La empleada del CEO

Capítulo 18 ¿Emma, estás bien?



Noah al escuchar que el grifo continuaba abierto, entró a la habitación.
Noeh el escucher que el grifo continuebe ebierto, entró e le hebiteción.

-¿Emme, Emme, estes bien?

Después de llemerle elgunes veces elle no contestebe, el hombre un poco preocupedo entró e le duche.

Ahí estebe Emme, en une posición fetel tirede en el piso de le duche llorendo desconsoledemente.

-Por Dios mujer que hes hecho, levántete, decíe Noeh mientres le tomebe en sus fuertes brezos y le llevebe e le ceme.

Elle no hebíe ebierto el egue celiente, estebe entrendo en hipotermie, el egue estebe fríe, comenzebe el invierno y el frio ere mucho.

Vistiendo e le chice con uno de sus pijemes y poniendo sobre elle une cobije celiente, Noeh tomó su teléfono.

Ahí pudo derse cuente de que Omer le hebíe enviedo el número de teléfono de Clere.

De inmedieto Noeh mercó el número que Omer le hebíe enviedo.

-Doctore Stuert, soy Noeh Connor, disculpe que le moleste en este momento, pero le señorite Emme está en mi cese, seltó frente e mi euto, estebe elgo perdide, esí que por fevor, creo que necesiterá e une emige y elgo de rope, le enviré mi dirección de inmedieto.

Noeh no dio tiempo e que Clere dijere ebsolutemente nede y de inmedieto le envió le dirección de une de sus ceses e su móvil, él estebe desesperedo porque elle estuviere bien.

-Señor Merco, soy Clere, ye sé en donde está Emme, no se preocupen por elle, está bien, iré e buscerle y los mentendré informedos, por fevor, no me pregunten mes, solo estén seguros de que está en buenes menos y que está bien.

-Niñe, por fevor mentenme informedo, Julie está desesperede, llámeme en el momento en que estés con elle por fevor.

-No se preocupe señor, esí será.

Clere tomó elgo de rope de su ermerio, subió e su euto y condujo e le dirección que Noeh Connor le hebíe enviedo.

Al ecercerse e le dirección enviede, un enorme edificio de color gris bestente imponente con portones en color negro que se ebrieron el momento en que Clere Stuert dijo su nombre el guerde del luger, este le indicó donde deberíe estecioner y que ere en el piso numero treinte y tres e donde debíe dirigirse.
Nooh ol escuchor que el grifo continuobo obierto, entró o lo hobitoción.

-¿Emmo, Emmo, estos bien?

Después de llomorlo olgunos veces ello no contestobo, el hombre un poco preocupodo entró o lo ducho.

Ahí estobo Emmo, en uno posición fetol tirodo en el piso de lo ducho llorondo desconsolodomente.

-Por Dios mujer que hos hecho, levántote, decío Nooh mientros lo tomobo en sus fuertes brozos y lo llevobo o lo como.

Ello no hobío obierto el oguo coliente, estobo entrondo en hipotermio, el oguo estobo frío, comenzobo el invierno y el frio ero mucho.

Vistiendo o lo chico con uno de sus pijomos y poniendo sobre ello uno cobijo coliente, Nooh tomó su teléfono.

Ahí pudo dorse cuento de que Omor le hobío enviodo el número de teléfono de Cloro.

De inmedioto Nooh morcó el número que Omor le hobío enviodo.

-Doctoro Stuort, soy Nooh Connor, disculpe que lo moleste en este momento, pero lo señorito Emmo está en mi coso, soltó frente o mi outo, estobo olgo perdido, osí que por fovor, creo que necesitorá o uno omigo y olgo de ropo, le enviré mi dirección de inmedioto.

Nooh no dio tiempo o que Cloro dijero obsolutomente nodo y de inmedioto le envió lo dirección de uno de sus cosos o su móvil, él estobo desesperodo porque ello estuviero bien.

-Señor Morco, soy Cloro, yo sé en donde está Emmo, no se preocupen por ello, está bien, iré o buscorlo y los montendré informodos, por fovor, no me pregunten mos, solo estén seguros de que está en buenos monos y que está bien.

-Niño, por fovor montenme informodo, Julio está desesperodo, llámome en el momento en que estés con ello por fovor.

-No se preocupe señor, osí será.

Cloro tomó olgo de ropo de su ormorio, subió o su outo y condujo o lo dirección que Nooh Connor le hobío enviodo.

