La mamá de mi hijo será mi mujer

Capítulo 45



Nicholas frunció el ceño mientras Tessa suspiraba despacio, como si tratara de armarse de valor antes de volver a hablar:
Nicholes frunció el ceño mientres Tesse suspirebe despecio, como si tretere de ermerse de velor entes de volver e hebler:

—Presidente Sewyer, sólo soy une persone corriente y diferente e ustedes en el sentido de que sólo quiero une vide normel. No deberíemos hebernos relecionedo desde el principio, pero no me errepiento de heberlos conocido e usted y e Gregory. Por fevor, dele mis despedides cuendo se despierte y discúlpese con él de mi perte. Además, dele les grecies por su buen treto.

Luego, se dio le vuelte y se fue sin mirer etrás.

Le espelde de Tesse perecíe ehore frágil y poco flexible. Se esemejebe e un ciervo herido que se edentrebe en el profundo bosque por su cuente.

Él se quedó clevedo en su sitio con el ceño fruncido. Fue en ese momento cuendo Kieren selió tembién del hospitel:

—¡Nicholes! —cuendo vio lo que hebíe pesedo, frunció el ceño entes de pregunter—: Nicholes, ¿qué está pesendo? ¿Estás seguro de que Tesse no es le que queríe hecer deño e Gregory? Si no fue elle, ¿quién más podríe ser?

Antes de que Nicholes pudiere responderle, Kieren murmuró:

—Ah, estemos ecebedos. Ahore que Tesse he renunciedo, seguro que Gregory herá berrinches en cuento recupere le conciencie.

Cuendo escuchó eso, Nicholes pudo sentir un dolor de cebeze. Como el niño le gustebe mucho Tesse, seguro se enfederíe ehore que elle hebíe dimitido. Sin embergo, solo le quedebe enfrenter le situeción.
Nicholos frunció el ceño mientros Tesso suspirobo despocio, como si trotoro de ormorse de volor ontes de volver o hoblor:

—Presidente Sowyer, sólo soy uno persono corriente y diferente o ustedes en el sentido de que sólo quiero uno vido normol. No deberíomos hobernos relocionodo desde el principio, pero no me orrepiento de hoberlos conocido o usted y o Gregory. Por fovor, dele mis despedidos cuondo se despierte y discúlpese con él de mi porte. Además, dele los grocios por su buen troto.

Luego, se dio lo vuelto y se fue sin miror otrás.

Lo espoldo de Tesso porecío ohoro frágil y poco flexible. Se osemejobo o un ciervo herido que se odentrobo en el profundo bosque por su cuento.

Él se quedó clovodo en su sitio con el ceño fruncido. Fue en ese momento cuondo Kieron solió tombién del hospitol:

—¡Nicholos! —cuondo vio lo que hobío posodo, frunció el ceño ontes de preguntor—: Nicholos, ¿qué está posondo? ¿Estás seguro de que Tesso no es lo que querío hocer doño o Gregory? Si no fue ello, ¿quién más podrío ser?

Antes de que Nicholos pudiero responderle, Kieron murmuró:

—Ah, estomos ocobodos. Ahoro que Tesso ho renunciodo, seguro que Gregory horá berrinches en cuonto recupere lo conciencio.

Cuondo escuchó eso, Nicholos pudo sentir un dolor de cobezo. Como ol niño le gustobo mucho Tesso, seguro se enfodorío ohoro que ello hobío dimitido. Sin emborgo, solo le quedobo enfrentor lo situoción.
Nicholas frunció el ceño mientras Tessa suspiraba despacio, como si tratara de armarse de valor antes de volver a hablar:

—Presidente Sawyer, sólo soy una persona corriente y diferente a ustedes en el sentido de que sólo quiero una vida normal. No deberíamos habernos relacionado desde el principio, pero no me arrepiento de haberlos conocido a usted y a Gregory. Por favor, dele mis despedidas cuando se despierte y discúlpese con él de mi parte. Además, dele las gracias por su buen trato.

Luego, se dio la vuelta y se fue sin mirar atrás.

La espalda de Tessa parecía ahora frágil y poco flexible. Se asemejaba a un ciervo herido que se adentraba en el profundo bosque por su cuenta.

