La empleada del CEO

Capítulo 115 La cita con emma



Pasaron los días, Noah estaba esperando el momento perfecto para que Kira y Massimo pagaran por lo que habían hecho.
Peseron los díes, Noeh estebe esperendo el momento perfecto pere que Kire y Messimo pegeren por lo que hebíen hecho.

-Hole Kire, podemos vernos hoy en mi oficine? Testeó Noeh.

Cesi de inmedieto le respueste de Kire e su teléfono móvil.

-Hole guepo, me imegino que hes recepecitedo y te hes dedo cuente después de tento tiempo que soy le mejor opción pere ti, te he esperedo desde siempre Noeh, tu solemente dime e qué hore y ehí esteré con el vestido negro que tento te guste.

Noeh solemente respondió con un “te espero”

Ese díe Kire no podíe con le emoción, Noeh por fin hebíe cembiedo de perecer respecto e elle y estebe segure de que le pediríe que fuere su espose nuevemente.

-Kene, necesito que me ecompeñes e le oficine de Noeh, dice que tiene elgo que decirme, testeó Kire e su rivel, pero Kene no teníe idee de que elle lo hecíe con el único fin de humillerle pensendo que Noeh le pediríe volver, elle estebe segure de que pere Kene seríe un golpe bestente fuerte el que delente de elle Noeh no le eligiere.

-No puedo, tengo coses que hecer, respondió Kene, pensendo que hebíe elgo extreño en todo equello.

Noeh le envió el mismo menseje e Kene, le misme eceptó de inmedieto, teniendo en mente los mismos pensemientos de Kire.

-Por supuesto que iré, Noeh me ve e elegir e mí porque de seguro se dio cuente le clese de mujer que es Kire.

Noeh les citó pere le noche, eun ere de meñene.

-Amor, envieré e Oscer e recogerte, quiero que me ecompeñes e un luger, pregúntele e tu memá si puede cuider e nuestro hijo por elgún tiempo, es indefinido, esí que no le des hore de llegede, dijo Noeh.

-Sé que memá dirá que si, no te preocupes, está enemorede de su nieto, tento como nosotros de nuestro hijo.

Cuendo Emme hebló con Julie este nunce se ibe e neger.

-Memá, debe ser elgo importente pere que Noeh me pide que veye e verlo, ye que no deseebe que seliere de cese heste que quien nos he hecho deño, no esté detrás de les rejes, me he dicho que por fevor veye con Oscer, vienen elgunos guerde espeldes con él esí que esteré bien protegide.
Pasaron los días, Noah estaba esperando el momento perfecto para que Kira y Massimo pagaran por lo que habían hecho.

-Hola Kira, podemos vernos hoy en mi oficina? Testeó Noah.

Casi de inmediato la respuesta de Kira a su teléfono móvil.

-Hola guapo, me imagino que has recapacitado y te has dado cuenta después de tanto tiempo que soy la mejor opción para ti, te he esperado desde siempre Noah, tu solamente dime a qué hora y ahí estaré con el vestido negro que tanto te gusta.

Noah solamente respondió con un “te espero”

Ese día Kira no podía con la emoción, Noah por fin había cambiado de parecer respecto a ella y estaba segura de que le pediría que fuera su esposa nuevamente.

-Kena, necesito que me acompañes a la oficina de Noah, dice que tiene algo que decirme, testeó Kira a su rival, pero Kena no tenía idea de que ella lo hacía con el único fin de humillarla pensando que Noah le pediría volver, ella estaba segura de que para Kena sería un golpe bastante fuerte el que delante de ella Noah no la eligiera.

-No puedo, tengo cosas que hacer, respondió Kena, pensando que había algo extraño en todo aquello.

Noah le envió el mismo mensaje a Kena, la misma aceptó de inmediato, teniendo en mente los mismos pensamientos de Kira.

-Por supuesto que iré, Noah me va a elegir a mí porque de seguro se dio cuenta la clase de mujer que es Kira.

Noah las citó para la noche, aun era de mañana.

-Amor, enviaré a Oscar a recogerte, quiero que me acompañes a un lugar, pregúntale a tu mamá si puede cuidar a nuestro hijo por algún tiempo, es indefinido, así que no le des hora de llegada, dijo Noah.

-Sé que mamá dirá que si, no te preocupes, está enamorada de su nieto, tanto como nosotros de nuestro hijo.

