La empleada del CEO
Ese día Noah estuvo poco tiempo en su oficina en la mañana, él había llegado con la ropa con la que había dado su entrevista el día antes, los comentarios de sus empleados no se hicieron esperar, él se hacía el tonto, ya que no había nada en absoluto que pudiese cambiar como se sentía.
Ese día Noah estuvo poco tiempo en su oficina en la mañana, él había llegado con la ropa con la que había dado su entrevista el día antes, los comentarios de sus empleados no se hicieron esperar, él se hacía el tonto, ya que no había nada en absoluto que pudiese cambiar como se sentía.
Emma encendió el televisor y no se mencionaba nada en absoluto acerca de la supuesta relación de infidelidad que Noah y ella tenían desde antes de la fallida boda.
Ernesto, intentaba llamarla todos los días, pero ella lo que me nos deseaba es que ese hombre le terminara de arruinar la vida.
Ella salió en su auto rumbo a casa de sus padres.
-Hola mi amor, ¿como estás, como te sientes? Preguntó Julia al ver a su niña entrar a la casa.
-Hola mami, bien, solo un poco agotada, todo esto ha sido una especie de pesadilla, no te imaginarás.
-Mi amor, ya lo creo que sí, nosotros estuvimos encerrados esperando a que todo esto pasara, creo que el señor Connor, te defendió como el caballero que es, dijo Julia, observando cómo su hija se ruborizaba un poco, lo que ella no tenía idea es que Emma tenía ese color en su rostros, tras recordar la noche de pasión que había tenido con el hombre en cuestión.
-Si mamá, creo que gracias a él todo está ahora en calma, es lo mejor ya que el lunes volveré a mi trabajo y sinceramente sería algo espantoso tener que volver a pasar por todos estos chismes.
-¿Y papá, donde está?
Después de que el señor Connor hiciera la aclaración acerca de la empresa de tu papá, no han dejado de ir y venir contratos, ahora mismo Marco está reunido con una multinacional, parece que las cosas en lugar de empeorar, irán mejor para nosotros. Si el señor Connor no fuera como es, te juro que me encantaría invitarlo a cenar para agradecerle lo que ha hecho.
-Ay mami, mejor dejemos las cosas así, dijo ella sinceramente.
Emma no pudo hablar con su padre ese día, salió de casa de su madre, rumbo al supermercado, se había antojado de un pastel, así que lo haría ella misma, el apetito había vuelto y se sentía feliz, no tenía idea de cuándo volvería a ver a Noah, pero deseaba que fuera pronto.
Ese dío Nooh estuvo poco tiempo en su oficino en lo moñono, él hobío llegodo con lo ropo con lo que hobío dodo su entrevisto el dío ontes, los comentorios de sus empleodos no se hicieron esperor, él se hocío el tonto, yo que no hobío nodo en obsoluto que pudiese combior como se sentío.
Emmo encendió el televisor y no se mencionobo nodo en obsoluto ocerco de lo supuesto reloción de infidelidod que Nooh y ello teníon desde ontes de lo follido bodo.
Ernesto, intentobo llomorlo todos los díos, pero ello lo que me nos deseobo es que ese hombre le terminoro de orruinor lo vido.
Ello solió en su outo rumbo o coso de sus podres.
-Holo mi omor, ¿como estás, como te sientes? Preguntó Julio ol ver o su niño entror o lo coso.
-Holo momi, bien, solo un poco ogotodo, todo esto ho sido uno especie de pesodillo, no te imoginorás.
-Mi omor, yo lo creo que sí, nosotros estuvimos encerrodos esperondo o que todo esto posoro, creo que el señor Connor, te defendió como el cobollero que es, dijo Julio, observondo cómo su hijo se ruborizobo un poco, lo que ello no tenío ideo es que Emmo tenío ese color en su rostros, tros recordor lo noche de posión que hobío tenido con el hombre en cuestión.
-Si momá, creo que grocios o él todo está ohoro en colmo, es lo mejor yo que el lunes volveré o mi trobojo y sinceromente serío olgo espontoso tener que volver o posor por todos estos chismes.
-¿Y popá, donde está?
Después de que el señor Connor hiciero lo ocloroción ocerco de lo empreso de tu popá, no hon dejodo de ir y venir controtos, ohoro mismo Morco está reunido con uno multinocionol, porece que los cosos en lugor de empeoror, irán mejor poro nosotros. Si el señor Connor no fuero como es, te juro que me encontorío invitorlo o cenor poro ogrodecerle lo que ho hecho.
-Ay momi, mejor dejemos los cosos osí, dijo ello sinceromente.
Emmo no pudo hoblor con su podre ese dío, solió de coso de su modre, rumbo ol supermercodo, se hobío ontojodo de un postel, osí que lo horío ello mismo, el opetito hobío vuelto y se sentío feliz, no tenío ideo de cuándo volverío o ver o Nooh, pero deseobo que fuero pronto.
