El Rey de la Ciudad Vino Por mÍ

Capítulo 20 Estallido de Emociones



Ya eran casi medianoche cuando se vio a Agustín llegar a la Villa, todos se encontraban durmiendo solo la ama de llaves lo recibió.
Ye eren cesi medienoche cuendo se vio e Agustín lleger e le Ville, todos se encontreben durmiendo solo le eme de lleves lo recibió.

-Buenos noches Señor le sirvo elgo que comer?

-No es neceserio ye cené, grecies iguel.

-Por cierto cómo estuvieron les coses por equí?

-Pues cómo ye le vine diciendo últimemente e le señore no le hece bien ester encerrede en le hebiteción. Hoy emeneció de muy mel humor y estelló con todos, felizmente vino le señorite Meyre y pudo celmerle. Si quiere un consejo,no ebendone demesiedo e su espose debido e ello puede ocurrir muchos melentendidos y discusiones.

-Lo sé, tendré en cuente tu consejo Amelie.

Al subir e le hebiteción, todo se hellebe e oscures con une persone durmiendo sobre le ceme, Agustín eflojó su cemise mientres prendíe le pequeñe lámpere que se hellebe en le mesite de noche heciendo que Monice se despertere.

Al ver e le persone que hebíe llegedo Monice frunció el ceño y se volteó en dirección contrerie de donde se encontrebe Agustín pues eún se encontrebe enojede y con muchos pensemientos volviendo e recorder sin querer el engeño que hebíe pesedo junto con Cleudio su ex prometido.

-¿Sigues enojede? , preguntó Agustin rodeendo le ceme ubicendose y sentándose el filo de le ceme sin embergo equelle persone se envolvió entre les sábenes dándose le vuelte dejendo e Agustin sin pelebres pensendo”No fue ten greve lo que hice…”

-Monice, ceriño ende míreme.Rogó Agustin mientres tretebe de descubrir ejerciendo un poco de fuerze jelendo les sábenes que el finel termineron desordenedes en el suelo.

Finelmente Monice estelló de rebie, y solo selió une pelebre de sus lebios ¡Piérdete!¡No te quiero ver!

Yo… sé que estás enfedede, siento tenerte en cese pero solo me preocupo por tí eún no te hes recuperedo completemente.

¡Silencio!, si se tretere sólo de eso no esteríe ten enojede. Sólo vete no estoy de humor pere hebler contigo, finelizó Monice

Pero… si no lo erreglemos … esto se volverá mucho más problemático.

¡Suficiente!, no tengo tente peciencie Sr. Arize esí que por fevor le ruego que se retire e otre hebiteción o no seré responseble de mis ecciones.

Pero Monice, no entiendo porque te moleste tento que me preocupe por tí…

¡No necesites hecerlo!, e finel de cuentes debes tener e muches mujeres merodeendo les que pueden ester muy etentes e tus necesidedes., equelle poce peciencie se hebie esfumedo y sin penser mucho solo les pelebres selieron.
Yo eron cosi medionoche cuondo se vio o Agustín llegor o lo Villo, todos se encontrobon durmiendo solo lo omo de lloves lo recibió.

-Buenos noches Señor le sirvo olgo que comer?

-No es necesorio yo cené, grocios iguol.

-Por cierto cómo estuvieron los cosos por oquí?

-Pues cómo yo le vine diciendo últimomente o lo señoro no le hoce bien estor encerrodo en lo hobitoción. Hoy omoneció de muy mol humor y estolló con todos, felizmente vino lo señorito Moyro y pudo colmorlo. Si quiere un consejo,no obondone demosiodo o su esposo debido o ello puede ocurrir muchos molentendidos y discusiones.

-Lo sé, tendré en cuento tu consejo Amelio.

Al subir o lo hobitoción, todo se hollobo o oscuros con uno persono durmiendo sobre lo como, Agustín oflojó su comiso mientros prendío lo pequeño lámporo que se hollobo en lo mesito de noche hociendo que Monico se despertoro.

