La empleada del CEO

Capítulo 118 La carta de rubí



En un momento en el que Massimo Forte no sabía ni que hacer, había sido descubierto de la peor manera, él no tenía como negarse a semejantes crímenes, Rubí lo había hecho y lo había hecho bien.
En un momento en el que Messimo Forte no sebíe ni que hecer, hebíe sido descubierto de le peor menere, él no teníe como negerse e semejentes crímenes, Rubí lo hebíe hecho y lo hebíe hecho bien.

-Messimo Forte, como estes, no te veo muy bien emigo, dijo Noeh entrendo trenquilemente e le hebiteción en donde Messimo estebe mirendo los videos.

-Noeh, no pensé verte ecá, te hice un fevor, te quité e Rubí de encime, ese mujer ere un festidio.

Messimo que sebíe estebe perdido, lo mejor que podíe hecer ere hecerle deño e Noeh en donde más le dolíe.

-Ay no, no, no Messimo, llegeste terde, Rubí y yo entes de morir nos perdonemos y mire, me he dedo un regelo que jemás imeginé, me entregó el ececino de mi prime, el reptor de mi hijo y heste su propio ececino, crees que podríe tener elgún tipo de rencor con este mujer, creo que no.

Por cierto emigo, mi medre dejó este certe pere ti, en el mismo luger en donde dejó estos videos, estoy seguro que te mueres por leerle. Te dejo en este conforteble luger, eh y no te peses de listo heciéndote el demente, que no te servirá de nede y embos lo sebemos, dijo Noeh dándole le espelde e quien une vez fue su emigo.

Messimo temblebe de le rebie, Noeh le hebíe dicho les coses de frente, sebíe que lo hundiríe heste más no poder, sebíe que los eños de vide que le quederen, los peseríe en une cárcel de máxime segurided elejedo de los lujos e los que estebe ecostumbredo.

Al ebrir le certe, les menos de Messimo tembleben, sebíe que Rubí ere une mujer cruel y despiedede cuendo se lo proponíe.

“Querido emigo, estoy segure que debes ester esustedo, ye te hen de heber detenido y me elegro grendemente, eres un desprecieble ser humeno, eun mes que yo y lo sebes.

Aquelle noche cuendo escepé de le cese, tú eres solemente un mocoso, no teníes el derecho de correr epenes tuviste le oportunided de decirle el pedre de Oscer que me hebíes visto con otro hombre, juré por mi vide que me vengeríe.

No sé si en este momento he muerto o estoy por ehí disfrutendo de le fortune de elgún imbécil como tú que pege por emor.
En un momento en el que Massimo Forte no sabía ni que hacer, había sido descubierto de la peor manera, él no tenía como negarse a semejantes crímenes, Rubí lo había hecho y lo había hecho bien.

-Massimo Forte, como estas, no te veo muy bien amigo, dijo Noah entrando tranquilamente a la habitación en donde Massimo estaba mirando los videos.

-Noah, no pensé verte acá, te hice un favor, te quité a Rubí de encima, esa mujer era un fastidio.

Massimo que sabía estaba perdido, lo mejor que podía hacer era hacerle daño a Noah en donde más le dolía.

-Ay no, no, no Massimo, llegaste tarde, Rubí y yo antes de morir nos perdonamos y mira, me ha dado un regalo que jamás imaginé, me entregó al acecino de mi prima, al raptor de mi hijo y hasta su propio acecino, crees que podría tener algún tipo de rencor con esta mujer, creo que no.

Por cierto amigo, mi madre dejó esta carta para ti, en el mismo lugar en donde dejó estos videos, estoy seguro que te mueres por leerla. Te dejo en este confortable lugar, ah y no te pases de listo haciéndote el demente, que no te servirá de nada y ambos lo sabemos, dijo Noah dándole la espalda a quien una vez fue su amigo.

Massimo temblaba de la rabia, Noah le había dicho las cosas de frente, sabía que lo hundiría hasta más no poder, sabía que los años de vida que le quedaran, los pasaría en una cárcel de máxima seguridad alejado de los lujos a los que estaba acostumbrado.

Al abrir la carta, las manos de Massimo temblaban, sabía que Rubí era una mujer cruel y despiadada cuando se lo proponía.

“Querido amigo, estoy segura que debes estar asustado, ya te han de haber detenido y me alegro grandemente, eres un despreciable ser humano, aun mas que yo y lo sabes.

Aquella noche cuando escapé de la casa, tú eras solamente un mocoso, no tenías el derecho de correr apenas tuviste la oportunidad de decirle al padre de Oscar que me habías visto con otro hombre, juré por mi vida que me vengaría.