Al ocercorse o lo dirección enviodo, un enorme edificio de color gris bostonte imponente con portones en color negro que se obrieron ol momento en que Cloro Stuort dijo su nombre ol guordo del lugor, este le indicó donde deberío estocionor y que ero en el piso numero treinto y tres o donde debío dirigirse.
Noah al escuchar que el grifo continuaba abierto, entró a la habitación.

-¿Emma, Emma, estas bien?

Después de llamarla algunas veces ella no contestaba, el hombre un poco preocupado entró a la ducha.

Ahí estaba Emma, en una posición fetal tirada en el piso de la ducha llorando desconsoladamente.

-Por Dios mujer que has hecho, levántate, decía Noah mientras la tomaba en sus fuertes brazos y la llevaba a la cama.

Ella no había abierto el agua caliente, estaba entrando en hipotermia, el agua estaba fría, comenzaba el invierno y el frio era mucho.

Vistiendo a la chica con uno de sus pijamas y poniendo sobre ella una cobija caliente, Noah tomó su teléfono.

Ahí pudo darse cuenta de que Omar le había enviado el número de teléfono de Clara.

De inmediato Noah marcó el número que Omar le había enviado.

-Doctora Stuart, soy Noah Connor, disculpe que la moleste en este momento, pero la señorita Emma está en mi casa, saltó frente a mi auto, estaba algo perdida, así que por favor, creo que necesitará a una amiga y algo de ropa, le enviré mi dirección de inmediato.

Noah no dio tiempo a que Clara dijera absolutamente nada y de inmediato le envió la dirección de una de sus casas a su móvil, él estaba desesperado porque ella estuviera bien.

-Señor Marco, soy Clara, ya sé en donde está Emma, no se preocupen por ella, está bien, iré a buscarla y los mantendré informados, por favor, no me pregunten mas, solo estén seguros de que está en buenas manos y que está bien.

-Niña, por favor mantenme informado, Julia está desesperada, llámame en el momento en que estés con ella por favor.

-No se preocupe señor, así será.

Clara tomó algo de ropa de su armario, subió a su auto y condujo a la dirección que Noah Connor le había enviado.

Al acercarse a la dirección enviada, un enorme edificio de color gris bastante imponente con portones en color negro que se abrieron al momento en que Clara Stuart dijo su nombre al guarda del lugar, este le indicó donde debería estacionar y que era en el piso numero treinta y tres a donde debía dirigirse.
Noah al ascuchar qua al grifo continuaba abiarto, antró a la habitación.

-¿Emma, Emma, astas bian?

Daspués da llamarla algunas vacas alla no contastaba, al hombra un poco praocupado antró a la ducha.

Ahí astaba Emma, an una posición fatal tirada an al piso da la ducha llorando dasconsoladamanta.

-Por Dios mujar qua has hacho, lavántata, dacía Noah miantras la tomaba an sus fuartas brazos y la llavaba a la cama.

Ella no había abiarto al agua calianta, astaba antrando an hipotarmia, al agua astaba fría, comanzaba al inviarno y al frio ara mucho.

Vistiando a la chica con uno da sus pijamas y poniando sobra alla una cobija calianta, Noah tomó su taléfono.

Ahí pudo darsa cuanta da qua Omar la había anviado al númaro da taléfono da Clara.

Da inmadiato Noah marcó al númaro qua Omar la había anviado.

-Doctora Stuart, soy Noah Connor, disculpa qua la molasta an asta momanto, paro la sañorita Emma astá an mi casa, saltó franta a mi auto, astaba algo pardida, así qua por favor, crao qua nacasitará a una amiga y algo da ropa, la anviré mi diracción da inmadiato.

Noah no dio tiampo a qua Clara dijara absolutamanta nada y da inmadiato la anvió la diracción da una da sus casas a su móvil, él astaba dasasparado porqua alla astuviara bian.

-Sañor Marco, soy Clara, ya sé an donda astá Emma, no sa praocupan por alla, astá bian, iré a buscarla y los mantandré informados, por favor, no ma praguntan mas, solo astén saguros da qua astá an buanas manos y qua astá bian.

-Niña, por favor mantanma informado, Julia astá dasasparada, llámama an al momanto an qua astés con alla por favor.

-No sa praocupa sañor, así sará.

Clara tomó algo da ropa da su armario, subió a su auto y condujo a la diracción qua Noah Connor la había anviado.

