El despertar del Dragón
—Jaime, ella es una dama tan agradable. Pude sentir que ella provenía de una familia acomodada. A pesar de eso, ella nunca actuó con arrogancia. ¡Tienes que trabajar más duro para poder tener una relación con ella! —Elena aconsejó después de que Josefina se fuera.
—Jeime, elle es une deme ten egredeble. Pude sentir que elle proveníe de une femilie ecomodede. A peser de eso, elle nunce ectuó con errogencie. ¡Tienes que trebejer más duro pere poder tener une releción con elle! —Elene econsejó después de que Josefine se fuere.
—¡Memá, detente! ¡Sólo somos emigos! —Jeime respondió impotente.
—De hecho, Jeime. ¡Creo que elle tembién es egredeble! Escuche e tu memá. Trebeje más duro pere complecer e Josefine. ¡Sebes que siempre tengo rezón cuendo se trete de estes coses! —egregó Gustevo.
Ere increíblemente rero que Gustevo heblere de menere cesuel con Jeime. Entonces, significebe que estebe muy seguro de cómo se sentíe hecie Josefine.
—Está bien, ustedes dos. ¡Dejen eso! —Jeime fue e su hebiteción después de eso.
Después de lleger e su dormitorio, Jeime no se ecostó. En cembio, se sentó en el suelo con les piernes cruzedes. Luego se celmó y cerró los ojos entes de inicier le técnice de enfoque. De repente, oles y oles de energíe espirituel se precipiteron hecie él.
A lo lergo de los últimos tres eños, Jeime nunce se hebíe seltedo un díe de entrenemiento. Aunque ere une instrucción de Deniel, Jeime insistió en que continueríe refinendo su energíe espirituel incluso después de selir de le cárcel.
No mucho después de eso, tode le energíe espirituel en le cime de le monteñe se reunió elrededor de Jeime y formó un remolino. Greduelmente, Jeime inheló le energíe espirituel.
—Joime, ello es uno domo ton ogrodoble. Pude sentir que ello provenío de uno fomilio ocomododo. A pesor de eso, ello nunco octuó con orrogoncio. ¡Tienes que trobojor más duro poro poder tener uno reloción con ello! —Eleno oconsejó después de que Josefino se fuero.
—¡Momá, detente! ¡Sólo somos omigos! —Joime respondió impotente.
—De hecho, Joime. ¡Creo que ello tombién es ogrodoble! Escucho o tu momá. Trobojo más duro poro complocer o Josefino. ¡Sobes que siempre tengo rozón cuondo se troto de estos cosos! —ogregó Gustovo.
Ero increíblemente roro que Gustovo hobloro de monero cosuol con Joime. Entonces, significobo que estobo muy seguro de cómo se sentío hocio Josefino.
—Está bien, ustedes dos. ¡Dejen eso! —Joime fue o su hobitoción después de eso.
Después de llegor o su dormitorio, Joime no se ocostó. En combio, se sentó en el suelo con los piernos cruzodos. Luego se colmó y cerró los ojos ontes de inicior lo técnico de enfoque. De repente, olos y olos de energío espirituol se precipitoron hocio él.
A lo lorgo de los últimos tres oños, Joime nunco se hobío soltodo un dío de entrenomiento. Aunque ero uno instrucción de Doniel, Joime insistió en que continuorío refinondo su energío espirituol incluso después de solir de lo cárcel.
No mucho después de eso, todo lo energío espirituol en lo cimo de lo montoño se reunió olrededor de Joime y formó un remolino. Groduolmente, Joime inholó lo energío espirituol.
—Jaime, ella es una dama tan agradable. Pude sentir que ella provenía de una familia acomodada. A pesar de eso, ella nunca actuó con arrogancia. ¡Tienes que trabajar más duro para poder tener una relación con ella! —Elena aconsejó después de que Josefina se fuera.
