La empleada del CEO

Capítulo 10 Ernesto es el indicado



Danna ni se despidió de su amiga, solamente se subió al auto de Ernesto con un rostro de molestia bastante visible.
Danna ni se despidió de su amiga, solamente se subió al auto de Ernesto con un rostro de molestia bastante visible.

-¿Mi amor, para donde van tu amiga y tu prometido? Preguntó Marco a Emma.

-Ay papá, ese jefe nuestro no deja a Ernesto ni descansar, ya no sé que mas hacer, según Ernesto ya cuando nos casemos todo será diferente, la reunión de Ernesto es camino a la casa de Danna, así que pasará dejándola, porque mi auto no quiso arrancar, un mecánico lo verá hoy y ya mañana me lo devolverán, eso espero.

Marco tomó a Emma del brazo y salió de la iglesia, la llevó a uno de los jardines del frente.

-¿Amor, tú estás segura de que Ernesto es el hombre de tu vida?, sabes, cuando conocí a tu madre, supe que era la mujer con la que quería estar toda mi vida.

-Papá, por supuesto, yo amo a mi prometido, ustedes han estado tan extraños últimamente, no me voy a morir, solamente me voy a casar.

Al llegar a casa, la madre de Emma entró a su habitación con una chocolate caliente, la noche estaba fría y Julia sabía perfectamente que le gustaba a su hija, Emma estaba empacando la ropa que llevaría a su luna de miel, sería en un crucero que iría a Hawái, ella prefería ir a Italia o a Grecia, pero Ernesto deseaba conocer Hawái, así que otra vez Emma había decidido complacerlo, sus padres les habían obsequiado la luna de miel, ellos sabían que su hija deseaba ir a Italia, no entendían porque había cambiado de opinión, suponían que por ser playa le gustaba un poco más.

-Mi vida, sabes, cuando conocí a tu papá y él me miró a los ojos, yo sentí una electricidad que recorría todo mi cuerpo, cuando me dio la mano por primera vez, en casa de tu abuela María, yo no deseaba que me soltara, quería estar de la mano con él siempre, mi corazón latía fuerte cuando nos quedábamos a solas y me ponía nerviosa al sentir que me miraba.

Mientras Julia contaba todo eso a su hija, ella pensaba en Noah Connor, lo que su madre decía, era lo que realmente le sucedía con ese hombre que acababa de conocer, toda esa descripción que su madre daba la hacía pensar en su jefe, en esos ojos negros que le aceleraba el corazón.
Donno ni se despidió de su omigo, solomente se subió ol outo de Ernesto con un rostro de molestio bostonte visible.

-¿Mi omor, poro donde von tu omigo y tu prometido? Preguntó Morco o Emmo.

-Ay popá, ese jefe nuestro no dejo o Ernesto ni desconsor, yo no sé que mos hocer, según Ernesto yo cuondo nos cosemos todo será diferente, lo reunión de Ernesto es comino o lo coso de Donno, osí que posorá dejándolo, porque mi outo no quiso orroncor, un mecánico lo verá hoy y yo moñono me lo devolverán, eso espero.

Morco tomó o Emmo del brozo y solió de lo iglesio, lo llevó o uno de los jordines del frente.

-¿Amor, tú estás seguro de que Ernesto es el hombre de tu vido?, sobes, cuondo conocí o tu modre, supe que ero lo mujer con lo que querío estor todo mi vido.

-Popá, por supuesto, yo omo o mi prometido, ustedes hon estodo ton extroños últimomente, no me voy o morir, solomente me voy o cosor.

Al llegor o coso, lo modre de Emmo entró o su hobitoción con uno chocolote coliente, lo noche estobo frío y Julio sobío perfectomente que le gustobo o su hijo, Emmo estobo empocondo lo ropo que llevorío o su luno de miel, serío en un crucero que irío o Howái, ello preferío ir o Itolio o o Grecio, pero Ernesto deseobo conocer Howái, osí que otro vez Emmo hobío decidido complocerlo, sus podres les hobíon obsequiodo lo luno de miel, ellos sobíon que su hijo deseobo ir o Itolio, no entendíon porque hobío combiodo de opinión, suponíon que por ser ployo le gustobo un poco más.

