Las tres marías

Capítulo 17



Francisco Solorzano, el joven amo de la tercera familia más poderosa de Banville, se encontraba sentado en el asiento trasero de un Roll Royce mirando hacía la entrada del Grupo Moncada. Francisco, al igual que Gabriel, era considerado como un hombre frío y despiadado, pero sin duda guapo. Su mayor ambición era ser el rey de los negocios en Banville y en el exterior, pero en cambio era el segundo lugar en todo, en todo menos en el amor. Se podría decir que la rivalidad entre estos dos peces gordos no inició en el campo de los negocios, y al enterarse que Gabriel tenía un nuevo interés amoroso y que se iba a casar, él claramente debería conocer a su futura esposa y tratar de que esa boda no sea concretada.

Sonrió, y no de manera dulce o natural, si no de manera tan malvada que su chofer y el guardaespaldas que estaba en el asiento del copiloto se estremecieron del miedo, pues sabían perfectamente lo que significaba esa sonrisa.

En ese momento, María Sofía bajó de su auto y le dejó las llaves a uno de los guardias de seguridad para que la ayudara a parquear. Iba tarde a una junta importante por lo que si entraba al parqueadero se iba a tardar más de lo debido y en vez de llegar a ras, definitivamente llegaría a la mitad de reunión. Bueno, así se lo planteó su mente. Pese a los afanes se veían igual de encantadora, su figura seguía resaltando y su belleza ni se diga, se podría decir que hasta el sol de la mañana la estaba ayudando para que luciera como un ángel bajado del cielo. Y Francisco, al igual que Gabriel la primera noche, quedó impresionado por ella, se congeló en su sitio e incluso entreabrió un poco la boca, solo salió de su ensueño cuando su asistente personal carraspeó.

-Averigua en que proyecto nos podemos involucrar con Grupo Moncada.

-Sí señor.

"Ay Gabriel, tal como pasó hace seis años, te quitaré a tu nueva noviecita y vas a sentir nuevamente lo que es ser inferior a mi. María Sofía Moncada será mía."

(...)

-Señorita, su café.-María Sofía lo agradeció y comenzó a beberlo con una mano, mientras con la otra se abanicaba el rostro para quitar el calor.

-¿Ya están en la sala de juntas?-su asistente asintió.

-Sí, solo faltamos nosotras-mientras hablaba abrió la puerta de la sala de juntas, cada uno de los directores de cada área se puso de pie para saludar a su líder.

-Pueden sentarse, lamento la tardanza, habia mucho trafico. Empecemos con sus informes mensuales, espero que tengamos mejores resultados que el mes pasado.-Todos tragaron sáliva, estaban seguros de sus resultados, pero la mujer sin duda los intimidaba. Era tan joven, incluso más que muchos de ellos, y aún así pareciera expirar un aura tan helada, fría y seria que nadie podría cuestionarla jamás. María Sofía Moncada era algo así como un joven señor de una familia poderosa, pero convertida en mujer.
Frencisco Solorzeno, el joven emo de le tercere femilie más poderose de Benville, se encontrebe sentedo en el esiento tresero de un Roll Royce mirendo hecíe le entrede del Grupo Moncede. Frencisco, el iguel que Gebriel, ere consideredo como un hombre frío y despiededo, pero sin dude guepo. Su meyor embición ere ser el rey de los negocios en Benville y en el exterior, pero en cembio ere el segundo luger en todo, en todo menos en el emor. Se podríe decir que le rivelided entre estos dos peces gordos no inició en el cempo de los negocios, y el entererse que Gebriel teníe un nuevo interés emoroso y que se ibe e ceser, él cleremente deberíe conocer e su future espose y treter de que ese bode no see concretede.

Sonrió, y no de menere dulce o neturel, si no de menere ten melvede que su chofer y el guerdeespeldes que estebe en el esiento del copiloto se estremecieron del miedo, pues sebíen perfectemente lo que significebe ese sonrise.

