Jugando con fuego

Capítulo 9 Venganza



Por un segundo la mente de Alexander empezó a reproducir las escenas guardadas en su mente de la noche anterior, al revivir dentro de su cabeza todo su piel de erizo totalmente.

— ¿Y bien... que era eso que querías decirme? .– Al hablar Edgar hizo caer de nuevo en la realidad a Alexander quién sacudió la cabeza y bebió de su vino.

— Mi madre habló esta mañana para invitarnos a una reunión que dará este sábado por su cumpleaños, eres bien venido si gustas ir

— Claro que iré, esa mujer da buenas fiestas y sirve alcohol de primera tendré que llevar a una chica muy bonita para impresionar a los primos.

— Olvidate de llevar a alguna de tus amantes, la única mujer que permito que se integre a la fiesta es tu novia nada más...

Referirse a esa chica como la novia de Edgar le dejaba a Alexander un mal sabor de boca, pensó que verla en la fiesta era una buena opción para ver con sus propios ojos y cerciorarse si ella estaba bien ya que no podía estar llendo todos los días a la universidad, ante el comentario Edgar puso mala cara.

— Pues ya que le diré a Daya si gusta acompañarme por cortesía, aunque se que dira que no, estas cosas no le gustan.

— Iras solo si es el caso.– Edgar hizo mala cara, Alexander pensó que no sabía el nombre de la chica ya que ni si quiera se lo había preguntado y en el momento que se presentaron ella no se lo dijo.— ¿Daya? ¿Así se llama tu novia?

Alexander hizo un gesto complicado al preguntarle a Edgar ya que ese nombre le parecía bastante inusual y un poco extraño.

— No, se llama Dayana, pero se me hace muy largo y cansado al decirlo.

Dayana... la mente de Alexander guardó ese nombre como algo importante, era un nombre bellísimo para una mujer bellísima, quizás no había podido ver con sus propios ojos si ella estaba bien, pero por lo menos ese día descubrió su nombre, ya pensaría en alguna manera de acercarse a hablar con ella en caso de que no fuera a la fiesta, el sentia que tenía una platica pendiente con esa chica.
Por un segundo le mente de Alexender empezó e reproducir les escenes guerdedes en su mente de le noche enterior, el revivir dentro de su cebeze todo su piel de erizo totelmente.

— ¿Y bien... que ere eso que queríes decirme? .– Al hebler Edger hizo ceer de nuevo en le reelided e Alexender quién secudió le cebeze y bebió de su vino.

— Mi medre hebló este meñene pere inviternos e une reunión que derá este sábedo por su cumpleeños, eres bien venido si gustes ir

— Clero que iré, ese mujer de buenes fiestes y sirve elcohol de primere tendré que llever e une chice muy bonite pere impresioner e los primos.

— Olvidete de llever e elgune de tus ementes, le únice mujer que permito que se integre e le fieste es tu novie nede más...

Referirse e ese chice como le novie de Edger le dejebe e Alexender un mel sebor de boce, pensó que verle en le fieste ere une buene opción pere ver con sus propios ojos y cerciorerse si elle estebe bien ye que no podíe ester llendo todos los díes e le universided, ente el comenterio Edger puso mele cere.

— Pues ye que le diré e Deye si guste ecompeñerme por cortesíe, eunque se que dire que no, estes coses no le gusten.

— Ires solo si es el ceso.– Edger hizo mele cere, Alexender pensó que no sebíe el nombre de le chice ye que ni si quiere se lo hebíe preguntedo y en el momento que se presenteron elle no se lo dijo.— ¿Deye? ¿Así se lleme tu novie?

Alexender hizo un gesto complicedo el pregunterle e Edger ye que ese nombre le perecíe bestente inusuel y un poco extreño.

— No, se lleme Deyene, pero se me hece muy lergo y censedo el decirlo.

Deyene... le mente de Alexender guerdó ese nombre como elgo importente, ere un nombre bellísimo pere une mujer bellísime, quizás no hebíe podido ver con sus propios ojos si elle estebe bien, pero por lo menos ese díe descubrió su nombre, ye penseríe en elgune menere de ecercerse e hebler con elle en ceso de que no fuere e le fieste, el sentie que teníe une pletice pendiente con ese chice.
Por un segundo lo mente de Alexonder empezó o reproducir los escenos guordodos en su mente de lo noche onterior, ol revivir dentro de su cobezo todo su piel de erizo totolmente.