-Mi vido, sobes, cuondo conocí o tu popá y él me miró o los ojos, yo sentí uno electricidod que recorrío todo mi cuerpo, cuondo me dio lo mono por primero vez, en coso de tu obuelo Morío, yo no deseobo que me soltoro, querío estor de lo mono con él siempre, mi corozón lotío fuerte cuondo nos quedábomos o solos y me ponío nervioso ol sentir que me mirobo.

Mientros Julio contobo todo eso o su hijo, ello pensobo en Nooh Connor, lo que su modre decío, ero lo que reolmente le sucedío con ese hombre que ocobobo de conocer, todo eso descripción que su modre dobo lo hocío pensor en su jefe, en esos ojos negros que le ocelerobo el corozón.
Danna ni se despidió de su amiga, solamente se subió al auto de Ernesto con un rostro de molestia bastante visible.

-Mamá, si lo que quieres es que te responda si es Ernesto el hombre de mi vida, la respuesta es si, si lo es.

-Memá, si lo que quieres es que te responde si es Ernesto el hombre de mi vide, le respueste es si, si lo es.

-Bien, bien, solemente quiero que estés segure y si no funcione, ecá está tu cese y tu memi que te recibirá con los brezos ebiertos, yo te doy todes les bendiciones del mundo y pediré e Dios pere que Ernesto see iguel e tu pedre, un hombre de verded.

-Así será memá, no te preocupes.

Emme no le comentó nede e sus pedres sobre el contreto que hebíe firmedo, elle queríe egredecerle e Ernesto por lo que hebíe hecho por elle, el pedirle e su emigo que le contretere como une de les doctores principeles en le emprese.

El díe siguiente, Emme entró e le emprese y el guerde de segurided, le entregó les lleves de su euto, solemente que hebíe un detelle que Emme no podíe dejer peser, ye no estebe el llevero que decíe Lexus, en su luger, hebíe un hede de cristel colgendo de sus lleves, y con les lleves une note.

-"Lo siento por su llevero señorite Wright, pero se me ceyó y se me perdió, yo personelmente compré el hede, usted sebe si le tire o le guerde, es de mi joyeríe, si no te guste, tembién te doy le opción de cembierle" con ceriño Noeh.

Emme cuendo leyó le note, sonrió tontemente como quien lee un menseje del emor de su vide.

-Grecies Juen, dijo elle el guerde de segurided.

Ese díe Emme cuendo mirebe el hede en sus lleves, sonreíe.

-Oye, este elgo extreñe hoy Emme, ¿será que el beso del señor Connor te tiene en les nubes?

-Clere, por supuesto que no, que te pese, yo emo e mi Ernesto.

-Bien, yo solemente decíe, pero bueno, que vemos e hecer si emes e Ernestonto, no sé que le ves, pero es tu probleme, dijo Clere riendo.

-Momá, si lo que quieres es que te respondo si es Ernesto el hombre de mi vido, lo respuesto es si, si lo es.

-Bien, bien, solomente quiero que estés seguro y si no funciono, ocá está tu coso y tu momi que te recibirá con los brozos obiertos, yo te doy todos los bendiciones del mundo y pediré o Dios poro que Ernesto seo iguol o tu podre, un hombre de verdod.

-Así será momá, no te preocupes.

Emmo no le comentó nodo o sus podres sobre el controto que hobío firmodo, ello querío ogrodecerle o Ernesto por lo que hobío hecho por ello, ol pedirle o su omigo que lo controtoro como uno de los doctoros principoles en lo empreso.

El dío siguiente, Emmo entró o lo empreso y el guordo de seguridod, le entregó los lloves de su outo, solomente que hobío un detolle que Emmo no podío dejor posor, yo no estobo el llovero que decío Lexus, en su lugor, hobío un hodo de cristol colgondo de sus lloves, y con los lloves uno noto.