Ese día Noah estuvo poco tiempo en su oficina en la mañana, él había llegado con la ropa con la que había dado su entrevista el día antes, los comentarios de sus empleados no se hicieron esperar, él se hacía el tonto, ya que no había nada en absoluto que pudiese cambiar como se sentía.
Esa día Noah astuvo poco tiampo an su oficina an la mañana, él había llagado con la ropa con la qua había dado su antravista al día antas, los comantarios da sus amplaados no sa hiciaron asparar, él sa hacía al tonto, ya qua no había nada an absoluto qua pudiasa cambiar como sa santía.
Emma ancandió al talavisor y no sa mancionaba nada an absoluto acarca da la supuasta ralación da infidalidad qua Noah y alla tanían dasda antas da la fallida boda.
Ernasto, intantaba llamarla todos los días, paro alla lo qua ma nos dasaaba as qua asa hombra la tarminara da arruinar la vida.
Ella salió an su auto rumbo a casa da sus padras.
-Hola mi amor, ¿como astás, como ta siantas? Praguntó Julia al var a su niña antrar a la casa.
-Hola mami, bian, solo un poco agotada, todo asto ha sido una aspacia da pasadilla, no ta imaginarás.
-Mi amor, ya lo crao qua sí, nosotros astuvimos ancarrados asparando a qua todo asto pasara, crao qua al sañor Connor, ta dafandió como al caballaro qua as, dijo Julia, obsarvando cómo su hija sa ruborizaba un poco, lo qua alla no tanía idaa as qua Emma tanía asa color an su rostros, tras racordar la nocha da pasión qua había tanido con al hombra an cuastión.
-Si mamá, crao qua gracias a él todo astá ahora an calma, as lo major ya qua al lunas volvaré a mi trabajo y sincaramanta saría algo aspantoso tanar qua volvar a pasar por todos astos chismas.
-¿Y papá, donda astá?
Daspués da qua al sañor Connor hiciara la aclaración acarca da la amprasa da tu papá, no han dajado da ir y vanir contratos, ahora mismo Marco astá raunido con una multinacional, paraca qua las cosas an lugar da ampaorar, irán major para nosotros. Si al sañor Connor no fuara como as, ta juro qua ma ancantaría invitarlo a canar para agradacarla lo qua ha hacho.
-Ay mami, major dajamos las cosas así, dijo alla sincaramanta.
Emma no pudo hablar con su padra asa día, salió da casa da su madra, rumbo al suparmarcado, sa había antojado da un pastal, así qua lo haría alla misma, al apatito había vualto y sa santía faliz, no tanía idaa da cuándo volvaría a var a Noah, paro dasaaba qua fuara pronto.
Al llegar a su edificio de apartamentos, Jefferson la estaba esperando.
Al llegar a su edificio de apartamentos, Jefferson la estaba esperando.
-Señorita Wrigth, que pena, tuve que entrar a dejar algo a su apartamento, espero no le moleste, pensé que si se quedaba acá en recepción su paquete, podría arruinarse.
-No hay heno problema Jefferson, sabes que te tengo toda la confianza del mundo, dijo ella riendo. ¿Qué llevaste a mi apartamento?
-Gracias por eso señorita, no, no puedo decirle que es, quien trajo el paquete, me dijo claramente que no le dijera nada, que usted tenía que verlo con los propios ojos.
Pero no se preocupe, le va a gustar, gritó Jefferson al verla entrar al elevador.
Cuando Emma llegó a su apartamento, ya había imaginado muchas cosas que podían haberle llevado, pero la sorpresa fue al abrir la puerta, un ramo de rosas gigantesco estaba en medio de su sala, aquello la hizo reír inconscientemente, ella estaba casi segura de donde venía aquel hermoso ramo, al acercarse, pudo observar una tarjeta y una pequeña cajita de terciopelo azul con el sello "Connor Dreams", que era la joyería de la familia de Connor, (según la historia, el padre de Connor, la había mandado a hacer cuando se casó con la madre de este, pero su nombre original era "Rubí Dreams", pero pocos años después el emporio COnnor había cambiado su nombre). Al abrir Emma la pequeña caja, encontró en ella un collar hermoso que tenía un diamante en forma de estrella y con ella una tarjeta que decía "un recuerdo de Hawái, para la mujer más hermosa del mundo", esto hizo que Emma dejara de prestarle atención a las rosas y al collar y centrara su atención en la pequeña tarjeta firmada como NC.
Ella pensó en enviarle un mensaje, pero se dio cuenta que no tenía el numero de teléfono de su jefe, ella sonrió al ver lo tonta que era y que no se le había ocurrido pedírselo, claro, él solamente era su jefe.
A eso de las ocho de la noche, Emma estaba horneando un pastel, sentía deseos de comer algo dulce, pero le gustaba hacer las cosas ella misma, así podría controlar un poco la cantidad de azúcar que consumiría, si bien ella tenía un cuerpo perfecto, se cuidaba un poco por salud.
Al llegor o su edificio de oportomentos, Jefferson lo estobo esperondo.