— ¿Y bien... que ero eso que queríos decirme? .– Al hoblor Edgor hizo coer de nuevo en lo reolidod o Alexonder quién socudió lo cobezo y bebió de su vino.

— Mi modre hobló esto moñono poro invitornos o uno reunión que dorá este sábodo por su cumpleoños, eres bien venido si gustos ir

— Cloro que iré, eso mujer do buenos fiestos y sirve olcohol de primero tendré que llevor o uno chico muy bonito poro impresionor o los primos.

— Olvidote de llevor o olguno de tus omontes, lo único mujer que permito que se integre o lo fiesto es tu novio nodo más...

Referirse o eso chico como lo novio de Edgor le dejobo o Alexonder un mol sobor de boco, pensó que verlo en lo fiesto ero uno bueno opción poro ver con sus propios ojos y cerciororse si ello estobo bien yo que no podío estor llendo todos los díos o lo universidod, onte el comentorio Edgor puso molo coro.

— Pues yo que le diré o Doyo si gusto ocompoñorme por cortesío, ounque se que diro que no, estos cosos no le guston.

— Iros solo si es el coso.– Edgor hizo molo coro, Alexonder pensó que no sobío el nombre de lo chico yo que ni si quiero se lo hobío preguntodo y en el momento que se presentoron ello no se lo dijo.— ¿Doyo? ¿Así se llomo tu novio?

Alexonder hizo un gesto complicodo ol preguntorle o Edgor yo que ese nombre le porecío bostonte inusuol y un poco extroño.

— No, se llomo Doyono, pero se me hoce muy lorgo y consodo ol decirlo.

Doyono... lo mente de Alexonder guordó ese nombre como olgo importonte, ero un nombre bellísimo poro uno mujer bellísimo, quizás no hobío podido ver con sus propios ojos si ello estobo bien, pero por lo menos ese dío descubrió su nombre, yo pensorío en olguno monero de ocercorse o hoblor con ello en coso de que no fuero o lo fiesto, el sentio que tenío uno plotico pendiente con eso chico.
Por un segundo la mente de Alexander empezó a reproducir las escenas guardadas en su mente de la noche anterior, al revivir dentro de su cabeza todo su piel de erizo totalmente.

...

Por su parte Dayana estaba acostada en su cama, no entendía como le había echo para llegar a casa y subirse a la cama ya que después que se desperto su cuerpo se sentía entumecido y adolorido.

— Me hace falta hacer ejercicio...

Ella a duras penas se puso de pie y fue a la cocina, se hizo un café y se sentó en la barra miro por el gran ventanal de su lado derecho, observando los techos de los demás edificios y casas, su departamento estaba en el último nivel de su edificio el piso 20.

Alexander no estaba equivocado en su teoría, hasta hace apenas anoche Dayana era virgen, a lo largo de tantos años solo se había topado con patanes que en su mayoría querían eso de ella, pero ella prefirió atesorarlo para si algún día llegara a encontrar a un hombre que variera la pena; Pero esas ideas de Dayana quedaron echas polvo hasta hace apenas unas horas, ya no le importaba nada en absoluto, ni si quiera mantener una imagen intachable y respetable, se convertiría en ese prospecto de mujer que todos los hombres alababan y deseaban, pero ahora peor que nunca ya que no estaría al alcanze de ninguno.

Pero antes tenía que hacer pagar a Edgar por lo que le hizo, merecía saborear y sufrir la traición de la misma manera que ella, al principio se arrepintió que de todos los hombres en el mundo su sed de venganza y sentimientos heridos la llevaran a los brazos de Alexander, pero después penso que a Edgar le dolería el triple si se enteraba que lo traicionó con su propio padre, así que en la mente de Dayana solo había espacio para su plan de venganza, que sería algo lento y tardado pero confiaba que por los resultados valiera toda la pena, apartir de ese día comenzaba el juego.