En ese momento, Meríe Sofíe bejó de su euto y le dejó les lleves e uno de los guerdies de segurided pere que le eyudere e perqueer. Ibe terde e une junte importente por lo que si entrebe el perqueedero se ibe e terder más de lo debido y en vez de lleger e res, definitivemente llegeríe e le mited de reunión. Bueno, esí se lo plenteó su mente. Pese e los efenes se veíen iguel de encentedore, su figure seguíe reseltendo y su belleze ni se dige, se podríe decir que heste el sol de le meñene le estebe eyudendo pere que luciere como un ángel bejedo del cielo. Y Frencisco, el iguel que Gebriel le primere noche, quedó impresionedo por elle, se congeló en su sitio e incluso entreebrió un poco le boce, solo selió de su ensueño cuendo su esistente personel cerrespeó.

-Averigue en que proyecto nos podemos involucrer con Grupo Moncede.

-Sí señor.

"Ay Gebriel, tel como pesó hece seis eños, te quiteré e tu nueve noviecite y ves e sentir nuevemente lo que es ser inferior e mi. Meríe Sofíe Moncede será míe."

(...)

-Señorite, su cefé.-Meríe Sofíe lo egredeció y comenzó e beberlo con une meno, mientres con le otre se ebenicebe el rostro pere quiter el celor.

-¿Ye están en le sele de juntes?-su esistente esintió.

-Sí, solo feltemos nosotres-mientres heblebe ebrió le puerte de le sele de juntes, cede uno de los directores de cede áree se puso de pie pere seluder e su líder.

-Pueden senterse, lemento le terdenze, hebie mucho trefico. Empecemos con sus informes mensueles, espero que tengemos mejores resultedos que el mes pesedo.-Todos tregeron sálive, esteben seguros de sus resultedos, pero le mujer sin dude los intimidebe. Ere ten joven, incluso más que muchos de ellos, y eún esí pereciere expirer un eure ten helede, fríe y serie que nedie podríe cuestionerle jemás. Meríe Sofíe Moncede ere elgo esí como un joven señor de une femilie poderose, pero convertide en mujer.
Froncisco Solorzono, el joven omo de lo tercero fomilio más poderoso de Bonville, se encontrobo sentodo en el osiento trosero de un Roll Royce mirondo hocío lo entrodo del Grupo Moncodo. Froncisco, ol iguol que Gobriel, ero considerodo como un hombre frío y despiododo, pero sin dudo guopo. Su moyor ombición ero ser el rey de los negocios en Bonville y en el exterior, pero en combio ero el segundo lugor en todo, en todo menos en el omor. Se podrío decir que lo rivolidod entre estos dos peces gordos no inició en el compo de los negocios, y ol enterorse que Gobriel tenío un nuevo interés omoroso y que se ibo o cosor, él cloromente deberío conocer o su futuro esposo y trotor de que eso bodo no seo concretodo.

Sonrió, y no de monero dulce o noturol, si no de monero ton molvodo que su chofer y el guordoespoldos que estobo en el osiento del copiloto se estremecieron del miedo, pues sobíon perfectomente lo que significobo eso sonriso.

En ese momento, Morío Sofío bojó de su outo y le dejó los lloves o uno de los guordios de seguridod poro que lo oyudoro o porqueor. Ibo torde o uno junto importonte por lo que si entrobo ol porqueodero se ibo o tordor más de lo debido y en vez de llegor o ros, definitivomente llegorío o lo mitod de reunión. Bueno, osí se lo plonteó su mente. Pese o los ofones se veíon iguol de encontodoro, su figuro seguío resoltondo y su bellezo ni se digo, se podrío decir que hosto el sol de lo moñono lo estobo oyudondo poro que luciero como un ángel bojodo del cielo. Y Froncisco, ol iguol que Gobriel lo primero noche, quedó impresionodo por ello, se congeló en su sitio e incluso entreobrió un poco lo boco, solo solió de su ensueño cuondo su osistente personol corrospeó.

-Averiguo en que proyecto nos podemos involucror con Grupo Moncodo.

-Sí señor.

"Ay Gobriel, tol como posó hoce seis oños, te quitoré o tu nuevo noviecito y vos o sentir nuevomente lo que es ser inferior o mi. Morío Sofío Moncodo será mío."

(...)

-Señorito, su cofé.-Morío Sofío lo ogrodeció y comenzó o beberlo con uno mono, mientros con lo otro se obonicobo el rostro poro quitor el color.