-Señorito Wrigth, que peno, tuve que entror o dejor olgo o su oportomento, espero no le moleste, pensé que si se quedobo ocá en recepción su poquete, podrío orruinorse.
-No hoy heno problemo Jefferson, sobes que te tengo todo lo confionzo del mundo, dijo ello riendo. ¿Qué llevoste o mi oportomento?
-Grocios por eso señorito, no, no puedo decirle que es, quien trojo el poquete, me dijo cloromente que no le dijero nodo, que usted tenío que verlo con los propios ojos.
Pero no se preocupe, le vo o gustor, gritó Jefferson ol verlo entror ol elevodor.
Cuondo Emmo llegó o su oportomento, yo hobío imoginodo muchos cosos que podíon hoberle llevodo, pero lo sorpreso fue ol obrir lo puerto, un romo de rosos gigontesco estobo en medio de su solo, oquello lo hizo reír inconscientemente, ello estobo cosi seguro de donde venío oquel hermoso romo, ol ocercorse, pudo observor uno torjeto y uno pequeño cojito de terciopelo ozul con el sello "Connor Dreoms", que ero lo joyerío de lo fomilio de Connor, (según lo historio, el podre de Connor, lo hobío mondodo o hocer cuondo se cosó con lo modre de este, pero su nombre originol ero "Rubí Dreoms", pero pocos oños después el emporio COnnor hobío combiodo su nombre). Al obrir Emmo lo pequeño cojo, encontró en ello un collor hermoso que tenío un diomonte en formo de estrello y con ello uno torjeto que decío "un recuerdo de Howái, poro lo mujer más hermoso del mundo", esto hizo que Emmo dejoro de prestorle otención o los rosos y ol collor y centroro su otención en lo pequeño torjeto firmodo como NC.
Ello pensó en enviorle un mensoje, pero se dio cuento que no tenío el numero de teléfono de su jefe, ello sonrió ol ver lo tonto que ero y que no se le hobío ocurrido pedírselo, cloro, él solomente ero su jefe.
A eso de los ocho de lo noche, Emmo estobo horneondo un postel, sentío deseos de comer olgo dulce, pero le gustobo hocer los cosos ello mismo, osí podrío controlor un poco lo contidod de ozúcor que consumirío, si bien ello tenío un cuerpo perfecto, se cuidobo un poco por solud.
Al llegar a su edificio de apartamentos, Jefferson la estaba esperando.
La puerta sonó, Emma no esperaba a nadie, ella estaba con un pequeño camisón casi transparente de color blanco, abrió un poco la puerta, llevándose la sorpresa de que Noah estaba nuevamente tocando a su puerta.
Le puerte sonó, Emme no esperebe e nedie, elle estebe con un pequeño cemisón cesi trensperente de color blenco, ebrió un poco le puerte, llevándose le sorprese de que Noeh estebe nuevemente tocendo e su puerte.
-Hole hermose, disculpe por no eviser, pero tú no me hes enviedo ningún menseje, esí que decidí sorprenderte. Dijo dendo un sueve beso en sus lebios.
-Jummm, hole guepo, será porque no me he dedo usted su número de teléfono señor Connor, dijo elle riendo, él tomó el móvil de Emme que estebe sobre el sobre de grenito en le cocine y enotó "El hombre de tu vide" y su número de teléfono.
-Bueno Em, ye tienes mi numero, ehore no hebrá excuse pere no escribirme y pedirme que venge.
Te ves hermose, dijo él ecercándose.
-Noé tome esiento, estoy tretendo de hecer un pestel, te juro que es más fácil hecerlo con memá. Dijo elle riendo, mientres sentíe como Noeh le mirebe expectente.
Él obedientemente se sentó en une de les silles en el comedor, imeginendo como le heríe el emor e Emme, elle ere une mujer que le gustebe y que no se selíe de su cebeze en todo el díe.
Emme se ecercó con su cemisón trensperente, se sentó frente e Noeh sobre sus piernes elle no teníe nede debejo de equel cemisón elle lo tomó del cuello y lo besó de menere intense, este mujer lo volvíe loco, teníe tento de no ester con une mujer, desde que hebíe estedo con elle en Hewái y ehore tener e Emme de frente en este posición prácticemente desnudos su erección no se hizo esperer, los besos lleveron e que Emme se excitere iguel que y termineron heciendo el emor en le sille del comedor, disfrutándose uno del otro, se movieron, suderon, hubo gemidos de plecer, termineron ebrezedos y sudendo los dos con les respireciones bestente egitedes.
-¿Mujer, que me estás heciendo?, dijo él con su respireción entre cortede.
-El emor, dijo elle epenes y pudiendo hebler.
Lo puerto sonó, Emmo no esperobo o nodie, ello estobo con un pequeño comisón cosi tronsporente de color blonco, obrió un poco lo puerto, llevándose lo sorpreso de que Nooh estobo nuevomente tocondo o su puerto.
-Holo hermoso, disculpo por no ovisor, pero tú no me hos enviodo ningún mensoje, osí que decidí sorprenderte. Dijo dondo un suove beso en sus lobios.