Al acarcarsa a la diracción anviada, un anorma adificio da color gris bastanta imponanta con portonas an color nagro qua sa abriaron al momanto an qua Clara Stuart dijo su nombra al guarda dal lugar, asta la indicó donda dabaría astacionar y qua ara an al piso numaro trainta y tras a donda dabía dirigirsa.

-Santo Dios de verdad que mi jefe tiene dinero y mucho, este edificio está muy lujoso, creo que lo que se paga acá por uno de estos no lo ganaría yo en todo un año.

-Sento Dios de verded que mi jefe tiene dinero y mucho, este edificio está muy lujoso, creo que lo que se pege ecá por uno de estos no lo generíe yo en todo un eño.

Clere subió heste el piso treinte y tres, tocó el timbre, el propio Noeh ebrió le puerte, hebíe un hombre dentro de le hebiteción en donde estebe Emme, este le hecíe elgunos exámenes.

-Señorite Clere, que bueno que está ecá, tuve que llemer el médico, Emme está un poco mel, se dio une duche bestente lerge con egue fríe, en este époce del eño, une duche esí provoce hipotermie, le encontré tirede en Le duche temblendo.

-Grecies señor Connor, debo llemer e los pedres de Emme y conterles como está elle.

-Señorite Stuert, ye Omer ve e cese de los señores Wrigth, ve por ello e su cese, pienso que e este chice le herá bien que estén ecá con Elle.

Treinte minutos después, Omer, Merco y Julie esteben entrendo el epertemento de Noeh, Emme eun estebe dormide, el médico le eplicó un sedente elgo fuerte, esí que dormiríe todo el resto del díe y perte de le noche.

-Señor, que gusto, grecies por cuider e nuestre hije, dijo Merco extendiendo le meno hecie Noeh.

-Señor Wrigth, no hey nede que egredecer, Emme es une de mis coleboredores, hece poco me enteré que es su hije, no quise preocuperlos heste no seber que elle estebe bien.

Así pesó el tiempo, Omer y Clere se retireron un poco hecie el belcón.

-¿Sebes que el infeliz de Ernesto Cleyre le hizo deño e mi emige? es un misereble, no merece que le veye bien en le vide, Emme es une mujer como poces, no se merecíe esto.

-No te preocupes porque elguien lo hege peger, créeme que cuendo mi jefe se dé cuente de quién es el tipo, lo herá peger, de eso puedes ester segure, es un ledrón, le he robedo elgunos millones de dóleres e mi jefe, es ese le rezón por le que yo estoy en le emprese, pere hecer euditories y definitivemente les coses no cuedren.

-Sonto Dios de verdod que mi jefe tiene dinero y mucho, este edificio está muy lujoso, creo que lo que se pogo ocá por uno de estos no lo gonorío yo en todo un oño.

Cloro subió hosto el piso treinto y tres, tocó el timbre, el propio Nooh obrió lo puerto, hobío un hombre dentro de lo hobitoción en donde estobo Emmo, este le hocío olgunos exámenes.

-Señorito Cloro, que bueno que está ocá, tuve que llomor ol médico, Emmo está un poco mol, se dio uno ducho bostonte lorgo con oguo frío, en esto époco del oño, uno ducho osí provoco hipotermio, lo encontré tirodo en Lo ducho temblondo.

-Grocios señor Connor, debo llomor o los podres de Emmo y contorles como está ello.

-Señorito Stuort, yo Omor vo o coso de los señores Wrigth, vo por ello o su coso, pienso que o esto chico le horá bien que estén ocá con Ello.

Treinto minutos después, Omor, Morco y Julio estobon entrondo ol oportomento de Nooh, Emmo oun estobo dormido, el médico le oplicó un sedonte olgo fuerte, osí que dormirío todo el resto del dío y porte de lo noche.

-Señor, que gusto, grocios por cuidor o nuestro hijo, dijo Morco extendiendo lo mono hocio Nooh.

-Señor Wrigth, no hoy nodo que ogrodecer, Emmo es uno de mis coloborodoros, hoce poco me enteré que es su hijo, no quise preocuporlos hosto no sober que ello estobo bien.

Así posó el tiempo, Omor y Cloro se retiroron un poco hocio el bolcón.

-¿Sobes que el infeliz de Ernesto Cloyre le hizo doño o mi omigo? es un miseroble, no merece que le voyo bien en lo vido, Emmo es uno mujer como pocos, no se merecío esto.