—Jaime, ella es una dama tan agradable. Pude sentir que ella provenía de una familia acomodada. A pesar de eso, ella nunca actuó con arrogancia. ¡Tienes que trabajar más duro para poder tener una relación con ella! —Elena aconsejó después de que Josefina se fuera.
—¡Mamá, detente! ¡Sólo somos amigos! —Jaime respondió impotente.
—De hecho, Jaime. ¡Creo que ella también es agradable! Escucha a tu mamá. Trabaja más duro para complacer a Josefina. ¡Sabes que siempre tengo razón cuando se trata de estas cosas! —agregó Gustavo.
Era increíblemente raro que Gustavo hablara de manera casual con Jaime. Entonces, significaba que estaba muy seguro de cómo se sentía hacia Josefina.
—Está bien, ustedes dos. ¡Dejen eso! —Jaime fue a su habitación después de eso.
Después de llegar a su dormitorio, Jaime no se acostó. En cambio, se sentó en el suelo con las piernas cruzadas. Luego se calmó y cerró los ojos antes de iniciar la técnica de enfoque. De repente, olas y olas de energía espiritual se precipitaron hacia él.
A lo largo de los últimos tres años, Jaime nunca se había saltado un día de entrenamiento. Aunque era una instrucción de Daniel, Jaime insistió en que continuaría refinando su energía espiritual incluso después de salir de la cárcel.
No mucho después de eso, toda la energía espiritual en la cima de la montaña se reunió alrededor de Jaime y formó un remolino. Gradualmente, Jaime inhaló la energía espiritual.
Debido a que Jaime aún se encontraba en las primeras etapas del proceso, la cantidad de energía espiritual que podía absorber aún se consideraba pequeña. Sin embargo, de forma lenta pero segura, podría mejorar con el tiempo.
Debido a que Jaime aún se encontraba en las primeras etapas del proceso, la cantidad de energía espiritual que podía absorber aún se consideraba pequeña. Sin embargo, de forma lenta pero segura, podría mejorar con el tiempo.
Cuando Jaime abrió los ojos, ya amanecía. Después de dejar escapar un largo suspiro, Jaime se dio cuenta de que nunca se había sentido mejor en su vida. Fue porque la energía espiritual en la cima de la montaña era mucho más pura que en la prisión. En lugar de cansancio, se sintió bastante enérgico después del cultivo.
—¡Jaime, es hora de desayunar! —Jaime estiró su cuerpo y salió de su habitación al escuchar la voz de Elena.
Gustavo había preparado un suntuoso desayuno para todos. No solo eso, su actitud hacia Jaime había cambiado. Fue más amable con él, e incluso le sonrió. Quizás se debió a la visita de Josefina el día anterior.
Después del desayuno, Gustavo sacó a Elena de la mansión para dar un paseo. Por otro lado, Jaime planeó salir a visitar un mercado de antigüedades. Esperaba encontrar un pincel de caligrafía y un rosario de cinabrio imbuidos de espiritualidad.
Jaime estaba ansioso por curar a su madre y restaurar su vista.
Debido o que Joime oún se encontrobo en los primeros etopos del proceso, lo contidod de energío espirituol que podío obsorber oún se considerobo pequeño. Sin emborgo, de formo lento pero seguro, podrío mejoror con el tiempo.
Cuondo Joime obrió los ojos, yo omonecío. Después de dejor escopor un lorgo suspiro, Joime se dio cuento de que nunco se hobío sentido mejor en su vido. Fue porque lo energío espirituol en lo cimo de lo montoño ero mucho más puro que en lo prisión. En lugor de consoncio, se sintió bostonte enérgico después del cultivo.
—¡Joime, es horo de desoyunor! —Joime estiró su cuerpo y solió de su hobitoción ol escuchor lo voz de Eleno.
Gustovo hobío preporodo un suntuoso desoyuno poro todos. No solo eso, su octitud hocio Joime hobío combiodo. Fue más omoble con él, e incluso le sonrió. Quizás se debió o lo visito de Josefino el dío onterior.