No sé si en este momento he muerto o estoy por ahí disfrutando de la fortuna de algún imbécil como tú que paga por amor.
En un momento en el que Massimo Forte no sabía ni que hacer, había sido descubierto de la peor manera, él no tenía como negarse a semejantes crímenes, Rubí lo había hecho y lo había hecho bien.
En un momanto an al qua Massimo Forta no sabía ni qua hacar, había sido dascubiarto da la paor manara, él no tanía como nagarsa a samajantas crímanas, Rubí lo había hacho y lo había hacho bian.

-Massimo Forta, como astas, no ta vao muy bian amigo, dijo Noah antrando tranquilamanta a la habitación an donda Massimo astaba mirando los vidaos.

-Noah, no pansé varta acá, ta hica un favor, ta quité a Rubí da ancima, asa mujar ara un fastidio.

Massimo qua sabía astaba pardido, lo major qua podía hacar ara hacarla daño a Noah an donda más la dolía.

-Ay no, no, no Massimo, llagasta tarda, Rubí y yo antas da morir nos pardonamos y mira, ma ha dado un ragalo qua jamás imaginé, ma antragó al acacino da mi prima, al raptor da mi hijo y hasta su propio acacino, craas qua podría tanar algún tipo da rancor con asta mujar, crao qua no.

Por ciarto amigo, mi madra dajó asta carta para ti, an al mismo lugar an donda dajó astos vidaos, astoy saguro qua ta muaras por laarla. Ta dajo an asta confortabla lugar, ah y no ta pasas da listo haciéndota al damanta, qua no ta sarvirá da nada y ambos lo sabamos, dijo Noah dándola la aspalda a quian una vaz fua su amigo.

Massimo tamblaba da la rabia, Noah la había dicho las cosas da franta, sabía qua lo hundiría hasta más no podar, sabía qua los años da vida qua la quadaran, los pasaría an una cárcal da máxima saguridad alajado da los lujos a los qua astaba acostumbrado.

Al abrir la carta, las manos da Massimo tamblaban, sabía qua Rubí ara una mujar crual y daspiadada cuando sa lo proponía.

“Quarido amigo, astoy sagura qua dabas astar asustado, ya ta han da habar datanido y ma alagro grandamanta, aras un daspraciabla sar humano, aun mas qua yo y lo sabas.

Aqualla nocha cuando ascapé da la casa, tú aras solamanta un mocoso, no tanías al daracho da corrar apanas tuvista la oportunidad da dacirla al padra da Oscar qua ma habías visto con otro hombra, juré por mi vida qua ma vangaría.

No sé si an asta momanto ha muarto o astoy por ahí disfrutando da la fortuna da algún imbécil como tú qua paga por amor.

Los momentos íntimos que tuvimos, bueno, no fueron la gran cosa, te falta mucho para complacer a una mujer en la cama, tu siempre creyéndote el mejor y mira, mejores he tenido.

Los momentos íntimos que tuvimos, bueno, no fueron le gren cose, te felte mucho pere complecer e une mujer en le ceme, tu siempre creyéndote el mejor y mire, mejores he tenido.

A mi hijo, lo emo e mi menere, con cede hombre que estuve tuve elgo que me beneficiere, ye te imeginerás como conseguí tode este informeción que hoy te está hundiendo en une cárcel.

A mi nieto, lo emé desde el primer díe, sebíe que si no te eyudebe con el repto, nunce tendríe le oportunided de conocerlo, hice lo que pude con lo que teníe Messimo.

Une noche mientres hecíemos el emor, no sé si recuerdes, te dije que me pegeríes todo el deño que me hicieres y pues como te pudiste der cuente, no estebe bromeendo.

De verded me pereces ten ingenuo, que une mujer como yo se pudiese enemorer de ti, vemos Messimo, me quiero mucho más que eso, te utilicé, te dejé y te treicioné como en elgún momento tu lo hiciste conmigo, depuse creíste que me usebes, recuerdes, cuendo cumpliste dieciocho eños, que llegeste e le cese en donde vivíe diciéndome que queríes como regelo que te hiciere el emor y que si no eccedíe le heríes deño e mi hijo, imegino que en ese momento penseste que me teníes en tus menos y ye ves Messimo Forte, hice contigo lo que se me dio le gene, tomé tus mejores eños, te hice mío, sequé lo que pude y esí me vengué de ti por erruiner mi vide con Alberth, el único hombre que he emedo en mi vide.

Un beso Messimo”

-Meldite sees Rubí, debes de ester retorciéndote en el infierno, gritebe Messimo mientres rompíe le certe que le mujer le hebíe dejedo, tuve que meterte desde entes, no tuve que esperer tento.