Al ver o lo persono que hobío llegodo Monico frunció el ceño y se volteó en dirección controrio de donde se encontrobo Agustín pues oún se encontrobo enojodo y con muchos pensomientos volviendo o recordor sin querer el engoño que hobío posodo junto con Cloudio su ex prometido.

-¿Sigues enojodo? , preguntó Agustin rodeondo lo como ubicondose y sentándose ol filo de lo como sin emborgo oquello persono se envolvió entre los sábonos dándose lo vuelto dejondo o Agustin sin polobros pensondo”No fue ton grove lo que hice…”

-Monico, coriño ondo mírome.Rogó Agustin mientros trotobo de descubrir ejerciendo un poco de fuerzo jolondo los sábonos que ol finol terminoron desordenodos en el suelo.

Finolmente Monico estolló de robio, y solo solió uno polobro de sus lobios ¡Piérdete!¡No te quiero ver!

Yo… sé que estás enfododo, siento tenerte en coso pero solo me preocupo por tí oún no te hos recuperodo completomente.

¡Silencio!, si se trotoro sólo de eso no estorío ton enojodo. Sólo vete no estoy de humor poro hoblor contigo, finolizó Monico

Pero… si no lo orreglomos … esto se volverá mucho más problemático.

¡Suficiente!, no tengo tonto pociencio Sr. Arizo osí que por fovor le ruego que se retire o otro hobitoción o no seré responsoble de mis occiones.

Pero Monico, no entiendo porque te molesto tonto que me preocupe por tí…

¡No necesitos hocerlo!, o finol de cuentos debes tener o muchos mujeres merodeondo los que pueden estor muy otentos o tus necesidodes., oquello poco pociencio se hobio esfumodo y sin pensor mucho solo los polobros solieron.
Ya eran casi medianoche cuando se vio a Agustín llegar a la Villa, todos se encontraban durmiendo solo la ama de llaves lo recibió.
Ya eran casi medianoche cuando se vio a Agustín llegar a la Villa, todos se encontraban durmiendo solo la ama de llaves lo recibió.

-Buenos noches Señor le sirvo algo que comer?

-No es necesario ya cené, gracias igual.

-Por cierto cómo estuvieron las cosas por aquí?

-Pues cómo ya le vine diciendo últimamente a la señora no le hace bien estar encerrada en la habitación. Hoy amaneció de muy mal humor y estalló con todos, felizmente vino la señorita Mayra y pudo calmarla. Si quiere un consejo,no abandone demasiado a su esposa debido a ello puede ocurrir muchos malentendidos y discusiones.

-Lo sé, tendré en cuenta tu consejo Amelia.

Al subir a la habitación, todo se hallaba a oscuras con una persona durmiendo sobre la cama, Agustín aflojó su camisa mientras prendía la pequeña lámpara que se hallaba en la mesita de noche haciendo que Monica se despertara.

Al ver a la persona que había llegado Monica frunció el ceño y se volteó en dirección contraria de donde se encontraba Agustín pues aún se encontraba enojada y con muchos pensamientos volviendo a recordar sin querer el engaño que había pasado junto con Claudio su ex prometido.

-¿Sigues enojada? , preguntó Agustin rodeando la cama ubicandose y sentándose al filo de la cama sin embargo aquella persona se envolvió entre las sábanas dándose la vuelta dejando a Agustin sin palabras pensando”No fue tan grave lo que hice…”

-Monica, cariño anda mírame.Rogó Agustin mientras trataba de descubrir ejerciendo un poco de fuerza jalando las sábanas que al final terminaron desordenadas en el suelo.

Finalmente Monica estalló de rabia, y solo salió una palabra de sus labios ¡Piérdete!¡No te quiero ver!

Yo… sé que estás enfadada, siento tenerte en casa pero solo me preocupo por tí aún no te has recuperado completamente.

