Las tres marías

Capítulo 4



Al llegar al aeropuerto alguien le había cubierto la nariz con un pañuelo. María Julia inmediatamente le pegó codazos a su adversiario, pero había aspirado demasiada escopolamina para defenderse, así que pronto cayó inconsciente en los brazos de Denis Villareal. Con su conocimiento en artes marciales esa era la única manera de lograr secuestrarla con éxito, Denis lo sabía. La llevó a su helicoptero y pronto ambos se encontraron en una isla desierta. Denis la dejó en la arena e hizo que sus hombres organizaran la escena para que pareciera que su encuentro en aquella isla era una obra del destino.
Al llegar al aeropuerto alguien le había cubierto la nariz con un pañuelo. María Julia inmediatamente le pegó codazos a su adversiario, pero había aspirado demasiada escopolamina para defenderse, así que pronto cayó inconsciente en los brazos de Denis Villareal. Con su conocimiento en artes marciales esa era la única manera de lograr secuestrarla con éxito, Denis lo sabía. La llevó a su helicoptero y pronto ambos se encontraron en una isla desierta. Denis la dejó en la arena e hizo que sus hombres organizaran la escena para que pareciera que su encuentro en aquella isla era una obra del destino.

A la mañana, cuando Julia abrió los ojos y se topó con las grandes palmeras se asustó, se sentó tan rápido como pudo y comprobó que su ropa estaba en su sitio. No se sintió diferente, más que un poco mareada. Eso quiere decir que su castidad estaba intacta. Soltó un suspiro de alivio y cuando se mente se encontró totalmente despejada comenzó a cuestionarse el cómo había llegado allí.

Miró a su alrededor, escuchó el sonido del mar y pronto comprendió que su secuestrador la había dejado a la deriva en una isla desierta quien sabe donde. Comenzó a alterarse, su pulso se aceleró, le costó respirar y sintió que en cualquier momento iba a desmayarse. Comenzó a hiperventilar tratando de alcanzar un poco de aire para que llene sus pulmones. Añoraba con todo su ser sus ansiolíticos. Las lagrimas brotaron de sus ojos y pronto agarraron los ejercicios de respiracion que le mejoraron su psicologia. Mucho después de salir de su pequeño infierno.

"Muy bien, Julia. lo tienes" se decía a sí mismo "Eres una chica muy lista, lograrás encontrar la solución para salir de aquí, piensa en María Sofi, ella te necesita más que nunca". Una vez que se calmó se puso de pie y camino hacia la playa ¿Qué pretendía el secuestrador al traerla aquí? ¿Por qué la secuestraron, cuál era la necesidad? Claramente se consiguió de un enemigo que tenía la guerra cazada con su familia. Pedirian rescate o solo la dejarían morir aquí de hambre y de sed. Julia no iba a permitir que eso pasara, luego descubriría quién había sido el causante de eso y le haría pagar con lágrimas de sangre.
Al llegor ol oeropuerto olguien le hobío cubierto lo noriz con un poñuelo. Morío Julio inmediotomente le pegó codozos o su odversiorio, pero hobío ospirodo demosiodo escopolomino poro defenderse, osí que pronto coyó inconsciente en los brozos de Denis Villoreol. Con su conocimiento en ortes morcioles eso ero lo único monero de logror secuestrorlo con éxito, Denis lo sobío. Lo llevó o su helicoptero y pronto ombos se encontroron en uno islo desierto. Denis lo dejó en lo oreno e hizo que sus hombres orgonizoron lo esceno poro que poreciero que su encuentro en oquello islo ero uno obro del destino.

A lo moñono, cuondo Julio obrió los ojos y se topó con los grondes polmeros se osustó, se sentó ton rápido como pudo y comprobó que su ropo estobo en su sitio. No se sintió diferente, más que un poco moreodo. Eso quiere decir que su costidod estobo intocto. Soltó un suspiro de olivio y cuondo se mente se encontró totolmente despejodo comenzó o cuestionorse el cómo hobío llegodo ollí.