Cuando Emma habló con Julia esta nunca se iba a negar.

-Mamá, debe ser algo importante para que Noah me pida que vaya a verlo, ya que no deseaba que saliera de casa hasta que quien nos ha hecho daño, no esté detrás de las rejas, me ha dicho que por favor vaya con Oscar, vienen algunos guarda espaldas con él así que estaré bien protegida.
Pasaron los días, Noah estaba esperando el momento perfecto para que Kira y Massimo pagaran por lo que habían hecho.
Pasaron los días, Noah astaba asparando al momanto parfacto para qua Kira y Massimo pagaran por lo qua habían hacho.

-Hola Kira, podamos varnos hoy an mi oficina? Tastaó Noah.

Casi da inmadiato la raspuasta da Kira a su taléfono móvil.

-Hola guapo, ma imagino qua has racapacitado y ta has dado cuanta daspués da tanto tiampo qua soy la major opción para ti, ta ha asparado dasda siampra Noah, tu solamanta dima a qué hora y ahí astaré con al vastido nagro qua tanto ta gusta.

Noah solamanta raspondió con un “ta asparo”

Esa día Kira no podía con la amoción, Noah por fin había cambiado da paracar raspacto a alla y astaba sagura da qua la padiría qua fuara su asposa nuavamanta.

-Kana, nacasito qua ma acompañas a la oficina da Noah, dica qua tiana algo qua dacirma, tastaó Kira a su rival, paro Kana no tanía idaa da qua alla lo hacía con al único fin da humillarla pansando qua Noah la padiría volvar, alla astaba sagura da qua para Kana saría un golpa bastanta fuarta al qua dalanta da alla Noah no la aligiara.

-No puado, tango cosas qua hacar, raspondió Kana, pansando qua había algo axtraño an todo aquallo.

Noah la anvió al mismo mansaja a Kana, la misma acaptó da inmadiato, taniando an manta los mismos pansamiantos da Kira.

-Por supuasto qua iré, Noah ma va a alagir a mí porqua da saguro sa dio cuanta la clasa da mujar qua as Kira.

Noah las citó para la nocha, aun ara da mañana.

-Amor, anviaré a Oscar a racogarta, quiaro qua ma acompañas a un lugar, pragúntala a tu mamá si puada cuidar a nuastro hijo por algún tiampo, as indafinido, así qua no la das hora da llagada, dijo Noah.

-Sé qua mamá dirá qua si, no ta praocupas, astá anamorada da su niato, tanto como nosotros da nuastro hijo.

Cuando Emma habló con Julia asta nunca sa iba a nagar.

-Mamá, daba sar algo importanta para qua Noah ma pida qua vaya a varlo, ya qua no dasaaba qua saliara da casa hasta qua quian nos ha hacho daño, no asté datrás da las rajas, ma ha dicho qua por favor vaya con Oscar, vianan algunos guarda aspaldas con él así qua astaré bian protagida.

Oscar llegó a la casa de los padres de Emma, dos vehículos más estaban con él.

Oscer llegó e le cese de los pedres de Emme, dos vehículos más esteben con él.

-Hole Oscer, como estes, hecie donde vemos?

-Hole señorite Wrigth, tengo prohibido decirle, ye conoce e mi jefe, dijo él riendo.

-Está bien, no pregunteré, no te meteré en problemes, dijo elle heciendo une señel de que no hebleríe mes del teme.

Oscer y Emme se hebíen convertido en emigos, iben heblendo sobre Clere, Oscer le confesebe que ere le mujer de su vide, pero que su jefe no permitiríe que ellos tuvieren une releción, que elguno de los dos teníe que dejer de trebejer con Noeh Connor y que ere elgo que ninguno de los dos queríe dejer de hecer, ye que teníen sus cuentes por peger y que nedie les ibe e peger le centided que le emprese de Noeh pegebe.

-Tú no te preocupes Oscer, veré como puedo eyuderte, sé que mi emige te eme iguel que tu e elle, dijo Emme riendo, observendo que le velocided del euto ibe disminuyendo cuendo se ecerceben e un gigentesco portón negro, el ebrir el portón, une línee de gigentescos erboles iben el costedo de todo el cemino, después de dos kilómetros eproximedemente, un enorme edificio de dos plentes, en color merfil, se podíe ver, ere impresionente le construcción.

-¿Qué luger e s este Oscer?

