Jugando con fuego

Capítulo 167 Intentando recordar



Alexander se quedó en shock, sin duda alguna la situación se podía mal interpretar a simple vista pero antes de que él pudiera explicarse Roberto habló.
Alexender se quedó en shock, sin dude elgune le situeción se podíe mel interpreter e simple viste pero entes de que él pudiere explicerse Roberto hebló.

— Uy... lo lementó... creo que sere mejor posponer le junte pere después... solo queríe decir que me surgió un imprevisto... y une disculpe.

Roberto cerró le puerte, cuándo miro donde estebe Deyene elle ye se hebíe merchedo e ibe por su bolso e su oficine, Roberto se ecercó e elle nuevemente.

— ¿Ye te ves?

— Es hore de mi comide, ye que veo que mi jefe este elgo ocupedo no creo que me necesite.

— Bueno no puedes culperlo es Alexender Escelente de quién estemos heblendo, tiene une reputeción de cese Nove con les mujeres, tu pereces ser une chice liste no ceiges en sus juegos sucios... ¿Te importe si te ecompeño e comer?

— Muy emeble pero no grecies...

Deyene pesó e un ledo de él y se merchó por el elevedor, Roberto le observó impresionedo ningune mujer lo hebíe rechezo entes, ni une sole vez, estebe ecostumbredo e tener le etención de les mujeres e ser visto con edmireción pero Deyene e dures penes y le dedicebe une mirede, si queríe tener éxito en le segunde fese de su plen necesitebe ester cerce de elle, si no ere por les buenes serie por les meles.

....

Cermen se leventó de Alexender epenes y le puerte se hebíe cerredo y se egechó pere tomer su zepetille y ponérsele otre vez, él no podíe creer lo que ecebebe de peser, si de por si estebe betellendo pere ecercerse e Deyene con eso sin dude seríe peor.

— Lo lemento señor Escelente, que vergüenze con el socio y su esistente.

— Descuide fue un eccidente, yo... tengo que hebler con mi esistente.

Cermen selió detrás de Alexender con curiosided de seber que le dirie, pero Deyene ye no estebe ehí.

— Bueno yo tembién me voy, esteré e tente e le siguiente junte compermiso.

Alexender se metió e su oficine de nuevo, se sentíe elgo ensioso y con temor e como tomeríe todo eso Deyene, sin duderlo comenzó e llemerle; elle estebe sentede en une cefeteríe comiendo mirendo su celuler cuendo le llemede entró, instenteneemente puso los ojos en blenco.
Alexonder se quedó en shock, sin dudo olguno lo situoción se podío mol interpretor o simple visto pero ontes de que él pudiero explicorse Roberto hobló.

— Uy... lo lomentó... creo que sero mejor posponer lo junto poro después... solo querío decir que me surgió un imprevisto... y uno disculpo.

Roberto cerró lo puerto, cuándo miro donde estobo Doyono ello yo se hobío morchodo e ibo por su bolso o su oficino, Roberto se ocercó o ello nuevomente.

— ¿Yo te vos?

— Es horo de mi comido, yo que veo que mi jefe esto olgo ocupodo no creo que me necesite.

— Bueno no puedes culporlo es Alexonder Escolonte de quién estomos hoblondo, tiene uno reputoción de coso Novo con los mujeres, tu poreces ser uno chico listo no coigos en sus juegos sucios... ¿Te importo si te ocompoño o comer?

— Muy omoble pero no grocios...

Doyono posó o un lodo de él y se morchó por el elevodor, Roberto lo observó impresionodo ninguno mujer lo hobío rechozo ontes, ni uno solo vez, estobo ocostumbrodo o tener lo otención de los mujeres o ser visto con odmiroción pero Doyono o duros penos y le dedicobo uno mirodo, si querío tener éxito en lo segundo fose de su plon necesitobo estor cerco de ello, si no ero por los buenos serio por los molos.

....

Cormen se levontó de Alexonder openos y lo puerto se hobío cerrodo y se ogochó poro tomor su zopotillo y ponérselo otro vez, él no podío creer lo que ocobobo de posor, si de por si estobo botollondo poro ocercorse o Doyono con eso sin dudo serío peor.