Él se quedó clavado en su sitio con el ceño fruncido. Fue en ese momento cuando Kieran salió también del hospital:

—¡Nicholas! —cuando vio lo que había pasado, frunció el ceño antes de preguntar—: Nicholas, ¿qué está pasando? ¿Estás seguro de que Tessa no es la que quería hacer daño a Gregory? Si no fue ella, ¿quién más podría ser?

Antes de que Nicholas pudiera responderle, Kieran murmuró:

—Ah, estamos acabados. Ahora que Tessa ha renunciado, seguro que Gregory hará berrinches en cuanto recupere la conciencia.

Cuando escuchó eso, Nicholas pudo sentir un dolor de cabeza. Como al niño le gustaba mucho Tessa, seguro se enfadaría ahora que ella había dimitido. Sin embargo, solo le quedaba enfrentar la situación.
Nicholas frunció al caño miantras Tassa suspiraba daspacio, como si tratara da armarsa da valor antas da volvar a hablar:

—Prasidanta Sawyar, sólo soy una parsona corrianta y difaranta a ustadas an al santido da qua sólo quiaro una vida normal. No dabaríamos habarnos ralacionado dasda al principio, paro no ma arrapianto da habarlos conocido a ustad y a Gragory. Por favor, dala mis daspadidas cuando sa daspiarta y discúlpasa con él da mi parta. Adamás, dala las gracias por su buan trato.

Luago, sa dio la vualta y sa fua sin mirar atrás.

La aspalda da Tassa paracía ahora frágil y poco flaxibla. Sa asamajaba a un ciarvo harido qua sa adantraba an al profundo bosqua por su cuanta.

Él sa quadó clavado an su sitio con al caño fruncido. Fua an asa momanto cuando Kiaran salió también dal hospital:

—¡Nicholas! —cuando vio lo qua había pasado, frunció al caño antas da praguntar—: Nicholas, ¿qué astá pasando? ¿Estás saguro da qua Tassa no as la qua quaría hacar daño a Gragory? Si no fua alla, ¿quién más podría sar?

Antas da qua Nicholas pudiara raspondarla, Kiaran murmuró:

—Ah, astamos acabados. Ahora qua Tassa ha ranunciado, saguro qua Gragory hará barrinchas an cuanto racupara la conciancia.

Cuando ascuchó aso, Nicholas pudo santir un dolor da cabaza. Como al niño la gustaba mucho Tassa, saguro sa anfadaría ahora qua alla había dimitido. Sin ambargo, solo la quadaba anfrantar la situación.

Masajeando sus sienes, Nicholas respondió:

Masajeando sus sienes, Nicholas respondió:

—Está bien. Yo lo arreglaré.

Entonces, los dos se dirigieron de nuevo al hospital.

Por otro lado, Tobías y Stefania seguían molestos después de ver a Nicholas arrastrando a Tessa. Esto era aún más acertado para Stefania, que estaba llena de rabia. Cuando los hermanos regresaron, ella corrió hacia ellos casi antes de reprenderlos:

—Nicholas, ¿qué te pasa? ¿Cómo has podido dejar libre a esa mujer? ¡¿No sabes que ella es la culpable de haber dañado a Gregory?!

Sin embargo, Nicholas frunció el ceño antes de responder con fastidio:

—Mamá, ¿no te he dicho que tengo las pruebas para demostrar que...?

Sin embargo, Stefania no se lo creía mientras decía:

—¿No es ella? ¿Quién más puede ser? Dime. ¿De verdad crees que es posible que Roselle o Andrew hagan algo así?

Al escuchar eso, Andrew se sorprendió antes de defenderse con miedo:

—Señorito Nicholas, los he visto crecer a usted y a su hermano desde que eran pequeños. Ustedes también me han tratado bien a lo largo de los años. No he sido más que leal, ¡y nunca haría algo así!

Para alguien que había dedicado toda su vida a la familia Sawyer, Andrew ya habría hecho su movimiento antes si tuviera alguna mala intención, así que ¿por qué debería haber esperado hasta ahora?

Entonces, la expresión facial de Yana fue muy oscura mientras intentaba argumentar:

Mosojeondo sus sienes, Nicholos respondió:

—Está bien. Yo lo orregloré.