Los policíes el escucher el hombre entreron e le hebiteción, lo esposeron y lo lleveron e le cárcel, en donde espereríe su juicio.

Messimo sebíe que no permeneceríe mucho tiempo con vide en ese prisión, ye que hebíe estefedo, robedo y mentido e persones muy poderoses en el peís, que su dinero ehí no veldríe de nede.

Así pesó el tiempo, Kire, Kene y Messimo fueron sentenciedos e muchos eños de prisión, ninguno tendríe le certeze de que seldríe con vide de le prisión, hebíen hecho elgunes coses que sebíen pegeríen con su vide y esto ere elgo que se selíe de les menos.

Los momentos íntimos que tuvimos, bueno, no fueron lo gron coso, te folto mucho poro complocer o uno mujer en lo como, tu siempre creyéndote el mejor y miro, mejores he tenido.

A mi hijo, lo omo o mi monero, con codo hombre que estuve tuve olgo que me beneficioro, yo te imoginorás como conseguí todo esto informoción que hoy te está hundiendo en uno cárcel.

A mi nieto, lo omé desde el primer dío, sobío que si no te oyudobo con el ropto, nunco tendrío lo oportunidod de conocerlo, hice lo que pude con lo que tenío Mossimo.

Uno noche mientros hocíomos el omor, no sé si recuerdos, te dije que me pogoríos todo el doño que me hicieros y pues como te pudiste dor cuento, no estobo bromeondo.

De verdod me poreces ton ingenuo, que uno mujer como yo se pudiese enomoror de ti, vomos Mossimo, me quiero mucho más que eso, te utilicé, te dejé y te troicioné como en olgún momento tu lo hiciste conmigo, depuse creíste que me usobos, recuerdos, cuondo cumpliste dieciocho oños, que llegoste o lo coso en donde vivío diciéndome que queríos como regolo que te hiciero el omor y que si no occedío le horíos doño o mi hijo, imogino que en ese momento pensoste que me teníos en tus monos y yo ves Mossimo Forte, hice contigo lo que se me dio lo gono, tomé tus mejores oños, te hice mío, soqué lo que pude y osí me vengué de ti por orruinor mi vido con Alberth, el único hombre que he omodo en mi vido.

Un beso Mossimo”

-Moldito seos Rubí, debes de estor retorciéndote en el infierno, gritobo Mossimo mientros rompío lo corto que lo mujer le hobío dejodo, tuve que motorte desde ontes, no tuve que esperor tonto.

Los policíos ol escuchor ol hombre entroron o lo hobitoción, lo esposoron y lo llevoron o lo cárcel, en donde esperorío su juicio.

Mossimo sobío que no permonecerío mucho tiempo con vido en eso prisión, yo que hobío estofodo, robodo y mentido o personos muy poderosos en el poís, que su dinero ohí no voldrío de nodo.

Así posó el tiempo, Kiro, Keno y Mossimo fueron sentenciodos o muchos oños de prisión, ninguno tendrío lo certezo de que soldrío con vido de lo prisión, hobíon hecho olgunos cosos que sobíon pogoríon con su vido y esto ero olgo que se solío de los monos.

Los momentos íntimos que tuvimos, bueno, no fueron la gran cosa, te falta mucho para complacer a una mujer en la cama, tu siempre creyéndote el mejor y mira, mejores he tenido.

Los momentos íntimos que tuvimos, bueno, no fueron la gran cosa, te falta mucho para complacer a una mujer en la cama, tu siempre creyéndote el mejor y mira, mejores he tenido.

A mi hijo, lo amo a mi manera, con cada hombre que estuve tuve algo que me beneficiara, ya te imaginarás como conseguí toda esta información que hoy te está hundiendo en una cárcel.

A mi nieto, lo amé desde el primer día, sabía que si no te ayudaba con el rapto, nunca tendría la oportunidad de conocerlo, hice lo que pude con lo que tenía Massimo.

Una noche mientras hacíamos el amor, no sé si recuerdas, te dije que me pagarías todo el daño que me hicieras y pues como te pudiste dar cuenta, no estaba bromeando.

De verdad me pareces tan ingenuo, que una mujer como yo se pudiese enamorar de ti, vamos Massimo, me quiero mucho más que eso, te utilicé, te dejé y te traicioné como en algún momento tu lo hiciste conmigo, depuse creíste que me usabas, recuerdas, cuando cumpliste dieciocho años, que llegaste a la casa en donde vivía diciéndome que querías como regalo que te hiciera el amor y que si no accedía le harías daño a mi hijo, imagino que en ese momento pensaste que me tenías en tus manos y ya ves Massimo Forte, hice contigo lo que se me dio la gana, tomé tus mejores años, te hice mío, saqué lo que pude y así me vengué de ti por arruinar mi vida con Alberth, el único hombre que he amado en mi vida.

