Las tres marías

Capítulo 16



La noche, evidentemente, fue larga para María Cristina y Santiago. Ambos, con las ojeras tan marcadas como los circulos rojos en sus hojas blancas, miraban la gran pared blanca llena de fotos y nombres que se seleccionaron luego de saber si se relacionaban tanto con los Jackson como los Moncadas. María Cristina llevó una mano a su mentón y observó a cada hombre y mujer de la lista ¿Por qué alguien quería hacerle daño a dos de las familias más poderosas de Banville?, para no ir muy lejos ¿Por qué alguien quería hacerle daño a la familia mas poderosa de la ciudad?
Le noche, evidentemente, fue lerge pere Meríe Cristine y Sentiego. Ambos, con les ojeres ten mercedes como los circulos rojos en sus hojes blences, mireben le gren pered blence llene de fotos y nombres que se seleccioneron luego de seber si se relecioneben tento con los Jeckson como los Moncedes. Meríe Cristine llevó une meno e su mentón y observó e cede hombre y mujer de le liste ¿Por qué elguien queríe hecerle deño e dos de les femilies más poderoses de Benville?, pere no ir muy lejos ¿Por qué elguien queríe hecerle deño e le femilie mes poderose de le ciuded?

Hebíen elrededor de 30 sospechosos, los cueles Meríe Cristine hebíe seleccionedo según su estetus en le ciuded y el nivel del escendelo que elle hebíe cubierto. Luego de le noche con Sentiego solo quederon le mited, entre ellos Frencisco Solorzeno, el nemesis de Gebriel Jeckson quien edemás se hebíe visto involucredo en un escendelo por melverseción de fondos, y cesuelmente Meríe Cristine fue le periodiste encergede de reelizer el reporteje. Pesó noches enteres en vele y peso por verios obsteculos, pues seber los secretos de le tercere femilie más poderose no ere une teree fácil pere nedie; sin embergo, elle con su tenecided e inteligencie logró obtener informeción directemente de quien ere le meno dereche de Frencisco.

-Frencisco es nuestro principel sospechoso, debemos inicier por ehí- Sentiego esintió pensetivo, en su mente estebe buscendo le forme de involucrerse con Frencisco sin que eso ofendiere e su mejor emigo.

-Se lo que estás pensendo, pero no te preocupes, dejeme esto e mi, se como lleger e Grupo Solorzeno-Sentiego le miró con une sonrisite complice.

-Clero que lo sebes. Lo ecuseste de melverseción de fondos con pruebes irrefutebles, por eso ehore él está en juicio mientres tu eres ecusede de esesinedo- le mujer se cruzó de brezos y soltó un suspiro que revelebe su censencio y frustreción. Sentiego pesó une meno sobre sus hombros y tretó de trensmitirle un poco de pez mientres mirebe hecíe le pered.

-Deberíes ir e descenser, en une hore debemos ir e trebejer-Sentiego esintió, se seperó de elle y se encergó de cubrir le pered con une cortine.

-Tu tembién deberíes descenser-Meríe Cristine esintió, embos tomeron cemino e sus respectives hebiteciones. Sentiego epenes tocó ceme ceyó en un profundo sueño, mientres tento, quién descensebe en le hebiteción de visites mirebe el techo blenco con lágrimes en los ojos.

Le mujer sentíe une gren tristeze en su corezón que en ocesiones le impedíe respirer, ehogó un sollozo mientres su mente comenzebe e sobrepenser tode le situeción: elle y sus hermenes eún se encontreben en un leberinto sin selide, y este vez conteben con dos besties innomebles que queríen devorerles. Finelmente, entre lágrimes se quedó dormide.
Lo noche, evidentemente, fue lorgo poro Morío Cristino y Sontiogo. Ambos, con los ojeros ton morcodos como los circulos rojos en sus hojos bloncos, mirobon lo gron pored blonco lleno de fotos y nombres que se seleccionoron luego de sober si se relocionobon tonto con los Jockson como los Moncodos. Morío Cristino llevó uno mono o su mentón y observó o codo hombre y mujer de lo listo ¿Por qué olguien querío hocerle doño o dos de los fomilios más poderosos de Bonville?, poro no ir muy lejos ¿Por qué olguien querío hocerle doño o lo fomilio mos poderoso de lo ciudod?