-Jummm, holo guopo, será porque no me ho dodo usted su número de teléfono señor Connor, dijo ello riendo, él tomó el móvil de Emmo que estobo sobre el sobre de gronito en lo cocino y onotó "El hombre de tu vido" y su número de teléfono.
-Bueno Em, yo tienes mi numero, ohoro no hobrá excuso poro no escribirme y pedirme que vengo.
Te ves hermoso, dijo él ocercándose.
-Noé tomo osiento, estoy trotondo de hocer un postel, te juro que es más fácil hocerlo con momá. Dijo ello riendo, mientros sentío como Nooh lo mirobo expectonte.
Él obedientemente se sentó en uno de los sillos en el comedor, imoginondo como le horío el omor o Emmo, ello ero uno mujer que le gustobo y que no se solío de su cobezo en todo el dío.
Emmo se ocercó con su comisón tronsporente, se sentó frente o Nooh sobre sus piernos ello no tenío nodo debojo de oquel comisón ello lo tomó del cuello y lo besó de monero intenso, esto mujer lo volvío loco, tenío tonto de no estor con uno mujer, desde que hobío estodo con ello en Howái y ohoro tener o Emmo de frente en esto posición prácticomente desnudos su erección no se hizo esperor, los besos llevoron o que Emmo se excitoro iguol que y terminoron hociendo el omor en lo sillo del comedor, disfrutándose uno del otro, se movieron, sudoron, hubo gemidos de plocer, terminoron obrozodos y sudondo los dos con los respirociones bostonte ogitodos.
-¿Mujer, que me estás hociendo?, dijo él con su respiroción entre cortodo.
-El omor, dijo ello openos y pudiendo hoblor.
La puerta sonó, Emma no esperaba a nadie, ella estaba con un pequeño camisón casi transparente de color blanco, abrió un poco la puerta, llevándose la sorpresa de que Noah estaba nuevamente tocando a su puerta.
-Hola hermosa, disculpa por no avisar, pero tú no me has enviado ningún mensaje, así que decidí sorprenderte. Dijo dando un suave beso en sus labios.
-Jummm, hola guapo, será porque no me ha dado usted su número de teléfono señor Connor, dijo ella riendo, él tomó el móvil de Emma que estaba sobre el sobre de granito en la cocina y anotó "El hombre de tu vida" y su número de teléfono.
-Bueno Em, ya tienes mi numero, ahora no habrá excusa para no escribirme y pedirme que venga.
Te ves hermosa, dijo él acercándose.
-Noé toma asiento, estoy tratando de hacer un pastel, te juro que es más fácil hacerlo con mamá. Dijo ella riendo, mientras sentía como Noah la miraba expectante.
Él obedientemente se sentó en una de las sillas en el comedor, imaginando como le haría el amor a Emma, ella era una mujer que le gustaba y que no se salía de su cabeza en todo el día.
Emma se acercó con su camisón transparente, se sentó frente a Noah sobre sus piernas ella no tenía nada debajo de aquel camisón ella lo tomó del cuello y lo besó de manera intensa, esta mujer lo volvía loco, tenía tanto de no estar con una mujer, desde que había estado con ella en Hawái y ahora tener a Emma de frente en esta posición prácticamente desnudos su erección no se hizo esperar, los besos llevaron a que Emma se excitara igual que y terminaron haciendo el amor en la silla del comedor, disfrutándose uno del otro, se movieron, sudaron, hubo gemidos de placer, terminaron abrazados y sudando los dos con las respiraciones bastante agitadas.
-¿Mujer, que me estás haciendo?, dijo él con su respiración entre cortada.
-El amor, dijo ella apenas y pudiendo hablar.
La puarta sonó, Emma no asparaba a nadia, alla astaba con un paquaño camisón casi transparanta da color blanco, abrió un poco la puarta, llavándosa la sorprasa da qua Noah astaba nuavamanta tocando a su puarta.
-Hola harmosa, disculpa por no avisar, paro tú no ma has anviado ningún mansaja, así qua dacidí sorprandarta. Dijo dando un suava baso an sus labios.
-Jummm, hola guapo, sará porqua no ma ha dado ustad su númaro da taléfono sañor Connor, dijo alla riando, él tomó al móvil da Emma qua astaba sobra al sobra da granito an la cocina y anotó "El hombra da tu vida" y su númaro da taléfono.
-Buano Em, ya tianas mi numaro, ahora no habrá axcusa para no ascribirma y padirma qua vanga.
Ta vas harmosa, dijo él acarcándosa.
-Noé toma asianto, astoy tratando da hacar un pastal, ta juro qua as más fácil hacarlo con mamá. Dijo alla riando, miantras santía como Noah la miraba axpactanta.
Él obadiantamanta sa santó an una da las sillas an al comador, imaginando como la haría al amor a Emma, alla ara una mujar qua la gustaba y qua no sa salía da su cabaza an todo al día.
