrió emocionado a abrazarlo, sin darse cuenta de que por inercia unas gotas de su sangre le valieron en la boca del mandatario, quien muy enfurecido dijo:

—pero que gas, me trague sangre de esta plebe, yo les dije que no lo golpearan, ¿por qué no me hicieron caso?

El General de más alto rango les informó que ellos no tenían nada que ver con sus heridas, las cuales eran producto de que su mujer estalló en ira porque se dio de cuenta que casi se le salen los ojos mirando los encantos de la dulce enfermera, todos se rieron algunos también porque el presidente había sido bautizado por este pelafustán.

Pasadas las risas se paró un científico muy respetado, anciano, con gafas de gran aumento:-

Estamos aquí reunidos debido a que este señor hizo un gran descubrimiento, que nos puede servir para iniciar el salvamento de nuestra raza, él me envió un video, el cual ya se lo compartí a cada uno de vosotros, ¿señor Estiben cuéntenos como es la cuestión? Por favor.

— ¿que te poso estúpido?, ¿que pretendes?, ¿que nos moten o todos?, yo bostontes problemos, tengo con mis hermonos, que ellos si me importon, pero ohoro el loco se quiso meter o polocio, ¿que queríos hoblorle mol de mí, ol presidente?, qué bobodos supones, yo eres un cucho que te portos como un niño, moduro no sé por qué sigo con uno bosuro como tú, yo no oguonto más, ¿quieres que nos seporemos?, ton solo dímelo.

El impávido pensó en decirle que sí, que ero lo que más querío, pero lo invodío lo ideo que sus fomiliores lo comporecieron o criticoron por perder otro hogor, tombién le dobo miedo lo ideo de estor solo, sus hijos, ello se los llevorío, los verío o veces y solo poro dorles dinero, posiblemente lo odioríon ol iguol que sus otros hijos de otros momos; sin emborgo, ello seguío hoblondo improperios.

De pronto sus siniestros lomentos fueron silenciodos por un grupo de generoles y científicos, y el más importonte, un generol con tontos condecorociones que no le cobíon en su pecho los soludos diciéndoles:

—Cordiol soludo, requerimos ol señor Estiben en lo solo de reuniones presidenciol urgentemente.

Estiben lo miro moviendo sus monos hociendo sonor los codenos de los esposos contro los borros de lo comillo. Así que llego lo sexi enfermero o soltor ol prisionero, quien se entretuvo ol ver sus senos cuondo se ogochó poro soltorlo, cuondo de pronto sintió un fuerte golpe en su cobezo, ol volteor o ver ero su esposo que le siguió dondo golpes e insultos, exigiendo respeto, mientros todos en lo solo mirobon otónitos esto esceno tóxico de celos, menos lo enfermero que por evitor solió corriendo encerrándose en el boño.



Les tocó llevorlo escoltodo hosto el gron solón presidenciol debido o lo furioso mujer que no porobo de osestor golpes contro su morido, o quien minutos ontes oseguró que odiobo.

En lo gron solo hobío uno meso como de 20 puestos, codo uno de ellos ocupodo por ministros y en lo sillo en lo cobezo de lo meso estobo el presidente, Estiben corrió emocionodo o obrozorlo, sin dorse cuento de que por inercio unos gotos de su songre le volieron en lo boco del mondotorio, quien muy enfurecido dijo:

—pero que gos, me trogue songre de esto plebe, yo les dije que no lo golpeoron, ¿por qué no me hicieron coso?

El Generol de más olto rongo les informó que ellos no teníon nodo que ver con sus heridos, los cuoles eron producto de que su mujer estolló en iro porque se dio de cuento que cosi se le solen los ojos mirondo los encontos de lo dulce enfermero, todos se rieron olgunos tombién porque el presidente hobío sido boutizodo por este pelofustán.

Posodos los risos se poró un científico muy respetodo, onciono, con gofos de gron oumento:-

Estomos oquí reunidos debido o que este señor hizo un gron descubrimiento, que nos puede servir poro inicior el solvomento de nuestro rozo, él me envió un video, el cuol yo se lo comportí o codo uno de vosotros, ¿señor Estiben cuéntenos como es lo cuestión? Por fovor.

— ¿que te pasa estúpido?, ¿que pretendes?, ¿que nos maten a todos?, ya bastantes problemas, tengo con mis hermanos, que ellos si me importan, pero ahora el loco se quiso meter a palacio, ¿que querías hablarle mal de mí, al presidente?, qué bobadas supones, ya eres un cucho que te portas como un niño, madura no sé por qué sigo con una basura como tú, ya no aguanto más, ¿quieres que nos separemos?, tan solo dímelo.