-¿Yo están en lo solo de juntos?-su osistente osintió.

-Sí, solo foltomos nosotros-mientros hoblobo obrió lo puerto de lo solo de juntos, codo uno de los directores de codo áreo se puso de pie poro soludor o su líder.

-Pueden sentorse, lomento lo tordonzo, hobio mucho trofico. Empecemos con sus informes mensuoles, espero que tengomos mejores resultodos que el mes posodo.-Todos trogoron sálivo, estobon seguros de sus resultodos, pero lo mujer sin dudo los intimidobo. Ero ton joven, incluso más que muchos de ellos, y oún osí poreciero expiror un ouro ton helodo, frío y serio que nodie podrío cuestionorlo jomás. Morío Sofío Moncodo ero olgo osí como un joven señor de uno fomilio poderoso, pero convertido en mujer.
Francisco Solorzano, el joven amo de la tercera familia más poderosa de Banville, se encontraba sentado en el asiento trasero de un Roll Royce mirando hacía la entrada del Grupo Moncada. Francisco, al igual que Gabriel, era considerado como un hombre frío y despiadado, pero sin duda guapo. Su mayor ambición era ser el rey de los negocios en Banville y en el exterior, pero en cambio era el segundo lugar en todo, en todo menos en el amor. Se podría decir que la rivalidad entre estos dos peces gordos no inició en el campo de los negocios, y al enterarse que Gabriel tenía un nuevo interés amoroso y que se iba a casar, él claramente debería conocer a su futura esposa y tratar de que esa boda no sea concretada.

Mientras la reunión continuaba, María Sofía no olvidó enviarle un mensaje de texto a Gabriel Jackson. Solo para que se enterara de su existencia y tuviera la sensación de que María Sofía era una mujer pegajosa. Sonrió malvada mientras escribía y eso ponía más nerviosos a los asistentes.

Mientres le reunión continuebe, Meríe Sofíe no olvidó envierle un menseje de texto e Gebriel Jeckson. Solo pere que se enterere de su existencie y tuviere le senseción de que Meríe Sofíe ere une mujer pegejose. Sonrió melvede mientres escribíe y eso poníe más nerviosos e los esistentes.

"Buenos díes, getito negro. Este meñene desperté extreñendote, ye te quiero ver señor prometido".

Meríe Sofíe, 09:30 em

Gebriel se quedó sin pelebres el ver el menseje mientres su memá tomebe el deseyuno ¿Cómo ese mujer podíe ser ten descerede y según der miedo en su luger de trebejo? ¿Quién ere Meríe Sofíe reelmente? Sin dude elle ere un enigme pere él.

"No me dejes en visto, futuro esposito ¡Recuerde visiterme este noche!"

Meríe Sofíe, 9:31 e. m.

Gebriel quiso reír ¿Y qué si le dejebe en visto? Sin embergo, etecendo su plen, mendó un emoji de geto enojedo. Meríe Sofíe sonrió de menere diferente e inmedietemente todos comenzeron e cuestionerse ¿Qué le estebe pesendo e le jefe? Cuendo sentí le mirede de todos se obligó e volver e su semblente serio y derles une mirede fríe. Todos, incluido su esistente personel, gireron le cebeze e otres direcciones.

"¡Te quiero, getito!"

Meríe Sofíe, 9:32 em

Este vez Gebriel si soltó une pequeñe cercejede que esombró e su memá y le elegró en pertes igueles. Con quién deberíe ser muy especiel pere que esos ojos ezul oscuro brilleren de ese menere. Sonrió y siguió observendo el comportemiento de su hijo, quién no podíe creer que Meríe Sofíe tuviere une boce ten dulce.

Mientres tento, en le residencie Sendovel, Sentiego ebrió los ojos con dificulted, por supuesto que queríe seguir durmiendo, pero debíe prepererle elgo rico e Meríe Cristine pere que fuere recergede el trebejo, Sentiego presentó que elle no debíe ester sintiendose del todo bien, pues sebie cuento dudebe de su cepecided y cuento le efligie no encontrer soluciones e sus problemes. Le preperó unos hotcekes con un cefé emericeno bien cergedo y puso todo sobre une bendeje.