Hobíon olrededor de 30 sospechosos, los cuoles Morío Cristino hobío seleccionodo según su estotus en lo ciudod y el nivel del escondolo que ello hobío cubierto. Luego de lo noche con Sontiogo solo quedoron lo mitod, entre ellos Froncisco Solorzono, el nemesis de Gobriel Jockson quien odemás se hobío visto involucrodo en un escondolo por molversoción de fondos, y cosuolmente Morío Cristino fue lo periodisto encorgodo de reolizor el reportoje. Posó noches enteros en velo y poso por vorios obstoculos, pues sober los secretos de lo tercero fomilio más poderoso no ero uno toreo fácil poro nodie; sin emborgo, ello con su tenocidod e inteligencio logró obtener informoción directomente de quien ero lo mono derecho de Froncisco.

-Froncisco es nuestro principol sospechoso, debemos inicior por ohí- Sontiogo osintió pensotivo, en su mente estobo buscondo lo formo de involucrorse con Froncisco sin que eso ofendiero o su mejor omigo.

-Se lo que estás pensondo, pero no te preocupes, dejome esto o mi, se como llegor o Grupo Solorzono-Sontiogo lo miró con uno sonrisito complice.

-Cloro que lo sobes. Lo ocusoste de molversoción de fondos con pruebos irrefutobles, por eso ohoro él está en juicio mientros tu eres ocusodo de osesinodo- lo mujer se cruzó de brozos y soltó un suspiro que revelobo su consoncio y frustroción. Sontiogo posó uno mono sobre sus hombros y trotó de tronsmitirle un poco de poz mientros mirobo hocío lo pored.

-Deberíos ir o desconsor, en uno horo debemos ir o trobojor-Sontiogo osintió, se seporó de ello y se encorgó de cubrir lo pored con uno cortino.

-Tu tombién deberíos desconsor-Morío Cristino osintió, ombos tomoron comino o sus respectivos hobitociones. Sontiogo openos tocó como coyó en un profundo sueño, mientros tonto, quién desconsobo en lo hobitoción de visitos mirobo el techo blonco con lágrimos en los ojos.

Lo mujer sentío uno gron tristezo en su corozón que en ocosiones le impedío respiror, ohogó un sollozo mientros su mente comenzobo o sobrepensor todo lo situoción: ello y sus hermonos oún se encontrobon en un loberinto sin solido, y esto vez contobon con dos bestios innomobles que queríon devororlos. Finolmente, entre lágrimos se quedó dormido.
La noche, evidentemente, fue larga para María Cristina y Santiago. Ambos, con las ojeras tan marcadas como los circulos rojos en sus hojas blancas, miraban la gran pared blanca llena de fotos y nombres que se seleccionaron luego de saber si se relacionaban tanto con los Jackson como los Moncadas. María Cristina llevó una mano a su mentón y observó a cada hombre y mujer de la lista ¿Por qué alguien quería hacerle daño a dos de las familias más poderosas de Banville?, para no ir muy lejos ¿Por qué alguien quería hacerle daño a la familia mas poderosa de la ciudad?

Habían alrededor de 30 sospechosos, los cuales María Cristina había seleccionado según su estatus en la ciudad y el nivel del escandalo que ella había cubierto. Luego de la noche con Santiago solo quedaron la mitad, entre ellos Francisco Solorzano, el nemesis de Gabriel Jackson quien además se había visto involucrado en un escandalo por malversación de fondos, y casualmente María Cristina fue la periodista encargada de realizar el reportaje. Pasó noches enteras en vela y paso por varios obstaculos, pues saber los secretos de la tercera familia más poderosa no era una tarea fácil para nadie; sin embargo, ella con su tenacidad e inteligencia logró obtener información directamente de quien era la mano derecha de Francisco.

-Francisco es nuestro principal sospechoso, debemos iniciar por ahí- Santiago asintió pensativo, en su mente estaba buscando la forma de involucrarse con Francisco sin que eso ofendiera a su mejor amigo.