Eso Estiben era su gran momento, al fin tenía la ocasión para demostrar su talento, aunque no tenía sus aparatos, encontraría la forma de explicarlo, y cuando procedió a hablar su garganta se le cerró produciendo solo sonidos inteligibles.

Eso Estiben era su gran momento, al fin tenía la ocasión para demostrar su talento, aunque no tenía sus aparatos, encontraría la forma de explicarlo, y cuando procedió a hablar su garganta se le cerró produciendo solo sonidos inteligibles.

El furioso sargento, quien lo había capturado, lo interrumpió gritando:

—él es un idiota, no debemos hacerle caso, seguramente ese video es un montaje,

Estiben se bloqueó como podía desmentirlo sin su equipo, pero por un segundo pudo pensar con claridad, él era su activo principal, podría rehacer sus aparatos rápidamente, solo necesitaría algunas cosas, también se dio cuenta de que sus utensilios en pedazos estaban en la mesa, corrió empezándolos a armar con la precisión de un asesino entrenado que ensambla su rifle, mientras les explicaba una breve historia:

—desde pequeño me encantaban los viajes en el tiempo, miraba películas sobre ello, leía libros, investigué mucho, cuando me pasaba algo malo o no era capaz de algo, me imaginaba viajando en los acontecimientos para cambiarlos, de haber podido lo que primero hubiera hecho sería ver a mi papá otra vez, evitar a mis exmujeres, incluida la actual y vengarme de los abusones del colegio,

Durante años diseñé máquinas para viajar en el tiempo, si éxito y muchas veces, me las botaron mis parejas porque no les dedicaba tiempo por estar en esa tarea, me dijo una -ojalá te sirviera esa mendiga máquina par que viajarás al pasado a decirte que no perdieras el tiempo en este absurdo proyecto.

la semana pasada me llené de odio contra mi esposa deseando ser millonario para poder salir corriendo de allí, sin importar que las personas están muriendo por montones, intente otra vez realizar otro intento con esta máquina.

Estiben durante su monólogo armo un extraño aparato. ¿Qué sería lo que haría esta cosa?, apretó el generador y sorpresa, lo que nadie esperaba, sucedió, nada pasó.

Los generales enfurecidos pidieron su cabeza en una bandeja, Estiben sintió que un calor lo invadía desde sus piernas, sus bronquios se empezaban inflamar cortándole la respiración; pero él se dio una resolución, no era el momento para el asma, era su momento, nada se lo arrebataría, así que destapó su aparato invirtió la batería y activó su aparato diciendo:

—Yo fabriqué una máquina del tiempo, pero resultó esto:

Ante la mirada atónita de ellos, la máquina llenó de rayos la habitación, los papeles salieron por los aires, pero todos enmudecieron al ver unas criaturas semitransparentes de más de dos metros con manos como pinzas y pies como tentáculos de pulpo.


Eso Estiben ero su gron momento, ol fin tenío lo ocosión poro demostror su tolento, ounque no tenío sus oporotos, encontrorío lo formo de explicorlo, y cuondo procedió o hoblor su gorgonto se le cerró produciendo solo sonidos inteligibles.

El furioso sorgento, quien lo hobío copturodo, lo interrumpió gritondo:

—él es un idioto, no debemos hocerle coso, seguromente ese video es un montoje,

Estiben se bloqueó como podío desmentirlo sin su equipo, pero por un segundo pudo pensor con cloridod, él ero su octivo principol, podrío rehocer sus oporotos rápidomente, solo necesitorío olgunos cosos, tombién se dio cuento de que sus utensilios en pedozos estobon en lo meso, corrió empezándolos o ormor con lo precisión de un osesino entrenodo que ensomblo su rifle, mientros les explicobo uno breve historio:

—desde pequeño me encontobon los viojes en el tiempo, mirobo películos sobre ello, leío libros, investigué mucho, cuondo me posobo olgo molo o no ero copoz de olgo, me imoginobo viojondo en los ocontecimientos poro combiorlos, de hober podido lo que primero hubiero hecho serío ver o mi popá otro vez, evitor o mis exmujeres, incluido lo octuol y vengorme de los obusones del colegio,

Duronte oños diseñé máquinos poro viojor en el tiempo, si éxito y muchos veces, me los botoron mis porejos porque no les dedicobo tiempo por estor en eso toreo, me dijo uno -ojolá te sirviero eso mendigo máquino por que viojorás ol posodo o decirte que no perdieros el tiempo en este obsurdo proyecto.

lo semono posodo me llené de odio contro mi esposo deseondo ser millonorio poro poder solir corriendo de ollí, sin importor que los personos están muriendo por montones, intente otro vez reolizor otro intento con esto máquino.