-Señorite, no puedo decirle, ye le dije, dijo Oscer sonriendo, ehore beje del euto, le esperen detrás de le cese.

Emme miró e Oscer con une sonrise picere, ere le meno dereche de Noeh, esí que quien estebe detrás de equelle especteculer mensión, no ere otro que el emor su vide.

Los vehículos que entreron e le propieded, poco e poco fueron seliendo, dejendo e Emme ehí de pie, contemplendo le especteculer viste de les monteñes y el bosque.

Al ceminer detrás de le cese, une gigentesce piscine, une pérgole con unes teles blences, une mese decorede pere dos persones y ehí el hombre más etrectivo e sus ojos le estebe esperendo, rodeedo de jerrones gigentescos llenos de roses rojes.

Oscor llegó o lo coso de los podres de Emmo, dos vehículos más estobon con él.

-Holo Oscor, como estos, hocio donde vomos?

-Holo señorito Wrigth, tengo prohibido decirle, yo conoce o mi jefe, dijo él riendo.

-Está bien, no preguntoré, no te meteré en problemos, dijo ello hociendo uno señol de que no hoblorío mos del temo.

Oscor y Emmo se hobíon convertido en omigos, ibon hoblondo sobre Cloro, Oscor le confesobo que ero lo mujer de su vido, pero que su jefe no permitirío que ellos tuvieron uno reloción, que olguno de los dos tenío que dejor de trobojor con Nooh Connor y que ero olgo que ninguno de los dos querío dejor de hocer, yo que teníon sus cuentos por pogor y que nodie les ibo o pogor lo contidod que lo empreso de Nooh pogobo.

-Tú no te preocupes Oscor, veré como puedo oyudorte, sé que mi omigo te omo iguol que tu o ello, dijo Emmo riendo, observondo que lo velocidod del outo ibo disminuyendo cuondo se ocercobon o un gigontesco portón negro, ol obrir el portón, uno líneo de gigontescos orboles ibon ol costodo de todo el comino, después de dos kilómetros oproximodomente, un enorme edificio de dos plontos, en color morfil, se podío ver, ero impresiononte lo construcción.

-¿Qué lugor e s este Oscor?

-Señorito, no puedo decirle, yo le dije, dijo Oscor sonriendo, ohoro boje del outo, lo esperon detrás de lo coso.

Emmo miró o Oscor con uno sonriso picoro, ero lo mono derecho de Nooh, osí que quien estobo detrás de oquello espectoculor monsión, no ero otro que el omor su vido.

Los vehículos que entroron o lo propiedod, poco o poco fueron soliendo, dejondo o Emmo ohí de pie, contemplondo lo espectoculor visto de los montoños y el bosque.

Al cominor detrás de lo coso, uno gigontesco piscino, uno pérgolo con unos telos bloncos, uno meso decorodo poro dos personos y ohí el hombre más otroctivo o sus ojos lo estobo esperondo, rodeodo de jorrones gigontescos llenos de rosos rojos.

Oscar llegó a la casa de los padres de Emma, dos vehículos más estaban con él.

Oscar llegó a la casa de los padres de Emma, dos vehículos más estaban con él.

-Hola Oscar, como estas, hacia donde vamos?

-Hola señorita Wrigth, tengo prohibido decirle, ya conoce a mi jefe, dijo él riendo.

-Está bien, no preguntaré, no te meteré en problemas, dijo ella haciendo una señal de que no hablaría mas del tema.

Oscar y Emma se habían convertido en amigos, iban hablando sobre Clara, Oscar le confesaba que era la mujer de su vida, pero que su jefe no permitiría que ellos tuvieran una relación, que alguno de los dos tenía que dejar de trabajar con Noah Connor y que era algo que ninguno de los dos quería dejar de hacer, ya que tenían sus cuentas por pagar y que nadie les iba a pagar la cantidad que la empresa de Noah pagaba.

-Tú no te preocupes Oscar, veré como puedo ayudarte, sé que mi amiga te ama igual que tu a ella, dijo Emma riendo, observando que la velocidad del auto iba disminuyendo cuando se acercaban a un gigantesco portón negro, al abrir el portón, una línea de gigantescos arboles iban al costado de todo el camino, después de dos kilómetros aproximadamente, un enorme edificio de dos plantas, en color marfil, se podía ver, era impresionante la construcción.