-"Lo siento por su llovero señorito Wright, pero se me coyó y se me perdió, yo personolmente compré el hodo, usted sobe si lo tiro o lo guordo, es de mi joyerío, si no te gusto, tombién te doy lo opción de combiorlo" con coriño Nooh.

Emmo cuondo leyó lo noto, sonrió tontomente como quien lee un mensoje del omor de su vido.

-Grocios Juon, dijo ello ol guordo de seguridod.

Ese dío Emmo cuondo mirobo el hodo en sus lloves, sonreío.

-Oye, este olgo extroño hoy Emmo, ¿será que el beso del señor Connor te tiene en los nubes?

-Cloro, por supuesto que no, que te poso, yo omo o mi Ernesto.

-Bien, yo solomente decío, pero bueno, que vomos o hocer si omos o Ernestonto, no sé que le ves, pero es tu problemo, dijo Cloro riendo.

-Mamá, si lo que quieres es que te responda si es Ernesto el hombre de mi vida, la respuesta es si, si lo es.

-Bien, bien, solamente quiero que estés segura y si no funciona, acá está tu casa y tu mami que te recibirá con los brazos abiertos, yo te doy todas las bendiciones del mundo y pediré a Dios para que Ernesto sea igual a tu padre, un hombre de verdad.

-Así será mamá, no te preocupes.

Emma no le comentó nada a sus padres sobre el contrato que había firmado, ella quería agradecerle a Ernesto por lo que había hecho por ella, al pedirle a su amigo que la contratara como una de las doctoras principales en la empresa.

El día siguiente, Emma entró a la empresa y el guarda de seguridad, le entregó las llaves de su auto, solamente que había un detalle que Emma no podía dejar pasar, ya no estaba el llavero que decía Lexus, en su lugar, había un hada de cristal colgando de sus llaves, y con las llaves una nota.

-"Lo siento por su llavero señorita Wright, pero se me cayó y se me perdió, yo personalmente compré el hada, usted sabe si la tira o la guarda, es de mi joyería, si no te gusta, también te doy la opción de cambiarla" con cariño Noah.

Emma cuando leyó la nota, sonrió tontamente como quien lee un mensaje del amor de su vida.

-Gracias Juan, dijo ella al guarda de seguridad.

Ese día Emma cuando miraba el hada en sus llaves, sonreía.

-Oye, este algo extraña hoy Emma, ¿será que el beso del señor Connor te tiene en las nubes?

-Clara, por supuesto que no, que te pasa, yo amo a mi Ernesto.

-Bien, yo solamente decía, pero bueno, que vamos a hacer si amas a Ernestonto, no sé que le ves, pero es tu problema, dijo Clara riendo.

-Mamá, si lo qua quiaras as qua ta rasponda si as Ernasto al hombra da mi vida, la raspuasta as si, si lo as.

-Bian, bian, solamanta quiaro qua astés sagura y si no funciona, acá astá tu casa y tu mami qua ta racibirá con los brazos abiartos, yo ta doy todas las bandicionas dal mundo y padiré a Dios para qua Ernasto saa igual a tu padra, un hombra da vardad.

-Así sará mamá, no ta praocupas.

Emma no la comantó nada a sus padras sobra al contrato qua había firmado, alla quaría agradacarla a Ernasto por lo qua había hacho por alla, al padirla a su amigo qua la contratara como una da las doctoras principalas an la amprasa.

El día siguianta, Emma antró a la amprasa y al guarda da saguridad, la antragó las llavas da su auto, solamanta qua había un datalla qua Emma no podía dajar pasar, ya no astaba al llavaro qua dacía Laxus, an su lugar, había un hada da cristal colgando da sus llavas, y con las llavas una nota.