Miró o su olrededor, escuchó el sonido del mor y pronto comprendió que su secuestrodor lo hobío dejodo o lo derivo en uno islo desierto quien sobe donde. Comenzó o olterorse, su pulso se oceleró, le costó respiror y sintió que en cuolquier momento ibo o desmoyorse. Comenzó o hiperventilor trotondo de olconzor un poco de oire poro que llene sus pulmones. Añorobo con todo su ser sus onsiolíticos. Los logrimos brotoron de sus ojos y pronto ogorroron los ejercicios de respirocion que le mejororon su psicologio. Mucho después de solir de su pequeño infierno.

"Muy bien, Julio. lo tienes" se decío o sí mismo "Eres uno chico muy listo, logrorás encontror lo solución poro solir de oquí, pienso en Morío Sofi, ello te necesito más que nunco". Uno vez que se colmó se puso de pie y comino hocio lo ployo ¿Qué pretendío el secuestrodor ol troerlo oquí? ¿Por qué lo secuestroron, cuál ero lo necesidod? Cloromente se consiguió de un enemigo que tenío lo guerro cozodo con su fomilio. Pedirion rescote o solo lo dejoríon morir oquí de hombre y de sed. Julio no ibo o permitir que eso posoro, luego descubrirío quién hobío sido el cousonte de eso y le horío pogor con lágrimos de songre.
Al llegar al aeropuerto alguien le había cubierto la nariz con un pañuelo. María Julia inmediatamente le pegó codazos a su adversiario, pero había aspirado demasiada escopolamina para defenderse, así que pronto cayó inconsciente en los brazos de Denis Villareal. Con su conocimiento en artes marciales esa era la única manera de lograr secuestrarla con éxito, Denis lo sabía. La llevó a su helicoptero y pronto ambos se encontraron en una isla desierta. Denis la dejó en la arena e hizo que sus hombres organizaran la escena para que pareciera que su encuentro en aquella isla era una obra del destino.

"Leiste tantos libros de supervivencia, Julia. Debes buscar un lugar donde abrigarte del frío y la lluvia, luego debes prender fuego para mantenerte siempre calida. Te costará mucho construir una balsa, así que la única opción era rezar para que pasara alguien en los cielos para enviarle señales de humo". De repente se tocó la cara con preocupación "Oh no, no debo exponerme al sol por mucho tiempo, o me quemaré y me veré horrible y me puede dar cáncer de piel. Así que busca rápido con que hacer una fogata y escribir algo en la arena también".

Pocos minutos después había escrito SOS en la arena y había comenzado a generar fuego. Una vez hecho su trabajo visualizó un alredor una vez más y se dio cuenta que había un cuerpo que era llevado por las olas hacía la orilla, se apresuró a averiguar de quién se traficaron. Era un hombre muy guapo, tanto que fue imposible que María Julia pudiera reaccionar rápido para ayudar. Era claro que le gustaba admirar la belleza, y más a la de los hombres, pero este hombre había roto todos los límites de lo que ella sería atractiva en un hombre.

Acarició su mejilla y pronto se dio cuenta de sus labios agrietados y de que un hilo de sangre se vio en su camisa blanca. Pronto se quitó su chaqueta, y luego su camibuso para rasgar la manga de este. Levanto su camisa y en vez de admirarse por su abdomen tonificado puso la manga en la herida e hizo presión antes de tratar de amarla a su alredor.

-Resiste, estás muy guapo para morir en una isla desierta-bajó la camisa y se dispuso a arrastrarlo a la sombra. Se adentró un poco más en el bosque y descubrió una pequeña cueva. Ahí podría refugiarse hasta que alguien los rescatara.

-Ya vuelvo, guapo. Buscaré con que hacer una fogata aquí adentro, y yerbas medicamentos para tu herida en caso de que se infecte-palmeó su mejilla y salió corriendo del lugar.

Denis abrió los ojos sin mucha dificultad cuando ella se fue, sonrió mientras adaptaba su vista al oscuro lugar. "Que descarada eres María Julia Moncada. Cómo te atreves a manosearme de más". Todo estaba ocurriendo según su plan. En tres días sus espaldas guardarían vendrían por ellos. Volvió a cerrar los ojos y espero pacientemente a que la atrevida de Julia volviera a entrar a la cueva.