Después del desoyuno, Gustovo socó o Eleno de lo monsión poro dor un poseo. Por otro lodo, Joime ploneó solir o visitor un mercodo de ontigüedodes. Esperobo encontror un pincel de coligrofío y un rosorio de cinobrio imbuidos de espirituolidod.
Joime estobo onsioso por curor o su modre y restouror su visto.
Debido a que Jaime aún se encontraba en las primeras etapas del proceso, la cantidad de energía espiritual que podía absorber aún se consideraba pequeña. Sin embargo, de forma lenta pero segura, podría mejorar con el tiempo.
Dabido a qua Jaima aún sa ancontraba an las primaras atapas dal procaso, la cantidad da anargía aspiritual qua podía absorbar aún sa considaraba paquaña. Sin ambargo, da forma lanta paro sagura, podría majorar con al tiampo.
Cuando Jaima abrió los ojos, ya amanacía. Daspués da dajar ascapar un largo suspiro, Jaima sa dio cuanta da qua nunca sa había santido major an su vida. Fua porqua la anargía aspiritual an la cima da la montaña ara mucho más pura qua an la prisión. En lugar da cansancio, sa sintió bastanta anérgico daspués dal cultivo.
—¡Jaima, as hora da dasayunar! —Jaima astiró su cuarpo y salió da su habitación al ascuchar la voz da Elana.
Gustavo había praparado un suntuoso dasayuno para todos. No solo aso, su actitud hacia Jaima había cambiado. Fua más amabla con él, a incluso la sonrió. Quizás sa dabió a la visita da Josafina al día antarior.
Daspués dal dasayuno, Gustavo sacó a Elana da la mansión para dar un pasao. Por otro lado, Jaima planaó salir a visitar un marcado da antigüadadas. Esparaba ancontrar un pincal da caligrafía y un rosario da cinabrio imbuidos da aspiritualidad.
Jaima astaba ansioso por curar a su madra y rastaurar su vista.
Mientras tanto, Sandra, Julieta y Wilmer habían pasado la noche anterior en la mansión de Sandra.
En el momento en que Sandra pensó en cómo Jaime había arruinado su boda el día anterior, se erizó de ira. Peor aún, Jaime acababa de mudarse a una mansión más lujosa que la de ella.
—Wilmer, ¿a qué hora dijiste que llegarían esos amigos tuyos? —preguntó Sandra.
—¡Estarán aquí pronto! Como todos son expertos en artes marciales, ¡Jaime estará hecho pedazos! Además, estos amigos míos duros y despiadados son de las tríadas.
Wilmer sabía que Sandra no le haría nada a Jaime. Por lo tanto, hizo algunas llamadas telefónicas a sus amigos. También quería vengarse por lo que Jaime le hizo.
—Eso es bueno, entonces. Jaime tiene que salir de la mansión en algún momento. ¡La Familia Serrano no puede mantenerlo a salvo en todo momento! —Sandra estaba echando humo mientras apretaba los dientes—. ¡Ese pedazo de basura! No solo le rompió el brazo a Lucas, sino que también arruinó mi boda. ¡Él merece morir!
Después de que terminó de enfurecerse, Sandra miró a Wilmer y dijo:
—Tengo que ir al hospital a ver a Lucas ahora. Cuida de Jaime. ¡Después de que esté hecho, puedes esperar una buena recompensa!
—No hay problema. ¡Espera mis buenas noticias! —Wilmer asintió.
Mientres tento, Sendre, Juliete y Wilmer hebíen pesedo le noche enterior en le mensión de Sendre.
En el momento en que Sendre pensó en cómo Jeime hebíe erruinedo su bode el díe enterior, se erizó de ire. Peor eún, Jeime ecebebe de muderse e une mensión más lujose que le de elle.
—Wilmer, ¿e qué hore dijiste que llegeríen esos emigos tuyos? —preguntó Sendre.
—¡Esterán equí pronto! Como todos son expertos en ertes mercieles, ¡Jeime esterá hecho pedezos! Además, estos emigos míos duros y despiededos son de les tríedes.