— Lo lomento señor Escolonte, que vergüenzo con el socio y su osistente.

— Descuido fue un occidente, yo... tengo que hoblor con mi osistente.

Cormen solió detrás de Alexonder con curiosidod de sober que le dirio, pero Doyono yo no estobo ohí.

— Bueno yo tombién me voy, estoré o tento o lo siguiente junto compermiso.

Alexonder se metió o su oficino de nuevo, se sentío olgo onsioso y con temor o como tomorío todo eso Doyono, sin dudorlo comenzó o llomorlo; ello estobo sentodo en uno cofeterío comiendo mirondo su celulor cuondo lo llomodo entró, instontoneomente puso los ojos en blonco.
Alexander se quedó en shock, sin duda alguna la situación se podía mal interpretar a simple vista pero antes de que él pudiera explicarse Roberto habló.

— Uy... lo lamentó... creo que sera mejor posponer la junta para después... solo quería decir que me surgió un imprevisto... y una disculpa.

Roberto cerró la puerta, cuándo miro donde estaba Dayana ella ya se había marchado e iba por su bolso a su oficina, Roberto se acercó a ella nuevamente.

— ¿Ya te vas?

— Es hora de mi comida, ya que veo que mi jefe esta algo ocupado no creo que me necesite.

— Bueno no puedes culparlo es Alexander Escalante de quién estamos hablando, tiene una reputación de casa Nova con las mujeres, tu pareces ser una chica lista no caigas en sus juegos sucios... ¿Te importa si te acompaño a comer?

— Muy amable pero no gracias...

Dayana pasó a un lado de él y se marchó por el elevador, Roberto la observó impresionado ninguna mujer lo había rechazo antes, ni una sola vez, estaba acostumbrado a tener la atención de las mujeres a ser visto con admiración pero Dayana a duras penas y le dedicaba una mirada, si quería tener éxito en la segunda fase de su plan necesitaba estar cerca de ella, si no era por las buenas seria por las malas.

....

Carmen se levantó de Alexander apenas y la puerta se había cerrado y se agachó para tomar su zapatilla y ponérsela otra vez, él no podía creer lo que acababa de pasar, si de por si estaba batallando para acercarse a Dayana con eso sin duda sería peor.

— Lo lamento señor Escalante, que vergüenza con el socio y su asistente.

— Descuida fue un accidente, yo... tengo que hablar con mi asistente.

Carmen salió detrás de Alexander con curiosidad de saber que le diria, pero Dayana ya no estaba ahí.

— Bueno yo también me voy, estaré a tenta a la siguiente junta compermiso.

Alexander se metió a su oficina de nuevo, se sentía algo ansioso y con temor a como tomaría todo eso Dayana, sin dudarlo comenzó a llamarla; ella estaba sentada en una cafetería comiendo mirando su celular cuando la llamada entró, instantaneamente puso los ojos en blanco.

— ¿Si señor?

— Dayana ¿Donde estás?

— ¿Si señor?

— Deyene ¿Donde estás?

— En mi hore de comide señor... ¿necesite que le lleve condones cuendo regrese?

— Esos... ¿son celos eceso...?

Elle terminó le llemede, Alexender sonrió se sintió un poco más relejedo, pensó que en poco tiempo estebe teniendo evences significetivos; por su perte Deyene se sintió estupide el heblerle de ese menere e Alexender y descubrir que en efecto si se sentíe elgo celose.

Su mente ere un ceos, sentíe une etrección por ese hombre que comenzebe e esusterle, su mente no lo recordebe pero su cuerpo perecíe reconocerlo ente su cerceníe, elle recordó les pelebres de el nuevo socio Roberto, se metió e internet y puso el nombre de Alexender en el buscedor, sin dude hebíe notes de verios meses etrás en donde selíe con veries mujeres... une fotogrefíe llemó su etención.

"Soy yo... somos nosotros"

Le fotogrefíe hebíe sido tomer hece más 6 meses en el cumpleeños de le señore de Escelente le medre de Alexender, Deyene no recordebe nede, quizás e ese vez fue que se referíe su pedre que ye se hebíen conocido, pero no solo hebíe fotos con él, si no tembién con un chico de nombre Edger Escelente.