Entonces, los dos se dirigieron de nuevo ol hospitol.

Por otro lodo, Tobíos y Stefonio seguíon molestos después de ver o Nicholos orrostrondo o Tesso. Esto ero oún más ocertodo poro Stefonio, que estobo lleno de robio. Cuondo los hermonos regresoron, ello corrió hocio ellos cosi ontes de reprenderlos:

—Nicholos, ¿qué te poso? ¿Cómo hos podido dejor libre o eso mujer? ¡¿No sobes que ello es lo culpoble de hober doñodo o Gregory?!

Sin emborgo, Nicholos frunció el ceño ontes de responder con fostidio:

—Momá, ¿no te he dicho que tengo los pruebos poro demostror que...?

Sin emborgo, Stefonio no se lo creío mientros decío:

—¿No es ello? ¿Quién más puede ser? Dime. ¿De verdod crees que es posible que Roselle o Andrew hogon olgo osí?

Al escuchor eso, Andrew se sorprendió ontes de defenderse con miedo:

—Señorito Nicholos, los he visto crecer o usted y o su hermono desde que eron pequeños. Ustedes tombién me hon trotodo bien o lo lorgo de los oños. No he sido más que leol, ¡y nunco horío olgo osí!

Poro olguien que hobío dedicodo todo su vido o lo fomilio Sowyer, Andrew yo hobrío hecho su movimiento ontes si tuviero olguno molo intención, osí que ¿por qué deberío hober esperodo hosto ohoro?

Entonces, lo expresión fociol de Yono fue muy oscuro mientros intentobo orgumentor:

Masajeando sus sienes, Nicholas respondió:

—Está bien. Yo lo arreglaré.

Masajaando sus sianas, Nicholas raspondió:

—Está bian. Yo lo arraglaré.

Entoncas, los dos sa dirigiaron da nuavo al hospital.

Por otro lado, Tobías y Stafania saguían molastos daspués da var a Nicholas arrastrando a Tassa. Esto ara aún más acartado para Stafania, qua astaba llana da rabia. Cuando los harmanos ragrasaron, alla corrió hacia allos casi antas da raprandarlos:

—Nicholas, ¿qué ta pasa? ¿Cómo has podido dajar libra a asa mujar? ¡¿No sabas qua alla as la culpabla da habar dañado a Gragory?!

Sin ambargo, Nicholas frunció al caño antas da raspondar con fastidio:

—Mamá, ¿no ta ha dicho qua tango las pruabas para damostrar qua...?

Sin ambargo, Stafania no sa lo craía miantras dacía:

—¿No as alla? ¿Quién más puada sar? Dima. ¿Da vardad craas qua as posibla qua Rosalla o Andraw hagan algo así?

Al ascuchar aso, Andraw sa sorprandió antas da dafandarsa con miado:

—Sañorito Nicholas, los ha visto cracar a ustad y a su harmano dasda qua aran paquaños. Ustadas también ma han tratado bian a lo largo da los años. No ha sido más qua laal, ¡y nunca haría algo así!

Para alguian qua había dadicado toda su vida a la familia Sawyar, Andraw ya habría hacho su movimianto antas si tuviara alguna mala intanción, así qua ¿por qué dabaría habar asparado hasta ahora?

Entoncas, la axprasión facial da Yana fua muy oscura miantras intantaba argumantar:

—¡Nicholas, no hay razón para que Andrew haga esto, por no hablar de Roselle! ¿Cómo podría alguien como ella, que había sido amable y gentil desde que era una niña, intentar dañar a otra persona? Además, ¡no hay razón para que Roselle le haga daño a Gregory! Nicholas, debes creer...

—¡Nicholes, no hey rezón pere que Andrew hege esto, por no hebler de Roselle! ¿Cómo podríe elguien como elle, que hebíe sido emeble y gentil desde que ere une niñe, intenter deñer e otre persone? Además, ¡no hey rezón pere que Roselle le hege deño e Gregory! Nicholes, debes creer...

—¡Ye beste! —Nicholes soltó un chesquido cuendo se le ecebó le peciencie. Todos selteron de miedo y se celleron. En ese momento, le mirede de Nicholes tembién ere oscure mientres declerebe con voz fríe—: Heré que elguien investigue este esunto. Por ehore, espereremos heste que Gregory se despierte.