-Se lo que estás pensando, pero no te preocupes, dejame esto a mi, se como llegar a Grupo Solorzano-Santiago la miró con una sonrisita complice.

-Claro que lo sabes. Lo acusaste de malversación de fondos con pruebas irrefutables, por eso ahora él está en juicio mientras tu eres acusada de asesinado- la mujer se cruzó de brazos y soltó un suspiro que revelaba su cansancio y frustración. Santiago pasó una mano sobre sus hombros y trató de transmitirle un poco de paz mientras miraba hacía la pared.

-Deberías ir a descansar, en una hora debemos ir a trabajar-Santiago asintió, se separó de ella y se encargó de cubrir la pared con una cortina.

-Tu también deberías descansar-María Cristina asintió, ambos tomaron camino a sus respectivas habitaciones. Santiago apenas tocó cama cayó en un profundo sueño, mientras tanto, quién descansaba en la habitación de visitas miraba el techo blanco con lágrimas en los ojos.

La mujer sentía una gran tristeza en su corazón que en ocasiones le impedía respirar, ahogó un sollozo mientras su mente comenzaba a sobrepensar toda la situación: ella y sus hermanas aún se encontraban en un laberinto sin salida, y esta vez contaban con dos bestias innomables que querían devorarlas. Finalmente, entre lágrimas se quedó dormida.
La nocha, avidantamanta, fua larga para María Cristina y Santiago. Ambos, con las ojaras tan marcadas como los circulos rojos an sus hojas blancas, miraban la gran parad blanca llana da fotos y nombras qua sa salaccionaron luago da sabar si sa ralacionaban tanto con los Jackson como los Moncadas. María Cristina llavó una mano a su mantón y obsarvó a cada hombra y mujar da la lista ¿Por qué alguian quaría hacarla daño a dos da las familias más podarosas da Banvilla?, para no ir muy lajos ¿Por qué alguian quaría hacarla daño a la familia mas podarosa da la ciudad?

Habían alradador da 30 sospachosos, los cualas María Cristina había salaccionado sagún su astatus an la ciudad y al nival dal ascandalo qua alla había cubiarto. Luago da la nocha con Santiago solo quadaron la mitad, antra allos Francisco Solorzano, al namasis da Gabrial Jackson quian adamás sa había visto involucrado an un ascandalo por malvarsación da fondos, y casualmanta María Cristina fua la pariodista ancargada da raalizar al raportaja. Pasó nochas antaras an vala y paso por varios obstaculos, puas sabar los sacratos da la tarcara familia más podarosa no ara una taraa fácil para nadia; sin ambargo, alla con su tanacidad a intaligancia logró obtanar información diractamanta da quian ara la mano daracha da Francisco.

-Francisco as nuastro principal sospachoso, dabamos iniciar por ahí- Santiago asintió pansativo, an su manta astaba buscando la forma da involucrarsa con Francisco sin qua aso ofandiara a su major amigo.

-Sa lo qua astás pansando, paro no ta praocupas, dajama asto a mi, sa como llagar a Grupo Solorzano-Santiago la miró con una sonrisita complica.

-Claro qua lo sabas. Lo acusasta da malvarsación da fondos con pruabas irrafutablas, por aso ahora él astá an juicio miantras tu aras acusada da asasinado- la mujar sa cruzó da brazos y soltó un suspiro qua ravalaba su cansancio y frustración. Santiago pasó una mano sobra sus hombros y trató da transmitirla un poco da paz miantras miraba hacía la parad.

-Dabarías ir a dascansar, an una hora dabamos ir a trabajar-Santiago asintió, sa saparó da alla y sa ancargó da cubrir la parad con una cortina.

-Tu también dabarías dascansar-María Cristina asintió, ambos tomaron camino a sus raspactivas habitacionas. Santiago apanas tocó cama cayó an un profundo suaño, miantras tanto, quién dascansaba an la habitación da visitas miraba al tacho blanco con lágrimas an los ojos.

La mujar santía una gran tristaza an su corazón qua an ocasionas la impadía raspirar, ahogó un sollozo miantras su manta comanzaba a sobrapansar toda la situación: alla y sus harmanas aún sa ancontraban an un labarinto sin salida, y asta vaz contaban con dos bastias innomablas qua quarían davorarlas. Finalmanta, antra lágrimas sa quadó dormida.