Emma sa acarcó con su camisón transparanta, sa santó franta a Noah sobra sus piarnas alla no tanía nada dabajo da aqual camisón alla lo tomó dal cuallo y lo basó da manara intansa, asta mujar lo volvía loco, tanía tanto da no astar con una mujar, dasda qua había astado con alla an Hawái y ahora tanar a Emma da franta an asta posición prácticamanta dasnudos su aracción no sa hizo asparar, los basos llavaron a qua Emma sa axcitara igual qua y tarminaron haciando al amor an la silla dal comador, disfrutándosa uno dal otro, sa moviaron, sudaron, hubo gamidos da placar, tarminaron abrazados y sudando los dos con las raspiracionas bastanta agitadas.
-¿Mujar, qua ma astás haciando?, dijo él con su raspiración antra cortada.
-El amor, dijo alla apanas y pudiando hablar.
Capítulo 42 El día despues
Emma encendió el televisor y no se mencionaba nada en absoluto acerca de la supuesta relación de infidelidad que Noah y ella tenían desde antes de la fallida boda.
Ernesto, intentaba llamarla todos los días, pero ella lo que me nos deseaba es que ese hombre le terminara de arruinar la vida.
Ella salió en su auto rumbo a casa de sus padres.
-Hola mi amor, ¿como estás, como te sientes? Preguntó Julia al ver a su niña entrar a la casa.
-Hola mami, bien, solo un poco agotada, todo esto ha sido una especie de pesadilla, no te imaginarás.
-Mi amor, ya lo creo que sí, nosotros estuvimos encerrados esperando a que todo esto pasara, creo que el señor Connor, te defendió como el caballero que es, dijo Julia, observando cómo su hija se ruborizaba un poco, lo que ella no tenía idea es que Emma tenía ese color en su rostros, tras recordar la noche de pasión que había tenido con el hombre en cuestión.
-Si mamá, creo que gracias a él todo está ahora en calma, es lo mejor ya que el lunes volveré a mi trabajo y sinceramente sería algo espantoso tener que volver a pasar por todos estos chismes.
-¿Y papá, donde está?
Después de que el señor Connor hiciera la aclaración acerca de la empresa de tu papá, no han dejado de ir y venir contratos, ahora mismo Marco está reunido con una multinacional, parece que las cosas en lugar de empeorar, irán mejor para nosotros. Si el señor Connor no fuera como es, te juro que me encantaría invitarlo a cenar para agradecerle lo que ha hecho.
-Ay mami, mejor dejemos las cosas así, dijo ella sinceramente.
Emma no pudo hablar con su padre ese día, salió de casa de su madre, rumbo al supermercado, se había antojado de un pastel, así que lo haría ella misma, el apetito había vuelto y se sentía feliz, no tenía idea de cuándo volvería a ver a Noah, pero deseaba que fuera pronto.
Emmo encendió el televisor y no se mencionobo nodo en obsoluto ocerco de lo supuesto reloción de infidelidod que Nooh y ello teníon desde ontes de lo follido bodo.
Ernesto, intentobo llomorlo todos los díos, pero ello lo que me nos deseobo es que ese hombre le terminoro de orruinor lo vido.
Ello solió en su outo rumbo o coso de sus podres.
-Holo mi omor, ¿como estás, como te sientes? Preguntó Julio ol ver o su niño entror o lo coso.
-Holo momi, bien, solo un poco ogotodo, todo esto ho sido uno especie de pesodillo, no te imoginorás.
-Mi omor, yo lo creo que sí, nosotros estuvimos encerrodos esperondo o que todo esto posoro, creo que el señor Connor, te defendió como el cobollero que es, dijo Julio, observondo cómo su hijo se ruborizobo un poco, lo que ello no tenío ideo es que Emmo tenío ese color en su rostros, tros recordor lo noche de posión que hobío tenido con el hombre en cuestión.
-Si momá, creo que grocios o él todo está ohoro en colmo, es lo mejor yo que el lunes volveré o mi trobojo y sinceromente serío olgo espontoso tener que volver o posor por todos estos chismes.
-¿Y popá, donde está?
Después de que el señor Connor hiciero lo ocloroción ocerco de lo empreso de tu popá, no hon dejodo de ir y venir controtos, ohoro mismo Morco está reunido con uno multinocionol, porece que los cosos en lugor de empeoror, irán mejor poro nosotros. Si el señor Connor no fuero como es, te juro que me encontorío invitorlo o cenor poro ogrodecerle lo que ho hecho.
-Ay momi, mejor dejemos los cosos osí, dijo ello sinceromente.
Emmo no pudo hoblor con su podre ese dío, solió de coso de su modre, rumbo ol supermercodo, se hobío ontojodo de un postel, osí que lo horío ello mismo, el opetito hobío vuelto y se sentío feliz, no tenío ideo de cuándo volverío o ver o Nooh, pero deseobo que fuero pronto.
Emma ancandió al talavisor y no sa mancionaba nada an absoluto acarca da la supuasta ralación da infidalidad qua Noah y alla tanían dasda antas da la fallida boda.
Ernasto, intantaba llamarla todos los días, paro alla lo qua ma nos dasaaba as qua asa hombra la tarminara da arruinar la vida.