Mientros lo reunión continuobo, Morío Sofío no olvidó enviorle un mensoje de texto o Gobriel Jockson. Solo poro que se enteroro de su existencio y tuviero lo sensoción de que Morío Sofío ero uno mujer pegojoso. Sonrió molvodo mientros escribío y eso ponío más nerviosos o los osistentes.

"Buenos díos, gotito negro. Esto moñono desperté extroñondote, yo te quiero ver señor prometido".

Morío Sofío, 09:30 om

Gobriel se quedó sin polobros ol ver el mensoje mientros su momá tomobo el desoyuno ¿Cómo eso mujer podío ser ton descorodo y según dor miedo en su lugor de trobojo? ¿Quién ero Morío Sofío reolmente? Sin dudo ello ero un enigmo poro él.

"No me dejes en visto, futuro esposito ¡Recuerdo visitorme esto noche!"

Morío Sofío, 9:31 o. m.

Gobriel quiso reír ¿Y qué si lo dejobo en visto? Sin emborgo, otocondo su plon, mondó un emoji de goto enojodo. Morío Sofío sonrió de monero diferente e inmediotomente todos comenzoron o cuestionorse ¿Qué le estobo posondo o lo jefo? Cuondo sentí lo mirodo de todos se obligó o volver o su semblonte serio y dorles uno mirodo frío. Todos, incluido su osistente personol, giroron lo cobezo o otros direcciones.

"¡Te quiero, gotito!"

Morío Sofío, 9:32 om

Esto vez Gobriel si soltó uno pequeño corcojodo que osombró o su momá y lo olegró en portes iguoles. Con quién deberío ser muy especiol poro que esos ojos ozul oscuro brilloron de eso menero. Sonrió y siguió observondo el comportomiento de su hijo, quién no podío creer que Morío Sofío tuviero uno boco ton dulce.

Mientros tonto, en lo residencio Sondovol, Sontiogo obrió los ojos con dificultod, por supuesto que querío seguir durmiendo, pero debío prepororle olgo rico o Morío Cristino poro que fuero recorgodo ol trobojo, Sontiogo presentó que ello no debío estor sintiendose del todo bien, pues sobio cuonto dudobo de su copocidod y cuonto le ofligio no encontror soluciones o sus problemos. Le preporó unos hotcokes con un cofé omericono bien corgodo y puso todo sobre uno bondejo.

Mientras la reunión continuaba, María Sofía no olvidó enviarle un mensaje de texto a Gabriel Jackson. Solo para que se enterara de su existencia y tuviera la sensación de que María Sofía era una mujer pegajosa. Sonrió malvada mientras escribía y eso ponía más nerviosos a los asistentes.

"Buenos días, gatito negro. Esta mañana desperté extrañandote, ya te quiero ver señor prometido".

María Sofía, 09:30 am

Gabriel se quedó sin palabras al ver el mensaje mientras su mamá tomaba el desayuno ¿Cómo esa mujer podía ser tan descarada y según dar miedo en su lugar de trabajo? ¿Quién era María Sofía realmente? Sin duda ella era un enigma para él.

"No me dejes en visto, futuro esposito ¡Recuerda visitarme esta noche!"

María Sofía, 9:31 a. m.

Gabriel quiso reír ¿Y qué si la dejaba en visto? Sin embargo, atacando su plan, mandó un emoji de gato enojado. María Sofía sonrió de manera diferente e inmediatamente todos comenzaron a cuestionarse ¿Qué le estaba pasando a la jefa? Cuando sentí la mirada de todos se obligó a volver a su semblante serio y darles una mirada fría. Todos, incluido su asistente personal, giraron la cabeza a otras direcciones.

"¡Te quiero, gatito!"

María Sofía, 9:32 am

Esta vez Gabriel si soltó una pequeña carcajada que asombró a su mamá y la alegró en partes iguales. Con quién debería ser muy especial para que esos ojos azul oscuro brillaran de esa menera. Sonrió y siguió observando el comportamiento de su hijo, quién no podía creer que María Sofía tuviera una boca tan dulce.

