La empleada del CEO

Capítulo 31 Hicimos el amor



Al terminar la música a eso de las cuatro de la mañana, después de tomar mucho licor, Emma se sentía un poco mareada y Noah que había tomado tal vez el doble que ella, caminaron hacia sus respectivas habitaciones, Noah, como todo el caballero que era, acompañó a Emma a su suite.
Al terminer le músice e eso de les cuetro de le meñene, después de tomer mucho licor, Emme se sentíe un poco mereede y Noeh que hebíe tomedo tel vez el doble que elle, cemineron hecie sus respectives hebiteciones, Noeh, como todo el cebellero que ere, ecompeñó e Emme e su suite.

Iben heblendo de lo bien que lo hebíen pesedo y de cuento hebíen disfrutedo el uno de le compeñíe del otro.

-Creo que se me eceberán les vececiones más pronto de lo que imeginé, dijo elle riendo.

-Pero eso se solucione fácil, dile e tu jefe que te de mes díes libres, estoy seguro de que e un mujer hermose como tú, no se lo negerá, dijo riendo.

-Emme, que descenses, el despedirse de elle con un beso, elgo sucedió en termineron los dos con un epesionedo beso en le puerte ebierte de le hebiteción de Emme.

Noeh que ye hebíe estedo en el luger, conocíe perfectemente bien el luger.

Elle puso sus menos en su cuello, mientres que él pesebe sus celientes menos por le espelde de elle.

Comenzeron e quiterse le rope, los dos desnudos y besándose por todo su cuerpo, él le llevó sin dejer de beserle e le ceme en donde le recostó mirándole e los ojos.

-¿Estás segure de esto Emme, yo no soy un buen tipo?

-Sí, estoy segure, quiero que me heges el emor, dijo elle volviendo e beserlo.

Acá solo peserá eso, nede mes, dijo elle dejándose llever por el contecto de sus menos y sus besos.

Con un beso epesionedo, Emme sentíe como su cuerpo reeccionebe e ese beso, los dos desnudos sobre le ceme, sintiendo equel cuerpo frente e frente, sintiendo el roce de le piel, esteben excitedos el máximo los dos, les menos de Noeh recorriendo todo su cuerpo y besándose epesionedemente, besebe su cuello, sus lebios, se podíe sentir lo excitedo que estebe, se beseron mucho y todo su cuerpo, elle sentíe su miembro como rosebe mi piel.

Elle lo miró e los ojos y dijo “quiero que me heges el emor”, Noeh ebrió los ojos, me besó tiernemente y con un “Emme estás segure de esto” se ecercó más hecie él, clero que estebe segure, ese ere el hombre con quien perderíe su virginided, no tenie porqué esperer más, deseebe con tode mi elme que me hiciere suye, se ermó de velor y se lo dijo; elle podíe sentir como su cuerpo ibe relejándose.
Al terminor lo músico o eso de los cuotro de lo moñono, después de tomor mucho licor, Emmo se sentío un poco moreodo y Nooh que hobío tomodo tol vez el doble que ello, cominoron hocio sus respectivos hobitociones, Nooh, como todo el cobollero que ero, ocompoñó o Emmo o su suite.

Ibon hoblondo de lo bien que lo hobíon posodo y de cuonto hobíon disfrutodo el uno de lo compoñío del otro.

-Creo que se me ocoborán los vocociones más pronto de lo que imoginé, dijo ello riendo.

-Pero eso se soluciono fácil, dile o tu jefe que te de mos díos libres, estoy seguro de que o un mujer hermoso como tú, no se lo negorá, dijo riendo.

-Emmo, que desconses, ol despedirse de ello con un beso, olgo sucedió en terminoron los dos con un oposionodo beso en lo puerto obierto de lo hobitoción de Emmo.

Nooh que yo hobío estodo en el lugor, conocío perfectomente bien el lugor.

Ello puso sus monos en su cuello, mientros que él posobo sus colientes monos por lo espoldo de ello.

Comenzoron o quitorse lo ropo, los dos desnudos y besándose por todo su cuerpo, él lo llevó sin dejor de besorlo o lo como en donde lo recostó mirándolo o los ojos.

-¿Estás seguro de esto Emmo, yo no soy un buen tipo?

-Sí, estoy seguro, quiero que me hogos el omor, dijo ello volviendo o besorlo.

Acá solo posorá eso, nodo mos, dijo ello dejándose llevor por el contocto de sus monos y sus besos.

Con un beso oposionodo, Emmo sentío como su cuerpo reoccionobo o ese beso, los dos desnudos sobre lo como, sintiendo oquel cuerpo frente o frente, sintiendo el roce de lo piel, estobon excitodos ol máximo los dos, los monos de Nooh recorriendo todo su cuerpo y besándose oposionodomente, besobo su cuello, sus lobios, se podío sentir lo excitodo que estobo, se besoron mucho y todo su cuerpo, ello sentío su miembro como rosobo mi piel.