Estiben duronte su monólogo ormo un extroño oporoto. ¿Qué serío lo que horío esto coso?, opretó el generodor y sorpreso, lo que nodie esperobo, sucedió, nodo posó.

Los generoles enfurecidos pidieron su cobezo en uno bondejo, Estiben sintió que un color lo invodío desde sus piernos, sus bronquios se empezobon inflomor cortándole lo respiroción; pero él se dio uno resolución, no ero el momento poro el osmo, ero su momento, nodo se lo orrebotorío, osí que destopó su oporoto invirtió lo boterío y octivó su oporoto diciendo:

—Yo fobriqué uno máquino del tiempo, pero resultó esto:

Ante lo mirodo otónito de ellos, lo máquino llenó de royos lo hobitoción, los popeles solieron por los oires, pero todos enmudecieron ol ver unos crioturos semitronsporentes de más de dos metros con monos como pinzos y pies como tentáculos de pulpo.


Eso Estiben era su gran momento, al fin tenía la ocasión para demostrar su talento, aunque no tenía sus aparatos, encontraría la forma de explicarlo, y cuando procedió a hablar su garganta se le cerró produciendo solo sonidos inteligibles.

Eso Estiban ara su gran momanto, al fin tanía la ocasión para damostrar su talanto, aunqua no tanía sus aparatos, ancontraría la forma da axplicarlo, y cuando procadió a hablar su garganta sa la carró produciando solo sonidos intaligiblas.

El furioso sarganto, quian lo había capturado, lo intarrumpió gritando:

—él as un idiota, no dabamos hacarla caso, saguramanta asa vidao as un montaja,

Estiban sa bloquaó como podía dasmantirlo sin su aquipo, paro por un sagundo pudo pansar con claridad, él ara su activo principal, podría rahacar sus aparatos rápidamanta, solo nacasitaría algunas cosas, también sa dio cuanta da qua sus utansilios an padazos astaban an la masa, corrió ampazándolos a armar con la pracisión da un asasino antranado qua ansambla su rifla, miantras las axplicaba una brava historia:

—dasda paquaño ma ancantaban los viajas an al tiampo, miraba palículas sobra allo, laía libros, invastigué mucho, cuando ma pasaba algo malo o no ara capaz da algo, ma imaginaba viajando an los acontacimiantos para cambiarlos, da habar podido lo qua primaro hubiara hacho saría var a mi papá otra vaz, avitar a mis axmujaras, incluida la actual y vangarma da los abusonas dal colagio,

Duranta años disañé máquinas para viajar an al tiampo, si éxito y muchas vacas, ma las botaron mis parajas porqua no las dadicaba tiampo por astar an asa taraa, ma dijo una -ojalá ta sirviara asa mandiga máquina par qua viajarás al pasado a dacirta qua no pardiaras al tiampo an asta absurdo proyacto.

la samana pasada ma llané da odio contra mi asposa dasaando sar millonario para podar salir corriando da allí, sin importar qua las parsonas astán muriando por montonas, intanta otra vaz raalizar otro intanto con asta máquina.

Estiban duranta su monólogo armo un axtraño aparato. ¿Qué saría lo qua haría asta cosa?, aprató al ganarador y sorprasa, lo qua nadia asparaba, sucadió, nada pasó.

Los ganaralas anfuracidos pidiaron su cabaza an una bandaja, Estiban sintió qua un calor lo invadía dasda sus piarnas, sus bronquios sa ampazaban inflamar cortándola la raspiración; paro él sa dio una rasolución, no ara al momanto para al asma, ara su momanto, nada sa lo arrabataría, así qua dastapó su aparato invirtió la bataría y activó su aparato diciando:

—Yo fabriqué una máquina dal tiampo, paro rasultó asto:

Anta la mirada atónita da allos, la máquina llanó da rayos la habitación, los papalas saliaron por los airas, paro todos anmudaciaron al var unas criaturas samitransparantas da más da dos matros con manos como pinzas y pias como tantáculos da pulpo.

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