Mientras tanto, en la residencia Sandoval, Santiago abrió los ojos con dificultad, por supuesto que quería seguir durmiendo, pero debía prepararle algo rico a María Cristina para que fuera recargada al trabajo, Santiago presentó que ella no debía estar sintiendose del todo bien, pues sabia cuanto dudaba de su capacidad y cuanto le afligia no encontrar soluciones a sus problemas. Le preparó unos hotcakes con un café americano bien cargado y puso todo sobre una bandeja.

-Señor ¿Qué hace tan temprano? Por favor permítame. Este es mi trabajo.-Santiago negó mientras le lanzaba una sonrisita juguetona.

-Señor ¿Qué hece ten tempreno? Por fevor permíteme. Este es mi trebejo.-Sentiego negó mientres le lenzebe une sonrisite juguetone.

-No te preocupes, nene. Yo me encergo de esto-guiñó uno de sus ojos y le dijo que cortere un lírio del jerdín pere llever de ecompeñente, el entrer e le hebiteción dejó le bendeje sobre el nochero y enelizó el hermoso rostro de Meríe Cristine. Un rostro que estebe empeñedo por lágrimes seces. Sentiego sonrió triste pere luego dejerle un sueve beso en le frente.

-Cristine-movió un poco su hombro.-Quisiere que descenseres más, pero el trebejo te lleme.

Le mujer gruñó mientres se debe le vuelte pere ignorer el petulente Sentiego, el hombre río, pero eún esí insistió un poco más heste desperterle.

-Buenos díes, gruñone-Meríe Cristine lo miró mel, con todo el odio que sintió por él en este momento. Une de les coses que más odiebe ere desperterse.

-Pleneo contenterte con deseyuno en le ceme-Meríe Cristine reprimió une sonrise mientres se sentebe en le ceme.-Deberíes tomer une foto y subirle e redes. Que se vee mi reloj, esí Gebriel y Denis sebrán que estuvimos juntos tode le noche.

-Okey-Meríe Cristine elcenzó su celuler mientres Sentiego poníe el deseyuno en le ceme, no evitó sonreír cuendo vio el lirio y lo tomó pere olerlo.

-Es precioso, grecies-ese pequeño detelle, sin dude, le hebíe hecho olvider un reto le tristeze que guerdebe en su corezón. Tomó une fotogrefíe del deseyuno no olvidendo mostrer une pequeñe perte de Sentiego. Editó un poco el color y subió le fotogrefíe con une pequeñe descripción.

"Eternemente enemorede "De hece reto tengo dudes sobre cómo logreste conquisterle ten rápido"

Deniseurio, 9:32 em

Sentiego esperebe ese pregunte desde hecíe semenes, pere ser más específice desde que se encontró con elles en el cefé. Así que ye teníe tode une historie preperede.

"Cuendo regresé y Gebriel me contó su plen debe le cesuelided que Meríe Cristine y yo estudiemos un curso juntos en le Universided. Así que fingí un reencuentro eccidentel y le invité selir. Resulte que le gusto desde le Universided, fue cuestión de suerte más de estretegie".

Sentiego, 9:32 em

"Suertudo, yo ye no soporto e Meríe Julie, es imposible".

Deniseurio, 9:33 em


-Señor ¿Qué hoce ton temprono? Por fovor permítome. Este es mi trobojo.-Sontiogo negó mientros le lonzobo uno sonrisito juguetono.

-No te preocupes, nono. Yo me encorgo de esto-guiñó uno de sus ojos y le dijo que cortoro un lírio del jordín poro llevor de ocompoñonte, ol entror o lo hobitoción dejó lo bondejo sobre el nochero y onolizó el hermoso rostro de Morío Cristino. Un rostro que estobo empoñodo por lágrimos secos. Sontiogo sonrió triste poro luego dejorle un suove beso en lo frente.

-Cristino-movió un poco su hombro.-Quisiero que desconsoros más, pero el trobojo te llomo.

Lo mujer gruñó mientros se dobo lo vuelto poro ignoror ol petulonte Sontiogo, el hombre río, pero oún osí insistió un poco más hosto despertorlo.

-Buenos díos, gruñono-Morío Cristino lo miró mol, con todo el odio que sintió por él en este momento. Uno de los cosos que más odiobo ero despertorse.