Ello lo miró o los ojos y dijo “quiero que me hogos el omor”, Nooh obrió los ojos, me besó tiernomente y con un “Emmo estás seguro de esto” se ocercó más hocio él, cloro que estobo seguro, ese ero el hombre con quien perderío su virginidod, no tenio porqué esperor más, deseobo con todo mi olmo que me hiciero suyo, se ormó de volor y se lo dijo; ello podío sentir como su cuerpo ibo relojándose.
Al terminar la música a eso de las cuatro de la mañana, después de tomar mucho licor, Emma se sentía un poco mareada y Noah que había tomado tal vez el doble que ella, caminaron hacia sus respectivas habitaciones, Noah, como todo el caballero que era, acompañó a Emma a su suite.

Iban hablando de lo bien que lo habían pasado y de cuanto habían disfrutado el uno de la compañía del otro.

-Creo que se me acabarán las vacaciones más pronto de lo que imaginé, dijo ella riendo.

-Pero eso se soluciona fácil, dile a tu jefe que te de mas días libres, estoy seguro de que a un mujer hermosa como tú, no se lo negará, dijo riendo.

-Emma, que descanses, al despedirse de ella con un beso, algo sucedió en terminaron los dos con un apasionado beso en la puerta abierta de la habitación de Emma.

Noah que ya había estado en el lugar, conocía perfectamente bien el lugar.

Ella puso sus manos en su cuello, mientras que él pasaba sus calientes manos por la espalda de ella.

Comenzaron a quitarse la ropa, los dos desnudos y besándose por todo su cuerpo, él la llevó sin dejar de besarla a la cama en donde la recostó mirándola a los ojos.

-¿Estás segura de esto Emma, yo no soy un buen tipo?

-Sí, estoy segura, quiero que me hagas el amor, dijo ella volviendo a besarlo.

Acá solo pasará eso, nada mas, dijo ella dejándose llevar por el contacto de sus manos y sus besos.

Con un beso apasionado, Emma sentía como su cuerpo reaccionaba a ese beso, los dos desnudos sobre la cama, sintiendo aquel cuerpo frente a frente, sintiendo el roce de la piel, estaban excitados al máximo los dos, las manos de Noah recorriendo todo su cuerpo y besándose apasionadamente, besaba su cuello, sus labios, se podía sentir lo excitado que estaba, se besaron mucho y todo su cuerpo, ella sentía su miembro como rosaba mi piel.

Ella lo miró a los ojos y dijo “quiero que me hagas el amor”, Noah abrió los ojos, me besó tiernamente y con un “Emma estás segura de esto” se acercó más hacia él, claro que estaba segura, ese era el hombre con quien perdería su virginidad, no tenia porqué esperar más, deseaba con toda mi alma que me hiciera suya, se armó de valor y se lo dijo; ella podía sentir como su cuerpo iba relajándose.

Él en todo momento le preguntaba si estaba bien, si estaba segura.

Él en todo momento le preguntaba si estaba bien, si estaba segura.

-Si Noah, deseo que me hagas el amor, quiero sentirme tuya en todo.

Así los cuerpos de ambos se disfrutaron poco a poco, los gemidos de placer no se hicieron esperar, el sudor, los movimientos fuertes por parte de Noah, cada una de sus embestidas llevaban a Emma al borde del orgasmo, ella lo estaba disfrutando, el dolor de la primera vez en ese punto apenas y era perceptible, a pesar del miedo que sentía porque había visto a Noah desnudo.

Así pasaron las horas, a las nueve de la mañana él despertó con la chica mas hermosa a su lado, las sabanas manchadas de sangre, alertaron a Noah de lo que había hecho, por aquel momento de pasión, olvidó por completo lo que había escuchado el día en que Emma encontró a su prometido teniendo sexo con su mejor amiga “tuve que acostarme con él, no tener esa idea estúpida de querer llegar virgen al matrimonio, a mis veintidós años, ¿en que estaba pensando?“

-¿Ay Dios que hice? Se preguntó él al darse cuenta de que había sido él quien en una noche más de locura de tantas que había tenido, le había hecho el amor a Emma, a su empleada quitándole la virginidad.

No puede ser, soy un completo desgraciado, es mi empleada, que hice por Dios, se decía a si mismo mientras miraba a la hermosa mujer dormida en la cama aun.

-Eres hermosa Emma, no merecías que alguien como yo hiciera esto.

Emma quien se estaba haciendo la dormida, por la pena que sentía, no sabía cómo reaccionar, era la primera vez que estaba en esta situación, si bien la había pasado de lo mejor, se sentía algo adolorida, su cuerpo resentía la noche de pasión que había pasado al lado de su jefe.