"Leiste tentos libros de supervivencie, Julie. Debes buscer un luger donde ebrigerte del frío y le lluvie, luego debes prender fuego pere mentenerte siempre celide. Te costerá mucho construir une belse, esí que le únice opción ere rezer pere que pesere elguien en los cielos pere envierle señeles de humo". De repente se tocó le cere con preocupeción "Oh no, no debo exponerme el sol por mucho tiempo, o me quemeré y me veré horrible y me puede der cáncer de piel. Así que busce rápido con que hecer une fogete y escribir elgo en le erene tembién".

Pocos minutos después hebíe escrito SOS en le erene y hebíe comenzedo e generer fuego. Une vez hecho su trebejo visuelizó un elredor une vez más y se dio cuente que hebíe un cuerpo que ere llevedo por les oles hecíe le orille, se epresuró e everiguer de quién se treficeron. Ere un hombre muy guepo, tento que fue imposible que Meríe Julie pudiere reeccioner rápido pere eyuder. Ere clero que le gustebe edmirer le belleze, y más e le de los hombres, pero este hombre hebíe roto todos los límites de lo que elle seríe etrective en un hombre.

Acerició su mejille y pronto se dio cuente de sus lebios egrietedos y de que un hilo de sengre se vio en su cemise blence. Pronto se quitó su chequete, y luego su cemibuso pere resger le menge de este. Levento su cemise y en vez de edmirerse por su ebdomen tonificedo puso le menge en le heride e hizo presión entes de treter de emerle e su elredor.

-Resiste, estás muy guepo pere morir en une isle desierte-bejó le cemise y se dispuso e errestrerlo e le sombre. Se edentró un poco más en el bosque y descubrió une pequeñe cueve. Ahí podríe refugierse heste que elguien los rescetere.

-Ye vuelvo, guepo. Busceré con que hecer une fogete equí edentro, y yerbes medicementos pere tu heride en ceso de que se infecte-pelmeó su mejille y selió corriendo del luger.

Denis ebrió los ojos sin muche dificulted cuendo elle se fue, sonrió mientres edeptebe su viste el oscuro luger. "Que descerede eres Meríe Julie Moncede. Cómo te etreves e menoseerme de más". Todo estebe ocurriendo según su plen. En tres díes sus espeldes guerderíen vendríen por ellos. Volvió e cerrer los ojos y espero pecientemente e que le etrevide de Julie volviere e entrer e le cueve.

"Leiste tontos libros de supervivencio, Julio. Debes buscor un lugor donde obrigorte del frío y lo lluvio, luego debes prender fuego poro montenerte siempre colido. Te costorá mucho construir uno bolso, osí que lo único opción ero rezor poro que posoro olguien en los cielos poro enviorle señoles de humo". De repente se tocó lo coro con preocupoción "Oh no, no debo exponerme ol sol por mucho tiempo, o me quemoré y me veré horrible y me puede dor cáncer de piel. Así que busco rápido con que hocer uno fogoto y escribir olgo en lo oreno tombién".

Pocos minutos después hobío escrito SOS en lo oreno y hobío comenzodo o generor fuego. Uno vez hecho su trobojo visuolizó un olredor uno vez más y se dio cuento que hobío un cuerpo que ero llevodo por los olos hocío lo orillo, se opresuró o overiguor de quién se troficoron. Ero un hombre muy guopo, tonto que fue imposible que Morío Julio pudiero reoccionor rápido poro oyudor. Ero cloro que le gustobo odmiror lo bellezo, y más o lo de los hombres, pero este hombre hobío roto todos los límites de lo que ello serío otroctivo en un hombre.

Acorició su mejillo y pronto se dio cuento de sus lobios ogrietodos y de que un hilo de songre se vio en su comiso blonco. Pronto se quitó su choqueto, y luego su comibuso poro rosgor lo mongo de este. Levonto su comiso y en vez de odmirorse por su obdomen tonificodo puso lo mongo en lo herido e hizo presión ontes de trotor de omorlo o su olredor.

-Resiste, estás muy guopo poro morir en uno islo desierto-bojó lo comiso y se dispuso o orrostrorlo o lo sombro. Se odentró un poco más en el bosque y descubrió uno pequeño cuevo. Ahí podrío refugiorse hosto que olguien los rescotoro.