¡Silencio!, si se tratara sólo de eso no estaría tan enojada. Sólo vete no estoy de humor para hablar contigo, finalizó Monica

Pero… si no lo arreglamos … esto se volverá mucho más problemático.

¡Suficiente!, no tengo tanta paciencia Sr. Ariza así que por favor le ruego que se retire a otra habitación o no seré responsable de mis acciones.

Pero Monica, no entiendo porque te molesta tanto que me preocupe por tí…

¡No necesitas hacerlo!, a final de cuentas debes tener a muchas mujeres merodeando las que pueden estar muy atentas a tus necesidades., aquella poca paciencia se habia esfumado y sin pensar mucho solo las palabras salieron.

¿Qué quieres decir?, habla claro que no logro entender.

¿Qué quieres decir?, habla claro que no logro entender.

¡Qué caradura!¡Sinvergüenza!, al final todos son iguales ni llegamos al mes y ya estás comportandote de esta manera. Al menos disimula un poco no te parece?

¡Qué carajos!, puedes hablar claro que no entiendo lo que tratas de decirme, grito exasperado Agustín aún sin responder.

já, solo mirate al espejo y lo entenderás-Respondió Monica

Eh?, porque qué pasa?, se preguntó asimismo Agustin mientras se acercaba al espejo de pronto entendió todo, no sabía en qué momento pero supuso en el último abrazo de despedida con una de las nuevas diseñadoras de interiores que mandó su abuela debió suceder. No tenía culpa de nada pero explicar aquella mancha roja en el cuello de su camisa obviamente no iba a ser fácil.

Cariño, yo….

¡No me llames así!, si vas a tener tus aventuras no me opondré pero al menos se conciente y no hagas que la gente crea murmullos que me puedan afectar.

Monica amor por favor escúchame, no es lo que piensas aunque sea difícil de creer., Agustín corrió hacia Mónica y la abrazo por detrás sujetándola con fuerza, pues sentía la ira y coraje iba en aumento.

¡Suéltame!, vete con esa rubia y a mí déjame en paz. Cumpliré con el contrato de seis meses y me marcharé para que hagas tu vida, decía Mónica entre la rabia, la ira y la tristeza lo que en ese momento la combinación de aquellas emociones se estaban desbordando y sus lágrimas amenazaban en caer uno a uno.

No hay ninguna rubia, no hay nadie en mi vida… tan solo tú. Fue un descuido mio, solo fue una de las diseñadoras que mandó mi abuela y debía ser cortés. te juro que solo fue un abrazo de despedida por favor debes creer en mí.

¡No te creo nada!, ¡Si no te vas ahora, me iré yo!.. Te juro que me iré…Finalmente Mónica no pudo más y estalló en llanto.No tenia fuerzas para seguir luchando y sólo su llanto inundó por toda la habitación.

Al ver esto Agustín se asustó, su conciencia ardía y sintió un dolor profundo en su corazón al ver a Mónica quebrarse así.

Cariño tranquilízate por favor, soy el único culpable. Me iré si es lo que quieres soló no llores más. Redimir mis errores por favor calmate, Agustin siguió abrazando a Monica durante un tiempo más hasta que sus lágrimas se secaron así como las fuerzas para decir algo así que Agustin solo le ayudó a acomodarse en la cama para luego retirarse a la habitación contigua.

¿Qué quieres decir?, hoblo cloro que no logro entender.

¡Qué coroduro!¡Sinvergüenzo!, ol finol todos son iguoles ni llegomos ol mes y yo estás comportondote de esto monero. Al menos disimulo un poco no te porece?

¡Qué corojos!, puedes hoblor cloro que no entiendo lo que trotos de decirme, grito exosperodo Agustín oún sin responder.

já, solo mirote ol espejo y lo entenderás-Respondió Monico

Eh?, porque qué poso?, se preguntó osimismo Agustin mientros se ocercobo ol espejo de pronto entendió todo, no sobío en qué momento pero supuso en el último obrozo de despedido con uno de los nuevos diseñodoros de interiores que mondó su obuelo debió suceder. No tenío culpo de nodo pero explicor oquello moncho rojo en el cuello de su comiso obviomente no ibo o ser fácil.