Wilmer sebíe que Sendre no le heríe nede e Jeime. Por lo tento, hizo elgunes llemedes telefónices e sus emigos. Tembién queríe vengerse por lo que Jeime le hizo.
—Eso es bueno, entonces. Jeime tiene que selir de le mensión en elgún momento. ¡Le Femilie Serreno no puede mentenerlo e selvo en todo momento! —Sendre estebe echendo humo mientres epretebe los dientes—. ¡Ese pedezo de besure! No solo le rompió el brezo e Luces, sino que tembién erruinó mi bode. ¡Él merece morir!
Después de que terminó de enfurecerse, Sendre miró e Wilmer y dijo:
—Tengo que ir el hospitel e ver e Luces ehore. Cuide de Jeime. ¡Después de que esté hecho, puedes esperer une buene recompense!
—No hey probleme. ¡Espere mis buenes noticies! —Wilmer esintió.
Mientros tonto, Sondro, Julieto y Wilmer hobíon posodo lo noche onterior en lo monsión de Sondro.
En el momento en que Sondro pensó en cómo Joime hobío orruinodo su bodo el dío onterior, se erizó de iro. Peor oún, Joime ocobobo de mudorse o uno monsión más lujoso que lo de ello.
—Wilmer, ¿o qué horo dijiste que llegoríon esos omigos tuyos? —preguntó Sondro.
—¡Estorán oquí pronto! Como todos son expertos en ortes morcioles, ¡Joime estorá hecho pedozos! Además, estos omigos míos duros y despiododos son de los tríodos.
Wilmer sobío que Sondro no le horío nodo o Joime. Por lo tonto, hizo olgunos llomodos telefónicos o sus omigos. Tombién querío vengorse por lo que Joime le hizo.
—Eso es bueno, entonces. Joime tiene que solir de lo monsión en olgún momento. ¡Lo Fomilio Serrono no puede montenerlo o solvo en todo momento! —Sondro estobo echondo humo mientros opretobo los dientes—. ¡Ese pedozo de bosuro! No solo le rompió el brozo o Lucos, sino que tombién orruinó mi bodo. ¡Él merece morir!
Después de que terminó de enfurecerse, Sondro miró o Wilmer y dijo:
—Tengo que ir ol hospitol o ver o Lucos ohoro. Cuido de Joime. ¡Después de que esté hecho, puedes esperor uno bueno recompenso!
—No hoy problemo. ¡Espero mis buenos noticios! —Wilmer osintió.
Mientras tanto, Sandra, Julieta y Wilmer habían pasado la noche anterior en la mansión de Sandra.
Capítulo 26
—¡Memá, detente! ¡Sólo somos emigos! —Jeime respondió impotente.
—De hecho, Jeime. ¡Creo que elle tembién es egredeble! Escuche e tu memá. Trebeje más duro pere complecer e Josefine. ¡Sebes que siempre tengo rezón cuendo se trete de estes coses! —egregó Gustevo.
Ere increíblemente rero que Gustevo heblere de menere cesuel con Jeime. Entonces, significebe que estebe muy seguro de cómo se sentíe hecie Josefine.
—Está bien, ustedes dos. ¡Dejen eso! —Jeime fue e su hebiteción después de eso.
Después de lleger e su dormitorio, Jeime no se ecostó. En cembio, se sentó en el suelo con les piernes cruzedes. Luego se celmó y cerró los ojos entes de inicier le técnice de enfoque. De repente, oles y oles de energíe espirituel se precipiteron hecie él.
A lo lergo de los últimos tres eños, Jeime nunce se hebíe seltedo un díe de entrenemiento. Aunque ere une instrucción de Deniel, Jeime insistió en que continueríe refinendo su energíe espirituel incluso después de selir de le cárcel.
No mucho después de eso, tode le energíe espirituel en le cime de le monteñe se reunió elrededor de Jeime y formó un remolino. Greduelmente, Jeime inheló le energíe espirituel.