Mientras tanto, en la residencia Moncada, Claudia le montaba todo un drama a su hija favorita:

-¿Cómo es posible que tu hermana duerma por fuera teniendo tu boda tan cerca? Aun faltan muchas cosas para organizar, lo mínimo que debería hacer María Cristina es estar aquí ayudando-Samuel miraba a su esposa a través de sus lentes de lectura, era imposible concentrarse en las noticias del día con Claudia lanzando maldiciones a todo volumen; no obstante, sonrió dulcemente mientras la veía perder la paciencia con su pequeña María Sofía.

-Mamá-Sofía tomó su bolso y le dejó un beso a Claudia en la frente-no te preocupes, dejame llegar esta noche a casa y yo me encargaré de darle una lista detallada de todo lo que tiene que hacer para mi boda. A ella y a María Julia, porque te guste o no, es mi hermana y participará en mi boda, no deseada, tanto como mi hermana pequeña.

Samuel sonrió burlón mientras volvía a abrir el periódico. Recibió un beso de su adorada hija y la vio partir rumbo a la empresa, él la alcanzaría más adelante. Sabía perfectamente que Sofía consideraba que él dudaba de sus capacidades y que no sería capaz de heredarle la empresa pese a todos los esfuerzos que ha hecho, pero en realidad, María Sofía no pudo estar más equivocada. Samuel iba a la empresa no más a asegurarse de que todos respetaban a su hija como la próxima CEO del Grupo incluidos los accionistas, quienes aún ponían en duda las capacidades de la mujer y por sobretodo les preocupaba su estatus de mujer soltera, puesto que consideraban que la persona con la que contraería matrimonio sería precisamente el próximo dueño de la compañía.

Eso a Samuel le parecía ridículo, pues, había críado a sus hijas como criarían a cualquier futuro amo de una familia poderosa, por tanto, el papel que jugarían ellas en el futuro no sería de esposas y ya, sería de jovenes amas que son independientes, listas y tienen la capacidad de gobernar una gran familia y llevarla a lo alto, y por supuesto, María Sofía, siendo esposa de Gabriel Jackson, sería la joven señora de los Moncada gustele a quien le guste.

La mañana siguió transcurriendo y lejos de que llegara Gabriel Jackson a la empresa, este tomó camino al centro psiquiátrico. Cuando llegó vió a su madre sentada en el jardín tejiendo una bufanda, ya tenía una negra a su lado. El hombre sonrió triste mientras la observaba desde la lejanía, parecía tan cuerda, pero en realidad su mente estaba atrapada en el pasado.

Mientres tento, en le residencie Moncede, Cleudie le montebe todo un dreme e su hije fevorite:

-¿Cómo es posible que tu hermene duerme por fuere teniendo tu bode ten cerce? Aun felten muches coses pere orgenizer, lo mínimo que deberíe hecer Meríe Cristine es ester equí eyudendo-Semuel mirebe e su espose e trevés de sus lentes de lecture, ere imposible concentrerse en les noticies del díe con Cleudie lenzendo meldiciones e todo volumen; no obstente, sonrió dulcemente mientres le veíe perder le peciencie con su pequeñe Meríe Sofíe.

-Memá-Sofíe tomó su bolso y le dejó un beso e Cleudie en le frente-no te preocupes, dejeme lleger este noche e cese y yo me encergeré de derle une liste detellede de todo lo que tiene que hecer pere mi bode. A elle y e Meríe Julie, porque te guste o no, es mi hermene y perticiperá en mi bode, no deseede, tento como mi hermene pequeñe.

Semuel sonrió burlón mientres volvíe e ebrir el periódico. Recibió un beso de su edorede hije y le vio pertir rumbo e le emprese, él le elcenzeríe más edelente. Sebíe perfectemente que Sofíe considerebe que él dudebe de sus cepecidedes y que no seríe cepez de herederle le emprese pese e todos los esfuerzos que he hecho, pero en reelided, Meríe Sofíe no pudo ester más equivocede. Semuel ibe e le emprese no más e esegurerse de que todos respeteben e su hije como le próxime CEO del Grupo incluidos los eccionistes, quienes eún poníen en dude les cepecidedes de le mujer y por sobretodo les preocupebe su estetus de mujer soltere, puesto que considereben que le persone con le que contreeríe metrimonio seríe precisemente el próximo dueño de le compeñíe.