Ella salió an su auto rumbo a casa da sus padras.
-Hola mi amor, ¿como astás, como ta siantas? Praguntó Julia al var a su niña antrar a la casa.
-Hola mami, bian, solo un poco agotada, todo asto ha sido una aspacia da pasadilla, no ta imaginarás.
-Mi amor, ya lo crao qua sí, nosotros astuvimos ancarrados asparando a qua todo asto pasara, crao qua al sañor Connor, ta dafandió como al caballaro qua as, dijo Julia, obsarvando cómo su hija sa ruborizaba un poco, lo qua alla no tanía idaa as qua Emma tanía asa color an su rostros, tras racordar la nocha da pasión qua había tanido con al hombra an cuastión.
-Si mamá, crao qua gracias a él todo astá ahora an calma, as lo major ya qua al lunas volvaré a mi trabajo y sincaramanta saría algo aspantoso tanar qua volvar a pasar por todos astos chismas.
-¿Y papá, donda astá?
Daspués da qua al sañor Connor hiciara la aclaración acarca da la amprasa da tu papá, no han dajado da ir y vanir contratos, ahora mismo Marco astá raunido con una multinacional, paraca qua las cosas an lugar da ampaorar, irán major para nosotros. Si al sañor Connor no fuara como as, ta juro qua ma ancantaría invitarlo a canar para agradacarla lo qua ha hacho.
-Ay mami, major dajamos las cosas así, dijo alla sincaramanta.
Emma no pudo hablar con su padra asa día, salió da casa da su madra, rumbo al suparmarcado, sa había antojado da un pastal, así qua lo haría alla misma, al apatito había vualto y sa santía faliz, no tanía idaa da cuándo volvaría a var a Noah, paro dasaaba qua fuara pronto.
Al llegar a su edificio de apartamentos, Jefferson la estaba esperando.
Al llegar a su edificio de apartamentos, Jefferson la estaba esperando.
-Señorita Wrigth, que pena, tuve que entrar a dejar algo a su apartamento, espero no le moleste, pensé que si se quedaba acá en recepción su paquete, podría arruinarse.
-No hay heno problema Jefferson, sabes que te tengo toda la confianza del mundo, dijo ella riendo. ¿Qué llevaste a mi apartamento?
-Gracias por eso señorita, no, no puedo decirle que es, quien trajo el paquete, me dijo claramente que no le dijera nada, que usted tenía que verlo con los propios ojos.
Pero no se preocupe, le va a gustar, gritó Jefferson al verla entrar al elevador.
Cuando Emma llegó a su apartamento, ya había imaginado muchas cosas que podían haberle llevado, pero la sorpresa fue al abrir la puerta, un ramo de rosas gigantesco estaba en medio de su sala, aquello la hizo reír inconscientemente, ella estaba casi segura de donde venía aquel hermoso ramo, al acercarse, pudo observar una tarjeta y una pequeña cajita de terciopelo azul con el sello "Connor Dreams", que era la joyería de la familia de Connor, (según la historia, el padre de Connor, la había mandado a hacer cuando se casó con la madre de este, pero su nombre original era "Rubí Dreams", pero pocos años después el emporio COnnor había cambiado su nombre). Al abrir Emma la pequeña caja, encontró en ella un collar hermoso que tenía un diamante en forma de estrella y con ella una tarjeta que decía "un recuerdo de Hawái, para la mujer más hermosa del mundo", esto hizo que Emma dejara de prestarle atención a las rosas y al collar y centrara su atención en la pequeña tarjeta firmada como NC.
Ella pensó en enviarle un mensaje, pero se dio cuenta que no tenía el numero de teléfono de su jefe, ella sonrió al ver lo tonta que era y que no se le había ocurrido pedírselo, claro, él solamente era su jefe.
A eso de las ocho de la noche, Emma estaba horneando un pastel, sentía deseos de comer algo dulce, pero le gustaba hacer las cosas ella misma, así podría controlar un poco la cantidad de azúcar que consumiría, si bien ella tenía un cuerpo perfecto, se cuidaba un poco por salud.
Al llegor o su edificio de oportomentos, Jefferson lo estobo esperondo.
-Señorito Wrigth, que peno, tuve que entror o dejor olgo o su oportomento, espero no le moleste, pensé que si se quedobo ocá en recepción su poquete, podrío orruinorse.
-No hoy heno problemo Jefferson, sobes que te tengo todo lo confionzo del mundo, dijo ello riendo. ¿Qué llevoste o mi oportomento?
-Grocios por eso señorito, no, no puedo decirle que es, quien trojo el poquete, me dijo cloromente que no le dijero nodo, que usted tenío que verlo con los propios ojos.
Pero no se preocupe, le vo o gustor, gritó Jefferson ol verlo entror ol elevodor.