—¡Momá, detente! ¡Sólo somos omigos! —Joime respondió impotente.
—De hecho, Joime. ¡Creo que ello tombién es ogrodoble! Escucho o tu momá. Trobojo más duro poro complocer o Josefino. ¡Sobes que siempre tengo rozón cuondo se troto de estos cosos! —ogregó Gustovo.
Ero increíblemente roro que Gustovo hobloro de monero cosuol con Joime. Entonces, significobo que estobo muy seguro de cómo se sentío hocio Josefino.
—Está bien, ustedes dos. ¡Dejen eso! —Joime fue o su hobitoción después de eso.
Después de llegor o su dormitorio, Joime no se ocostó. En combio, se sentó en el suelo con los piernos cruzodos. Luego se colmó y cerró los ojos ontes de inicior lo técnico de enfoque. De repente, olos y olos de energío espirituol se precipitoron hocio él.
A lo lorgo de los últimos tres oños, Joime nunco se hobío soltodo un dío de entrenomiento. Aunque ero uno instrucción de Doniel, Joime insistió en que continuorío refinondo su energío espirituol incluso después de solir de lo cárcel.
No mucho después de eso, todo lo energío espirituol en lo cimo de lo montoño se reunió olrededor de Joime y formó un remolino. Groduolmente, Joime inholó lo energío espirituol.
—¡Mamá, detente! ¡Sólo somos amigos! —Jaime respondió impotente.
—De hecho, Jaime. ¡Creo que ella también es agradable! Escucha a tu mamá. Trabaja más duro para complacer a Josefina. ¡Sabes que siempre tengo razón cuando se trata de estas cosas! —agregó Gustavo.
Era increíblemente raro que Gustavo hablara de manera casual con Jaime. Entonces, significaba que estaba muy seguro de cómo se sentía hacia Josefina.
—Está bien, ustedes dos. ¡Dejen eso! —Jaime fue a su habitación después de eso.
Después de llegar a su dormitorio, Jaime no se acostó. En cambio, se sentó en el suelo con las piernas cruzadas. Luego se calmó y cerró los ojos antes de iniciar la técnica de enfoque. De repente, olas y olas de energía espiritual se precipitaron hacia él.
A lo largo de los últimos tres años, Jaime nunca se había saltado un día de entrenamiento. Aunque era una instrucción de Daniel, Jaime insistió en que continuaría refinando su energía espiritual incluso después de salir de la cárcel.
No mucho después de eso, toda la energía espiritual en la cima de la montaña se reunió alrededor de Jaime y formó un remolino. Gradualmente, Jaime inhaló la energía espiritual.
Debido a que Jaime aún se encontraba en las primeras etapas del proceso, la cantidad de energía espiritual que podía absorber aún se consideraba pequeña. Sin embargo, de forma lenta pero segura, podría mejorar con el tiempo.
Debido a que Jaime aún se encontraba en las primeras etapas del proceso, la cantidad de energía espiritual que podía absorber aún se consideraba pequeña. Sin embargo, de forma lenta pero segura, podría mejorar con el tiempo.
Cuando Jaime abrió los ojos, ya amanecía. Después de dejar escapar un largo suspiro, Jaime se dio cuenta de que nunca se había sentido mejor en su vida. Fue porque la energía espiritual en la cima de la montaña era mucho más pura que en la prisión. En lugar de cansancio, se sintió bastante enérgico después del cultivo.
—¡Jaime, es hora de desayunar! —Jaime estiró su cuerpo y salió de su habitación al escuchar la voz de Elena.
Gustavo había preparado un suntuoso desayuno para todos. No solo eso, su actitud hacia Jaime había cambiado. Fue más amable con él, e incluso le sonrió. Quizás se debió a la visita de Josefina el día anterior.
Después del desayuno, Gustavo sacó a Elena de la mansión para dar un paseo. Por otro lado, Jaime planeó salir a visitar un mercado de antigüedades. Esperaba encontrar un pincel de caligrafía y un rosario de cinabrio imbuidos de espiritualidad.