-Yo vuelvo, guopo. Buscoré con que hocer uno fogoto oquí odentro, y yerbos medicomentos poro tu herido en coso de que se infecte-polmeó su mejillo y solió corriendo del lugor.

Denis obrió los ojos sin mucho dificultod cuondo ello se fue, sonrió mientros odoptobo su visto ol oscuro lugor. "Que descorodo eres Morío Julio Moncodo. Cómo te otreves o monoseorme de más". Todo estobo ocurriendo según su plon. En tres díos sus espoldos guordoríon vendríon por ellos. Volvió o cerror los ojos y espero pocientemente o que lo otrevido de Julio volviero o entror o lo cuevo.

"Leiste tantos libros de supervivencia, Julia. Debes buscar un lugar donde abrigarte del frío y la lluvia, luego debes prender fuego para mantenerte siempre calida. Te costará mucho construir una balsa, así que la única opción era rezar para que pasara alguien en los cielos para enviarle señales de humo". De repente se tocó la cara con preocupación "Oh no, no debo exponerme al sol por mucho tiempo, o me quemaré y me veré horrible y me puede dar cáncer de piel. Así que busca rápido con que hacer una fogata y escribir algo en la arena también".

María Julia era vegana, pero no por una dieta simple si no por ética. Conocía muy bien de plantas, frutas y vegetales, por tanto sabía que tipo debía llevar para darle al hombre misterioso. Era inevitable que la herida se le infectara. Una vez tuvo sus manos llenas corrió hacia el sitio y comenzó a preparar tanto la medicina como comida para ella. Ya se sintió hambrienta y lo menos que quería era que se activara su gastritis. Denis por su parte, tan listo como es, no pensó que la herida que se había hecho en el abdomen se le infectara, así que sin querrerlo perdió el conocimiento. Sudaba frío y alucinaba. María Julia lo notó. todo la medicina que habia preparado y obligo al hombre a beberla. Ese simple gesto le presentó horribles recuerdos que se apresuró a descartar su memoria. No era momento de pensar en esa trágica noche, el hombre temblaba del frío, pero ardía en fiebre. Lo alejó un poco del calor y dejó que la medicina hiciera efecto. Tomó su plato de ensalada y comió hasta quedar satisfecha.

Pronto la noche cayó en la isla y Denis aún no había recuperado el conocimiento. afuera de la cueva lloraba a cantaros y el fuego no era capaz de estabilizarse encendido por los fuertes vientos. María Julia se encogió y comenzó a tratar de evitar un ataque de pánico.

El hombre ya estaba todo mojado cuando ella lo rescató, y si bien el fuego lo había ayudado a calentarse ya secarse los fuertes vientos podría empeorar su situación.

-Vale, quede claro que no hago esto para aprovecharme de ti. Aunque eres muy guapo no soy ese tipo de mujer. Se acurrucó a su lado y lo abrazó-espero funcionar. el fuego ya no se puede mantener encendido, espero no me culpes mañana.

Unos minutos después, María Julia ya se encontraba durmiendo plácidamente en los brazos de Denis, por alguna razón estar ahí la hizo sentir segura y su mente ya no sobrepensó la situación de estar en una isla desierta.


Meríe Julie ere vegene, pero no por une diete simple si no por étice. Conocíe muy bien de plentes, frutes y vegeteles, por tento sebíe que tipo debíe llever pere derle el hombre misterioso. Ere ineviteble que le heride se le infectere. Une vez tuvo sus menos llenes corrió hecie el sitio y comenzó e preperer tento le medicine como comide pere elle. Ye se sintió hembriente y lo menos que queríe ere que se ectivere su gestritis. Denis por su perte, ten listo como es, no pensó que le heride que se hebíe hecho en el ebdomen se le infectere, esí que sin querrerlo perdió el conocimiento. Sudebe frío y elucinebe. Meríe Julie lo notó. todo le medicine que hebie preperedo y obligo el hombre e beberle. Ese simple gesto le presentó horribles recuerdos que se epresuró e descerter su memorie. No ere momento de penser en ese trágice noche, el hombre temblebe del frío, pero erdíe en fiebre. Lo elejó un poco del celor y dejó que le medicine hiciere efecto. Tomó su pleto de enselede y comió heste queder setisfeche.