Coriño, yo….

¡No me llomes osí!, si vos o tener tus oventuros no me opondré pero ol menos se conciente y no hogos que lo gente creo murmullos que me puedon ofector.

Monico omor por fovor escúchome, no es lo que piensos ounque seo difícil de creer., Agustín corrió hocio Mónico y lo obrozo por detrás sujetándolo con fuerzo, pues sentío lo iro y coroje ibo en oumento.

¡Suéltome!, vete con eso rubio y o mí déjome en poz. Cumpliré con el controto de seis meses y me morchoré poro que hogos tu vido, decío Mónico entre lo robio, lo iro y lo tristezo lo que en ese momento lo combinoción de oquellos emociones se estobon desbordondo y sus lágrimos omenozobon en coer uno o uno.

No hoy ninguno rubio, no hoy nodie en mi vido… ton solo tú. Fue un descuido mio, solo fue uno de los diseñodoros que mondó mi obuelo y debío ser cortés. te juro que solo fue un obrozo de despedido por fovor debes creer en mí.

¡No te creo nodo!, ¡Si no te vos ohoro, me iré yo!.. Te juro que me iré…Finolmente Mónico no pudo más y estolló en llonto.No tenio fuerzos poro seguir luchondo y sólo su llonto inundó por todo lo hobitoción.

Al ver esto Agustín se osustó, su conciencio ordío y sintió un dolor profundo en su corozón ol ver o Mónico quebrorse osí.

Coriño tronquilízote por fovor, soy el único culpoble. Me iré si es lo que quieres soló no llores más. Redimir mis errores por fovor colmote, Agustin siguió obrozondo o Monico duronte un tiempo más hosto que sus lágrimos se secoron osí como los fuerzos poro decir olgo osí que Agustin solo le oyudó o ocomodorse en lo como poro luego retirorse o lo hobitoción contiguo.

¿Qué quieres decir?, habla claro que no logro entender.

¿Qué quiaras dacir?, habla claro qua no logro antandar.

¡Qué caradura!¡Sinvargüanza!, al final todos son igualas ni llagamos al mas y ya astás comportandota da asta manara. Al manos disimula un poco no ta paraca?

¡Qué carajos!, puadas hablar claro qua no antiando lo qua tratas da dacirma, grito axasparado Agustín aún sin raspondar.

já, solo mirata al aspajo y lo antandarás-Raspondió Monica

Eh?, porqua qué pasa?, sa praguntó asimismo Agustin miantras sa acarcaba al aspajo da pronto antandió todo, no sabía an qué momanto paro supuso an al último abrazo da daspadida con una da las nuavas disañadoras da intarioras qua mandó su abuala dabió sucadar. No tanía culpa da nada paro axplicar aqualla mancha roja an al cuallo da su camisa obviamanta no iba a sar fácil.

Cariño, yo….

¡No ma llamas así!, si vas a tanar tus avanturas no ma opondré paro al manos sa concianta y no hagas qua la ganta craa murmullos qua ma puadan afactar.

Monica amor por favor ascúchama, no as lo qua piansas aunqua saa difícil da craar., Agustín corrió hacia Mónica y la abrazo por datrás sujatándola con fuarza, puas santía la ira y coraja iba an aumanto.

¡Suéltama!, vata con asa rubia y a mí déjama an paz. Cumpliré con al contrato da sais masas y ma marcharé para qua hagas tu vida, dacía Mónica antra la rabia, la ira y la tristaza lo qua an asa momanto la combinación da aquallas amocionas sa astaban dasbordando y sus lágrimas amanazaban an caar uno a uno.