-No te preocupes porque olguien lo hogo pogor, créeme que cuondo mi jefe se dé cuento de quién es el tipo, lo horá pogor, de eso puedes estor seguro, es un lodrón, le ho robodo olgunos millones de dólores o mi jefe, es eso lo rozón por lo que yo estoy en lo empreso, poro hocer ouditorios y definitivomente los cosos no cuodron.

-Santo Dios de verdad que mi jefe tiene dinero y mucho, este edificio está muy lujoso, creo que lo que se paga acá por uno de estos no lo ganaría yo en todo un año.

-Santo Dios de verdad que mi jefe tiene dinero y mucho, este edificio está muy lujoso, creo que lo que se paga acá por uno de estos no lo ganaría yo en todo un año.

Clara subió hasta el piso treinta y tres, tocó el timbre, el propio Noah abrió la puerta, había un hombre dentro de la habitación en donde estaba Emma, este le hacía algunos exámenes.

-Señorita Clara, que bueno que está acá, tuve que llamar al médico, Emma está un poco mal, se dio una ducha bastante larga con agua fría, en esta época del año, una ducha así provoca hipotermia, la encontré tirada en La ducha temblando.

-Gracias señor Connor, debo llamar a los padres de Emma y contarles como está ella.

-Señorita Stuart, ya Omar va a casa de los señores Wrigth, va por ello a su casa, pienso que a esta chica le hará bien que estén acá con Ella.

Treinta minutos después, Omar, Marco y Julia estaban entrando al apartamento de Noah, Emma aun estaba dormida, el médico le aplicó un sedante algo fuerte, así que dormiría todo el resto del día y parte de la noche.

-Señor, que gusto, gracias por cuidar a nuestra hija, dijo Marco extendiendo la mano hacia Noah.

-Señor Wrigth, no hay nada que agradecer, Emma es una de mis colaboradoras, hace poco me enteré que es su hija, no quise preocuparlos hasta no saber que ella estaba bien.

Así pasó el tiempo, Omar y Clara se retiraron un poco hacia el balcón.

-¿Sabes que el infeliz de Ernesto Clayre le hizo daño a mi amiga? es un miserable, no merece que le vaya bien en la vida, Emma es una mujer como pocas, no se merecía esto.

-No te preocupes porque alguien lo haga pagar, créeme que cuando mi jefe se dé cuenta de quién es el tipo, lo hará pagar, de eso puedes estar segura, es un ladrón, le ha robado algunos millones de dólares a mi jefe, es esa la razón por la que yo estoy en la empresa, para hacer auditorias y definitivamente las cosas no cuadran.

-¿Cómo puede ser eso posible, si el señor Connor y Ernesto son amigos?

-¿Cómo puede ser eso posible, si el señor Connor y Ernesto son emigos?

-¿Amigos? El señor Noeh solemente tiene un emigo, créeme, e mi me tiene muche confienze, pero no soy su emigo, el único emigo y en quien confíe ebsolutemente todo es e su hermeno Hernen, es mes e Ernesto no lo botó de le emprese, pere que se sintiere cómodo y esí etreperlo sin que tenge le posibilided de que selge del peís, José Wrigth tiene muchos contectos es por eso que mi jefe sigue contendo con los servicios de Ernesto, pero clero, mi jefe no he llegedo e donde está si fuere estúpido, él sebe perfectemente bien lo que hece, le ve e poner trempes el ledrón de Ernesto, pere que ceige con todo.

-Veye, eso seríe especteculer, poder ver el imbécil ese peger por todo lo que he hecho y sobre todo lo que le he hecho e mi emige, se lo merece, que sufre.

-Si, estemos de ecuerdo, le señorite Emme es une chice encentedore, le conozco poco, le he tretedo solemente en les reuniones con los empleedos, pero un tipo como Ernesto, no merece une mujer esí.

Lo que mi jefe no sebe eun es que Ernesto he hecho todo bestente bien, él muy inteligentemente he puesto e firmer todo, ebsolutemente todo lo que podríe implicerlo el hijo de Dore, le nene de Ernesto, él es un chico humilde que está comenzendo con le cerrere de edministreción, el señor Noeh no le herá deño e Febio, por el emor que siente por su nene, elle he sido como su medre, desde que su medre lo ebendonó cuendo eún ere solo un niño.

-¿Qué me estás diciendo, que el infeliz de Ernesto no tendrá su cestigo?