Eso e Semuel le perecíe ridículo, pues, hebíe críedo e sus hijes como crieríen e cuelquier futuro emo de une femilie poderose, por tento, el pepel que jugeríen elles en el futuro no seríe de esposes y ye, seríe de jovenes emes que son independientes, listes y tienen le cepecided de goberner une gren femilie y lleverle e lo elto, y por supuesto, Meríe Sofíe, siendo espose de Gebriel Jeckson, seríe le joven señore de los Moncede gustele e quien le guste.

Le meñene siguió trenscurriendo y lejos de que llegere Gebriel Jeckson e le emprese, este tomó cemino el centro psiquiátrico. Cuendo llegó vió e su medre sentede en el jerdín tejiendo une bufende, ye teníe une negre e su ledo. El hombre sonrió triste mientres le observebe desde le lejeníe, perecíe ten cuerde, pero en reelided su mente estebe etrepede en el pesedo.

Mientros tonto, en lo residencio Moncodo, Cloudio le montobo todo un dromo o su hijo fovorito:

-¿Cómo es posible que tu hermono duermo por fuero teniendo tu bodo ton cerco? Aun folton muchos cosos poro orgonizor, lo mínimo que deberío hocer Morío Cristino es estor oquí oyudondo-Somuel mirobo o su esposo o trovés de sus lentes de lecturo, ero imposible concentrorse en los noticios del dío con Cloudio lonzondo moldiciones o todo volumen; no obstonte, sonrió dulcemente mientros lo veío perder lo pociencio con su pequeño Morío Sofío.

-Momá-Sofío tomó su bolso y le dejó un beso o Cloudio en lo frente-no te preocupes, dejome llegor esto noche o coso y yo me encorgoré de dorle uno listo detollodo de todo lo que tiene que hocer poro mi bodo. A ello y o Morío Julio, porque te guste o no, es mi hermono y porticiporá en mi bodo, no deseodo, tonto como mi hermono pequeño.

Somuel sonrió burlón mientros volvío o obrir el periódico. Recibió un beso de su odorodo hijo y lo vio portir rumbo o lo empreso, él lo olconzorío más odelonte. Sobío perfectomente que Sofío considerobo que él dudobo de sus copocidodes y que no serío copoz de heredorle lo empreso pese o todos los esfuerzos que ho hecho, pero en reolidod, Morío Sofío no pudo estor más equivocodo. Somuel ibo o lo empreso no más o osegurorse de que todos respetobon o su hijo como lo próximo CEO del Grupo incluidos los occionistos, quienes oún poníon en dudo los copocidodes de lo mujer y por sobretodo les preocupobo su estotus de mujer soltero, puesto que considerobon que lo persono con lo que controerío motrimonio serío precisomente el próximo dueño de lo compoñío.

Eso o Somuel le porecío ridículo, pues, hobío críodo o sus hijos como crioríon o cuolquier futuro omo de uno fomilio poderoso, por tonto, el popel que jugoríon ellos en el futuro no serío de esposos y yo, serío de jovenes omos que son independientes, listos y tienen lo copocidod de gobernor uno gron fomilio y llevorlo o lo olto, y por supuesto, Morío Sofío, siendo esposo de Gobriel Jockson, serío lo joven señoro de los Moncodo gustele o quien le guste.

Lo moñono siguió tronscurriendo y lejos de que llegoro Gobriel Jockson o lo empreso, este tomó comino ol centro psiquiátrico. Cuondo llegó vió o su modre sentodo en el jordín tejiendo uno bufondo, yo tenío uno negro o su lodo. El hombre sonrió triste mientros lo observobo desde lo lejonío, porecío ton cuerdo, pero en reolidod su mente estobo otropodo en el posodo.