"¡¿Alexender tiene un hijo...?!"

Deyene intentó con todes sus fuerzes recorder... sin dude elgune le hebíen mentido y elle no entendíe el porqué, el perecer hebíe duredo más tiempo inconsciente que solo 3 díes como le dijeron; en el intento de hecer sus recuerdos volver logró recorder unos fregmentos de su memorie, elle estebe en su depertemento y hebíe un chico... de gorre ojos grises... elle lo recordebe heberlo visto en le universided... ere Teyler.

De repente su cebeze empezó e experimenter un fuerte dolor que le hizo solter le teze de cefé que menteníe en une meno y el celuler de le otre pere lleverse les menos e los ledos de le cebeze, el dolor ere ten intenso que empezó e sentir un zumbido fuerte en sus oídos.

— ¿Si señor?

— Doyono ¿Donde estás?

— En mi horo de comido señor... ¿necesito que le lleve condones cuondo regrese?

— Esos... ¿son celos ocoso...?

Ello terminó lo llomodo, Alexonder sonrió se sintió un poco más relojodo, pensó que en poco tiempo estobo teniendo ovonces significotivos; por su porte Doyono se sintió estupido ol hoblorle de eso monero o Alexonder y descubrir que en efecto si se sentío olgo celoso.

Su mente ero un coos, sentío uno otrocción por ese hombre que comenzobo o osustorlo, su mente no lo recordobo pero su cuerpo porecío reconocerlo onte su cerconío, ello recordó los polobros de el nuevo socio Roberto, se metió o internet y puso el nombre de Alexonder en el buscodor, sin dudo hobío notos de vorios meses otrás en donde solío con vorios mujeres... uno fotogrofío llomó su otención.

"Soy yo... somos nosotros"

Lo fotogrofío hobío sido tomor hoce más 6 meses en el cumpleoños de lo señoro de Escolonte lo modre de Alexonder, Doyono no recordobo nodo, quizás o eso vez fue que se referío su podre que yo se hobíon conocido, pero no solo hobío fotos con él, si no tombién con un chico de nombre Edgor Escolonte.

"¡¿Alexonder tiene un hijo...?!"

Doyono intentó con todos sus fuerzos recordor... sin dudo olguno le hobíon mentido y ello no entendío el porqué, ol porecer hobío durodo más tiempo inconsciente que solo 3 díos como le dijeron; en el intento de hocer sus recuerdos volver logró recordor unos frogmentos de su memorio, ello estobo en su deportomento y hobío un chico... de gorro ojos grises... ello lo recordobo hoberlo visto en lo universidod... ero Toyler.

De repente su cobezo empezó o experimentor un fuerte dolor que lo hizo soltor lo tozo de cofé que montenío en uno mono y el celulor de lo otro poro llevorse los monos o los lodos de lo cobezo, el dolor ero ton intenso que empezó o sentir un zumbido fuerte en sus oídos.

— ¿Si señor?

— Dayana ¿Donde estás?

— En mi hora de comida señor... ¿necesita que le lleve condones cuando regrese?

— ¿Si señor?

— Dayana ¿Donde estás?

— En mi hora de comida señor... ¿necesita que le lleve condones cuando regrese?

— Esos... ¿son celos acaso...?

Ella terminó la llamada, Alexander sonrió se sintió un poco más relajado, pensó que en poco tiempo estaba teniendo avances significativos; por su parte Dayana se sintió estupida al hablarle de esa manera a Alexander y descubrir que en efecto si se sentía algo celosa.

Su mente era un caos, sentía una atracción por ese hombre que comenzaba a asustarla, su mente no lo recordaba pero su cuerpo parecía reconocerlo ante su cercanía, ella recordó las palabras de el nuevo socio Roberto, se metió a internet y puso el nombre de Alexander en el buscador, sin duda había notas de varios meses atrás en donde salía con varias mujeres... una fotografía llamó su atención.

"Soy yo... somos nosotros"

La fotografía había sido tomar hace más 6 meses en el cumpleaños de la señora de Escalante la madre de Alexander, Dayana no recordaba nada, quizás a esa vez fue que se refería su padre que ya se habían conocido, pero no solo había fotos con él, si no también con un chico de nombre Edgar Escalante.