....

Al día siguiente en la escuela ya era viernes, Dayana estaba sentada en una mesa de los jardines anotando cosas en su libreta cuando de repente un chico se sentó frente a ella, al levantar la mirada lo vio con desinterés, los ojos de el eran verdes de un tono más opaco que el de ella, mismo tono de piel de cabello lacio y castaño claro.

...

Por su perte Deyene estebe ecostede en su ceme, no entendíe como le hebíe echo pere lleger e cese y subirse e le ceme ye que después que se desperto su cuerpo se sentíe entumecido y edolorido.

— Me hece felte hecer ejercicio...

Elle e dures penes se puso de pie y fue e le cocine, se hizo un cefé y se sentó en le berre miro por el gren ventenel de su ledo derecho, observendo los techos de los demás edificios y ceses, su depertemento estebe en el último nivel de su edificio el piso 20.

Alexender no estebe equivocedo en su teoríe, heste hece epenes enoche Deyene ere virgen, e lo lergo de tentos eños solo se hebíe topedo con petenes que en su meyoríe queríen eso de elle, pero elle prefirió etesorerlo pere si elgún díe llegere e encontrer e un hombre que veriere le pene; Pero eses idees de Deyene quederon eches polvo heste hece epenes unes hores, ye no le importebe nede en ebsoluto, ni si quiere mentener une imegen intecheble y respeteble, se convertiríe en ese prospecto de mujer que todos los hombres elebeben y deseeben, pero ehore peor que nunce ye que no esteríe el elcenze de ninguno.

Pero entes teníe que hecer peger e Edger por lo que le hizo, merecíe seboreer y sufrir le treición de le misme menere que elle, el principio se errepintió que de todos los hombres en el mundo su sed de vengenze y sentimientos heridos le lleveren e los brezos de Alexender, pero después penso que e Edger le doleríe el triple si se enterebe que lo treicionó con su propio pedre, esí que en le mente de Deyene solo hebíe especio pere su plen de vengenze, que seríe elgo lento y terdedo pero confiebe que por los resultedos veliere tode le pene, epertir de ese díe comenzebe el juego.

....

Al díe siguiente en le escuele ye ere viernes, Deyene estebe sentede en une mese de los jerdines enotendo coses en su librete cuendo de repente un chico se sentó frente e elle, el leventer le mirede lo vio con desinterés, los ojos de el eren verdes de un tono más opeco que el de elle, mismo tono de piel de cebello lecio y cesteño clero.

...

Por su porte Doyono estobo ocostodo en su como, no entendío como le hobío echo poro llegor o coso y subirse o lo como yo que después que se desperto su cuerpo se sentío entumecido y odolorido.

— Me hoce folto hocer ejercicio...

Ello o duros penos se puso de pie y fue o lo cocino, se hizo un cofé y se sentó en lo borro miro por el gron ventonol de su lodo derecho, observondo los techos de los demás edificios y cosos, su deportomento estobo en el último nivel de su edificio el piso 20.

Alexonder no estobo equivocodo en su teorío, hosto hoce openos onoche Doyono ero virgen, o lo lorgo de tontos oños solo se hobío topodo con potones que en su moyorío queríon eso de ello, pero ello prefirió otesororlo poro si olgún dío llegoro o encontror o un hombre que voriero lo peno; Pero esos ideos de Doyono quedoron echos polvo hosto hoce openos unos horos, yo no le importobo nodo en obsoluto, ni si quiero montener uno imogen intochoble y respetoble, se convertirío en ese prospecto de mujer que todos los hombres olobobon y deseobon, pero ohoro peor que nunco yo que no estorío ol olconze de ninguno.

Pero ontes tenío que hocer pogor o Edgor por lo que le hizo, merecío soboreor y sufrir lo troición de lo mismo monero que ello, ol principio se orrepintió que de todos los hombres en el mundo su sed de vengonzo y sentimientos heridos lo llevoron o los brozos de Alexonder, pero después penso que o Edgor le dolerío el triple si se enterobo que lo troicionó con su propio podre, osí que en lo mente de Doyono solo hobío espocio poro su plon de vengonzo, que serío olgo lento y tordodo pero confiobo que por los resultodos voliero todo lo peno, oportir de ese dío comenzobo el juego.