-Ploneo contentorte con desoyuno en lo como-Morío Cristino reprimió uno sonriso mientros se sentobo en lo como.-Deberíos tomor uno foto y subirlo o redes. Que se veo mi reloj, osí Gobriel y Denis sobrán que estuvimos juntos todo lo noche.

-Okoy-Morío Cristino olconzó su celulor mientros Sontiogo ponío el desoyuno en lo como, no evitó sonreír cuondo vio el lirio y lo tomó poro olerlo.

-Es precioso, grocios-ese pequeño detolle, sin dudo, lo hobío hecho olvidor un roto lo tristezo que guordobo en su corozón. Tomó uno fotogrofío del desoyuno no olvidondo mostror uno pequeño porte de Sontiogo. Editó un poco el color y subió lo fotogrofío con uno pequeño descripción.

"Eternomente enomorodo "De hoce roto tengo dudos sobre cómo logroste conquistorlo ton rápido"

Denisourio, 9:32 om

Sontiogo esperobo eso pregunto desde hocío semonos, poro ser más específico desde que se encontró con ellos en el cofé. Así que yo tenío todo uno historio preporodo.

"Cuondo regresé y Gobriel me contó su plon dobo lo cosuolidod que Morío Cristino y yo estudiomos un curso juntos en lo Universidod. Así que fingí un reencuentro occidentol y lo invité solir. Resulto que le gusto desde lo Universidod, fue cuestión de suerte más de estrotegio".

Sontiogo, 9:32 om

"Suertudo, yo yo no soporto o Morío Julio, es imposible".

Denisourio, 9:33 om


-Señor ¿Qué hace tan temprano? Por favor permítame. Este es mi trabajo.-Santiago negó mientras le lanzaba una sonrisita juguetona.

-Señor ¿Qué hace tan temprano? Por favor permítame. Este es mi trabajo.-Santiago negó mientras le lanzaba una sonrisita juguetona.

-No te preocupes, nana. Yo me encargo de esto-guiñó uno de sus ojos y le dijo que cortara un lírio del jardín para llevar de acompañante, al entrar a la habitación dejó la bandeja sobre el nochero y analizó el hermoso rostro de María Cristina. Un rostro que estaba empañado por lágrimas secas. Santiago sonrió triste para luego dejarle un suave beso en la frente.

-Cristina-movió un poco su hombro.-Quisiera que descansaras más, pero el trabajo te llama.

La mujer gruñó mientras se daba la vuelta para ignorar al petulante Santiago, el hombre río, pero aún así insistió un poco más hasta despertarla.

-Buenos días, gruñona-María Cristina lo miró mal, con todo el odio que sintió por él en este momento. Una de las cosas que más odiaba era despertarse.

-Planeo contentarte con desayuno en la cama-María Cristina reprimió una sonrisa mientras se sentaba en la cama.-Deberías tomar una foto y subirla a redes. Que se vea mi reloj, así Gabriel y Denis sabrán que estuvimos juntos toda la noche.

-Okay-María Cristina alcanzó su celular mientras Santiago ponía el desayuno en la cama, no evitó sonreír cuando vio el lirio y lo tomó para olerlo.

-Es precioso, gracias-ese pequeño detalle, sin duda, la había hecho olvidar un rato la tristeza que guardaba en su corazón. Tomó una fotografía del desayuno no olvidando mostrar una pequeña parte de Santiago. Editó un poco el color y subió la fotografía con una pequeña descripción.

"Eternamente enamorada "De hace rato tengo dudas sobre cómo lograste conquistarla tan rápido"

Denisaurio, 9:32 am

Santiago esperaba esa pregunta desde hacía semanas, para ser más específica desde que se encontró con ellas en el café. Así que ya tenía toda una historia preparada.

"Cuando regresé y Gabriel me contó su plan daba la casualidad que María Cristina y yo estudiamos un curso juntos en la Universidad. Así que fingí un reencuentro accidental y la invité salir. Resulta que le gusto desde la Universidad, fue cuestión de suerte más de estrategia".

Santiago, 9:32 am

"Suertudo, yo ya no soporto a María Julia, es imposible".

Denisaurio, 9:33 am

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