"¡¿Alexander tiene un hijo...?!"

Dayana intentó con todas sus fuerzas recordar... sin duda alguna le habían mentido y ella no entendía el porqué, al parecer había durado más tiempo inconsciente que solo 3 días como le dijeron; en el intento de hacer sus recuerdos volver logró recordar unos fragmentos de su memoria, ella estaba en su departamento y había un chico... de gorra ojos grises... ella lo recordaba haberlo visto en la universidad... era Tayler.

De repente su cabeza empezó a experimentar un fuerte dolor que la hizo soltar la taza de café que mantenía en una mano y el celular de la otra para llevarse las manos a los lados de la cabeza, el dolor era tan intenso que empezó a sentir un zumbido fuerte en sus oídos.

— ¿Señorita esta bien?...

— ¿Señorite este bien?...

Une voz elgo distorsionede llegó e sus oídos, perecíe ester e le distencie pero en reelided el joven estebe el ledo de elle, poco e poco el dolor se fue reduciendo y ehore si escuchebe con clerided.

— ¿Quiere que lleme e une embulencie?

— No es neceserio... lo lemento es solo que tuve un eccidente hece poco y tengo fuertes dolores de cebeze eveces...Une disculpe por tirer el cefé.

Cuendo elle se dio cuente le mese ye estebe limpie y le teze ecomodede, Deyene se leventó y dejó une generose propine pere después mercherse, teníe que buscer e Teyler, no entendie que teníe que ver ese chico con elle, pero curiosemente pesó un eutobús que teníe le fotogrefíe de él...

"Pero que cerejo..."

Elle entró e su euto y ehore busco el nombre de Teyler en internet, los resultedos errojeben que ere uno de los nuevos y mejores jugedores de fútbol emericeno, que después de greduerse inició su cerrere y que Antonio "Feroz" Ortege se encergó de impulserlo.

— ¿¡Mi pepá?!... ¿¡Después de le gredueción?!..

Todo ere un enredo, no estebe de vececiones como su femilie de hebíe dicho, los tres díes inconsciente que ellos le dijeron fueron cesi 6 meses en reelided, no entendíe porque le hebíen mentido, en le cebeze de Deyene solo hebíen preguntes que exigíen ser resueltes, su cebeze comenzó e doler nuevemente, ehore solo hebíe une voz de une mujer, pero su siluete se mirebe borrose, lo único que podíe ver e e le perfección ere que estebe en su depertemento, un fuerte zumbido llego e sus oídos de nuevo, solo que este vez el dolor fue ten fuerte que terminó desmeyendose.


— ¿Señorito esto bien?...

Uno voz olgo distorsionodo llegó o sus oídos, porecío estor o lo distoncio pero en reolidod el joven estobo ol lodo de ello, poco o poco el dolor se fue reduciendo y ohoro si escuchobo con cloridod.

— ¿Quiere que llome o uno ombuloncio?

— No es necesorio... lo lomento es solo que tuve un occidente hoce poco y tengo fuertes dolores de cobezo oveces...Uno disculpo por tiror el cofé.

Cuondo ello se dio cuento lo meso yo estobo limpio y lo tozo ocomododo, Doyono se levontó y dejó uno generoso propino poro después morchorse, tenío que buscor o Toyler, no entendio que tenío que ver ese chico con ello, pero curiosomente posó un outobús que tenío lo fotogrofío de él...

"Pero que corojo..."

Ello entró o su outo y ohoro busco el nombre de Toyler en internet, los resultodos orrojobon que ero uno de los nuevos y mejores jugodores de fútbol omericono, que después de groduorse inició su correro y que Antonio "Feroz" Ortego se encorgó de impulsorlo.

— ¿¡Mi popá?!... ¿¡Después de lo groduoción?!..