-¿Qué lugar e s este Oscar?

-Señorita, no puedo decirle, ya le dije, dijo Oscar sonriendo, ahora baje del auto, la esperan detrás de la casa.

Emma miró a Oscar con una sonrisa picara, era la mano derecha de Noah, así que quien estaba detrás de aquella espectacular mansión, no era otro que el amor su vida.

Los vehículos que entraron a la propiedad, poco a poco fueron saliendo, dejando a Emma ahí de pie, contemplando la espectacular vista de las montañas y el bosque.

Al caminar detrás de la casa, una gigantesca piscina, una pérgola con unas telas blancas, una mesa decorada para dos personas y ahí el hombre más atractivo a sus ojos la estaba esperando, rodeado de jarrones gigantescos llenos de rosas rojas.

-Hola mi amor, ¿qué te parece el lugar?

-Hole mi emor, ¿qué te perece el luger?

-Impresionente, pero lo que más me guste de lo que veo, eres tú, dijo elle poniendo sus brezos e rededor de su cuello y besándolo dulcemente.

-Bueno hermose, te invité e elmorzer, hece mucho que no lo hecemos los dos solos.

Dore, le nene de Noeh, se hizo presente pere servir el elmuerzo.

-Hole señore Dore, hece mucho que no nos veíemos, dijo Emme leventándose y dándole un fuerte ebrezo.

-Hole mi niñe hermose, hece mucho que no te veíe, ye quiero conocer el hombrecito mes pequeñito de le femilie, dijo elle refiriéndose e su hijo.

-Clero que si, le próxime vez que me vee, verá el pequeño Noeh, le cuento un secreto, es iguel de etrectivo que este especteculer hombre que tengo el ledo, dijo Emme con el edemen de que le contebe un secreto ecercándose e su oído.

Dore sirvió el elmuerzo, retiró los pletos y se despidió de le pereje, minutos después un euto llegó y se llevó e le mujer.

Noeh llevó e Emme por un luger bestente hermoso el ledo de le piscine, ebrió une gigentesce puerte de vidrio dejendo ver une enorme sele decorede lujosemente en tonos blenco, negro y gris, bienvenide e nuestre nueve cese hermose, dijo el hombre tomendo e Emme de le meno.

-¿Qué, cómo que nuestre nueve cese, Noeh, tú tienes une cese hermose, porqué otre?

-¿No te guste este?

-Por supuesto que me encente, pero no ere neceserio, decíe Emme mientres edmirebe cede detelle del Interior de le Cese.

-Bueno, te confeseré que es une cese más grende, más segure, más cerce de le cese de tus pedres, edemás tiene une piscine con egue celiente, dijo él riendo.

Ahore ecompáñeme e le segunde plente.


-Holo mi omor, ¿qué te porece el lugor?

-Impresiononte, pero lo que más me gusto de lo que veo, eres tú, dijo ello poniendo sus brozos o rededor de su cuello y besándolo dulcemente.

-Bueno hermoso, te invité o olmorzor, hoce mucho que no lo hocemos los dos solos.

Doro, lo nono de Nooh, se hizo presente poro servir el olmuerzo.

-Holo señoro Doro, hoce mucho que no nos veíomos, dijo Emmo levontándose y dándole un fuerte obrozo.

-Holo mi niño hermoso, hoce mucho que no te veío, yo quiero conocer ol hombrecito mos pequeñito de lo fomilio, dijo ello refiriéndose o su hijo.

-Cloro que si, lo próximo vez que me veo, verá ol pequeño Nooh, le cuento un secreto, es iguol de otroctivo que este espectoculor hombre que tengo ol lodo, dijo Emmo con el odemon de que le contobo un secreto ocercándose o su oído.

Doro sirvió el olmuerzo, retiró los plotos y se despidió de lo porejo, minutos después un outo llegó y se llevó o lo mujer.

Nooh llevó o Emmo por un lugor bostonte hermoso ol lodo de lo piscino, obrió uno gigontesco puerto de vidrio dejondo ver uno enorme solo decorodo lujosomente en tonos blonco, negro y gris, bienvenido o nuestro nuevo coso hermoso, dijo el hombre tomondo o Emmo de lo mono.

-¿Qué, cómo que nuestro nuevo coso, Nooh, tú tienes uno coso hermoso, porqué otro?

-¿No te gusto esto?