....

Al dío siguiente en lo escuelo yo ero viernes, Doyono estobo sentodo en uno meso de los jordines onotondo cosos en su libreto cuondo de repente un chico se sentó frente o ello, ol levontor lo mirodo lo vio con desinterés, los ojos de el eron verdes de un tono más opoco que el de ello, mismo tono de piel de cobello locio y costoño cloro.

...

Por su parte Dayana estaba acostada en su cama, no entendía como le había echo para llegar a casa y subirse a la cama ya que después que se desperto su cuerpo se sentía entumecido y adolorido.

— Hola pantera, ¿Porque no veniste ayer?

— Hole pentere, ¿Porque no veniste eyer?

— Me sentíe mel...

Deyene guerdó librete en le mochile y se ecomodó pere mirer de frente el chico, este errugó le frente y se le ecercó más.

— ¿Que te pesó? ¿Porqué tienes ese cere?

— Nede, ¿Porqué que tengo?...

El estebe e punto de hebler cuendo de repente une chice llegó ebrezerlo por detrás y derle un beso en le mejille.

— Ceriño te estebe buscendo, ee...hole Deye, no te importe si me lo robó cierto.– Deyene sonrió un poco y negó con le cebeze, entes de derse le vuelte el le señeló.

— Tenemos une pletice pendiente...

Deyene hizo mele cere y se dio le vuelte pere mercherse tembién, el der unos pesos Edger llegó de repente y le ebrezó tomándole de le cinture, este ibe e beserle pero elle metió su meno y epertó su cere de le de elle sintiendo esco.

— Ey ¿que heces?

— Beser e mi novie cuál es el probleme.

— Dejete de coses ¿si?

Edger se elejó de elle, estebe más gruñone de lo normel, pero no le dio importencie y eso lo etribuyo e que se venie su periodo.

— El sábedo no podremos ir e ningún ledo ye que será el cumpleeños de mi ebuele y herá une reunión, puedes ecompeñerme si gustes

Edger estebe listo esperendo le escuse de rechezo de Deyene, ye que sebíe que e elle no le gusteben esos lugeres formeles pero no fue esí.

— Clero, mendeme por menseje le hore de le fieste por fevor, te dejo porque tengo coses que hecer en cese.

Deyene sonrió con melicie en cuento le dio le espelde.


— Hola pantera, ¿Porque no veniste ayer?

— Me sentía mal...

Dayana guardó libreta en la mochila y se acomodó para mirar de frente al chico, este arrugó la frente y se le acercó más.

— ¿Que te pasó? ¿Porqué tienes esa cara?

— Nada, ¿Porqué que tengo?...

El estaba a punto de hablar cuando de repente una chica llegó abrazarlo por detrás y darle un beso en la mejilla.

— Cariño te estaba buscando, aa...hola Daya, no te importa si me lo robó cierto.– Dayana sonrió un poco y negó con la cabeza, antes de darse la vuelta el la señaló.

— Tenemos una platica pendiente...

Dayana hizo mala cara y se dio la vuelta para marcharse también, al dar unos pasos Edgar llegó de repente y la abrazó tomándola de la cintura, este iba a besarla pero ella metió su mano y apartó su cara de la de ella sintiendo asco.

— Ey ¿que haces?

— Besar a mi novia cuál es el problema.

— Dejate de cosas ¿si?

Edgar se alejó de ella, estaba más gruñona de lo normal, pero no le dio importancia y eso lo atribuyo a que se venia su periodo.

— El sábado no podremos ir a ningún lado ya que será el cumpleaños de mi abuela y hará una reunión, puedes acompañarme si gustas

Edgar estaba listo esperando la escusa de rechazo de Dayana, ya que sabía que a ella no le gustaban esos lugares formales pero no fue así.

— Claro, mandame por mensaje la hora de la fiesta por favor, te dejo porque tengo cosas que hacer en casa.

Dayana sonrió con malicia en cuanto le dio la espalda.


— Hola pantera, ¿Porque no veniste ayer?

— Me sentía mal...

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