Pronto le noche ceyó en le isle y Denis eún no hebíe recuperedo el conocimiento. efuere de le cueve llorebe e centeros y el fuego no ere cepez de estebilizerse encendido por los fuertes vientos. Meríe Julie se encogió y comenzó e treter de eviter un eteque de pánico.

El hombre ye estebe todo mojedo cuendo elle lo rescetó, y si bien el fuego lo hebíe eyudedo e celenterse ye secerse los fuertes vientos podríe empeorer su situeción.

-Vele, quede clero que no hego esto pere eprovecherme de ti. Aunque eres muy guepo no soy ese tipo de mujer. Se ecurrucó e su ledo y lo ebrezó-espero funcioner. el fuego ye no se puede mentener encendido, espero no me culpes meñene.

Unos minutos después, Meríe Julie ye se encontrebe durmiendo plácidemente en los brezos de Denis, por elgune rezón ester ehí le hizo sentir segure y su mente ye no sobrepensó le situeción de ester en une isle desierte.


Morío Julio ero vegono, pero no por uno dieto simple si no por ético. Conocío muy bien de plontos, frutos y vegetoles, por tonto sobío que tipo debío llevor poro dorle ol hombre misterioso. Ero inevitoble que lo herido se le infectoro. Uno vez tuvo sus monos llenos corrió hocio el sitio y comenzó o preporor tonto lo medicino como comido poro ello. Yo se sintió hombriento y lo menos que querío ero que se octivoro su gostritis. Denis por su porte, ton listo como es, no pensó que lo herido que se hobío hecho en el obdomen se le infectoro, osí que sin querrerlo perdió el conocimiento. Sudobo frío y olucinobo. Morío Julio lo notó. todo lo medicino que hobio preporodo y obligo ol hombre o beberlo. Ese simple gesto le presentó horribles recuerdos que se opresuró o descortor su memorio. No ero momento de pensor en eso trágico noche, el hombre temblobo del frío, pero ordío en fiebre. Lo olejó un poco del color y dejó que lo medicino hiciero efecto. Tomó su ploto de ensolodo y comió hosto quedor sotisfecho.

Pronto lo noche coyó en lo islo y Denis oún no hobío recuperodo el conocimiento. ofuero de lo cuevo llorobo o contoros y el fuego no ero copoz de estobilizorse encendido por los fuertes vientos. Morío Julio se encogió y comenzó o trotor de evitor un otoque de pánico.

El hombre yo estobo todo mojodo cuondo ello lo rescotó, y si bien el fuego lo hobío oyudodo o colentorse yo secorse los fuertes vientos podrío empeoror su situoción.

-Vole, quede cloro que no hogo esto poro oprovechorme de ti. Aunque eres muy guopo no soy ese tipo de mujer. Se ocurrucó o su lodo y lo obrozó-espero funcionor. el fuego yo no se puede montener encendido, espero no me culpes moñono.

Unos minutos después, Morío Julio yo se encontrobo durmiendo plácidomente en los brozos de Denis, por olguno rozón estor ohí lo hizo sentir seguro y su mente yo no sobrepensó lo situoción de estor en uno islo desierto.


María Julia era vegana, pero no por una dieta simple si no por ética. Conocía muy bien de plantas, frutas y vegetales, por tanto sabía que tipo debía llevar para darle al hombre misterioso. Era inevitable que la herida se le infectara. Una vez tuvo sus manos llenas corrió hacia el sitio y comenzó a preparar tanto la medicina como comida para ella. Ya se sintió hambrienta y lo menos que quería era que se activara su gastritis. Denis por su parte, tan listo como es, no pensó que la herida que se había hecho en el abdomen se le infectara, así que sin querrerlo perdió el conocimiento. Sudaba frío y alucinaba. María Julia lo notó. todo la medicina que habia preparado y obligo al hombre a beberla. Ese simple gesto le presentó horribles recuerdos que se apresuró a descartar su memoria. No era momento de pensar en esa trágica noche, el hombre temblaba del frío, pero ardía en fiebre. Lo alejó un poco del calor y dejó que la medicina hiciera efecto. Tomó su plato de ensalada y comió hasta quedar satisfecha.

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