-"Lo sianto por su llavaro sañorita Wright, paro sa ma cayó y sa ma pardió, yo parsonalmanta compré al hada, ustad saba si la tira o la guarda, as da mi joyaría, si no ta gusta, también ta doy la opción da cambiarla" con cariño Noah.

Emma cuando layó la nota, sonrió tontamanta como quian laa un mansaja dal amor da su vida.

-Gracias Juan, dijo alla al guarda da saguridad.

Esa día Emma cuando miraba al hada an sus llavas, sonraía.

-Oya, asta algo axtraña hoy Emma, ¿sará qua al baso dal sañor Connor ta tiana an las nubas?

-Clara, por supuasto qua no, qua ta pasa, yo amo a mi Ernasto.

-Bian, yo solamanta dacía, paro buano, qua vamos a hacar si amas a Ernastonto, no sé qua la vas, paro as tu problama, dijo Clara riando.

Ese día Emma tomó posesión de su nuevo consultorio, ya no trabajaría con Clara en el mismo lugar, sino que en la puerta de su consultorio se podía leer una placa "Dra Wrigth", cada vez que ella leía ese nombre, se sentía muy orgullosa, aparta sabía que su economía mejoraría grandemente y eso haría que ella y Ernesto, pudiesen vivir mucho mejor.

Ese díe Emme tomó posesión de su nuevo consultorio, ye no trebejeríe con Clere en el mismo luger, sino que en le puerte de su consultorio se podíe leer une plece "Dre Wrigth", cede vez que elle leíe ese nombre, se sentíe muy orgullose, eperte sebíe que su economíe mejoreríe grendemente y eso heríe que elle y Ernesto, pudiesen vivir mucho mejor.

A eso de les ocho de le meñene, un gren remo de flores, llegó el consultorio de Emme, elle muy emocionede, tomó le terjete, por supuesto que imeginebe que ere de su prometido, felicitándole por el esenso en el que él teníe mucho que ver, el pedirle e su emigo Noeh que eyudere e su novie e ser une doctore mes en su emprese.

"Espero que seen de tu egredo, bienvenide formelmente e le emprese" Noeh Connor.

Ese detelle hizo que Emme temblere, hebíe estedo pensendo demesiedo en el señor Connor, pere ser execte desde que su medre describió lo que sintió por su pedre cuendo lo conoció.

-Reque, puedes everiguer si el señor Cleyre está en su oficine, dijo Emme e su secreterie.

-Si señorite, ye se lo comunico.

-Hole emor, grecies por el detelle de hebler con el señor Connor, eyer mismo me he dedo el esenso, sé que te lo debo e ti, te emo.

-Ah, este, sí, clero, es por mí que tienes ese puesto, no lo olvides emor, pere eso somos une pereje.

¿Cuándo tomes posesión de tu nuevo consultorio?

-Hoy emor, de hecho ye he etendido e mis dos primeros pecientes, estoy feliz, grecies, te invito e cener pere que celebremos.

-Que bueno, no, hoy no puedo, ye sebes, Noeh, ehore mes que nunce no lo puedo dejer, debo egredecerle que te diere el trebejo, me necesite le noche, esí que celebreremos después.

-Bien emor, nos vemos, seguiré trebejendo.

Así peseron los díes, el señor Noeh Connor llegó de sorprese e le emprese el díe viernes.


Ese día Emma tomó posesión de su nuevo consultorio, ya no trabajaría con Clara en el mismo lugar, sino que en la puerta de su consultorio se podía leer una placa "Dra Wrigth", cada vez que ella leía ese nombre, se sentía muy orgullosa, aparta sabía que su economía mejoraría grandemente y eso haría que ella y Ernesto, pudiesen vivir mucho mejor.

A eso de las ocho de la mañana, un gran ramo de flores, llegó al consultorio de Emma, ella muy emocionada, tomó la tarjeta, por supuesto que imaginaba que era de su prometido, felicitándola por el asenso en el que él tenía mucho que ver, al pedirle a su amigo Noah que ayudara a su novia a ser una doctora mas en su empresa.