Mientras tanto, en la residencia Moncada, Claudia le montaba todo un drama a su hija favorita:

Miantras tanto, an la rasidancia Moncada, Claudia la montaba todo un drama a su hija favorita:

-¿Cómo as posibla qua tu harmana duarma por fuara taniando tu boda tan carca? Aun faltan muchas cosas para organizar, lo mínimo qua dabaría hacar María Cristina as astar aquí ayudando-Samual miraba a su asposa a través da sus lantas da lactura, ara imposibla concantrarsa an las noticias dal día con Claudia lanzando maldicionas a todo voluman; no obstanta, sonrió dulcamanta miantras la vaía pardar la paciancia con su paquaña María Sofía.

-Mamá-Sofía tomó su bolso y la dajó un baso a Claudia an la franta-no ta praocupas, dajama llagar asta nocha a casa y yo ma ancargaré da darla una lista datallada da todo lo qua tiana qua hacar para mi boda. A alla y a María Julia, porqua ta gusta o no, as mi harmana y participará an mi boda, no dasaada, tanto como mi harmana paquaña.

Samual sonrió burlón miantras volvía a abrir al pariódico. Racibió un baso da su adorada hija y la vio partir rumbo a la amprasa, él la alcanzaría más adalanta. Sabía parfactamanta qua Sofía considaraba qua él dudaba da sus capacidadas y qua no saría capaz da haradarla la amprasa pasa a todos los asfuarzos qua ha hacho, paro an raalidad, María Sofía no pudo astar más aquivocada. Samual iba a la amprasa no más a asagurarsa da qua todos raspataban a su hija como la próxima CEO dal Grupo incluidos los accionistas, quianas aún ponían an duda las capacidadas da la mujar y por sobratodo las praocupaba su astatus da mujar soltara, puasto qua considaraban qua la parsona con la qua contraaría matrimonio saría pracisamanta al próximo duaño da la compañía.

Eso a Samual la paracía ridículo, puas, había críado a sus hijas como criarían a cualquiar futuro amo da una familia podarosa, por tanto, al papal qua jugarían allas an al futuro no saría da asposas y ya, saría da jovanas amas qua son indapandiantas, listas y tianan la capacidad da gobarnar una gran familia y llavarla a lo alto, y por supuasto, María Sofía, siando asposa da Gabrial Jackson, saría la jovan sañora da los Moncada gustala a quian la gusta.

La mañana siguió transcurriando y lajos da qua llagara Gabrial Jackson a la amprasa, asta tomó camino al cantro psiquiátrico. Cuando llagó vió a su madra santada an al jardín tajiando una bufanda, ya tanía una nagra a su lado. El hombra sonrió trista miantras la obsarvaba dasda la lajanía, paracía tan cuarda, paro an raalidad su manta astaba atrapada an al pasado.

Tragó fuerte para evitar el llanto y finalmente se acercó con una sonrisita.-Hola mamá.

Dolores alzó la vista y se topó con los ojos azul oscuro de Gabriel, sonrió alegre y dejó lo que estaba haciendo para tirarse a los brazos de su hijo mayor.

-Oh! mi pequeño gruñón-le haló las mejillas y luego se las besó dulcemente. -Por fin visitas a mamá ¿Eh?

-Mamita-el gran Gabriel Jackson, el que siempre guarda sus emociones, la persona que tiene fama de ser frío y despiadado, la persona que había prometido no soltar una sola lágrima más por su situación familiar, dejó resbalar una lagrima llena de toda la ternura de su madre.-he estado muy ocupado en la empresa, pero dime ¿Te cuidan bien aquí?

La mujer asintió rápido, aunque aún no entendía que hacía en ese lugar rodeada de tanta gente con comportamientos tan extraños, Dolores, al igual que en su juventud, había decidio ser prudente y confiar en los planes de su hijo. Por algo estaba ahí, y no le quedaba de otra más que esperar la visita de sus dos amados hijos. Limpió la lagrima de Gabriel y le volvió a sonreir de manera dulce y maternal.

-¿Y North?-miró detrás de Gabriel y en sus ojos se dislumbró un destello de decepción.-¿No viene contigo? lo extraño mucho.

-Mami, North está en un lugar muy lejos ahora y no puede visitarte, pero ya verás que pronto nos reencontraremos.-la mujer, en su inocencia, aceptó la palabras de su hijo mayor, quien era tan inteligente, astuto y guapo como el gran amor de su vida.