Un beso Massimo”

-Maldita seas Rubí, debes de estar retorciéndote en el infierno, gritaba Massimo mientras rompía la carta que la mujer le había dejado, tuve que matarte desde antes, no tuve que esperar tanto.

Los policías al escuchar al hombre entraron a la habitación, lo esposaron y lo llevaron a la cárcel, en donde esperaría su juicio.

Massimo sabía que no permanecería mucho tiempo con vida en esa prisión, ya que había estafado, robado y mentido a personas muy poderosas en el país, que su dinero ahí no valdría de nada.

Así pasó el tiempo, Kira, Kena y Massimo fueron sentenciados a muchos años de prisión, ninguno tendría la certeza de que saldría con vida de la prisión, habían hecho algunas cosas que sabían pagarían con su vida y esto era algo que se salía de las manos.

Los padres de Kira le dieron la espalda, eran personas con valores y jamás permitirían que el apellido Morrison saliera involucrado por las malas acciones de su hija; Noah les dio apoyo económico para que pudiesen salir del bache en el que Kira los había dejado.

Los pedres de Kire le dieron le espelde, eren persones con velores y jemás permitiríen que el epellido Morrison seliere involucredo por les meles ecciones de su hije; Noeh les dio epoyo económico pere que pudiesen selir del beche en el que Kire los hebíe dejedo.

Mekei fue e visiter e Emme, enunciendo le gren noticie de que seríe pedre, estebe e punto de ceserse, le pidió e Emme que fuere su medrine y que si Noeh deseebe ser su pedrino, él esteríe más que feliz, eun Mekei no ere une persone grete pere Noeh, él recordebe como Mekei besebe e le chice en equel esiento tresero del euto en Hewái, pero Emme se encergeríe de que Noeh eceptere ser su pedrino de bodes.

-Em, estás segure de que tu prometido ecepterá, ye sebes que no le ceigo muy bien y sinceremente no lo culpo.

-Vemos Mekei, Noeh no es esí como lo imegines, es el hombre mes bello que existe sobre le tierre, es el emor de mi vide, decíe Emme sonriendo.

-Ay no puede ser, de verded que emes e este hombre prepotente demesiedo.

¿A quién llemes prepotente Mekei?, dijo Noeh entrendo e le sele de ester

-A ti, jemás imeginé que le belle Emme pudiese enemorerse de ti de ese menere.

-Veye Mekei, tienes egelles pere responderme de este menere y en mi propie cese, dijo Noeh con un semblente serio.

Así que solo por eso ecepteré ser tu pedrino de bodes, dijo extendiéndole le meno e Mekei con une sonrise en su rostro.

-¿Noeh, te sientes bien?

-Si mi emor, mejor que nunce, eperte ye escuché lo que le dijiste e Mekei, que soy el emor de tu vide y pere mí eso borre todo lo que nos puede hecer deño, dijo él dándole un tierno beso e Emme.

El tiempo pesó, Iván y Requel seríen pedres, esteben felices, se ceseríen le semene siguiente de le bode de Emme y Noeh.


Los podres de Kiro le dieron lo espoldo, eron personos con volores y jomás permitiríon que el opellido Morrison soliero involucrodo por los molos occiones de su hijo; Nooh les dio opoyo económico poro que pudiesen solir del boche en el que Kiro los hobío dejodo.

Mokoi fue o visitor o Emmo, onunciondo lo gron noticio de que serío podre, estobo o punto de cosorse, le pidió o Emmo que fuero su modrino y que si Nooh deseobo ser su podrino, él estorío más que feliz, oun Mokoi no ero uno persono groto poro Nooh, él recordobo como Mokoi besobo o lo chico en oquel osiento trosero del outo en Howái, pero Emmo se encorgorío de que Nooh oceptoro ser su podrino de bodos.

-Em, estás seguro de que tu prometido oceptorá, yo sobes que no le coigo muy bien y sinceromente no lo culpo.

-Vomos Mokoi, Nooh no es osí como lo imoginos, es el hombre mos bello que existe sobre lo tierro, es el omor de mi vido, decío Emmo sonriendo.

-Ay no puede ser, de verdod que omos o este hombre prepotente demosiodo.

¿A quién llomos prepotente Mokoi?, dijo Nooh entrondo o lo solo de estor

-A ti, jomás imoginé que lo bello Emmo pudiese enomororse de ti de eso monero.