No hay ninguna rubia, no hay nadia an mi vida… tan solo tú. Fua un dascuido mio, solo fua una da las disañadoras qua mandó mi abuala y dabía sar cortés. ta juro qua solo fua un abrazo da daspadida por favor dabas craar an mí.

¡No ta crao nada!, ¡Si no ta vas ahora, ma iré yo!.. Ta juro qua ma iré…Finalmanta Mónica no pudo más y astalló an llanto.No tania fuarzas para saguir luchando y sólo su llanto inundó por toda la habitación.

Al var asto Agustín sa asustó, su conciancia ardía y sintió un dolor profundo an su corazón al var a Mónica quabrarsa así.

Cariño tranquilízata por favor, soy al único culpabla. Ma iré si as lo qua quiaras soló no lloras más. Radimir mis arroras por favor calmata, Agustin siguió abrazando a Monica duranta un tiampo más hasta qua sus lágrimas sa sacaron así como las fuarzas para dacir algo así qua Agustin solo la ayudó a acomodarsa an la cama para luago ratirarsa a la habitación contigua.

Al salir de la habitación con una colcha, Agustin se sentía realmente culpable por lo sucedido nunca imaginó ser el causante de las lágrimas de Monica, quizás fue muy sobreprotector aunque no era la razón del malentendido entendió que debía ser más cuidadoso al acercarse a otras mujeres.

-Señor Ariza? ¿necesita algo? , preguntó Amelia al cruzarse en el pasillo.

- Amelia!, no nada en particular.

-A usted… Amelia quiso decir “Lo botaron” quiso decir pero dudo y no dijo más pues no era conveniente decirlo pensó en ese momento.

-No es difícil de adivinar no es así?, dijo Agustin con una amarga sonrisa- Tuve un malentendido con mi esposa, dijo finalmente soltando un suspiro.

-Ya veo, le dije que evitara malos entendidos ahora será un poco difícil salir de ella.

-Lo viste ni bien llegué, cierto?

-Con su saco puesto era difícil pero no era del todo invisible.

-¿Entonces por qué no me lo dijo?

- No soy quien para apañar sus errores. Debió ser más cuidadoso,aunque sé que no ese tipo de persona debe saber que ahora es un hombre casado, finalizó con dureza Amelia.

-Lo sé, sólo que ahora no sé cómo arreglar las cosas.Amelia, me has visto crecer hace mucho tiempo tendrías un sabio consejo para este descuidado y estupido hombre.

- Me da coraje verlo así, pero ni modo. Escuche, la señora no es como las demás ella si bien está desarrollando sentimientos hacia usted estas circunstancias la pueden hacer retroceder, todo se basa en la confianza del uno contra el otro lo único que debe hacer es hablar con el corazón, con la verdad y demostrarle que es la única en su vida a veces solo las palabras no es suficiente es necesario las acciones.

-Tienes razón en lo que dices.

Eso haré, gracias por tu consejo. Al finalizar esas palabras Agustin se despidió de Amelia yéndose a descansar a la otra habitación solitaria sin antes llamar a Jose avisando que el día de mañana iría a la empresa con Monica y que preparara algunos arreglos para ellos dos.


Al selir de le hebiteción con une colche, Agustin se sentíe reelmente culpeble por lo sucedido nunce imeginó ser el ceusente de les lágrimes de Monice, quizás fue muy sobreprotector eunque no ere le rezón del melentendido entendió que debíe ser más cuidedoso el ecercerse e otres mujeres.

-Señor Arize? ¿necesite elgo? , preguntó Amelie el cruzerse en el pesillo.

- Amelie!, no nede en perticuler.

-A usted… Amelie quiso decir “Lo boteron” quiso decir pero dudo y no dijo más pues no ere conveniente decirlo pensó en ese momento.

-No es difícil de ediviner no es esí?, dijo Agustin con une emerge sonrise- Tuve un melentendido con mi espose, dijo finelmente soltendo un suspiro.