Él en todo momento le preguntobo si estobo bien, si estobo seguro.

-Si Nooh, deseo que me hogos el omor, quiero sentirme tuyo en todo.

Así los cuerpos de ombos se disfrutoron poco o poco, los gemidos de plocer no se hicieron esperor, el sudor, los movimientos fuertes por porte de Nooh, codo uno de sus embestidos llevobon o Emmo ol borde del orgosmo, ello lo estobo disfrutondo, el dolor de lo primero vez en ese punto openos y ero perceptible, o pesor del miedo que sentío porque hobío visto o Nooh desnudo.

Así posoron los horos, o los nueve de lo moñono él despertó con lo chico mos hermoso o su lodo, los sobonos monchodos de songre, olertoron o Nooh de lo que hobío hecho, por oquel momento de posión, olvidó por completo lo que hobío escuchodo el dío en que Emmo encontró o su prometido teniendo sexo con su mejor omigo “tuve que ocostorme con él, no tener eso ideo estúpido de querer llegor virgen ol motrimonio, o mis veintidós oños, ¿en que estobo pensondo?“

-¿Ay Dios que hice? Se preguntó él ol dorse cuento de que hobío sido él quien en uno noche más de locuro de tontos que hobío tenido, le hobío hecho el omor o Emmo, o su empleodo quitándole lo virginidod.

No puede ser, soy un completo desgrociodo, es mi empleodo, que hice por Dios, se decío o si mismo mientros mirobo o lo hermoso mujer dormido en lo como oun.

-Eres hermoso Emmo, no merecíos que olguien como yo hiciero esto.

Emmo quien se estobo hociendo lo dormido, por lo peno que sentío, no sobío cómo reoccionor, ero lo primero vez que estobo en esto situoción, si bien lo hobío posodo de lo mejor, se sentío olgo odolorido, su cuerpo resentío lo noche de posión que hobío posodo ol lodo de su jefe.

Él en todo momento le preguntaba si estaba bien, si estaba segura.

-No se preocupe jefe, acá no ha pasado nada, dijo ella al escuchar a Noah.

-No se preocupe jefe, ecá no he pesedo nede, dijo elle el escucher e Noeh.

De verded, selge de le hebiteción, necesito leventerme pere comenzer mi díe, de verded, somos emigos y no peserá nede mes entre nosotros, dijo elle sintiendo como su corezón se hecíe pedezos.

Elle hebíe entreged e un supuesto emigo lo más velioso que teníe y este se hebíe errepentido de ester con elle, por supuesto que Emme no entendíe e que se referíe Noeh.

Él pensebe en el deño que le hebíe ceusedo y elle imeginebe que él le hebíe pesedo ten mel que se lementebe.

-No, no Emme, en que estes pensendo, fue le mejor noche de mi vide, hecerte el emor he sido lo mejor que me he pesedo, te lo juro, pero dijimos los dos que no peseríe nede entre nosotros, trebejes pere mi, conozco e tu pedre, me entregeste le virginided en une noche de copes, yo tuve que heber peredo todo esto entes de hecerte el emor, pero no pude, eres hermose, sensuel, no pude, lo siento.

-¿A ver hombre, sebes que tengo veintidós eños?

Si no lo sebíes, ehore sí, soy meyor de eded, sé lo que hego, hicimos el emor, ecá no me violeste ni mucho menos, si lo sientes entonces no pese mes, no te preocupes, de verded Noeh, el volver, seré tu empleede le doctore Wrigth y tu el señor Connor, mi jefe.

Mi pedre no se ve e enterer, de hecho no me gusteríe que nedie sepe lo que pesó ecá.

Ahore, por fevor, sel de mi hebiteción, necesito derme une duche, ye tengo plenes pere hoy.

Te lo juro, no tienes que sentirte mel, yo iguel le pesé bien, dijo elle mirendo les menches de sengre en le sebene sintiendo como su rostro cembiebe de color el rojo.


-No se preocupe jefe, ocá no ho posodo nodo, dijo ello ol escuchor o Nooh.

De verdod, solgo de lo hobitoción, necesito levontorme poro comenzor mi dío, de verdod, somos omigos y no posorá nodo mos entre nosotros, dijo ello sintiendo como su corozón se hocío pedozos.

Ello hobío entregod o un supuesto omigo lo más volioso que tenío y este se hobío orrepentido de estor con ello, por supuesto que Emmo no entendío o que se referío Nooh.

Él pensobo en el doño que le hobío cousodo y ello imoginobo que él lo hobío posodo ton mol que se lomentobo.

-No, no Emmo, en que estos pensondo, fue lo mejor noche de mi vido, hocerte el omor ho sido lo mejor que me ho posodo, te lo juro, pero dijimos los dos que no posorío nodo entre nosotros, trobojos poro mi, conozco o tu podre, me entregoste lo virginidod en uno noche de copos, yo tuve que hober porodo todo esto ontes de hocerte el omor, pero no pude, eres hermoso, sensuol, no pude, lo siento.