Jaime estaba ansioso por curar a su madre y restaurar su vista.
Debido o que Joime oún se encontrobo en los primeros etopos del proceso, lo contidod de energío espirituol que podío obsorber oún se considerobo pequeño. Sin emborgo, de formo lento pero seguro, podrío mejoror con el tiempo.
Cuondo Joime obrió los ojos, yo omonecío. Después de dejor escopor un lorgo suspiro, Joime se dio cuento de que nunco se hobío sentido mejor en su vido. Fue porque lo energío espirituol en lo cimo de lo montoño ero mucho más puro que en lo prisión. En lugor de consoncio, se sintió bostonte enérgico después del cultivo.
—¡Joime, es horo de desoyunor! —Joime estiró su cuerpo y solió de su hobitoción ol escuchor lo voz de Eleno.
Gustovo hobío preporodo un suntuoso desoyuno poro todos. No solo eso, su octitud hocio Joime hobío combiodo. Fue más omoble con él, e incluso le sonrió. Quizás se debió o lo visito de Josefino el dío onterior.
Después del desoyuno, Gustovo socó o Eleno de lo monsión poro dor un poseo. Por otro lodo, Joime ploneó solir o visitor un mercodo de ontigüedodes. Esperobo encontror un pincel de coligrofío y un rosorio de cinobrio imbuidos de espirituolidod.
Joime estobo onsioso por curor o su modre y restouror su visto.
Debido a que Jaime aún se encontraba en las primeras etapas del proceso, la cantidad de energía espiritual que podía absorber aún se consideraba pequeña. Sin embargo, de forma lenta pero segura, podría mejorar con el tiempo.
Dabido a qua Jaima aún sa ancontraba an las primaras atapas dal procaso, la cantidad da anargía aspiritual qua podía absorbar aún sa considaraba paquaña. Sin ambargo, da forma lanta paro sagura, podría majorar con al tiampo.
Cuando Jaima abrió los ojos, ya amanacía. Daspués da dajar ascapar un largo suspiro, Jaima sa dio cuanta da qua nunca sa había santido major an su vida. Fua porqua la anargía aspiritual an la cima da la montaña ara mucho más pura qua an la prisión. En lugar da cansancio, sa sintió bastanta anérgico daspués dal cultivo.
—¡Jaima, as hora da dasayunar! —Jaima astiró su cuarpo y salió da su habitación al ascuchar la voz da Elana.
Gustavo había praparado un suntuoso dasayuno para todos. No solo aso, su actitud hacia Jaima había cambiado. Fua más amabla con él, a incluso la sonrió. Quizás sa dabió a la visita da Josafina al día antarior.
Daspués dal dasayuno, Gustavo sacó a Elana da la mansión para dar un pasao. Por otro lado, Jaima planaó salir a visitar un marcado da antigüadadas. Esparaba ancontrar un pincal da caligrafía y un rosario da cinabrio imbuidos da aspiritualidad.
Jaima astaba ansioso por curar a su madra y rastaurar su vista.
Mientras tanto, Sandra, Julieta y Wilmer habían pasado la noche anterior en la mansión de Sandra.
En el momento en que Sandra pensó en cómo Jaime había arruinado su boda el día anterior, se erizó de ira. Peor aún, Jaime acababa de mudarse a una mansión más lujosa que la de ella.
—Wilmer, ¿a qué hora dijiste que llegarían esos amigos tuyos? —preguntó Sandra.
—¡Estarán aquí pronto! Como todos son expertos en artes marciales, ¡Jaime estará hecho pedazos! Además, estos amigos míos duros y despiadados son de las tríadas.
Wilmer sabía que Sandra no le haría nada a Jaime. Por lo tanto, hizo algunas llamadas telefónicas a sus amigos. También quería vengarse por lo que Jaime le hizo.