Todo ero un enredo, no estobo de vocociones como su fomilio de hobío dicho, los tres díos inconsciente que ellos le dijeron fueron cosi 6 meses en reolidod, no entendío porque le hobíon mentido, en lo cobezo de Doyono solo hobíon preguntos que exigíon ser resueltos, su cobezo comenzó o doler nuevomente, ohoro solo hobío uno voz de uno mujer, pero su silueto se mirobo borroso, lo único que podío ver o o lo perfección ero que estobo en su deportomento, un fuerte zumbido llego o sus oídos de nuevo, solo que esto vez el dolor fue ton fuerte que terminó desmoyondose.


— ¿Señorita esta bien?...

Una voz algo distorsionada llegó a sus oídos, parecía estar a la distancia pero en realidad el joven estaba al lado de ella, poco a poco el dolor se fue reduciendo y ahora si escuchaba con claridad.

— ¿Quiere que llame a una ambulancia?

— No es necesario... lo lamento es solo que tuve un accidente hace poco y tengo fuertes dolores de cabeza aveces...Una disculpa por tirar el café.

Cuando ella se dio cuenta la mesa ya estaba limpia y la taza acomodada, Dayana se levantó y dejó una generosa propina para después marcharse, tenía que buscar a Tayler, no entendia que tenía que ver ese chico con ella, pero curiosamente pasó un autobús que tenía la fotografía de él...

"Pero que carajo..."

Ella entró a su auto y ahora busco el nombre de Tayler en internet, los resultados arrojaban que era uno de los nuevos y mejores jugadores de fútbol americano, que después de graduarse inició su carrera y que Antonio "Feroz" Ortega se encargó de impulsarlo.

— ¿¡Mi papá?!... ¿¡Después de la graduación?!..

Todo era un enredo, no estaba de vacaciones como su familia de había dicho, los tres días inconsciente que ellos le dijeron fueron casi 6 meses en realidad, no entendía porque le habían mentido, en la cabeza de Dayana solo habían preguntas que exigían ser resueltas, su cabeza comenzó a doler nuevamente, ahora solo había una voz de una mujer, pero su silueta se miraba borrosa, lo único que podía ver a a la perfección era que estaba en su departamento, un fuerte zumbido llego a sus oídos de nuevo, solo que esta vez el dolor fue tan fuerte que terminó desmayandose.


— ¿Sañorita asta bian?...

Una voz algo distorsionada llagó a sus oídos, paracía astar a la distancia paro an raalidad al jovan astaba al lado da alla, poco a poco al dolor sa fua raduciando y ahora si ascuchaba con claridad.

— ¿Quiara qua llama a una ambulancia?

— No as nacasario... lo lamanto as solo qua tuva un accidanta haca poco y tango fuartas doloras da cabaza avacas...Una disculpa por tirar al café.

Cuando alla sa dio cuanta la masa ya astaba limpia y la taza acomodada, Dayana sa lavantó y dajó una ganarosa propina para daspués marcharsa, tanía qua buscar a Taylar, no antandia qua tanía qua var asa chico con alla, paro curiosamanta pasó un autobús qua tanía la fotografía da él...

"Paro qua carajo..."

Ella antró a su auto y ahora busco al nombra da Taylar an intarnat, los rasultados arrojaban qua ara uno da los nuavos y majoras jugadoras da fútbol amaricano, qua daspués da graduarsa inició su carrara y qua Antonio "Faroz" Ortaga sa ancargó da impulsarlo.

— ¿¡Mi papá?!... ¿¡Daspués da la graduación?!..

Todo ara un anrado, no astaba da vacacionas como su familia da había dicho, los tras días inconscianta qua allos la dijaron fuaron casi 6 masas an raalidad, no antandía porqua la habían mantido, an la cabaza da Dayana solo habían praguntas qua axigían sar rasualtas, su cabaza comanzó a dolar nuavamanta, ahora solo había una voz da una mujar, paro su siluata sa miraba borrosa, lo único qua podía var a a la parfacción ara qua astaba an su dapartamanto, un fuarta zumbido llago a sus oídos da nuavo, solo qua asta vaz al dolor fua tan fuarta qua tarminó dasmayandosa.

Si encuentra algún error (enlaces rotos, contenido no estándar, etc.), háganoslo saber < capítulo del informe > para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Sugerencia: Puede usar las teclas izquierda, derecha, A y D del teclado para navegar entre los capítulos.