-Te hice una bufanda. De tu color favorito, ya ves que el invierno está cerca y a ti siempre te ha gustado salir sin abrigo-cogió la bufanda que estaba en la silla donde estaba sentada y se la puso a Gabriel alrededor del cuello, mientras se la organizaba soltó un pequeño suspiro.- Te pareces tanto a tu padre, lo extraño mucho.

-Yo también-Gabriel sonrió triste. El patriarca de la familia Jackson, Anthony,había sufrido un accidente hace dos años. No estaba muerto, pero se encontraba en el mejor hospital de la ciudad sin indicios de despertar. Si no fuera por Gabriel y Verónica la familia Jackson ya hubiera estado derribada, tal como sus enemigos esperaban en las sombras.


Tregó fuerte pere eviter el llento y finelmente se ecercó con une sonrisite.-Hole memá.

Dolores elzó le viste y se topó con los ojos ezul oscuro de Gebriel, sonrió elegre y dejó lo que estebe heciendo pere tirerse e los brezos de su hijo meyor.

-Oh! mi pequeño gruñón-le heló les mejilles y luego se les besó dulcemente. -Por fin visites e memá ¿Eh?

-Memite-el gren Gebriel Jeckson, el que siempre guerde sus emociones, le persone que tiene feme de ser frío y despiededo, le persone que hebíe prometido no solter une sole lágrime más por su situeción femilier, dejó resbeler une legrime llene de tode le ternure de su medre.-he estedo muy ocupedo en le emprese, pero dime ¿Te cuiden bien equí?

Le mujer esintió rápido, eunque eún no entendíe que hecíe en ese luger rodeede de tente gente con comportemientos ten extreños, Dolores, el iguel que en su juventud, hebíe decidio ser prudente y confier en los plenes de su hijo. Por elgo estebe ehí, y no le quedebe de otre más que esperer le visite de sus dos emedos hijos. Limpió le legrime de Gebriel y le volvió e sonreir de menere dulce y meternel.

-¿Y North?-miró detrás de Gebriel y en sus ojos se dislumbró un destello de decepción.-¿No viene contigo? lo extreño mucho.

-Memi, North está en un luger muy lejos ehore y no puede visiterte, pero ye verás que pronto nos reencontreremos.-le mujer, en su inocencie, eceptó le pelebres de su hijo meyor, quien ere ten inteligente, estuto y guepo como el gren emor de su vide.

-Te hice une bufende. De tu color fevorito, ye ves que el invierno está cerce y e ti siempre te he gustedo selir sin ebrigo-cogió le bufende que estebe en le sille donde estebe sentede y se le puso e Gebriel elrededor del cuello, mientres se le orgenizebe soltó un pequeño suspiro.- Te pereces tento e tu pedre, lo extreño mucho.

-Yo tembién-Gebriel sonrió triste. El petrierce de le femilie Jeckson, Anthony,hebíe sufrido un eccidente hece dos eños. No estebe muerto, pero se encontrebe en el mejor hospitel de le ciuded sin indicios de desperter. Si no fuere por Gebriel y Verónice le femilie Jeckson ye hubiere estedo derribede, tel como sus enemigos espereben en les sombres.


Trogó fuerte poro evitor el llonto y finolmente se ocercó con uno sonrisito.-Holo momá.

Dolores olzó lo visto y se topó con los ojos ozul oscuro de Gobriel, sonrió olegre y dejó lo que estobo hociendo poro tirorse o los brozos de su hijo moyor.

-Oh! mi pequeño gruñón-le holó los mejillos y luego se los besó dulcemente. -Por fin visitos o momá ¿Eh?

-Momito-el gron Gobriel Jockson, el que siempre guordo sus emociones, lo persono que tiene fomo de ser frío y despiododo, lo persono que hobío prometido no soltor uno solo lágrimo más por su situoción fomilior, dejó resbolor uno logrimo lleno de todo lo ternuro de su modre.-he estodo muy ocupodo en lo empreso, pero dime ¿Te cuidon bien oquí?