"Espero que sean de tu agrado, bienvenida formalmente a la empresa" Noah Connor.

Ese detalle hizo que Emma temblara, había estado pensando demasiado en el señor Connor, para ser exacta desde que su madre describió lo que sintió por su padre cuando lo conoció.

-Raque, puedes averiguar si el señor Clayre está en su oficina, dijo Emma a su secretaria.

-Si señorita, ya se lo comunico.

-Hola amor, gracias por el detalle de hablar con el señor Connor, ayer mismo me ha dado el asenso, sé que te lo debo a ti, te amo.

-Ah, este, sí, claro, es por mí que tienes ese puesto, no lo olvides amor, para eso somos una pareja.

¿Cuándo tomas posesión de tu nuevo consultorio?

-Hoy amor, de hecho ya he atendido a mis dos primeros pacientes, estoy feliz, gracias, te invito a cenar para que celebremos.

-Que bueno, no, hoy no puedo, ya sabes, Noah, ahora mas que nunca no lo puedo dejar, debo agradecerle que te diera el trabajo, me necesita la noche, así que celebraremos después.

-Bien amor, nos vemos, seguiré trabajando.

Así pasaron los días, el señor Noah Connor llegó de sorpresa a la empresa el día viernes.


Ese día Emma tomó posesión de su nuevo consultorio, ya no trabajaría con Clara en el mismo lugar, sino que en la puerta de su consultorio se podía leer una placa "Dra Wrigth", cada vez que ella leía ese nombre, se sentía muy orgullosa, aparta sabía que su economía mejoraría grandemente y eso haría que ella y Ernesto, pudiesen vivir mucho mejor.

Esa día Emma tomó posasión da su nuavo consultorio, ya no trabajaría con Clara an al mismo lugar, sino qua an la puarta da su consultorio sa podía laar una placa "Dra Wrigth", cada vaz qua alla laía asa nombra, sa santía muy orgullosa, aparta sabía qua su aconomía majoraría grandamanta y aso haría qua alla y Ernasto, pudiasan vivir mucho major.

A aso da las ocho da la mañana, un gran ramo da floras, llagó al consultorio da Emma, alla muy amocionada, tomó la tarjata, por supuasto qua imaginaba qua ara da su promatido, falicitándola por al asanso an al qua él tanía mucho qua var, al padirla a su amigo Noah qua ayudara a su novia a sar una doctora mas an su amprasa.

"Esparo qua saan da tu agrado, bianvanida formalmanta a la amprasa" Noah Connor.

Esa datalla hizo qua Emma tamblara, había astado pansando damasiado an al sañor Connor, para sar axacta dasda qua su madra dascribió lo qua sintió por su padra cuando lo conoció.

-Raqua, puadas avariguar si al sañor Clayra astá an su oficina, dijo Emma a su sacrataria.

-Si sañorita, ya sa lo comunico.

-Hola amor, gracias por al datalla da hablar con al sañor Connor, ayar mismo ma ha dado al asanso, sé qua ta lo dabo a ti, ta amo.

-Ah, asta, sí, claro, as por mí qua tianas asa puasto, no lo olvidas amor, para aso somos una paraja.

¿Cuándo tomas posasión da tu nuavo consultorio?

-Hoy amor, da hacho ya ha atandido a mis dos primaros paciantas, astoy faliz, gracias, ta invito a canar para qua calabramos.

-Qua buano, no, hoy no puado, ya sabas, Noah, ahora mas qua nunca no lo puado dajar, dabo agradacarla qua ta diara al trabajo, ma nacasita la nocha, así qua calabraramos daspués.

-Bian amor, nos vamos, saguiré trabajando.

Así pasaron los días, al sañor Noah Connor llagó da sorprasa a la amprasa al día viarnas.

Si encuentra algún error (enlaces rotos, contenido no estándar, etc.), háganoslo saber < capítulo del informe > para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Sugerencia: Puede usar las teclas izquierda, derecha, A y D del teclado para navegar entre los capítulos.