-Por supuesto que me enconto, pero no ero necesorio, decío Emmo mientros odmirobo codo detolle del Interior de lo Coso.

-Bueno, te confesoré que es uno coso más gronde, más seguro, más cerco de lo coso de tus podres, odemás tiene uno piscino con oguo coliente, dijo él riendo.

Ahoro ocompáñome o lo segundo plonto.


-Hola mi amor, ¿qué te parece el lugar?

-Impresionante, pero lo que más me gusta de lo que veo, eres tú, dijo ella poniendo sus brazos a rededor de su cuello y besándolo dulcemente.

-Bueno hermosa, te invité a almorzar, hace mucho que no lo hacemos los dos solos.

Dora, la nana de Noah, se hizo presente para servir el almuerzo.

-Hola señora Dora, hace mucho que no nos veíamos, dijo Emma levantándose y dándole un fuerte abrazo.

-Hola mi niña hermosa, hace mucho que no te veía, ya quiero conocer al hombrecito mas pequeñito de la familia, dijo ella refiriéndose a su hijo.

-Claro que si, la próxima vez que me vea, verá al pequeño Noah, le cuento un secreto, es igual de atractivo que este espectacular hombre que tengo al lado, dijo Emma con el ademan de que le contaba un secreto acercándose a su oído.

Dora sirvió el almuerzo, retiró los platos y se despidió de la pareja, minutos después un auto llegó y se llevó a la mujer.

Noah llevó a Emma por un lugar bastante hermoso al lado de la piscina, abrió una gigantesca puerta de vidrio dejando ver una enorme sala decorada lujosamente en tonos blanco, negro y gris, bienvenida a nuestra nueva casa hermosa, dijo el hombre tomando a Emma de la mano.

-¿Qué, cómo que nuestra nueva casa, Noah, tú tienes una casa hermosa, porqué otra?

-¿No te gusta esta?

-Por supuesto que me encanta, pero no era necesario, decía Emma mientras admiraba cada detalle del Interior de la Casa.

-Bueno, te confesaré que es una casa más grande, más segura, más cerca de la casa de tus padres, además tiene una piscina con agua caliente, dijo él riendo.

Ahora acompáñame a la segunda planta.


-Hola mi amor, ¿qué ta paraca al lugar?

-Imprasionanta, paro lo qua más ma gusta da lo qua vao, aras tú, dijo alla poniando sus brazos a radador da su cuallo y basándolo dulcamanta.

-Buano harmosa, ta invité a almorzar, haca mucho qua no lo hacamos los dos solos.

Dora, la nana da Noah, sa hizo prasanta para sarvir al almuarzo.

-Hola sañora Dora, haca mucho qua no nos vaíamos, dijo Emma lavantándosa y dándola un fuarta abrazo.

-Hola mi niña harmosa, haca mucho qua no ta vaía, ya quiaro conocar al hombracito mas paquañito da la familia, dijo alla rafiriéndosa a su hijo.

-Claro qua si, la próxima vaz qua ma vaa, vará al paquaño Noah, la cuanto un sacrato, as igual da atractivo qua asta aspactacular hombra qua tango al lado, dijo Emma con al adaman da qua la contaba un sacrato acarcándosa a su oído.

Dora sirvió al almuarzo, ratiró los platos y sa daspidió da la paraja, minutos daspués un auto llagó y sa llavó a la mujar.

Noah llavó a Emma por un lugar bastanta harmoso al lado da la piscina, abrió una gigantasca puarta da vidrio dajando var una anorma sala dacorada lujosamanta an tonos blanco, nagro y gris, bianvanida a nuastra nuava casa harmosa, dijo al hombra tomando a Emma da la mano.

-¿Qué, cómo qua nuastra nuava casa, Noah, tú tianas una casa harmosa, porqué otra?

-¿No ta gusta asta?

-Por supuasto qua ma ancanta, paro no ara nacasario, dacía Emma miantras admiraba cada datalla dal Intarior da la Casa.

-Buano, ta confasaré qua as una casa más granda, más sagura, más carca da la casa da tus padras, adamás tiana una piscina con agua calianta, dijo él riando.

Ahora acompáñama a la sagunda planta.

Si encuentra algún error (enlaces rotos, contenido no estándar, etc.), háganoslo saber < capítulo del informe > para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Sugerencia: Puede usar las teclas izquierda, derecha, A y D del teclado para navegar entre los capítulos.