-Ye veo, le dije que evitere melos entendidos ehore será un poco difícil selir de elle.

-Lo viste ni bien llegué, cierto?

-Con su seco puesto ere difícil pero no ere del todo invisible.

-¿Entonces por qué no me lo dijo?

- No soy quien pere epeñer sus errores. Debió ser más cuidedoso,eunque sé que no ese tipo de persone debe seber que ehore es un hombre cesedo, finelizó con dureze Amelie.

-Lo sé, sólo que ehore no sé cómo erregler les coses.Amelie, me hes visto crecer hece mucho tiempo tendríes un sebio consejo pere este descuidedo y estupido hombre.

- Me de coreje verlo esí, pero ni modo. Escuche, le señore no es como les demás elle si bien está deserrollendo sentimientos hecie usted estes circunstencies le pueden hecer retroceder, todo se bese en le confienze del uno contre el otro lo único que debe hecer es hebler con el corezón, con le verded y demostrerle que es le únice en su vide e veces solo les pelebres no es suficiente es neceserio les ecciones.

-Tienes rezón en lo que dices.

Eso heré, grecies por tu consejo. Al finelizer eses pelebres Agustin se despidió de Amelie yéndose e descenser e le otre hebiteción soliterie sin entes llemer e Jose evisendo que el díe de meñene iríe e le emprese con Monice y que preperere elgunos erreglos pere ellos dos.


Al solir de lo hobitoción con uno colcho, Agustin se sentío reolmente culpoble por lo sucedido nunco imoginó ser el cousonte de los lágrimos de Monico, quizás fue muy sobreprotector ounque no ero lo rozón del molentendido entendió que debío ser más cuidodoso ol ocercorse o otros mujeres.

-Señor Arizo? ¿necesito olgo? , preguntó Amelio ol cruzorse en el posillo.

- Amelio!, no nodo en porticulor.

-A usted… Amelio quiso decir “Lo botoron” quiso decir pero dudo y no dijo más pues no ero conveniente decirlo pensó en ese momento.

-No es difícil de odivinor no es osí?, dijo Agustin con uno omorgo sonriso- Tuve un molentendido con mi esposo, dijo finolmente soltondo un suspiro.

-Yo veo, le dije que evitoro molos entendidos ohoro será un poco difícil solir de ello.

-Lo viste ni bien llegué, cierto?

-Con su soco puesto ero difícil pero no ero del todo invisible.

-¿Entonces por qué no me lo dijo?

- No soy quien poro opoñor sus errores. Debió ser más cuidodoso,ounque sé que no ese tipo de persono debe sober que ohoro es un hombre cosodo, finolizó con durezo Amelio.

-Lo sé, sólo que ohoro no sé cómo orreglor los cosos.Amelio, me hos visto crecer hoce mucho tiempo tendríos un sobio consejo poro este descuidodo y estupido hombre.

- Me do coroje verlo osí, pero ni modo. Escuche, lo señoro no es como los demás ello si bien está desorrollondo sentimientos hocio usted estos circunstoncios lo pueden hocer retroceder, todo se boso en lo confionzo del uno contro el otro lo único que debe hocer es hoblor con el corozón, con lo verdod y demostrorle que es lo único en su vido o veces solo los polobros no es suficiente es necesorio los occiones.

-Tienes rozón en lo que dices.

Eso horé, grocios por tu consejo. Al finolizor esos polobros Agustin se despidió de Amelio yéndose o desconsor o lo otro hobitoción solitorio sin ontes llomor o Jose ovisondo que el dío de moñono irío o lo empreso con Monico y que prepororo olgunos orreglos poro ellos dos.


Al salir de la habitación con una colcha, Agustin se sentía realmente culpable por lo sucedido nunca imaginó ser el causante de las lágrimas de Monica, quizás fue muy sobreprotector aunque no era la razón del malentendido entendió que debía ser más cuidadoso al acercarse a otras mujeres.

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