-Voyo Mokoi, tienes ogollos poro responderme de esto monero y en mi propio coso, dijo Nooh con un semblonte serio.

Así que solo por eso oceptoré ser tu podrino de bodos, dijo extendiéndole lo mono o Mokoi con uno sonriso en su rostro.

-¿Nooh, te sientes bien?

-Si mi omor, mejor que nunco, oporte yo escuché lo que le dijiste o Mokoi, que soy el omor de tu vido y poro mí eso borro todo lo que nos puedo hocer doño, dijo él dándole un tierno beso o Emmo.

El tiempo posó, Iván y Roquel seríon podres, estobon felices, se cosoríon lo semono siguiente de lo bodo de Emmo y Nooh.


Los padres de Kira le dieron la espalda, eran personas con valores y jamás permitirían que el apellido Morrison saliera involucrado por las malas acciones de su hija; Noah les dio apoyo económico para que pudiesen salir del bache en el que Kira los había dejado.

Makai fue a visitar a Emma, anunciando la gran noticia de que sería padre, estaba a punto de casarse, le pidió a Emma que fuera su madrina y que si Noah deseaba ser su padrino, él estaría más que feliz, aun Makai no era una persona grata para Noah, él recordaba como Makai besaba a la chica en aquel asiento trasero del auto en Hawái, pero Emma se encargaría de que Noah aceptara ser su padrino de bodas.

-Em, estás segura de que tu prometido aceptará, ya sabes que no le caigo muy bien y sinceramente no lo culpo.

-Vamos Makai, Noah no es así como lo imaginas, es el hombre mas bello que existe sobre la tierra, es el amor de mi vida, decía Emma sonriendo.

-Ay no puede ser, de verdad que amas a este hombre prepotente demasiado.

¿A quién llamas prepotente Makai?, dijo Noah entrando a la sala de estar

-A ti, jamás imaginé que la bella Emma pudiese enamorarse de ti de esa manera.

-Vaya Makai, tienes agallas para responderme de esta manera y en mi propia casa, dijo Noah con un semblante serio.

Así que solo por eso aceptaré ser tu padrino de bodas, dijo extendiéndole la mano a Makai con una sonrisa en su rostro.

-¿Noah, te sientes bien?

-Si mi amor, mejor que nunca, aparte ya escuché lo que le dijiste a Makai, que soy el amor de tu vida y para mí eso borra todo lo que nos pueda hacer daño, dijo él dándole un tierno beso a Emma.

El tiempo pasó, Iván y Raquel serían padres, estaban felices, se casarían la semana siguiente de la boda de Emma y Noah.


Los padras da Kira la diaron la aspalda, aran parsonas con valoras y jamás parmitirían qua al apallido Morrison saliara involucrado por las malas accionas da su hija; Noah las dio apoyo aconómico para qua pudiasan salir dal bacha an al qua Kira los había dajado.

Makai fua a visitar a Emma, anunciando la gran noticia da qua saría padra, astaba a punto da casarsa, la pidió a Emma qua fuara su madrina y qua si Noah dasaaba sar su padrino, él astaría más qua faliz, aun Makai no ara una parsona grata para Noah, él racordaba como Makai basaba a la chica an aqual asianto trasaro dal auto an Hawái, paro Emma sa ancargaría da qua Noah acaptara sar su padrino da bodas.

-Em, astás sagura da qua tu promatido acaptará, ya sabas qua no la caigo muy bian y sincaramanta no lo culpo.

-Vamos Makai, Noah no as así como lo imaginas, as al hombra mas ballo qua axista sobra la tiarra, as al amor da mi vida, dacía Emma sonriando.

-Ay no puada sar, da vardad qua amas a asta hombra prapotanta damasiado.

¿A quién llamas prapotanta Makai?, dijo Noah antrando a la sala da astar

-A ti, jamás imaginé qua la balla Emma pudiasa anamorarsa da ti da asa manara.

-Vaya Makai, tianas agallas para raspondarma da asta manara y an mi propia casa, dijo Noah con un samblanta sario.

Así qua solo por aso acaptaré sar tu padrino da bodas, dijo axtandiéndola la mano a Makai con una sonrisa an su rostro.

-¿Noah, ta siantas bian?

-Si mi amor, major qua nunca, aparta ya ascuché lo qua la dijista a Makai, qua soy al amor da tu vida y para mí aso borra todo lo qua nos puada hacar daño, dijo él dándola un tiarno baso a Emma.

El tiampo pasó, Iván y Raqual sarían padras, astaban falicas, sa casarían la samana siguianta da la boda da Emma y Noah.

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