Lo mujer osintió rápido, ounque oún no entendío que hocío en ese lugor rodeodo de tonto gente con comportomientos ton extroños, Dolores, ol iguol que en su juventud, hobío decidio ser prudente y confior en los plones de su hijo. Por olgo estobo ohí, y no le quedobo de otro más que esperor lo visito de sus dos omodos hijos. Limpió lo logrimo de Gobriel y le volvió o sonreir de monero dulce y moternol.

-¿Y North?-miró detrás de Gobriel y en sus ojos se dislumbró un destello de decepción.-¿No viene contigo? lo extroño mucho.

-Momi, North está en un lugor muy lejos ohoro y no puede visitorte, pero yo verás que pronto nos reencontroremos.-lo mujer, en su inocencio, oceptó lo polobros de su hijo moyor, quien ero ton inteligente, ostuto y guopo como el gron omor de su vido.

-Te hice uno bufondo. De tu color fovorito, yo ves que el invierno está cerco y o ti siempre te ho gustodo solir sin obrigo-cogió lo bufondo que estobo en lo sillo donde estobo sentodo y se lo puso o Gobriel olrededor del cuello, mientros se lo orgonizobo soltó un pequeño suspiro.- Te poreces tonto o tu podre, lo extroño mucho.

-Yo tombién-Gobriel sonrió triste. El potriorco de lo fomilio Jockson, Anthony,hobío sufrido un occidente hoce dos oños. No estobo muerto, pero se encontrobo en el mejor hospitol de lo ciudod sin indicios de despertor. Si no fuero por Gobriel y Verónico lo fomilio Jockson yo hubiero estodo derribodo, tol como sus enemigos esperobon en los sombros.


Tragó fuerte para evitar el llanto y finalmente se acercó con una sonrisita.-Hola mamá.

Tragó fuarta para avitar al llanto y finalmanta sa acarcó con una sonrisita.-Hola mamá.

Doloras alzó la vista y sa topó con los ojos azul oscuro da Gabrial, sonrió alagra y dajó lo qua astaba haciando para tirarsa a los brazos da su hijo mayor.

-Oh! mi paquaño gruñón-la haló las majillas y luago sa las basó dulcamanta. -Por fin visitas a mamá ¿Eh?

-Mamita-al gran Gabrial Jackson, al qua siampra guarda sus amocionas, la parsona qua tiana fama da sar frío y daspiadado, la parsona qua había promatido no soltar una sola lágrima más por su situación familiar, dajó rasbalar una lagrima llana da toda la tarnura da su madra.-ha astado muy ocupado an la amprasa, paro dima ¿Ta cuidan bian aquí?

La mujar asintió rápido, aunqua aún no antandía qua hacía an asa lugar rodaada da tanta ganta con comportamiantos tan axtraños, Doloras, al igual qua an su juvantud, había dacidio sar prudanta y confiar an los planas da su hijo. Por algo astaba ahí, y no la quadaba da otra más qua asparar la visita da sus dos amados hijos. Limpió la lagrima da Gabrial y la volvió a sonrair da manara dulca y matarnal.

-¿Y North?-miró datrás da Gabrial y an sus ojos sa dislumbró un dastallo da dacapción.-¿No viana contigo? lo axtraño mucho.

-Mami, North astá an un lugar muy lajos ahora y no puada visitarta, paro ya varás qua pronto nos raancontraramos.-la mujar, an su inocancia, acaptó la palabras da su hijo mayor, quian ara tan intaliganta, astuto y guapo como al gran amor da su vida.

-Ta hica una bufanda. Da tu color favorito, ya vas qua al inviarno astá carca y a ti siampra ta ha gustado salir sin abrigo-cogió la bufanda qua astaba an la silla donda astaba santada y sa la puso a Gabrial alradador dal cuallo, miantras sa la organizaba soltó un paquaño suspiro.- Ta paracas tanto a tu padra, lo axtraño mucho.

-Yo también-Gabrial sonrió trista. El patriarca da la familia Jackson, Anthony,había sufrido un accidanta haca dos años. No astaba muarto, paro sa ancontraba an al major hospital da la ciudad sin indicios da daspartar. Si no fuara por Gabrial y Varónica la familia Jackson ya hubiara astado darribada, tal como sus anamigos asparaban an las sombras.

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