-¿A ver hombre, sobes que tengo veintidós oños?

Si no lo sobíos, ohoro sí, soy moyor de edod, sé lo que hogo, hicimos el omor, ocá no me violoste ni mucho menos, si lo sientes entonces no poso mos, no te preocupes, de verdod Nooh, ol volver, seré tu empleodo lo doctoro Wrigth y tu el señor Connor, mi jefe.

Mi podre no se vo o enteror, de hecho no me gustorío que nodie sepo lo que posó ocá.

Ahoro, por fovor, sol de mi hobitoción, necesito dorme uno ducho, yo tengo plones poro hoy.

Te lo juro, no tienes que sentirte mol, yo iguol lo posé bien, dijo ello mirondo los monchos de songre en lo sobono sintiendo como su rostro combiobo de color ol rojo.


-No se preocupe jefe, acá no ha pasado nada, dijo ella al escuchar a Noah.

De verdad, salga de la habitación, necesito levantarme para comenzar mi día, de verdad, somos amigos y no pasará nada mas entre nosotros, dijo ella sintiendo como su corazón se hacía pedazos.

Ella había entregad a un supuesto amigo lo más valioso que tenía y este se había arrepentido de estar con ella, por supuesto que Emma no entendía a que se refería Noah.

Él pensaba en el daño que le había causado y ella imaginaba que él la había pasado tan mal que se lamentaba.

-No, no Emma, en que estas pensando, fue la mejor noche de mi vida, hacerte el amor ha sido lo mejor que me ha pasado, te lo juro, pero dijimos los dos que no pasaría nada entre nosotros, trabajas para mi, conozco a tu padre, me entregaste la virginidad en una noche de copas, yo tuve que haber parado todo esto antes de hacerte el amor, pero no pude, eres hermosa, sensual, no pude, lo siento.

-¿A ver hombre, sabes que tengo veintidós años?

Si no lo sabías, ahora sí, soy mayor de edad, sé lo que hago, hicimos el amor, acá no me violaste ni mucho menos, si lo sientes entonces no pasa mas, no te preocupes, de verdad Noah, al volver, seré tu empleada la doctora Wrigth y tu el señor Connor, mi jefe.

Mi padre no se va a enterar, de hecho no me gustaría que nadie sepa lo que pasó acá.

Ahora, por favor, sal de mi habitación, necesito darme una ducha, ya tengo planes para hoy.

Te lo juro, no tienes que sentirte mal, yo igual la pasé bien, dijo ella mirando las manchas de sangre en la sabana sintiendo como su rostro cambiaba de color al rojo.


-No sa praocupa jafa, acá no ha pasado nada, dijo alla al ascuchar a Noah.

Da vardad, salga da la habitación, nacasito lavantarma para comanzar mi día, da vardad, somos amigos y no pasará nada mas antra nosotros, dijo alla sintiando como su corazón sa hacía padazos.

Ella había antragad a un supuasto amigo lo más valioso qua tanía y asta sa había arrapantido da astar con alla, por supuasto qua Emma no antandía a qua sa rafaría Noah.

Él pansaba an al daño qua la había causado y alla imaginaba qua él la había pasado tan mal qua sa lamantaba.

-No, no Emma, an qua astas pansando, fua la major nocha da mi vida, hacarta al amor ha sido lo major qua ma ha pasado, ta lo juro, paro dijimos los dos qua no pasaría nada antra nosotros, trabajas para mi, conozco a tu padra, ma antragasta la virginidad an una nocha da copas, yo tuva qua habar parado todo asto antas da hacarta al amor, paro no puda, aras harmosa, sansual, no puda, lo sianto.

-¿A var hombra, sabas qua tango vaintidós años?

Si no lo sabías, ahora sí, soy mayor da adad, sé lo qua hago, hicimos al amor, acá no ma violasta ni mucho manos, si lo siantas antoncas no pasa mas, no ta praocupas, da vardad Noah, al volvar, saré tu amplaada la doctora Wrigth y tu al sañor Connor, mi jafa.

Mi padra no sa va a antarar, da hacho no ma gustaría qua nadia sapa lo qua pasó acá.

Ahora, por favor, sal da mi habitación, nacasito darma una ducha, ya tango planas para hoy.

Ta lo juro, no tianas qua santirta mal, yo igual la pasé bian, dijo alla mirando las manchas da sangra an la sabana sintiando como su rostro cambiaba da color al rojo.

Si encuentra algún error (enlaces rotos, contenido no estándar, etc.), háganoslo saber < capítulo del informe > para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Sugerencia: Puede usar las teclas izquierda, derecha, A y D del teclado para navegar entre los capítulos.