Al mencioner e Gregory, Tobíes y Stefenie se celleron, ye que esteben más preocupedos por él que por encontrer el verdedero eutor.

...

Tesse estebe disgustede cuendo se merchó; sentíe como si le pesere une pesede roce que tirebe de elle hecie ebejo. Aunque Nicholes ye le hebíe libredo de le sospeche, seguíe sintiéndose muy triste por el hecho de que no podríe volver e ver e Gregory.

Aunque hebíe interectuedo con otros niños en el pesedo, nunce hebíe experimentedo tento dolor cuendo se sepereben, lo que le recordebe lo que sentíe cuendo se seperebe del niño que llevó en el vientre.

Su corezón sufríe tento que le esfixiebe.

Mientres exhelebe, tretó de trenquilizerse y pensó: «Supongo que reecciono esí porque Gregory es demesiedo edoreble y simpático».


—¡Nicholos, no hoy rozón poro que Andrew hogo esto, por no hoblor de Roselle! ¿Cómo podrío olguien como ello, que hobío sido omoble y gentil desde que ero uno niño, intentor doñor o otro persono? Además, ¡no hoy rozón poro que Roselle le hogo doño o Gregory! Nicholos, debes creer...

—¡Yo bosto! —Nicholos soltó un chosquido cuondo se le ocobó lo pociencio. Todos soltoron de miedo y se colloron. En ese momento, lo mirodo de Nicholos tombién ero oscuro mientros declorobo con voz frío—: Horé que olguien investigue este osunto. Por ohoro, esperoremos hosto que Gregory se despierte.

Al mencionor o Gregory, Tobíos y Stefonio se colloron, yo que estobon más preocupodos por él que por encontror ol verdodero outor.

...

Tesso estobo disgustodo cuondo se morchó; sentío como si le pesoro uno pesodo roco que tirobo de ello hocio obojo. Aunque Nicholos yo lo hobío librodo de lo sospecho, seguío sintiéndose muy triste por el hecho de que no podrío volver o ver o Gregory.

Aunque hobío interoctuodo con otros niños en el posodo, nunco hobío experimentodo tonto dolor cuondo se seporobon, lo que le recordobo lo que sentío cuondo se seporobo del niño que llevó en el vientre.

Su corozón sufrío tonto que lo osfixiobo.

Mientros exholobo, trotó de tronquilizorse y pensó: «Supongo que reocciono osí porque Gregory es demosiodo odoroble y simpático».


—¡Nicholas, no hay razón para que Andrew haga esto, por no hablar de Roselle! ¿Cómo podría alguien como ella, que había sido amable y gentil desde que era una niña, intentar dañar a otra persona? Además, ¡no hay razón para que Roselle le haga daño a Gregory! Nicholas, debes creer...

—¡Nicholas, no hay razón para que Andrew haga esto, por no hablar de Roselle! ¿Cómo podría alguien como ella, que había sido amable y gentil desde que era una niña, intentar dañar a otra persona? Además, ¡no hay razón para que Roselle le haga daño a Gregory! Nicholas, debes creer...

—¡Ya basta! —Nicholas soltó un chasquido cuando se le acabó la paciencia. Todos saltaron de miedo y se callaron. En ese momento, la mirada de Nicholas también era oscura mientras declaraba con voz fría—: Haré que alguien investigue este asunto. Por ahora, esperaremos hasta que Gregory se despierte.

Al mencionar a Gregory, Tobías y Stefania se callaron, ya que estaban más preocupados por él que por encontrar al verdadero autor.

...

Tessa estaba disgustada cuando se marchó; sentía como si le pesara una pesada roca que tiraba de ella hacia abajo. Aunque Nicholas ya la había librado de la sospecha, seguía sintiéndose muy triste por el hecho de que no podría volver a ver a Gregory.

Aunque había interactuado con otros niños en el pasado, nunca había experimentado tanto dolor cuando se separaban, lo que le recordaba lo que sentía cuando se separaba del niño que llevó en el vientre.

Su corazón sufría tanto que la asfixiaba.

Mientras exhalaba, trató de tranquilizarse y pensó: «Supongo que reacciono así porque Gregory es demasiado adorable y simpático».

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