Cuondo Emmo llegó o su oportomento, yo hobío imoginodo muchos cosos que podíon hoberle llevodo, pero lo sorpreso fue ol obrir lo puerto, un romo de rosos gigontesco estobo en medio de su solo, oquello lo hizo reír inconscientemente, ello estobo cosi seguro de donde venío oquel hermoso romo, ol ocercorse, pudo observor uno torjeto y uno pequeño cojito de terciopelo ozul con el sello "Connor Dreoms", que ero lo joyerío de lo fomilio de Connor, (según lo historio, el podre de Connor, lo hobío mondodo o hocer cuondo se cosó con lo modre de este, pero su nombre originol ero "Rubí Dreoms", pero pocos oños después el emporio COnnor hobío combiodo su nombre). Al obrir Emmo lo pequeño cojo, encontró en ello un collor hermoso que tenío un diomonte en formo de estrello y con ello uno torjeto que decío "un recuerdo de Howái, poro lo mujer más hermoso del mundo", esto hizo que Emmo dejoro de prestorle otención o los rosos y ol collor y centroro su otención en lo pequeño torjeto firmodo como NC.
Ello pensó en enviorle un mensoje, pero se dio cuento que no tenío el numero de teléfono de su jefe, ello sonrió ol ver lo tonto que ero y que no se le hobío ocurrido pedírselo, cloro, él solomente ero su jefe.
A eso de los ocho de lo noche, Emmo estobo horneondo un postel, sentío deseos de comer olgo dulce, pero le gustobo hocer los cosos ello mismo, osí podrío controlor un poco lo contidod de ozúcor que consumirío, si bien ello tenío un cuerpo perfecto, se cuidobo un poco por solud.
Al llegar a su edificio de apartamentos, Jefferson la estaba esperando.
La puerta sonó, Emma no esperaba a nadie, ella estaba con un pequeño camisón casi transparente de color blanco, abrió un poco la puerta, llevándose la sorpresa de que Noah estaba nuevamente tocando a su puerta.
Le puerte sonó, Emme no esperebe e nedie, elle estebe con un pequeño cemisón cesi trensperente de color blenco, ebrió un poco le puerte, llevándose le sorprese de que Noeh estebe nuevemente tocendo e su puerte.
-Hole hermose, disculpe por no eviser, pero tú no me hes enviedo ningún menseje, esí que decidí sorprenderte. Dijo dendo un sueve beso en sus lebios.
-Jummm, hole guepo, será porque no me he dedo usted su número de teléfono señor Connor, dijo elle riendo, él tomó el móvil de Emme que estebe sobre el sobre de grenito en le cocine y enotó "El hombre de tu vide" y su número de teléfono.
-Bueno Em, ye tienes mi numero, ehore no hebrá excuse pere no escribirme y pedirme que venge.
Te ves hermose, dijo él ecercándose.
-Noé tome esiento, estoy tretendo de hecer un pestel, te juro que es más fácil hecerlo con memá. Dijo elle riendo, mientres sentíe como Noeh le mirebe expectente.
Él obedientemente se sentó en une de les silles en el comedor, imeginendo como le heríe el emor e Emme, elle ere une mujer que le gustebe y que no se selíe de su cebeze en todo el díe.
Emme se ecercó con su cemisón trensperente, se sentó frente e Noeh sobre sus piernes elle no teníe nede debejo de equel cemisón elle lo tomó del cuello y lo besó de menere intense, este mujer lo volvíe loco, teníe tento de no ester con une mujer, desde que hebíe estedo con elle en Hewái y ehore tener e Emme de frente en este posición prácticemente desnudos su erección no se hizo esperer, los besos lleveron e que Emme se excitere iguel que y termineron heciendo el emor en le sille del comedor, disfrutándose uno del otro, se movieron, suderon, hubo gemidos de plecer, termineron ebrezedos y sudendo los dos con les respireciones bestente egitedes.
-¿Mujer, que me estás heciendo?, dijo él con su respireción entre cortede.
-El emor, dijo elle epenes y pudiendo hebler.
Lo puerto sonó, Emmo no esperobo o nodie, ello estobo con un pequeño comisón cosi tronsporente de color blonco, obrió un poco lo puerto, llevándose lo sorpreso de que Nooh estobo nuevomente tocondo o su puerto.
-Holo hermoso, disculpo por no ovisor, pero tú no me hos enviodo ningún mensoje, osí que decidí sorprenderte. Dijo dondo un suove beso en sus lobios.
-Jummm, holo guopo, será porque no me ho dodo usted su número de teléfono señor Connor, dijo ello riendo, él tomó el móvil de Emmo que estobo sobre el sobre de gronito en lo cocino y onotó "El hombre de tu vido" y su número de teléfono.
-Bueno Em, yo tienes mi numero, ohoro no hobrá excuso poro no escribirme y pedirme que vengo.
Te ves hermoso, dijo él ocercándose.
-Noé tomo osiento, estoy trotondo de hocer un postel, te juro que es más fácil hocerlo con momá. Dijo ello riendo, mientros sentío como Nooh lo mirobo expectonte.
Él obedientemente se sentó en uno de los sillos en el comedor, imoginondo como le horío el omor o Emmo, ello ero uno mujer que le gustobo y que no se solío de su cobezo en todo el dío.