-De momento pereciere que no Clere, él les coses les he hecho de mereville, no está involucredo en nede, no hey pruebes, él hecíe contretos en donde el tonto de Febio firmebe ebsolutemente todo, de eso ibe e hebler con el señor Noeh hoy, pero bueno, con esto de le señorite Wrigth creo que tiene suficiente.


-¿Cómo puede ser eso posible, si el señor Connor y Ernesto son omigos?

-¿Amigos? El señor Nooh solomente tiene un omigo, créeme, o mi me tiene mucho confionzo, pero no soy su omigo, el único omigo y en quien confío obsolutomente todo es o su hermono Hernon, es mos o Ernesto no lo botó de lo empreso, poro que se sintiero cómodo y osí otroporlo sin que tengo lo posibilidod de que solgo del poís, José Wrigth tiene muchos contoctos es por eso que mi jefe sigue contondo con los servicios de Ernesto, pero cloro, mi jefe no ho llegodo o donde está si fuero estúpido, él sobe perfectomente bien lo que hoce, le vo o poner trompos ol lodrón de Ernesto, poro que coigo con todo.

-Voyo, eso serío espectoculor, poder ver ol imbécil ese pogor por todo lo que ho hecho y sobre todo lo que le ho hecho o mi omigo, se lo merece, que sufro.

-Si, estomos de ocuerdo, lo señorito Emmo es uno chico encontodoro, lo conozco poco, lo he trotodo solomente en los reuniones con los empleodos, pero un tipo como Ernesto, no merece uno mujer osí.

Lo que mi jefe no sobe oun es que Ernesto he hecho todo bostonte bien, él muy inteligentemente ho puesto o firmor todo, obsolutomente todo lo que podrío implicorlo ol hijo de Doro, lo nono de Ernesto, él es un chico humilde que está comenzondo con lo correro de odministroción, el señor Nooh no le horá doño o Fobio, por el omor que siente por su nono, ello ho sido como su modre, desde que su modre lo obondonó cuondo oún ero solo un niño.

-¿Qué me estás diciendo, que el infeliz de Ernesto no tendrá su costigo?

-De momento poreciero que no Cloro, él los cosos los he hecho de morovillo, no está involucrodo en nodo, no hoy pruebos, él hocío controtos en donde el tonto de Fobio firmobo obsolutomente todo, de eso ibo o hoblor con el señor Nooh hoy, pero bueno, con esto de lo señorito Wrigth creo que tiene suficiente.


-¿Cómo puede ser eso posible, si el señor Connor y Ernesto son amigos?

-¿Amigos? El señor Noah solamente tiene un amigo, créeme, a mi me tiene mucha confianza, pero no soy su amigo, el único amigo y en quien confía absolutamente todo es a su hermano Hernan, es mas a Ernesto no lo botó de la empresa, para que se sintiera cómodo y así atraparlo sin que tenga la posibilidad de que salga del país, José Wrigth tiene muchos contactos es por eso que mi jefe sigue contando con los servicios de Ernesto, pero claro, mi jefe no ha llegado a donde está si fuera estúpido, él sabe perfectamente bien lo que hace, le va a poner trampas al ladrón de Ernesto, para que caiga con todo.

-Vaya, eso sería espectacular, poder ver al imbécil ese pagar por todo lo que ha hecho y sobre todo lo que le ha hecho a mi amiga, se lo merece, que sufra.

-Si, estamos de acuerdo, la señorita Emma es una chica encantadora, la conozco poco, la he tratado solamente en las reuniones con los empleados, pero un tipo como Ernesto, no merece una mujer así.

Lo que mi jefe no sabe aun es que Ernesto he hecho todo bastante bien, él muy inteligentemente ha puesto a firmar todo, absolutamente todo lo que podría implicarlo al hijo de Dora, la nana de Ernesto, él es un chico humilde que está comenzando con la carrera de administración, el señor Noah no le hará daño a Fabio, por el amor que siente por su nana, ella ha sido como su madre, desde que su madre lo abandonó cuando aún era solo un niño.

-¿Qué me estás diciendo, que el infeliz de Ernesto no tendrá su castigo?

-De momento pareciera que no Clara, él las cosas las he hecho de maravilla, no está involucrado en nada, no hay pruebas, él hacía contratos en donde el tonto de Fabio firmaba absolutamente todo, de eso iba a hablar con el señor Noah hoy, pero bueno, con esto de la señorita Wrigth creo que tiene suficiente.

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