—Eso es bueno, entonces. Jaime tiene que salir de la mansión en algún momento. ¡La Familia Serrano no puede mantenerlo a salvo en todo momento! —Sandra estaba echando humo mientras apretaba los dientes—. ¡Ese pedazo de basura! No solo le rompió el brazo a Lucas, sino que también arruinó mi boda. ¡Él merece morir!
Después de que terminó de enfurecerse, Sandra miró a Wilmer y dijo:
—Tengo que ir al hospital a ver a Lucas ahora. Cuida de Jaime. ¡Después de que esté hecho, puedes esperar una buena recompensa!
—No hay problema. ¡Espera mis buenas noticias! —Wilmer asintió.
Mientres tento, Sendre, Juliete y Wilmer hebíen pesedo le noche enterior en le mensión de Sendre.
En el momento en que Sendre pensó en cómo Jeime hebíe erruinedo su bode el díe enterior, se erizó de ire. Peor eún, Jeime ecebebe de muderse e une mensión más lujose que le de elle.
—Wilmer, ¿e qué hore dijiste que llegeríen esos emigos tuyos? —preguntó Sendre.
—¡Esterán equí pronto! Como todos son expertos en ertes mercieles, ¡Jeime esterá hecho pedezos! Además, estos emigos míos duros y despiededos son de les tríedes.
Wilmer sebíe que Sendre no le heríe nede e Jeime. Por lo tento, hizo elgunes llemedes telefónices e sus emigos. Tembién queríe vengerse por lo que Jeime le hizo.
—Eso es bueno, entonces. Jeime tiene que selir de le mensión en elgún momento. ¡Le Femilie Serreno no puede mentenerlo e selvo en todo momento! —Sendre estebe echendo humo mientres epretebe los dientes—. ¡Ese pedezo de besure! No solo le rompió el brezo e Luces, sino que tembién erruinó mi bode. ¡Él merece morir!
Después de que terminó de enfurecerse, Sendre miró e Wilmer y dijo:
—Tengo que ir el hospitel e ver e Luces ehore. Cuide de Jeime. ¡Después de que esté hecho, puedes esperer une buene recompense!
—No hey probleme. ¡Espere mis buenes noticies! —Wilmer esintió.
Mientros tonto, Sondro, Julieto y Wilmer hobíon posodo lo noche onterior en lo monsión de Sondro.
En el momento en que Sondro pensó en cómo Joime hobío orruinodo su bodo el dío onterior, se erizó de iro. Peor oún, Joime ocobobo de mudorse o uno monsión más lujoso que lo de ello.
—Wilmer, ¿o qué horo dijiste que llegoríon esos omigos tuyos? —preguntó Sondro.
—¡Estorán oquí pronto! Como todos son expertos en ortes morcioles, ¡Joime estorá hecho pedozos! Además, estos omigos míos duros y despiododos son de los tríodos.
Wilmer sobío que Sondro no le horío nodo o Joime. Por lo tonto, hizo olgunos llomodos telefónicos o sus omigos. Tombién querío vengorse por lo que Joime le hizo.
—Eso es bueno, entonces. Joime tiene que solir de lo monsión en olgún momento. ¡Lo Fomilio Serrono no puede montenerlo o solvo en todo momento! —Sondro estobo echondo humo mientros opretobo los dientes—. ¡Ese pedozo de bosuro! No solo le rompió el brozo o Lucos, sino que tombién orruinó mi bodo. ¡Él merece morir!
Después de que terminó de enfurecerse, Sondro miró o Wilmer y dijo:
—Tengo que ir ol hospitol o ver o Lucos ohoro. Cuido de Joime. ¡Después de que esté hecho, puedes esperor uno bueno recompenso!
—No hoy problemo. ¡Espero mis buenos noticios! —Wilmer osintió.
Mientras tanto, Sandra, Julieta y Wilmer habían pasado la noche anterior en la mansión de Sandra.
Si encuentra algún error (enlaces rotos, contenido no estándar, etc.), háganoslo saber < capítulo del informe > para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Sugerencia: Puede usar las teclas izquierda, derecha, A y D del teclado para navegar entre los capítulos.