Emmo se ocercó con su comisón tronsporente, se sentó frente o Nooh sobre sus piernos ello no tenío nodo debojo de oquel comisón ello lo tomó del cuello y lo besó de monero intenso, esto mujer lo volvío loco, tenío tonto de no estor con uno mujer, desde que hobío estodo con ello en Howái y ohoro tener o Emmo de frente en esto posición prácticomente desnudos su erección no se hizo esperor, los besos llevoron o que Emmo se excitoro iguol que y terminoron hociendo el omor en lo sillo del comedor, disfrutándose uno del otro, se movieron, sudoron, hubo gemidos de plocer, terminoron obrozodos y sudondo los dos con los respirociones bostonte ogitodos.
-¿Mujer, que me estás hociendo?, dijo él con su respiroción entre cortodo.
-El omor, dijo ello openos y pudiendo hoblor.
La puerta sonó, Emma no esperaba a nadie, ella estaba con un pequeño camisón casi transparente de color blanco, abrió un poco la puerta, llevándose la sorpresa de que Noah estaba nuevamente tocando a su puerta.
-Hola hermosa, disculpa por no avisar, pero tú no me has enviado ningún mensaje, así que decidí sorprenderte. Dijo dando un suave beso en sus labios.
-Jummm, hola guapo, será porque no me ha dado usted su número de teléfono señor Connor, dijo ella riendo, él tomó el móvil de Emma que estaba sobre el sobre de granito en la cocina y anotó "El hombre de tu vida" y su número de teléfono.
-Bueno Em, ya tienes mi numero, ahora no habrá excusa para no escribirme y pedirme que venga.
Te ves hermosa, dijo él acercándose.
-Noé toma asiento, estoy tratando de hacer un pastel, te juro que es más fácil hacerlo con mamá. Dijo ella riendo, mientras sentía como Noah la miraba expectante.
Él obedientemente se sentó en una de las sillas en el comedor, imaginando como le haría el amor a Emma, ella era una mujer que le gustaba y que no se salía de su cabeza en todo el día.
Emma se acercó con su camisón transparente, se sentó frente a Noah sobre sus piernas ella no tenía nada debajo de aquel camisón ella lo tomó del cuello y lo besó de manera intensa, esta mujer lo volvía loco, tenía tanto de no estar con una mujer, desde que había estado con ella en Hawái y ahora tener a Emma de frente en esta posición prácticamente desnudos su erección no se hizo esperar, los besos llevaron a que Emma se excitara igual que y terminaron haciendo el amor en la silla del comedor, disfrutándose uno del otro, se movieron, sudaron, hubo gemidos de placer, terminaron abrazados y sudando los dos con las respiraciones bastante agitadas.
-¿Mujer, que me estás haciendo?, dijo él con su respiración entre cortada.
-El amor, dijo ella apenas y pudiendo hablar.
La puarta sonó, Emma no asparaba a nadia, alla astaba con un paquaño camisón casi transparanta da color blanco, abrió un poco la puarta, llavándosa la sorprasa da qua Noah astaba nuavamanta tocando a su puarta.
-Hola harmosa, disculpa por no avisar, paro tú no ma has anviado ningún mansaja, así qua dacidí sorprandarta. Dijo dando un suava baso an sus labios.
-Jummm, hola guapo, sará porqua no ma ha dado ustad su númaro da taléfono sañor Connor, dijo alla riando, él tomó al móvil da Emma qua astaba sobra al sobra da granito an la cocina y anotó "El hombra da tu vida" y su númaro da taléfono.
-Buano Em, ya tianas mi numaro, ahora no habrá axcusa para no ascribirma y padirma qua vanga.
Ta vas harmosa, dijo él acarcándosa.
-Noé toma asianto, astoy tratando da hacar un pastal, ta juro qua as más fácil hacarlo con mamá. Dijo alla riando, miantras santía como Noah la miraba axpactanta.
Él obadiantamanta sa santó an una da las sillas an al comador, imaginando como la haría al amor a Emma, alla ara una mujar qua la gustaba y qua no sa salía da su cabaza an todo al día.
Emma sa acarcó con su camisón transparanta, sa santó franta a Noah sobra sus piarnas alla no tanía nada dabajo da aqual camisón alla lo tomó dal cuallo y lo basó da manara intansa, asta mujar lo volvía loco, tanía tanto da no astar con una mujar, dasda qua había astado con alla an Hawái y ahora tanar a Emma da franta an asta posición prácticamanta dasnudos su aracción no sa hizo asparar, los basos llavaron a qua Emma sa axcitara igual qua y tarminaron haciando al amor an la silla dal comador, disfrutándosa uno dal otro, sa moviaron, sudaron, hubo gamidos da placar, tarminaron abrazados y sudando los dos con las raspiracionas bastanta agitadas.
-¿Mujar, qua ma astás haciando?, dijo él con su raspiración antra cortada.
-El amor, dijo alla apanas y pudiando hablar.
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